Capítulo 9 – Reunión Familiar de Emergencia

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1ª Parte

Finalmente consiguieron, tras muchos esfuerzos, que Zenith se quedara embarazada.

Por lo que pronto tendré un hermanito o hermanita. Tras la nueva incorporación, ¡¡por fin dejarán de llamarme Rudi-chan!! ¡¡Bravo!!

Además, que Zenith llevaba varios años  bastante  preocupada  pensando que era incapaz de tener más  niños.

Pero por fin, hace aproximadamente 1 mes, comenzó a notar algunos síntomas de la noticia, como por ejemplo cansarse con facilidad, tener náuseas y mareos, etc. Vamos, los síntomas típicos del embarazo. Y al recordar lo que le pasó cuando me tuvo, decidió ir al médico y este le confirmó el embarazo, así que todas sus preocupaciones hasta la fecha eran infundadas.

La noticia alegró a todos en la familia Greyrat, y empezaron las conversaciones del tipo: si es niño se llamará tal, y si es niña se llama  cual, cómo crees que deberíamos decorar su cuarto , crees que le quedará bien la ropa de Rudi… y otros innumerables temas parecidos. Las risas y  los ánimos ese día iban en aumento, y he de reconocer que estaba  realmente encantado con la noticia; hasta hice saber que prefería una hermanita. Nunca perdonaré que mi hermano pequeño destruyera mi bien más preciado a golpe de  bate.

Y entonces ocurrió, al mes siguiente, un gran problema que asaltó nuestra casa.

 

2ª Parte

Lilia, nuestra sirvienta nos confesó que estaba  embarazada.

«Siento molestarles, pero he de contarles que estoy  embarazada.»

Sin mucho revuelo nos anuncia la noticia a la familia al completo. Y tras sus palabras, la familia Greyrat al completo se queda  helada.

¿De quién…?

Nadie se atreve a hacer la pregunta en esta situación, quizás porque todos tenemos una leve corazonada. Después de todo Lilia es una sirvienta muy trabajadora, que manda casi todo su salario a su familia, que no  sale de casa salvo para ayudar a Paul en su trabajo, cosa que puede durar 1  o  2  días máximo en los que Zenith se queda ayudando en la clínica de  la  aldea.

Además, que no hemos escuchado nada de que Lilia tenga ningún amigo especialmente cercano, aunque quizás tuvo algún lío de una noche con un desconocido… Pero el problema es que tengo información clasificada.

Cuando se supo lo del embarazo de Zenith, decidieron detener los juegos nocturnos; y una noche que Paul fue incapaz de suprimir por más tiempo sus impulsos, entró en la habitación de Lilia. Si yo fuera un chico normal, habría pensado que simplemente iban a jugar a  las cartas o  al  parchís,  pero siendo quien soy, lo tengo claro. Principalmente porque Paul aprovechó específicamente una noche que Zenith no estaba en  casa.

¡Ojalá hubieran tenido más cuidado! ¿Acaso no escucharon lo que el personaje pareja anónima dijo? ¡¡Hello señoritas, ante la duda, usad protección o preparaos para las sorpresas!! ¡¡Es un consejo genial y es una explicación sencilla de la importancia de los anticonceptivos!! De verdad, me encantaría que Paul hubiera escuchado esas palabras, así su cara no se habría vuelto verde  pálido. Aunque  bueno… no  sé  si  existen los anticonceptivos en este mundo.

Pero no tengo la menor intención de ir divulgando esta información, no quiero que mi familia se rompa. Si fuera cualquier otro, no le perdonaría que abusara así de la sirvienta, pero Paul me ha ayudado enormemente   con mi problema con Sylphy, así que esta vez lo voy a dejar estar. Aunque siendo tan popular va a ser difícil defenderse de las acusaciones, pero si hace falta le daré una  coartada.

Cuando llego a esta conclusión en mi cabeza, intento hacerle llegar saber   a Paul con mi mirada que conmigo su secreto está a salvo. Pero al mismo tiempo, Zenith le clava la mirada. Llegando a  que por casualidad, tanto ella como yo le miremos al mismo  tiempo.

«L-lo siento…E-Es probablemente… mío.»

Este tío cede demasiado pronto ante la presión. Es patético… No, primero, la honestidad hay que valorarla, y por otro lado, siempre que nos reúne a todos le gusta dar un pequeño discurso sobre la familia para  impresionarme:

Paul: honesto blablabla, honorable blablabla, defiende a  las  mujeres blablabla, sigue tu corazón blablabla.

Así que seguramente opine que ocultar la verdad es imperdonable. Eso es bueno, ¿no? En realidad, soy incapaz de molestarme contigo por esa actitud, dejando a un lado la infidelidad. La tensión es palpable en la habitación…

Son mis pensamientos al mirar a Zenith, puedo ver como una máscara Hannya aparece a su espalda.

Y ese fue el comienzo de la reunión familiar de emergencia a la que Lilia asistió.

 

3ª Parte

Zenith rompe el silencio que se generó en la sala tomando la iniciativa.

«¿Y bien? ¿Qué piensas hacer ahora?»

Por cómo actúa, da la impresión de que Zenith está  extremadamente  serena. Sin alterarse ni gritar, a su infiel marido simplemente le dio una bofetada; todavía puedo ver la mano marcada en su  cara.

«Tengo la intención, si me lo permite, de dejar el puesto una vez la ayude    a dar a luz, señora.»

A la pregunta de Zenith responde Lilia, que también parece  extremadamente serena.

Quizás en este mundo esta situación no sea demasiado particular ni extraña. El señor de la casa tiene una aventura con la sirvienta y en el momento que esta se convierte en un problema, la  abandona.

Si fuera cosa ajena podría hasta escuchar interesado por la historia tan trágica; pero no parece que sea lo normal por la atmósfera tan cargada   que hay en la habitación, que me impide hacer ni un ruido, principalmente porque es lo que un adulto responsable haría, no como  Paul.

Sólo quiero dejar constancia que la parte masculina interesada de esta historia está agazapado en una  esquina.

¿Dignidad paternal? ¿Eso qué es?

«¿Y qué harás con el niño?»

«Mi intención es criarlo en mi ciudad natal tras darlo a luz en Fedora.»

«Tu ciudad natal está al sureste, ¿no es  cierto?»

«Así es.»

«Después de dar a luz no creo que tengas fuerzas para hacer un viaje tan largo, ¿me equivoco?»

«…..Puede que tenga razón, pero no tengo otro sitio al que   ir.»

Fedora es una provincia del norte del reino de  Asura.

Por lo que tengo entendido, las ciudades en la zona sur del  reino  de  Asura están a un mes entero de viaje hasta en carruaje. Pero, aunque sea un mes, ya que la seguridad y el clima del reino en general son bastante correctos, yendo en carruaje el viaje no debería de ser demasiado duro. Pero todo eso es sólo aplicable a viajeros  normales.

Lilia le manda todo el dinero a su familia, así que no tiene ahorros aquí; y sin dinero, su única opción es ir a pie. Y aunque nuestra familia le pagara  el viaje, el peligro de viajar sola no  desaparece.

Una madre tras dar a luz viajando sola… Si yo fuera una mala persona, ¿Qué haría con semejante persona? Sin duda la pondría en el  punto de mira, una persona así es casi un chollo para un  bandido, casi como si  fuera con un cartel que dijera Por favor, asaltadme. Es un éxito seguro, tomas al niño como rehén y lo usas para atrapar a la madre, después les robas todas sus pertenencias. Y  finalmente, si lo que he oído del sistema  de esclavos es cierto, vendes tanto a la madre como al niño para un beneficio extra.

Que Asura sea el Reino más seguro de este mundo no implica que sea seguro. Los bandidos son algo común y ella concretamente tiene una alta probabilidad de ser atacada en su viaje. Y Zenith tiene razón. La falta de fuerzas para el viaje es un verdadero  problema.

Porque Lilia quizás sea capaz de soportarlo, pero,  ¿y  el  niño? ¿Puede  ese niño recién nacido sobrevivir a un viaje que dure todo un mes? Es imposible, ¿verdad? Si por cualquier motivo Lilia muriera durante  el viaje, el niño la acompañaría en su tumba. Imagina  que  enfermara  alguno de los dos, Lilia no tiene los medios  suficientes para  buscar y pagar un médico, lo que conllevaría que ambos  perecieran.

En mi mente, puedo ver claramente la escena en la que Lilia llevando a su hijo en brazos se desmaya en medio de una  tormenta.

No quiero que Lilia muera de esa  forma.

«Pero cariño, no hay…»

«¡¡CÁLLATE!!»

Paul seguramente intenta defender a Lilia, pero se  queda  en  un tartamudeo tras la seca y dura  orden de  Zenith, para  finalmente volver a su esquina como un niño  castigado.

Queda claro que, en este tema, su opinión no tiene valor ni importancia, Zenith lo ha eliminado completamente de la  ecuación.

«…………»

Zenith parece dudar, al tiempo que fuertemente se muerde las uñas  molesta.

Personalmente, creo que el odio que siente por Lilia no es suficiente para desearle la muerte; es más, creo que la relación que  comparten  es  amena. Llevan 6 años viviendo juntas y a mis ojos podría pensar que son buenas amigas. Si el hijo de Lilia no fuera de  Paul, si fuera fruto de    algún tipo de violación o novio a la fuga, Zenith seguro  que le  permitiría… no, la obligaría a quedarse para ayudarla y que  criara al niño en nuestra casa. Por como avanza la conversación, creo que en este mundo no existe el concepto del  aborto.

En definitiva, veo que Zenith no sabe qué hacer, por un  lado, el  cariño  que siente por Lilia y por otro el odio por verse traicionada. De hecho, pienso que es muy admirable que no se haya dejado llevar por la ira. Si    me pasara a mí, estoy seguro de que por odio, celos y rabia la echaría de     la casa sin pensarlo.

Creo que esta actitud se debe en parte a la actitud que está tomando Lilia, no ha intentado inventarse excusas, sino que tiene la total intención de aceptar la responsabilidad. Llevándose consigo todo el impacto de este problema por el cuál ha traicionado la confianza de la familia a la que siempre sirvió.

Aunque en mi opinión, el máximo responsable de este asunto es Paul. No veo correcto que Lilia cargue con el castigo íntegro. No puedo permitir  que se despidan de una forma tan horrible, por lo que decido ayudar a Lilia.

Me ha cuidado maravillosamente durante todo este tiempo, y aunque rara vez hablábamos directamente, me ha ayudado  mucho.

Todas esas veces que acababa empapado en sudor por el entrenamiento, tenía de antemano preparada una toalla para mí; Si  me  sorprendía  la  lluvia en mitad del campo, me preparaba además agua caliente para asearme; Las noches más frías me traía mantas para que no cogiera frío; cuando se me olvidaba recoger los libros del estudio, ellas los ordenaba meticulosamente.

Y lo más importante. Lo más importante, y que  valoro  por encima de todas las cosas. Lilia conoce la existencia del Reliquia Divina y  aún  así lo ha mantenido en secreto.

Lo descubrió cuando yo todavía pensaba que Sylphy era un  chico.

Ese día estaba lloviendo, y yo estaba leyendo la enciclopedia botánica en  mi cuarto intentando comprender un párrafo complicado. Lilia entró en la habitación para limpiar el polvo y ordenarla. Yo estaba  tan  absorto  leyendo que no comprendí que Lilia estaba limpiando cerca del lugar secreto en el que se  encuentra consagrada la Reliquia Divina. Cuando quise reaccionar, todo estaba perdido… y en sus manos se encontraba el Sagrado Instrumento.

Me encontraba estupefacto. Si mal lo recuerdo, en mis 20 años de vida Hikikomori nunca recogí en exceso mi habitación importándome nada lo que pensara el que entrara; recuerdo además que en medio de la carpeta escritorio tenía otra carpeta llamada Biblioteca erótica. Realmente, si me paro a pensar, mi técnica de ocultación  se  había  oxidado  enormemente desde mis primeros años, aunque para nada imaginaba que encontraría la Reliquia tan fácilmente. Es más, recuerdo que me esforcé enormemente a  la hora de ocultar el Artefacto Divino…… ¿Será tan alta la habilidad de este ser como para compararse con una   Meido?

Pero la situación es crítica, mi corazón empieza a  desmoronarse  y  un rostro pálido indica la falta de sangre en mi  cabeza.

La caza de brujas había comenzado.

Lilia: ¿Qué es esto?

Rudeus: ¿Qué seráaaaa esooooo?

Lilia: Huele raro.

Rudeus: Ace– Eso podría ser o podría no ser aceite de sésamo, ¿no crees?

Lilia: ¿De quién son?

Rudeus: …………..Son de Roxy, lo  siento.

Lilia: Convendría lavarlas.

Rudeus: ¡¡¿Cómo podrías hacerle semejante  insensatez?!!

Tras  nuestro intercambio, Lilia coloca la  Reliquia divina nuevamente en  la Capilla Secreta (escondite). Y finalmente, se marcha de la habitación dejándome temblando de miedo. Esa noche, estaba  mentalmente  preparado para afrontar una reunión familiar.

Pero no la hubo.

Estuve temblando toda la noche, pero ni a las 2 de la mañana hubo ningún movimiento en casa.

No se lo contó a nadie, solo por eso, le debo   una.

«Mamá, si voy a tener dos hermanitos al mismo tiempo, ¿por qué no lo estamos celebrando?»

Mi mejor baza es actuar como un niño. Usar el embarazo de Lilia como algo maravilloso que aumentará aún más nuestra familia. ¿Qué tiene de malo?

Intentaré retomar la discusión orientándolo de esta forma.

«Porque ella y tu padre hicieron algo que está  mal.»

Zenith me responde entre suspiros. Puedo notar en su voz una furia sin fondo, pero esa furia no está dirigida a Lilia. Y Zenith lo sabe.

¿Quién es el principal culpable?

«Ah, ya veo… aunque… ¿Acaso Lilia puede llevarle la contraria a papá?»

«¿Qué?»

Así que, aunque sea un tanto injusto con Paul, se la ha ganado él solito.  Así que, por favor, acepta la culpa. De verdad lo siento, te prometo que tu ayuda con Sylphy será recompensada más  adelante.

«Porque he oído a papá obligando a Lilia.»

«¿Eh? ¡¿Es eso verdad?!»

Zenith parece creerse lo que me estoy inventando, y se gira hacia Lilia sorprendida para preguntarle.

La expresión de Lilia no cambia, pero da la sensación de que comprende   lo que estoy haciendo y una de sus cejas se mueve   ligeramente.

¿Será cierto que Paul la estaba chantajeando? Por como actúa, más bien me da la impresión de que es más bien al revés….. Pero bueno, ¿Qué más me da?

«Hace poco, cuando tuve que levantarme a ir al baño y tuve que pasa por   la habitación de Lilia, oí a papá decirle  si no quieres que eso salga a  la  luz, lo mejor es que separes las piernas o algo   parecido.»

«¡¡EHH!! Rudi, ¿Qué estás dicien-»

«¡¡TÚ, CIERRA LA BOCA!!»

Un grito penetrante de Zenith corta las protestas de  Paul.

«Lilia, ¿es eso cierto?»

«No, algo así no sería….»

Lilia quiere decir algo, pero veo duda en sus  ojos.

Quizás esté dudando o pensando si eso ha ocurrido de  verdad en algún  tipo de juego.

«Perdona  mi    indiscreción,   no   es   algo   a   lo   que                 puedas                  responder abiertamente en esta situación…»

Zenith arbitrariamente llega a sus propias conclusiones basándose en la actitud de Lilia. Paul, atónito mira a todas las personas de la habitación confuso, con la boca completamente abierta, aunque no se le permita decir nada. Parece una carpa dorada.

Genial, y ahora el golpe de  gracia.

«Mamá, creo que Lilia no tiene la culpa.»

«Ya.»

«Sino que papá es quién tiene la culpa.»

«……..Ya.»

«Sí papá tiene la culpa, ¿por qué Lilia es la castigada? No tiene sentido.»

«……………….Ya.»

Su reacción es un poco floja…. necesita otro  empujón.

«Yo me lo paso muy bien jugando con Sylphy, así que creo que los niños estarán contentísimos porque tendrán la misma  edad.»

«…….Sí.»

«Además, mamá. Para mí, ambos serán mis hermanitos.»

«…………..Tú ganas. Ahhh… Es imposible ganarle a  Rudi.»

Zenith respira hondo.

Ya dudaba de que pudiera convencerte,  mamá.

«Lilia, te quedas en casa. ¡¡Eres parte de nuestra familia, y no pienso permitir que te vayas sola!!»

Finalmente deja clara la resolución.

Paul se queda boquiabierto, Lilia cubriéndose la boca con las manos entre sollozos.

Y de esta forma, conseguimos cerrar el  asunto.

 

4ª Parte

Y con ese final, toda la culpa recayó sobre Paul, y el ambiente se   calmó.

Tras todo lo dicho, Zenith miraba a Paul como si de un cerdo en el  matadero se tratase; puede que a algunas personas ese  trato les parezca  una recompensa, pero personalmente se me pusieron los testículos de corbata en ese momento. Aunque Zenith calma su odio y se marcha a su habitación. Lilia continúa llorando, no parece saber cómo reaccionar, pero sus lágrimas no cesan de emanar de sus ojos; Paul duda si debería o no abrazarla.

Yo decido dejarle ese frente al donjuán y voy tras Zenith a su dormitorio. Después de todo, no puedo dejar que Zenith se acabe divorciando de Paul, eso también sería un problema para  mí.

Llamo a la puerta y Zenith enseguida me  abre.

«Madre, lo que dije antes era mentira. Te pido que no odies a padre.»

Sin contexto ni prefacio pronuncio esas  palabras.

Zenith parece sorprendida por un instante, pero no tarda en devolverme   una sonrisa amarga mientras me acaricia la  cabeza.

«Lo imaginaba. Nunca pensé que me fuera a enamorar de ese tipo de hombre, tan estúpido y mujeriego, que siempre me hizo estar preparada para cuando algo como esto ocurriera. Es sólo que tras todo este tiempo no me lo esperaba y me dejó en  shock.»

«……..¿Padre tiene tal atracción por las mujeres?»

Actúo como si no lo supiera y le  pregunto.

«Pues sí. Aunque últimamente está mejor, pero en el pasado no se paraba    a pensar en las consecuencias. Diría que existe la posibilidad de Rudi tenga algún hermano o hermana  mayor…»

Mientras deja escapar sus palabras, la fuerza con la que su mano acaricia  mi cabeza aumenta más y  más.

«Rudi, no tienes permitido acabar siendo un adulto tan irresponsable, ¿de acuerdo?»

Diría que me acaricia con fuerza la cabeza, pero más bien me la está presionando sin dejar de aumentar la  fuerza.

«No puedes faltarle al respeto a Sylphy, ¿entendido?»

«Ou…AUH, claro, madre, auhhh~»

Siento que mi futuro está siendo duramente cuestionado, pero parece que todo se ha calmado por fin. Todo lo que pase ahora depende de Paul y cuánto se esfuerce.

Pero quién me iba a decir que mi padre era tan pillo. No hay segundas oportunidades, señor.

Al día siguiente, el entrenamiento con espada es extremadamente duro y estricto.

Ya te ayudé para que madre no se enfadara tanto, ¿podrías no pagar tu enfado conmigo?

 

5ª Parte (Punto de Vista de Lilia)

Seré clara, este embarazo es completamente culpa mía.

Esto lo digo porque hice lo posible por seducir a Paul. No es que tuviera  esa idea en mente cuando entré a trabajar aquí. Pero después de escuchar  los fuertes sonidos que se oían con facilidad todas las noches, y encima después limpiar el cuarto que conservaba ese aroma tan embriagador de la noche anterior, digamos que acumulé cierto  apetito.

Al principio yo misma lo calmé.

Pero, cada vez que veía a Paul entrenar en el jardín, el  fuego incontrolable prendía mi cuerpo aumentando sin parar. No sólo eso, sino que también, al verle, acababa recordando mi primera  vez.

Ha pasado ya mucho tiempo, ocurrió en  mis días en el dojo, una noche,  uno de mis compañeros me asaltó en mi  propio cuarto. Era  Paul. No  es que le odiara, pero tampoco le quería; además, esa primera vez no fue ni romántica ni lo que esperaba, así que lloré  descontrolada.

Pero poco después, llegaron los cerdos de  los ministros en el palacio de   la concubina… Llegó un punto en que el asalto de Paul no me importaba ya, viendo que al menos él me trató mejor que el resto de   hombres.

Cuando salí huyendo de los problemas de la corte y escuché que Paul buscaba una sirvienta, pensé utilizar lo que me hizo como  baza.

Cuando lo vi comprobé que Paul al que no había visto en años, se había vuelto mucho más imponente. El joven e infantil de antes se había convertido en un hombre intenso y  experimentado.

Me sorprende que consiguiera soportar mi apetito durante 6   años.

Cuando llegué, Paul no se fijaba en mí de forma especial. Pensaba que si seguía así, mis deseos se calmarían. Pero poco a poco,  comenzó  a  hacerme alguna broma juguetona ocasionalmente, y el fuego volvió a arder… Era capaz de controlarlo, pero era consciente de que andaba en la cuerda floja. La que el embarazo de Zenith  rompió.

Aprovechando el deseo acumulado en Paul, lo seduje hasta llevarlo a mi habitación…

Por este motivo, todo es culpa mía, y este embarazo es mi castigo. El castigo por dejarme llevar, traicionando a Zenith… Pero me perdonó, aunque realmente, el perdón me lo consiguió  Rudeus.

El avispado niño comprendió al dedillo lo ocurrido, encauzó la conversación con precisión, y situó en ella una trampa  perfecta.

Como si no fuera la primera vez que vive un evento de este tipo, manteniendo la calma y manipulándolo. Aterrador… N-NO, no debo  pensar mal de él como hasta  ahora.

Siempre me ha dado pavor hasta el punto de evitarle. Con su inteligencia, estoy segura de que se habrá dado cuenta del distanciamiento, y aún así, me salvó. Aunque nuestra relación fuera casi  inexistente.

Decidió, sin importar su posición, salvar a este niño. Y por eso me avergüenzo de haberlo evitado y haberle tenido  miedo.

Es mi salvador; alguien digno de mi respeto. Le serviré con toda mi alma por el resto de mis días. No… No creo ser suficiente como compensación habiendo dudado tanto de él hasta  ahora.

Pero tengo una idea. Si este niño crece sano y fuerte, dejaré que sea él quien acompañe y ayude a Rudeus, convirtiéndose en el siervo incondicional del Rudeus-sama.

 

6ª Parte (Punto de Vista de Rudeus)

Tras ese evento, los meses venideros fueron bastante  tranquilos.

Sylphy continúa su entrenamiento mágico y sus avances son claros, ahora es capaz de conjurar en silencio todos los hechizos  hasta  nivel  Intermedio, además que comienza a controlarlos con mayor  precisión.

Sin embargo, mi nivel con técnicas de espada no ha cambiado lo más mínimo. No es que no esté mejorando, pero como sigo sin ser capaz de dejarle un rasguño a Paul, por lo que parece que estoy  estancado.

Por otro lado, la actitud de Lilia conmigo ha mejorado   levemente.

Hasta ahora siempre ha parecido tenerme cierto  recelo,  aunque  tiene algo de sentido si desde los 2 años creo que ha sabido que era capaz de usar magia. Y es que aunque siga manteniendo su inexpresividad, sus palabras y acciones me hacen pensar que me respeta muchísimo más que antes. Todo sea dicho, me  encanta sentirme tan respetado, pero pienso  que hará a Paul perder todavía más su posición en casa, así  que preferiría que parara.

Pero en resumen, tras el incidente, Lilia me dirige un poco más la   palabra.

Me habla principalmente sobre Paul y de como ambos entrenaron en el mismo dojo hace años. De como Paul  tenía  una  habilidad inigualable, pero que no le gustaba entrenar, por lo que solía saltarse las clases para ir   a divertirse a la ciudad. También me contó que perdió la  virginidad con Paul en un emboscada nocturna mientas dormía, y que como Paul tenía miedo de que el secreto se hiciera público decidió  huir.

Ese evento me lo describió tal  cual.

Las acciones de Paul en bolsa comenzaron a derrumbarse conforme escuchaba el relato de Lilia.

Violador además de infiel… Menudo  capullo.

Pero aún así, soy incapaz de pensar que Paul es una mala persona, principalmente debido a su personalidad salvaje y libre le  hace parecer  más un niño de los que te hacen sentir un amor maternal. Además que se esfuerza mucho por ser buen padre, aunque sea terriblemente malo con la paciencia, y cualquier cosa que se le ocurra la lleva inmediatamente a la práctica sin pensar mucho.

Pero en definitiva, no pienso que sea mala  persona.

«¿Qué pasa? ¿por qué me miras así? ¿Acaso quieres llegar a ser tan guay como tu padre?»

Me hace estas preguntas durante las clases con espada, cuando me quedo mirándole pensativo.

Es del tipo de persona que se toma todo a   broma.

«¿Acaso una persona que casi causa que una familia se rompa por haber  sido infiel es guay?»

«Uuugh…..»

Paul se muestra dolido, y viéndole así le uso como advertencia   personal.

Y es que aunque esté actuando como un protagonista Donkan, no tengo intención de causar una escena semejante, y como mucho dejaré que las chicas interesadas en mí decidan quien se queda  conmigo.

«Espero que este evento te haya valido como advertencia y que por favor  no le pongas la mano encima a nadie más que a   mamá.»

«¿Acaso a L-Lilia tampoco?»

Parece que este tío no ha sufrido lo  suficiente.

«Tú mismo, pero puede que mamá decida irse sin avisar a su ciudad natal…»

«Ugh…»

¿Acaso lo que busca este tío es acabar rodeado por 2 mujeres en un  ménage à trois? ¿Viviendo cómodamente acompañado por una esposa preciosa además de una sirvienta a las que pueda atacar en cualquier momento mientras da clases de espada a su hijo en una zona rural? Hey hey, eso hace que demasiada gente te envidie, ¿acaso no es uno de los mejores Endings? ¿Como el final de cierta novela ligera, en el que el protagonista acaba tanto con Louise como con Tabitha sin ningún tipo de castigo?

 Nota: Ménage à trois: Palabra francesa que se traduciría como trío en español. En definitiva, actividad sexual realizada por 3 personas al mismo tiempo, aunque en el contexto histórico venía a significar un acuerdo entre esas personas para formar una familia. Ending: Anglicismo usado en Japón para denotar el final de un manga/anime/novela ligera/eroge, en este caso «Best End» o «Good End» o hasta «True End», son términos usados para describir que el tipo de final que alcanzaste es de los mejores para el protagonista.

¿No sería mejor si desechara la idea del protagonista Donkan y  tirara  más por la vertiente de Paul…? No, no, cálmate. Recuerda esa reunión familiar, recuerda como le miró Zenith. ¿Quieres que alguien te mire con esos ojos alguna vez? Una esposa es  suficiente.

«Pero tú me comprendes, ¿verdad, Rudi?»

Paul continúa insistiendo con el tema, y  le comprendo, pero no comparto  su opinión.

«¿Qué dices que comprende tu hijo de 6  años?»

«¿Acaso no se te cae la baba con Sylphy? Esa pequeña estoy seguro que llegará a ser una belleza.»

Eso es algo en lo que estoy totalmente de  acuerdo.

«Es posible, aunque yo creo que ya es adorable.»

«¿Ves como eres de los  míos…?»

«Supongo.»

Paul será un patán, pero aún así nuestras conversaciones son amenas. Sobre todo porque aunque parezca un niño, tengo una edad mental de más de 40 años vividos como un hikikomori NEET. Vamos, un patán  de  verdad.

Puede que sólo haya sido en juegos, pero me encantan las mujeres, y por supuesto también me gustaba acabar con un harem… Podría hasta decir  que mi gusto por el sexo opuesto sea equivalente al de   Paul.

La camaradería que tengo actualmente con Paul surgió tras la  conversación que tuvimos cuando obligué a Sylphy a que se   desnudara.

Después de ese incidente, he notado como Paul hace más por tener conversaciones francas como la de antes. Quizás al verme tan deprimido por lo que me pasó con Sylphy, decidió no ser un  padre  tan  estricto, aunque le cueste.

A mis ojos creo que ha mejorado como  padre.

«Jeje….»

Noto que Paul tiene una amplia sonrisa en su cara y que no me mira a mí, sino a mis espaldas. Me giro para ver qué mira y me encuentro a Sylphy apoyada en nuestra cancela.

Qué raro, no suele venir a nuestra  casa.

Si me fijo detenidamente, veo que está inquieta y  con la cara sonrojada,   así que intuyo que ha oído lo que hemos hablado de   ella.

«Eh, ¿no le  vas a  repetir una vez más lo  que la  has llamado para que  pueda oírlo~~?»

Esa forma de burla es todo un clásico, Paul. En serio, no entiendes nada. Y controlando mi risa sólo dejo escapar aire de mi  nariz.

Parece que Paul no es tan experimentado como pensaba en este tema. Aunque sean palabras sinceras provenientes del mismísimo  corazón,  si  las escuchas demasiadas veces llegará un punto que te acostumbrarás a oírlas y perderán su fuerza e ímpetu. Debes hacer creer a todos que no entiendes lo que implican esas palabras, y conseguirás  a  cambio  que cada vez que las dejes caer de vez en cuando su efectividad sea mayor.  Pero para eso tienes que decirlas de vez en cuando, no puedes ser repetitivo.

Y por esto, mi respuesta es tan sólo una sonrisa y un saludo a   Sylphy.

Además, piensa que Sylphy tiene 6 años. Es muy pronto para este tipo de conversación, espera al menos 10 años. Si no dejas de elogiarla llamándola preciosa ni de malcriarla, no se convertirá en una mujer maravillosa, o sino fíjate en mi hermana  mayor.

«S-Sobre eso… yo también pienso… que Rudeus es… genial…»

«Me alegro, gracias, Sylphy.»

Le muestro mis (supuestamente) brillantes dientes en una breve  sonrisa.

Sylphy es muy buena elogiando y sociabilizando, casi la creí con esos llenos de admiración al decirlo. Por mi parte, de verdad pienso que Sylphy ahora mismo es preciosa, pero  es un pensamiento objetivo, no es  un cumplido para ligar con ella. Al menos por  ahora.

«Papá, me voy, hasta luego.»

«¡Ni se te ocurra meterle mano en mitad del  campo!»

¿Qué mente retorcida haría eso? ni que fuera tú.

«¡¡Mamáa!! Papá se está —»

«¡¡EHHHH, para, para….!!»

Y así transcurre otro pacífico día en nuestra  casa.

 

7ª Parte

Pasado un tiempo, Zenith finalmente rompió  aguas.

En esta ocasión parece que el  parto fue más complicado, ya  que se  trató de un parto de nalgas. Por no decir que Lilia era incapaz de ayudar debido a su embarazo, por lo que la matrona de la aldea tuvo que venir a ayudar, aunque esta tampoco pudo hacer mucho para facilitar el  parto.

Así de difícil fue el parto de Zenith; lo que conllevó que el parto se prolongara demasiado tiempo, haciendo que tanto la vida de  la  madre como del bebé estuvieran en peligro. Lilia intenta ayudarnos todo lo que puede usando su experiencia y conocimientos, yo también intento hacer cuanto puedo, lanzando constantemente magia  curativa.

Y finalmente, gracias al esfuerzo de todo el mundo, el parto fue todo un éxito. El bebé consigue llegar a este mundo sin ningún problema y llora enérgicamente.

Es una niña. Es mi hermanita… he tenido suerte de que no fuera un hermano pequeño.

Y cuando por fin conseguimos calmar la situación, Lilia comenzó a dar signos de que iba a dar a luz, justo cuando todos estábamos más tranquilos   y cansados.

En mi cabeza bailan las palabras parto  prematuro.

Pero en esta ocasión la matrona muestra sus años de experiencia, aunque fue incapaz de hacer mucho en el parto de nalgas, parece que está más preparada para un parto prematuro y consigue coger las riendas de la situación.

Siguiendo sus órdenes, le doy una patada en el culo al aterrorizado Paul y  le hago llevar a Lilia a mi habitación. Mientras la lleva, uso magia para calentar agua, busco trapos limpios por la casa y le doy todo a la matrona,  y esta se encarga al completo del  procedimiento.

Durante el parto, Lilia le pide cariñosamente a Paul que la apoye y el sudoroso Paul la coge fuertemente de la mano. Finalmente, el  recién  nacido, aunque más pequeño que el de Zenith, es otro bebé saludable que llora fuertemente.

El bebé de Lilia también es una  niña.

Ambas son niñas y ambas son mis pequeñas  hermanas.

«¿Ambas son niñas?»

Son las palabras del padre embobado y  sonriente. Es la segunda vez  que  le veo así, en esta ocasión por el nacimiento de sus   hijas.

Ahora que caigo, Paul tiene malísima suerte; después de todo, la  población femenina de nuestra casa se ha duplicado. Si tenemos esto en cuenta, ¿Qué figura es la menos importante de nuestro hogar?  Seguramente la de  un padre que fue infiel con la sirvienta que acaba de dar a luz. Mi meta será ser un hermano mayor respetable y  del  que puedan depender, porque estoy seguro que a Paul no le respetarán, o eso creo.

Los nombres que finalmente fueron dados a mis pequeñas hermanitas fueron, para la hija de Zenith, Norn; y para la hija de   Lilia, Aisha.

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