A la mañana siguiente, diligentemente me dirigí hacia la puerta norte de la ciudad. No me estaba sintiendo demasiado entusiasta con respecto a esta expedición, pero mi cuerpo se movió en piloto automático. Sorprendentemente reuní algo de información sobre los Osos Pardo Brillantes y este lugar llamado “Lago Cucuru” antes de irme a dormir. Los hábitos que adquirí en el Continente de los Demonios tienen que haber entrado en acción.
Miré alrededor de las oscuras y silenciosas calles. Suzanne no había especificado la hora exacta de la reunión, así que aparecí tan temprano como fuera posible. No parecía como si ellos ya estuvieran aquí. Era difícil decirlo sin tener algún reloj en las cercanías, pero probablemente eran cerca de las cuatro de la mañana. Quizás todavía seguían durmiendo.
Honestamente, no había conseguido descansar demasiado anoche. En primer lugar, estaba helado aquí. Y puede que hubiera estado ligeramente nervioso acerca de formar equipo con un grupo de personas a las que no conocía muy bien.
“Se están tomando su tiempo…”
Cuando los aventureros emprendían un trabajo, la regla general era que se reunirían a primera hora en la mañana. Quizás había llegado demasiado temprano esta vez, pero era preferible a llegar tarde. Lo último que necesitaba era ser dejado atrás y terminar cabizbajo todo el día por mi cuenta.
Tampoco era como si yo era el único que andaba aquí afuera. Había otro grupo esperando a su vez cerca de la puerta. Ellos parecían estar esperando a un último rezagado.
Aun así, era posible que hubiera captado la idea equivocada en algún momento. ¿Quizás ellos no vendrían hasta el mediodía? Tenía sentido el salir más tarde si es que decidías llegar a tu destino a una hora determinada. Pero por otro lado, yo les dije en que posada me estaba quedando. Si hubieran acordado una hora de partida diferente ¿No se habrían puesto en contacto conmigo?
“Oh.” Justo a medida que mis pensamientos estaban comenzando a girar en círculos, divisé a un pequeño grupo de personas que se estaba acercando a través de la neblina matutina.
“¡Oye!” Dijo Suzanne que iba a la cabeza de la columna.
“Llegaste temprano. No parecías muy entusiasmado ayer, así que de cierta forma asumí que nos harías esperarte.”
“…Simplemente desperté un poquito más temprano hoy, eso es todo.”
“Hmmm…” Suzanne parecía divertida. ¿Quizás ella pensó que aparecí tan temprano debido a que en secreto me sentía solo y anhelada el contacto humano o algo así? Eso no era realmente correcto, pero…no sentí ganas de molestarme en negarlo.
“Muy bien,” dije, quitando mi mano del bolsillo y ofreciéndosela a ella.
“Gracias por tenerme como un miembro temporal de su grupo. Mi nombre es Rudeus Greyrat. Soy un hechicero y un aventurero de rango A. Tal como dije el día de ayer, soy bueno en magia de apoyo.”
Suzanne pestañeó sorprendida. Yo no había sido demasiado amigable en el viaje hasta aquí y ella probablemente no había esperado que me pusiera todo educado a esta altura. No había planeado esto de antemano; simplemente sentí que debía, al menos, presentarme formalmente.
“Bueno, mi nombre es Suzanne. Soy la sub-líder de Counter Arrow y una guerrera de oficio. Peleo en la vanguardia.”
“¿Sub-líder? ¿No eres la que está a cargo?”
“Es cierto que mandoneo a la gente a veces, pero también tenemos un líder de verdad.” Suzanne sacudió su barbilla en dirección a uno de los hombres que estaban detrás suyo, quien asintió y dio un paso al frente. Mi primera impresión del tipo era que parecía algo…taciturno. Al juzgar por su túnica de color marrón rojizo y el largo báculo que llevaba, probablemente también era un hechicero.
“Es un placer conocerte. Soy Timothy, un hechicero. Mi especialidad es la magia ofensiva y peleo en la retaguardia. Técnicamente, soy también el líder de este grupo.”
“Un placer conocerte.”
Tenía la sensación de que Suzanne probablemente poseía el verdadero poder en este lugar. Aunque, no era necesariamente algo malo el tener a alguien bajo el de más arriba tomando las decisiones. Quiero decir ¿No se supone que uno ponía a la gente perezosa y estúpida a cargo o algo así? No es que estuviera llamando a este tipo un idiota, por supuesto…
También, una estricta cadena de comando podía ser de cierta forma frágil. Una vez que alguien desobedeciera una sola orden, toda la cosa simplemente se desmoronaría. Pero con una organización como esta, Timothy podía posiblemente intervenir para invalidar a Suzanne si las cosas se ponían riesgosas. ¿O quizás Timothy decidía su estrategia general y Suzanne simplemente se encargaba de todos los detalles? Mientras ella ponía sus planes en acción, él podía mantenerse vigilante del panorama completo y corregir el curso si es que se alejaban demasiado de la idea original.
De cualquier forma, los dos claramente habían encontrado una cierta forma de trabajar juntos sin contratiempos. Totalmente diferente a mí y Eris…*sollozo*
“¡¿Huh?! ¡¿Q-Qué sucede?!”
“Lo siento. Es solo que esto me hizo recordar algunas cosas, eso es todo.”
“Ya veo…mis condolencias, Rudeus. El líder de tu anterior equipo tiene que haber sido una maravillosa persona.”
“Uh, no realmente…” El líder de Dead End había sido un idiota inútil de principio a fin. El tipo por el que habíamos nombrado el grupo era un hombre mucho mejor bajo cualquier medida.
“Como sea, um, daré mi mejor esfuerzo para no causarles ningún problema.”
“Bueno, está entonces…estoy ansioso por trabajar contigo.” Timothy retrocedió y el resto de los miembros del equipo tomaron la señal para presentarse.
“¿Qué tal? Me llamo Mimir y soy el sanador. Soy rango intermedio en magia Sanadora y rango principiante en Desintoxicación.” Mimir era un hombre de altura y peso promedio que vestía una simple túnica blanca.
“Soy el guerrero mágico, Patrice. Aunque no esperes demasiado de la parte „hechicera‟. Solo conozco hechizos de viento de nivel principiante.” Patrice era un musculoso combatiente de la vanguardia quien llevaba una espada en su cadera y una pequeña varita de principiante en una mano.
Ambos parecían estar entre medio y fines de sus veinte años, cerca de la misma edad que Timothy. Yo no sabía hace cuánto habían estado saliendo de aventuras, pero si es que habían llegado al rango B, se podía presumir que eran veteranos experimentados.
Finalmente, estaba la última miembro del grupo…
“Soy Sara. Soy una arquera. Peleo desde el medio.”
…Quien, por alguna razón, me estaba fulminando nuevamente.
Sara era notablemente más joven que los otros cuatro miembros de su grupo. Ella probablemente estaba a mitad de su adolescencia—justo a las puertas de la adultez, para los estándares de este mundo.
Yo no sabía si era su ácida expresión, o el hecho de que sus rasgos faciales eran claramente del Reino de Asura…pero sentí que ella se parecía en cierta forma a Eris. Al menos un poco.
“¿Qué? ¿Tienes algo que decir?”
“Solo para que lo sepas, no estoy feliz sobre esto. Solo te estoy aguantando debido a que Suzanne insistió ¿Entendido? Si metes la pata y consigues que alguien muera, te prometo que lo lamentarás.”
“…Correcto.”
“Córtala, Sara.”
“Pero Suzanne—“
“Mira. Algún día puede que nos vayamos en direcciones separadas ¿Cierto? Puede que termines teniendo que unirte a un grupo nuevo lleno de extraños.”
“Espera ¿Qué? ¿Vas a separar el grupo o algo?”
“Puede que ocurra eventualmente. ¿Sabes? si alguno de nosotros muere, tendremos que traer a alguien nuevo para reemplazarle.” Suzanne suspiró y sacudió su cabeza. “Cuando estábamos en Asura, podías salirte con la tuya al rechazar compañeros que te molestaban. Pero de ahora en adelante, eso podría no ser una opción. Va siendo hora que aprendas a trabajar con otras personas fuera de nosotros.”
Ah. Ahora las cosas tenían un poco más de sentido. Suzanne no solo me había invitado por simpatía. Ella me estaba usando como una herramienta de aprendizaje. Eso explicaba por qué había sido tan persistente. Tenía sentido el escoger a un chico más joven como yo si es que ella estaba pensando cinco o diez años en el futuro.
Cuando llegaran a ese punto, Sara estaría más experimentada y podría encontrarse a sí misma haciendo equipo con chicos más jóvenes e inexpertos. También, una vez que ella aprendiera a trabajar con idiotas poco amigables como yo, todo lo demás sería sencillo de aguantar.
No estaba seguro de como sentirme sobre esto, honestamente…pero no importaba. No podía hacer daño el seguir el juego ¿Verdad? No me estaba costando nada.
“¿Recibiste el mensaje? Bien. Ahora que todos nos hemos presentado, partamos.”
Con eso dicho, los seis iniciamos nuestra expedición asesina de osos Pardo.
*****
Tres días más tarde, habiendo viajado una distancia decente hacia el norte de Rosenburg, instalamos el campamento cerca de nuestro destino. El lago Cucuru, donde esta manada de monstruos supuestamente podría ser encontrada, estaba a solo un par de horas de distancia. Los Osos Pardo Brillantes no podían ver muy bien en la oscuridad y se movían perezosamente durante la noche. Nuestro plan era esperar hasta la puesta de sol antes de lanzar nuestro ataque sorpresa.
Mientras tanto, tuvimos una reunión de equipo para discutir nuestras actuaciones en las batallas que habíamos luchado hasta llegar aquí. Counter Arrow no era un mal equipo sin lugar a dudas. Con dos en la vanguardia, un luchador de larga distancia y dos en la retaguardia, se sentía como un grupo bastante bien balanceado.
Ellos me ubicaron en un rol de apoyo a larga distancia, lo que significaba lanzar Quagmire al instante que divisábamos enemigos a la distancia. Luego de que yo los ralentizara, Timothy usaría su magia de fuego para reducir sus números desde lejos. Una vez que los sobrevivientes se hubieran acercado, Suzanne y Patrice daban un paso adelante para pelear y Sara los apoyaba desde un poco más atrás. Cuando uno de los que estaban en la vanguardia recibiera daño, Mimir inmediatamente los sanaría.
Nos deshicimos de bastantes monstruos en el camino hacia el norte y este plan siempre había funcionado lo suficientemente fluido. Suzanne, Timothy, Mimir y Patrice definitivamente sabían lo que estaban haciendo. Ellos no estaban exactamente al nivel de Ruijerd, por supuesto, pero cuando se trataba de trabajo en equipo, podían poner en vergüenza a Eris.
Habiendo dicho eso…no pude evitar sentirme un poquito infrautilizado dado que lanzar Quagmire era literalmente mi único trabajo. Decidí el entregar varias propuestas.
“Um ¿Quizás podría encargarme del apoyo una vez que los enemigos llegaran a nuestra vanguardia?”
Desafortunadamente, Sara rechazó todas mis ideas una por una.
“¡Tú todavía no sabes cómo luchan Suzanne y Patrice! ¡No necesitamos que los golpees por accidente! ¡Solo quédate quieto!”
“Está bien, entonces. ¿Por qué no ayudo a Timothy a reducir sus números luego de haberlos ralentizado?”
“¡Los hechiceros se supone que deben conservar algo de maná durante las batallas largas, estúpido! Tú solo quédate quieto ¡Eso es todo lo que necesitamos de ti!”
“Uh… ¿Podría al menos avanzar una vez que el enemigo se nos haya acercado, entonces?”
“¿Acaso quieres que te dispare en la espalda, o qué?”
Siendo honesto, se sentía como si estuviera luchando con mis manos atadas a la espalda. Si me fuera a unir al ataque con Timothy, probablemente habríamos podido eliminar a la mayoría de los grupos de monstruos a larga distancia, en lugar de dejarlos acercarse lo suficiente para herir a los guerreros de la vanguardia.
Aun así, la eficiencia no lo era todo. Después de todo, Sara estaba recibiendo más práctica de esta forma. Yo mismo había hecho algo similar en el Continente de los Demonios. Y al final del día, yo solo era un miembro temporal de este grupo. No tenía mucha opción más que mantener mi boca cerrada e intentar aprender su forma de hacer las cosas. Siempre y cuando pudiera pensar por mi cuenta durante una emergencia, tenía sentido que me contuviera en lugar de intentar hacer todo por mi cuenta.
El trabajo en equipo, después de todo, era una habilidad que había que acrecentar a través de la práctica.
Aunque, no estaba seguro si es que podría actuar bajo presión…
“Mira, tú no eres realmente un miembro de este grupo ¿Está bien? Solo haz lo que te dicen e intenta no volverte una molestia.”
“Muy bien.”
Sara ciertamente tampoco parecía demasiado interesada en aprender a trabajar conmigo. De seguro se sentía como si ella me odiara totalmente—quizás debido al hecho de que le produje una primera impresión tan terrible. No era como si necesitaba hacerme amigo suyo, pero esta hostilidad tan abierta me traía algunos recuerdos que me dolían un poco. Cuando recién comencé como el tutor de Eris, ella me trató de la misma forma durante un tiempo.
“Sara, creo que dejaste claro tu punto,” dijo Suzanne. “¿Por qué estás siendo tan hostil con él?”
“¡Es solo que…no lo sé! Él es menor que yo pero su actitud es algo irrespetuosa…”
“Chica, eso es totalmente normal para un aventurero. Tú misma eres bastante casual con nosotros ¿Verdad?”
“Sí, supongo.”
“Bueno entonces, intenta mantener esa irritación para ti misma. Estamos por comenzar la parte principal del trabajo ¿Recuerdas? Este no es el mejor momento para que pongas las cosas incomodas.”
“Uh, perdón…” Sara se encogió un poco cuando Suzanne la regañó. Aunque, al juzgar por la mirada que esta lanzó en mi dirección, ella no planeaba disculparse. Una vez que finalizamos la reunión de grupo, ella se recostó para tomar una siesta, quedándose dormida casi instantáneamente.
Esa es la juventud para ti, supongo. Decidí dormir un poco también una vez que me hubiera aliviado. Vagando un poco alejado del campamento, encontré un lugar relativamente privado donde orinar. Aunque, justo cuando estaba comenzando, escuché a alguien acercarse por detrás.
Era Timothy. Él tomó ubicación a mi lado, abriendo su túnica y revelando una…vara…de tamaño sorprendente…comenzando a su vez a vaciar su vejiga.
“Perdón por eso, Rudeus,” dijo tras un momento.
“¿…Acerca de qué?” No estaba totalmente seguro por lo que se estaba disculpando siquiera.
“Sara. Ella no es una mala chica, pero últimamente se ha puesto bastante engreída ¿Sabes?”
“Difícilmente podrías culparla. Esa chica es un prodigio con el arco.”
Los cuatro miembros de rango B de Counter Arrow eran experimentados veteranos, sí, pero Sara destacaba por su talento innato. Yo la había visto abatiendo monstruo tras monstruo con sus flechas perfectamente ubicadas, incluso a larga distancia. Su conocimiento del campo de batalla y agilidad eran de primer nivel y ella jamás parecía errar. Cuando se trataba de combate, ella ya estaba al nivel de un aventurero de rango A.
Los arqueros no eran particularmente comunes en este mundo. Los hechiceros podían golpear desde un rango mucho mayor y producir mucho más daño con sus ataques y mientras un hechicero podía recuperar su maná luego de una noche de descanso, un arquero estaba limitado por sus flechas. Entre más llevaras, más peso tendrías que acarrear. Este no era algún tipo de RPG donde podías guardar decenas de miles de cosas en tu mochila. En su mayoría, estabas mejor aprendiendo magia que el arco.
Habiendo dicho eso, un talento realmente especial podía hacer que todas esas desventajas parecieran irrelevantes. Cuando uno podía disparar cinco flechas en el tiempo que le tomaba a un hechicero lanzar un solo conjuro, o asestar un golpe critico cada vez, uno podía mantenerse sin problemas como arquero. En esta línea de trabajo, por lo menos.
Si uno deseaba convertirse en la persona más fuerte de todo el mundo, eso ya era otra historia.
Como sea que fuera, Sara era increíblemente hábil para su edad. Su talento innato probablemente era comparable al de Eris.
“Bueno, tú mismo no eres ningún holgazán ¿Verdad? Eso es bastante obvio. Quiero decir, eres el primer lanzador de hechizos silencioso que había visto desde mi maestro en la academia.”
“…No me ha sido de mucha ayuda. De todas formas perdí a todos los que me importaban.”
“Ah. Cierto. Mis disculpas.”
El lanzar hechizos silenciosamente era una habilidad útil, por supuesto, pero el saber un par de trucos como ese no me hacía especial. ¿Qué tenía de bueno algo de eso si ni siquiera podía mantener a una sola chica feliz?
Bueno, supongo que podría ayudar a obtener algo de reconocimiento, por lo menos… Existía la posibilidad de que atrajera algo de atención no deseada. Pero Zenith sabía que podía lanzar hechizos silenciosamente, así que probablemente valía la pena publicitar ese hecho.
“Como sea. Lamento todo esto, Rudeus.”
“Está todo bien…”
Aunque, esto era algo interesante. Quizás, después de todo los miembros mayores del grupo se habían dado cuenta que era más capaz de lo que parecía. Supongo que aprendieron a cómo medir personas con el paso de los años. Esos cuatro eran bastante buenos al utilizar por completo cualquier herramienta y recurso a su disposición.
En términos de fuerza de combate pura, ellos probablemente eran comparables a un grupo de aventureros de rango C altamente hábiles. Pero a través de pura eficiencia y coordinación, ellos no tenían problemas en mantenerse como un equipo de rango B. Counter Arrow era mayor que la suma de sus partes. Ellos conocían sus propias capacidades y dividían sus tareas de acuerdo a estas.
Aunque, eso no dejaba mucho espacio como para que cualquiera pudiera tontear o experimentar.
Cuando Sara me dijo que me mantuviera en mis deberes básicos, ellos la regañaron por su aptitud, pero no contradijeron realmente lo que había dicho. Eso era parcialmente debido a que deseaban que ella obtuviera más práctica, pero también era un reflejo de su modo sistemático y metódico de actuación.
Aunque existía un inconveniente ahí. Dado que jamás experimentaban con nada que no fuera sus estrategias de siempre. Ellos no sabían exactamente qué es lo que yo podía y no podía hacer. Eso podría generar algunos serios problemas, especialmente si es que ellos me subestimaban. Timothy y los otros me habían estado cuidando, por supuesto, pero ellos también estaba intentar ver lo bien que podían lidiar con los monstruos en un país desconocido. Yo simplemente podía decirles mis propias fuerzas y debilidades, pero probablemente tomarían mis declaraciones con pinzas.
Uno podía preguntarse por qué siquiera me habían llevado consigo, bajo estas circunstancias…pero esta cosa de la “simpatía” probablemente era relevante aquí. Las personas no siempre actuaban de formas enteramente racionales.
“Realmente no me molesta.” En este momento, todo lo que realmente podía hacer era mantenerme en mi rol como un robot lanzador de Quagmire y evitar pensar demasiado en las cosas.
“Gracias por ser tan comprensivo. Vamos a partir una vez que se haya puesto el sol, así que intenta descansar un poco hasta entonces.”
“Seguro.”
Con una inclinación de la cabeza hacia Timothy, regresé hacia el campamento para alcanzar a dormir un par de horas.
*****
Los Osos Pardo Brillantes eran monstruos de rango B, una de las clases más comunes que podías encontrar en la región septentrional en el Continente Central. En apariencia, era básicamente un gran oso con un pelaje blanco y una sola raya negra que bajaba verticalmente por la mitad. Pero estos se diferenciaban de la mayoría de los osos en un par de puntos importantes: se movían en manadas de tamaño considerable y cuando el invierno se acercaba, trabajaban juntos para construir unos gigantescos acopios de comida. Durante esa época del año, sus ataques a los humanos se hacían más y más frecuentes.
Habiendo dicho eso, durante los meses de verano eran comparativamente más apacibles, cuando tendían a pasar el tiempo cerca de fuentes de agua y apareándose. Los aventureros usualmente tomaban esta oportunidad para exterminarlos. El método estándar para lidiar con una gran manada era encontrarlos durante su época de apareamiento y lanzar un ataque sorpresa durante la noche.
“Muy bien, entonces…”
Tras trepar hasta la cima de una pequeña colina cerca del Lago Cucuru, divisamos a los Osos Pardo Brillantes a la distancia. Los estábamos mirando con el viento a nuestro favor y bien escondidos entre los arbustos. No había mucho riesgo en que notaran nuestra presencia…especialmente dado que se habían quedado rápidamente dormidos tras copular toda la tarde. Estos osos no se molestaban en cavar hoyos donde dormir. Cuando se cansaban, simplemente se desplomaban en el suelo como leones marinos. Nosotros íbamos a lanzarles magia de fuego desde la distancia, con suerte matando a muchos de ellos y haciendo que el resto entrara en pánico. Una vez que ellos comenzaran a correr en nuestra dirección, no habría suficientes como para darles problemas a nuestros combatientes de cerca.
Asumiendo que todo saliera de acuerdo al plan, por supuesto.
“¿Qué tenemos ahí, Sara?”
“Parece que hay cerca de veinte de ellos…”
Mientras estábamos recostados sobre la cima de la colina, Sara observó al distante grupo de monstruos. Como era de esperarse, ella poseía el mejor par de ojos en el grupo. Si ella pensaba que había veinte de ellos, yo tendría que creerle. En la oscuridad, todo lo que podía divisar eran unos cuantos puntos blancos esparcidos a lo largo de quizás trescientos metros.
Desde este rango, Ruijerd podría habernos dado un informe preciso de sus números al
instante…pero él no estaba aquí, así que no tenía mucho sentido pensar en ello.
“¿Crees que podemos encargarnos de ellos?” murmuró Suzanne.
“¡Vamos a estar! ¿Cierto, chicos?” Dijo Sara, dándose vuelta para mostrarnos un rostro lleno de confianza.
Yo no estaba seguro de lo rápido que podían correr los Osos Pardo Brillantes, pero si teníamos una ventaja en nuestra ubicación. Yo podía ralentizar su ataque con un Quagmire bien ubicado y dado que todos habíamos descansado de antemano, Timothy, Patrice y Mimir tenían bastante maná con el que trabajar.
“Muy bien,” Dijo Timothy. “Comencemos.”
De pronto, todos estaban completamente concentrados en la tarea a mano. Veinte osos efectivamente parecían como un número manejable, pero no había razón para ponerse confiado. Me aferré con fuerzas a mi báculo y comencé a mirar intensamente a la oscuridad, al igual que los demás.
“¡Permite que la vasta y bendecida llama se reúna ante tu orden! ¡Oh embravecido fuego, ofrécenos tú gran y abrazador obsequio! ¡Great Fireball!”
“¡Quagmire!”
Justo cuando Timothy finalizó su encantamiento de su hechizo de fuego de nivel intermedio, yo transformé una gran área del suelo en un lodoso y grueso lodazal. Intenté ubicarlo justo dentro de la cobertura de los disparos de Sara; si los Osos fueran detenidos de bruces ahí, ella sería capaz de encargarse de ellos con facilidad.
“¡Permite que la vasta y bendecida llama se reúna ante tu orden! ¡Oh embravecido fuego, ofrécenos tú gran y abrazador obsequio! ¡Great Fireball!”
Timothy ya había lanzado una segunda gran bola de fuego en rápida sucesión. La cosa tenía que tener dos metros de diámetro, pero se precipitó a través del aire a una impresionante velocidad. Observé como golpeaba a uno de los osos. Incluso desde esta distancia, pude darme cuenta que el monstruo había muerto instantáneamente. Había visto a Timothy hacer esto varias veces en nuestro camino hacia acá, pero esta Gran Bola de Fuego realmente había sido extraordinariamente poderosa, rápida y precisa. Uno podía darse cuenta que tenía una gran cantidad de experiencia lanzándola.
“¡Nos han divisado!” Uno a uno y rugiendo, los furiosos Osos Pardo Brillantes comenzaron a correr en nuestra dirección.
Algunas de las bolas de fuego de Timothy erraron en sus objetivos ahora que los monstruos estaban en movimiento, pero él de todas formas logró eliminar a varios de ellos a medidas que se acercaban. Todo se estaba dando sin complicaciones hasta el momento. Para el momento en que llegaron al lugar donde había ubicado mi Quagmire, la mitad de los osos estaban muertos. Dado que Sara seguiría eliminando más de ellos a partir de ahora, parecía posible el poder erradicar a las criaturas antes de que incluso se pudieran acercar.
Bastante sencillo para un trabajo de rango A, a decir verdad…
…O así pensé durante una fracción de segundo.
“¡¿Huh?!”
Justo antes de que la manada de Osos Pardo Brillantes golpeara mi Quagmire, una de las bolas de fuego de Timothy brevemente iluminó el área alrededor de ellos. Habían otras formas moviéndose a través de la oscuridad. Muchas otras, apartadas del sector donde estaba la ciénaga que había creado.
Fuera lo que fueran, estos eran absolutamente negros…y del mismo tamaño que los Osos Pardo Brillantes.
“¡¿Qué?! ¡¿Esos son Osos Negros?!” gritó Sara.
Cuando escuché esas palabras, algo hizo clic en mi mente.
Esas formas eran las de Osos Pardo Brillantes, sin lugar a dudas. Solamente estaban cubiertos de barro. Para todos los efectos, ellos estaban usando camuflaje.
Por supuesto, no era lodo de mi Quagmire. Simplemente tiene que haber habido otra manada en el lago, durmiendo en una zona pantanosa no muy lejos del grupo que habíamos divisado. Cuando la manada vecina se vio bajo ataque, ellos despertaron y nos divisaron.
“¡Hay demasiados!”
“¡Retirada! ¡Retirada!” frustrado, Timothy gritó su orden de retroceder.
Era una reacción entendible. Esta segunda manada era enorme; tenían que haber más de sesenta de ellos. Y se estaban lanzando directamente hacia nosotros, ligeramente visibles gracias a las pequeñas llamadas que dejaba atrás la magia de Timothy.
Supongo que él decidió rápidamente que no había posibilidad de que pudiéramos ganar esta batalla…pero siendo honesto, era un poco tarde para estar retirándose ahora. Idealmente, habríamos tenido que notar esta manada antes de atacar la otra, decidiendo no arriesgarnos a hacer esto en primer lugar. Había sido un graso error no hacer un reconocimiento del área durante las horas del día.
“¡No podemos luchar contra ellos aquí!” Suzanne gritó desde algún lugar en la oscuridad.
“¡Retrocedan hasta ese lugar que encontramos en el camino!”
Previamente, habíamos encontrando un cuello de botella natural donde podríamos conducir a los osos en caso de que sus números resultaran ser demasiados para manejar. Si llegábamos hasta allá y nos reagrupábamos…pero nuevamente, era demasiado tarde para eso. Para alcanzar ese cuello de botella, necesitábamos mucha más distancia entre nosotros y los monstruos junto a un gigantesco Quagmire en su camino para ralentizarlos. No podíamos esperar escapar de una manada de Osos Pardo Brillantes corriendo a toda velocidad sin obstáculos en su camino.
Simplemente ya no quedaban más opciones.
“¡Esto no es bueno! ¡Nos van a atrapar!”
“¡Tch! ¡Los mantendré ocupados! ¡El resto de ustedes huya!”
“¡Suzanne!”
Suzanne se había detenido en seco. Sara se dio media vuelta, su rostro estaba pálido y temeroso.
“¡No! ¡Yo me quedaré atrás! ¡Esto es mi culpa! ¡Yo fui quien no los notó!”
“¡Muchacha, tú ni siquiera los ralentizarías!”
“¡No seas una idiota, Suzanne!” dijo Patrice. “¡Hay demasiados de ellos como para que alguien los mantuviera a raya por su cuenta! ¡Si no corres, nadie lo hará!”
“¡Muy bien! ¡Mostrémosles de que estamos hechos!” gritó Mimir.
Abandonando el intento de retirada, todos levantaron sus armas y se prepararon para luchar. La manada de Osos Pardo Brillantes se nos vino encima a una feroz velocidad, ruidosa y violentamente como un terremoto. Incluso en la oscuridad, era una visión terrorífica.
Las piernas de Sara estaban temblando. Ella tampoco era la única. Suzanne, Mimir, Patrice y Timothy, todos se veían como si estuvieran viendo a la muerte cara a cara.
Pero ninguno de ellos intentó huir.
Mientras los contemplaba a los cinco, sentí que mi corazón saltaba de mi pecho. ¿Era debido a que los Osos Pardo Brillantes se estaban acercando? No. Definitivamente no. Eso ni siquiera se sentía importante.
Era por Suzanne. Y Sara. Y Timothy, Mimir y Patrice.
Por alguna razón, contemplarlos hizo que algo se moviera en mi interior. Mi respiración se hizo irregular. No sabía exactamente que era esta emoción, pero era intensa. Algo acerca de la forma en que estaban enfrentando esta horda de monstruos…realmente caló hondo en mí.
“Ah…”
En algún momento, llevé mi mano al interior de mi bolsillo para aferrarme a lo que tenía ahí.
“¡¿Qué estás haciendo, Rudeus?!” Gritó Patrice.
Los otros todos miraron hacia atrás en mi dirección. Por un instante, vi sus rostros. No había desesperanza en ninguno de ellos. Ni siquiera en el de Sara. Todos estaban determinados en buscar desesperadamente una forma de sobrevivir. Incluso ahora, ninguno de ellos se había rendido. Ninguno de ellos había aceptado su propia muerte.
Lo supe, en ese instante, por qué ellos habían elegido mantenerse firmes y luchar. Leí la respuesta en sus rostros. Sentí lo que estaba dentro de mi bolsillo. Y lo vi en un recuerdo que apareció brevemente en mi mente.
Había conocido la respuesta por mucho tiempo ya.
Y ahora que la había recordado…
“Está bien. Yo me encargaré de esto.” Les hablé tan tranquilamente que incluso yo mismo me sorprendí.
Manteniendo mis emociones controladas de la mejor forma posible, apunté mi báculo directamente hacia el grupo de Osos Pardo brillantes cubiertos en lodo que nos estaban atacando.
“Exodus Flame.”
Una enorme ola de fuego mágico cortó a través de la manada como si fuera un cuchillo caliente a través de mantequilla.
Una hora transcurrió. El área que rodeaba al lago se vio reducida a un chamuscado erial. Los cadáveres de los Osos Pardo Brillantes estaban por todas partes. La mayoría habían sido achicharrados, pero algunos pocos todavía tenían sus pieles razonablemente intactas. De momento, estábamos desollando a la mayor cantidad de ellos como fuera posible.
Mi magia de fuego había aniquilado a la mayoría de los Osos. Tras eso, estos se dispersaron y comenzaron a huir en todas las direcciones. Un puñado si continuó cargando sobre nosotros, pero Suzanne y los demás lidiaron con esos y yo me encargué de aquellos que intentaban huir con mi Cañón de Piedra.
Una vez que el último monstruo fue abatido, todos se quedaron de pie ahí en silencio por un largo instante, hasta que finalmente propuse que nos pusiéramos a trabajar con los cuerpos. Habíamos estado en ello por un buen rato ya.
Necesitábamos llevar de regreso las colas de los Osos para probar que habíamos hecho nuestro trabajo y sus pieles para venderlas por efectivo. Naturalmente, su pelaje se vendía a un precio bastante decente. Era práctica común para los aventureros el llevarse tanto como pudieran acarrear. Nos dividimos en equipos de dos para la parte más engorrosa. Yo había sido emparejado con Timothy, mi compañero hechicero. Él había estado en silencio por algún tiempo ya. Tenía la sensación de que él no sabía exactamente que decirme.
Aunque, no era solo Timothy. Todos estaban callados. Aun así, no era la peor clase de silencio en el mundo. No sentí ninguna necesidad de romperlo.
Para el momento que hubiéramos terminado de desollar a los Osos, juntando colas, pieles y comenzado a quemar sus cuerpos en una pila, el cielo estaba comenzando a aclarar. El aire estaba lleno del aroma de la carne chisporroteando. Era el aroma que había comenzado a asociar con el fin de un exitoso trabajo de eliminación de monstruos.
Mientras observaba el fuego, Suzanne vino a pararse a un costado mío.
“¿Supongo que te debemos una, huh? Dijo, encogiéndose de hombros. “Si no hubiera sido por ti, todos estaríamos muertos. Yo tenía el presentimiento de que había gato encerrado contigo, pero de seguro jamás me esperé una actuación como esa.”
“No lo sé. Si no hubiera sido por mí, ustedes no habrían tomado este trabajo en primer lugar ¿Verdad? Probablemente habrían comenzado con un trabajo de rango B o incluso de rango C para ir tanteando el área.”
“Bueno, eso es cierto…”
Suzanne se rascó la mejilla con una incómoda mirada en su rostro, pero yo quise decir cada una de las palabras que dije con sinceridad. En todo caso, yo estaba agradecido con Counter Arrow. Ellos me habían ayudado a darme cuenta de algo en medio de esa batalla y me sentí un poco mejor debido a ello.
“Me alegra que me hayan traído hasta aquí. De nuevo, gracias.”
“…Cuando quieras, chico. ¿Estás listo para regresar?”
“Seguro.”
Suzanne me miró a la cara y sonrió, luego se dio vuelta para caminar de regreso hacia nuestra pila de pieles. El siguiente paso sería hacer nuestro triunfante regreso a Rosenburg, arrastrando tantas de estas cosas como fuera posible. Los monstruos habían sido asesinados, pero eso no significaba que nuestro trabajo estuviera listo todavía. No estaba listo hasta que uno llevara la prueba y vendiera el botín.
Unos momentos más tardes, mientras estaba levantando un montón de pieles por sobre mi hombro, noté que alguien había venido a ponerse de pie frente a mí. No era Suzanne esta vez; era una chica cercana a mi altura.
“…Gracias por el salve.”
Con aquellas breves palabras, Sara rápidamente se dio media vuelta y corrió en pos de Suzanne.
*****
Cuando los seis de nosotros regresamos al Gremio de Aventureros de Rosenburg llevando una docena de pieles, fuimos recibidos con miradas poco amistosas por parte de los locales. Muchos aventureros trabajaban dentro de una sola ciudad por muchos años o incluso durante todas sus carreras. Cuando forasteros aparecieran de la nada e inmediatamente se sacaban un exitoso trabajo grande, siempre inspiraba al menos un poco de hostilidad de esta clase. En pueblos más duros, uno incluso tenía gente acercándosele a uno para acosarte, demandando una parte de tus ganancias.
Miré hacia Timothy, preguntándome como manejaría esto. Para mi sorpresa, me lo encontré mirando alrededor del cuarto con una gran sonrisa sobre su rostro, como si los otros aventureros fueran viejos amigos en lugar de extraños resentidos y con el ceño fruncido.
“¡Esta noche vamos a celebrar la llegada de mi equipo a Rosenburg!” gritó a la multitud.
“¡Muchachos, vayamos todos al bar! ¡Yo invitó!”
Por un momento, el resto de los aventureros estuvieron demasiado sorprendidos como para reaccionar, pero sabían de un buen trato cuando escuchaban de uno. Vítores surgieron alrededor del cuarto.
“¡Oye, los nuevos del pueblo parecen amigables por una vez en la vida!”
“¡Hahahah! ¡Me agradan ustedes!”
“¡Vamos carajo! ¡Alcohol gratis!”
Siendo honesto, estaba impactado. ¿Estaba Timothy realmente desperdiciando las ganancias de un trabajo de siete días de esta forma tan casual?
Suzanne vio la mirada en mi rostro y sonrió, dándole una mirada a su líder orgullosamente.
“Así es como Timothy hace las cosas. Si le compras a todos un par de tragos de vez en cuando, nadie te va a odiar a muerte ¿Verdad? Es un pequeño precio a pagar para mantener a los no tan amigables lejos de uno.”
Huh. Cuando ella lo pone de esa forma, en verdad tenía sentido. Entre más dinero y éxito tenías, las personas envidiosas crecerían. Ese era simplemente un hecho de la vida. Los aventureros tenían que vivir del dinero obtenido en las misiones, así que esto definitivamente no era algo que pudieras hacer tan a menudo…pero si mostrabas un poco de generosidad en los días de pagas grandes, reduciría la hostilidad que te mostraran.
“¡Muy bien, todos! Solo recuerden nuestros nombres ¿Está bien? ¡Somos Counter Arrow y él es Rudeus Greyrat! ¡Estamos ansiosos de trabajar con ustedes!”
“¡Counter Arrow! ¡Counter Arrow!”
“¡Rudeus! ¡Rudeus!”
En base a los afables cánticos a nuestro alrededor, Timothy definitivamente nos había conseguido un poco de popularidad temporal. Si su estrategia era así de efectiva, tenía que seguir su ejemplo. Sería bueno si podía evitar peleas insensatas con personas como Sara.
Con ese pensamiento, dejé que la multitud que me estaba acarreando mientras se dirigía hacia el bar más cercano.
*****
Finalmente regresé a mi posada varias horas más tarde. Los otros me habían convencido a tomar un par de tragos en el bar. Desafortunadamente, no estaba acostumbrado al alcohol y el único tipo del que tenían en esta ciudad era una cosa parecida al whisky que golpeaba bastante fuerte. Rápidamente terminé asqueado y tuve que lanzar magia de desintoxicación sobre mí mismo. Ese no era un error que volvería a cometer.
Usando un hechizo de sanación básico sobre mi adolorida cabeza, crucé mi dormitorio para iniciar un fuego en la estufa.
“¡Uf!…”
No mucho más tarde, pequeñas llamas estaban danzando por toda la leña al interior de la caja de metal. Probablemente tomaría algo de tiempo para que el cuarto se entibiara significativamente, pero solo posando mi mirada en el fuego era extrañamente reconfortante.
Mientras observaba las parpadeantes llamas, llevé mi mano hacia el bolsillo y saqué un cierto algo. Era una blanca pieza de ropa. Por supuesto, no era un mero pañuelo; esto era algo que Lilia me había entregado contra todo pronóstico, a pesar de todo lo que perdimos durante el Incidente de Desplazamiento.
Era mi reliquia sagrada. La había mantenido a salvo en mi bolsillo durante la totalidad de mi viaje hasta aquí. La agarré con ambas manos y la presioné con firmeza en mi frente.
Cuando vi a los miembros de Counter Arrow dándose media vuelta para luchar contra la horda de Osos Pardo Brillantes, fue una imagen de Roxy la que destelló tan vívidamente a través de mi mente.
Roxy era la persona más fuerte y determinaba que alguna vez hubiera conocido.
Realmente nunca la había visto en alguna situación de vida o muerte, pero yo sabía que ella alguna vez había sido una aventurera. Cuando su equipo se vio a sí mismo en peligro, ella probablemente se dio media vuelta y lo enfrentó tal como los miembros de Counter Arrow habían hecho. Ella habría protegido valientemente a sus amigos y habría sido protegida a cambio. Ella habría sobrevivido.
Y entonces…ella se volvió mi mentora. Ella me enseñó todas las cosas que había aprendido en su vida como aventurera. Ella me enseñó lo que era estar vivo.
Pero ella no nació conociendo todo eso. Ella lo descubrió por su cuenta en los años que pasó luchando al lado de otros.
“Por supuesto que importa si mueres, idiota…” Apreté con fuerza la blanca tela en mi pecho durante un momento.
“¿Perdiste todo lo que te importaba? ¡¿Quién lo dice?!”
Presioné la blanca tela contra mi frente para que así mis lágrimas no la mancharan, poniéndome en posición fetal para luego comenzar a sollozar. No mucho después estaba llorando a lágrima viva, mi cuerpo temblaba con cada uno de los dolorosos hipos.
No lo había perdido todo. Ni de cerca. Había perdido algo que me importaba mucho. Eso era cierto. Pero no significaba que no tenía nada más porque vivir.
Recuerda cuando llegaste por primera vez a este mundo. Recuerda a Roxy. Recuerda el día en que ella te mostró el mundo exterior. Aprendiste toda clase de cosas de ella. Ella te enseñó tanto. No puedes traicionarla ahora.
Roxy tampoco había sido la única que me había dado algo. Toqué el pendiente de madera que estaba alrededor de mi cuello. Fue un regalo de Lilia—un regalo que ella probablemente hizo a mano. Lilia siempre había sido tan amable y devota conmigo. Ella probablemente estaba esperando con ansias el día en que nos volviéramos a ver. Y en algún lugar en Millis, Paul estaba dando su mejor esfuerzo para reunir a nuestra familia. Sí, estábamos bastante lejos los unos de los otros. Pero aun así, no estaba solo en este mundo.
“Roxy…por favor muéstrame el camino…”
No podía simplemente quedarme en el piso y morir aquí en el medio de la nada. Si, todavía sufría. No tenía sentido fingir lo contrario. Pero había atravesado peores cosas que esto hace mucho tiempo.
Maldición, no puedes simplemente desmoronarte ahora. Sigue moviéndote hacia adelante. Haz las cosas que necesitas hacer.
“…Muy bien.”
Abrí mi equipaje y saqué una pieza de tela diferente. Era mi recuerdo de Eris—aquella que había estado trayendo conmigo todo este tiempo, sin importar cuan miserable me hiciera sentir.
Sin decir una palabra, la tiré hacia la estufa.
Sara
Siendo honesta, lo subestimé.
Lo primero que se vino a mi mente cuando escuché el nombre “Greyrat” era el noble que regía sobre el pueblo donde nací. La Familia Notos Greyrat controlaba la totalidad de la Región de Milbotts. Yo había visto solamente una vez al Lord, cuando era muy joven. Él había llegado a nuestra aldea con un grupo de soldados para cazar algunos monstruos en las cercanías. Mis recuerdos de ese entonces eran en su mayoría vagos, pero recordaba claramente ese rostro de apariencia astuta. Y Rudeus se parecía bastante a él.
“Greyrat” no era un apellido tan inusual en el Reino de Asura, por supuesto. Pero la mayoría de las personas quienes lo poseían eran novelas de rango mediano o bajo. No encontrarías muchos de estos entre los aldeanos comunes o incluso ciudadanos. De hecho, los plebeyos usualmente no tenían apellidos. Yo tenía claro que ese era mi caso. Nací de un cazador y su esposa y el nombre “Sara” fue todo lo que estos pudieron ofrecerme. Mi mamá y papá también solo tenían nombre.
En resumen, este “Rudeus Greyrat” era obviamente un niño rico. Él se había puesto una túnica barata y se había dejado crecer el pelo en un intento de disfrazarse como un aventurero ordinario, pero ese báculo de apariencia costosa lo delataba. Uno prácticamente podía oler lo despistado en él.
¿Por qué el hijo de algún noble de Asura dejaría su país atrás y se dirigiría, de entre todos los lugares posibles, a los Territorios del Norte?
La mirada en su rostro lo dejaba suficientemente claro. El chico hablaba lo suficientemente educado, pero siempre se veía increíblemente melancólico y su actitud gritaba “déjenme solo.” Probablemente habría tenido algún problema en su internado para niños ricos en otro país o se había peleado con sus padres. En otras palabras, él estaba huyendo de casa.
No era tan inusual, en verdad. No podía comenzar a entenderlo, pero aparentemente algunos jóvenes nobles del Reino de Asura no podían aguantar tener todo entregado en bandeja de plata. Y luego de huir de sus escuelas o mansiones, estos usualmente intentaban convertirse en aventureros.
Los hijos de la nobleza eran educados desde una edad muy temprana. El principal foco de atención eran cosas normales como leer, escribir, matemáticas, pero muchas familias hacían que sus hijos se entrenaran también en el arte de la espada. Algunas casas novelas consideraban la magia menos importante, pero muchas academias a su vez requerían que sus estudiantes aprendieran hechizos de principiante.
Entonces, tenemos estos chicos que han adquirido cierto grado de habilidades básicas de combate y entonces comienzan a aprender un poco sobre el mundo exterior en sus academias. En este punto, por cualquier razón, un montón de ellos deciden bajarse del carril de la vida fácil al que han estado montando toda su vida. Es particularmente común para chicos de la edad de Rudeus. Yo había estado trabajando como guardia de chicos como él un par de veces anteriormente, aunque ninguno de ellos era lo suficientemente valiente como para intentar dejar Asura. La mayoría solo duraba uno o dos trabajos antes de asustarse y volver de donde habían salido. Por supuesto, de vez en cuando, uno de ellos resultaba tener algo de talento genuino y se convertía en un aventurero real, pero jamás había conocido uno.
Yo me había figurado que Rudeus era otro de estos chicos ricos. Y yo siempre he odiado a estos chicos. Nacen en hogares acomodados y les entregan excelente educación. Ellos pueden vivir en lujos y jamás tener que trabajar. La idea de personas así intentando volverse aventureros me ponía furiosa.
Quizás no me molestaría tanto si es que realmente estuvieran comprometidos a ello. Pero en mi experiencia, ellos jamás estaban listos para arriesgar sus vidas en la forma en que nosotros lo hacíamos a diario. Cuando algún monstruo les lanzaba un golpe, u otro miembro de su grupo estaba en peligro, el niño rico siempre se daba media vuelta y huía con el rabo entre las piernas.
La razón para eso era lo suficientemente simple: Ellos todavía tenían algún lugar hacia donde regresar. Cuando las cosas se ponían demasiado feas o escalofriantes. Incluso a medida que intentaban volverse aventureros, ellos siempre tenían ese plan de contingencia guardado en el rincón de su mente. Ni siquiera se les ocurre que nosotros no tenemos esa opción. Ni siquiera se dan cuenta que algunas personas tienen que pasar el resto de sus vidas como aventureros. Y ellos nos arrastran con ellos en sus inútiles jueguitos, jamás pensando siquiera por un segundo por lo que podría pasarnos a nosotros si quedáramos lo suficientemente malheridos como para perder nuestro sustento.
Había asumido que Rudeus era simplemente otro de estos inútiles mocosos. Esa historia sobre su madre perdida me impactó al principio, pero luego de ratito, comencé a pensar que probablemente era una mentira. Parecía más probable que solo quería probar cuan “diferente” y “especial” él era jugando a ser un aventurero en los Territorios del Norte, en lugar de Asura. Me había imaginado que él huiría si es las cosas se ponían siquiera ligeramente peligrosas. Así que intenté mantener su rol en nuestro equipo al mínimo, esperando que al menos pudiera impedir que nos saboteara.
Siendo honesta, lo subestimé.
En lugar de huir por su vida, él eliminó a esa gigantesca manada de Osos Pardo Brillantes casi sin ayuda de alguien. Él claramente era un hechicero de nivel avanzado o incluso de nivel Santo; por alguna razón, él nos había escondido eso.
Eso solo me molestó aún más. Era innegable que él había salvado a nuestro grupo, así que le di las gracias. Pero aun así no estaba especialmente agradecida.
“Vamos, Sara. ¿Cuánto tiempo vas a estar enfurruñada?”
“¡¿Quién dice que lo estoy?!”
Mi irritación no se había disipado incluso tras regresar a nuestra posada. No quería admitir que este niño rico era diferente de los demás. Él seguía siendo un aristócrata, y yo odiaba a los aristócratas.
“¿Qué sucede contigo últimamente, Suzanne? ¿Por qué sigues cuidando a ese tipo?”
“Vamos, Sara ¿Qué se suponía que hiciera? Un chico tan joven no debería estar viajando solo ¿Verdad? Habría dejado un verdadero mal gusto en mi boca si hubiera sido asesinado o algo. Quiero decir, pareciera que puede cuidarse solo, pero aun así…”
“¿A quién le importa? ¡Si hace que lo maten, será su propia y estúpida culpa! Esa historia sobre su mamá tiene que ser falsa de todas formas. Él probablemente tiene que estar huyendo de casa o algo.”
“Sara, yo sé que no quieres admitirlo, pero él obviamente está diciendo la verdad. No finjas que no sabes eso.”
Suzanne no estaba equivocada. Si Rudeus hubiera estado mintiendo, él no se habría mantenido firme con nosotros. Él no se habría quebrado y puesto a llorar en medio del Gremio de Aventureros. Yo sabía eso.
Yo sabía que lo que él había dicho era cierto. Él realmente era una víctima del Incidente de Desplazamiento de Fittoa. Él realmente había pasado años aprendiendo magia y abriéndose camino para regresar a casa, solo para descubrir que su hogar había desaparecido. Él realmente había partido a buscar a su madre perdida. No era simplemente una historia triste; realmente había sucedido. Ahora que había trabajado con el chico, estaba bastante segura de todo eso.
De todas formas, parte de mi quería con tantas ganas llamarlo un fraude. Supongo que había algo sobre Rudeus que simplemente no podía tolerar. O quizás era simplemente demasiado humillante el enfrentar el hecho de que ese niño rico me había salvado la vida.
“Hmph. De todas formas, no pareció como si ese trabajo hubiera sido un verdadero desafío para él. Estoy segura que huirá con el rabo entre las patas en el segundo que se encuentre en real peligro.” Señalé ignorando las palabras de Suzanne, metiéndome en la cama y dándole la espalda.
Por alguna razón, me sentía increíblemente frustrada.