Capítulo 12 – La Violenta Ojou-sama

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1ª Parte

Para cuando llegamos a Roa, ya estaba  anocheciendo.

La distancia que hay de la aldea Bonna a Roa se recorre más o menos en   un día en carruaje, aproximando serían 6 o 7 horas de viaje; por lo que se puede decir que está lejos, aunque si dijeras que está cerca tampoco estarías mintiendo.

Roa, la capital fortificada de Fedoa, es de hecho la ciudad más grande de   la provincia y se nota por lo desbordante que parece, y es que lo primero que se puede ver al horizonte son sus murallas, de 7 u 8 metros de altura,  que rodean la capital al completo dando una sensación de seguridad y poder.

Nos acercamos, y rodeando las puertas de la ciudad, se observa un continuo tráfico de personas y carruajes, y una vez las atraviesas, puedes ver gran cantidad de puestos de venta ambulantes a lo largo de toda la calle, y al fondo de todo ese bullicio, al principio de la calle, hay gran cantidad de posadas y establos.

Los ciudadanos y los comerciantes charlando y regateando, personas con armadura recorriendo la calle… todo cuanto veo me parece sacado de un libro de fantasía.

Aunque veo algunas personas cargando con enormes bultos sentados en una pequeña plaza como si esperaran que pasase  algo.

¿Qué estarán haciendo? 

“Ghyslaine, ¿no sabes lo que esas personas están  haciendo?”

Aprovecho para preguntarle a la persona sentada enfrente mía, que no es otra que Ghyslaine.

Viéndola con sus orejas y cola animalísticas, y llevando puesta una armadura de cuero muy reveladora y cuya piel y pelaje quedan a simple vista dejando claro su color chocolate, nadie pensaría que lo que hay frente a mí en realidad es un hombre  musculoso…..

Nah, es broma, realmente es una espadachina llamada Ghyslaine Derudoria, de las más poderosas del estilo Filo Celestial, una espadachina formidable que posee el título de Reina del Filo, y que ha aceptado enseñarme en el lugar al que nos dirigimos, para convertirse en lo que sería siendo mi segunda maestra.

“…… Pequeño…”

Ante mi pregunta se muestra visiblemente  irritada.

“¿Piensas que soy estúpida? ¿Cómo no voy a saber lo que  hacen?”

Ghyslaine me mira enfurecida, da muchísimo  miedo.

“Ah, no es eso. Lo que pasa es… que yo no lo sé, por eso quería que me lo dijeras…”

“Ah, disculpa entonces, si eso era lo que querías  decir.”

Viéndome a punto de llorar, cambia su actitud y me   responde.

“Esa es la zona de espera para los carruajes públicos, son los que se usan para viajar de una ciudad a otra, pero para tomarlos necesitas pagarle al cochero.”

Y aprovecha para indicarme lo que son los distintos comercios uno a uno, señalándome un vendedor de armas, un burdel, y el de los lejos me indica que es el gremio de comerciantes. Bueno, aunque su apariencia sea bastante imponente, en realidad es bastante agradable.

Un segundo, ¿le has dicho a un niño donde encontrar una tienda para adultos?

Giramos la esquina y la atmósfera en la ciudad cambia, da la impresión de que hemos dejado atrás un gran número de puestos ambulantes dedicados  a viajeros y aventureros y que ahora nos hemos adentrado con el carruaje  en la zona de las tiendas propias de la  ciudad.

Ya no hay tantos callejones como antes, sino más bien calles principales. Aunque da la impresión de que esta estructura ha sido planeada de esta forma, seguramente con la intención de que, si aparecieran enemigos, se protegerían las calles principales defendiendo a los aldeanos que se escaparían a la parte central de la  ciudad.

Y ya que es de ese tipo de ciudad, cuanto más te adentras, más lujosos parecen los carruajes, y hasta las tiendas son más imponentes, porque cuanto más te acerques al centro de la ciudad, mayor será la clase social de los habitantes. Y justo en el centro de la ciudad, se encuentra el mayor edificio de todos.

“Esa es la vivienda del Lord de la  ciudad.”

“Más que llamarlo vivienda, creo que sería más correcto llamarlo palacio.”

Según me han contado, hace 400 años, este lugar fue la última línea de defensa durante la guerra, y parece que esta ciudad cuenta con una larga historia.

Así que así es el palacio de esta  ciudad.

Pero para ser la capital y por lo que he visto, hay más aventureros viviendo aquí que nobles, quizás los nobles hayan optado por otras ciudades, creo que es mejor informarse.

“Da la impresión de que la ojou-sama a la que voy a darle clases es parte   de la alta nobleza de la  zona.”

“No exactamente.”

Ghylaine niega con la cabeza.

Pero si estamos casi en la vivienda del Lord de la   ciudad…

Por lo que he podido entender y deducir, las personas que habitan en el centro de la ciudad deben de ser alta nobleza…….. O quizá no, si tengo razón, esta ciudad al ser tan fronteriza es posible que no la habiten nobles de tan alto nivel.

Mientras pienso esto, el cochero saluda a la persona que custodia la puerta del palacio, mientras nos adentramos en  él.

“¿Eh? ¿Acaso voy a ser el tutor de la hija del Lord?”

“No.”

“¿No?”

“No exactamente, pero casi.”

¿Acaso me ha faltado por comprender algo importante? Porque no lo acabo de pillar bien…

Finalmente, el carruaje se detiene.

 

2ª Parte

Según entramos al palacio, nos llevan a una habitación que parece ser para recibir invitados, tras lo que el mayordomo nos indica unos  sofás.

Esta  va   a   ser  mi   primera  entrevista  en   mi   vida,  así         que la  haré cuidadosamente.

“Por favor, siéntese.”

Hago lo que me solicita y me siento, sin embargo, Ghyslaine sin decir nada se dirige a la esquina de la habitación y se apoya en la pared, supervisando cuanto ocurre en la habitación; si hubiera visto algo semejante en mi vida anterior, hubiera pensado que sufría Chuunibyou.

Nota: Termino japonés para referirse a personas de unos 10 a 12 años que se creen especiales o creen tener alguna habilidad especial.

“El joven señor pronto le atenderá, le pido esperen en esta  sala.”

El mayordomo me sirve un líquido parecido a té rojo en una taza claramente lujosa, y se coloca junto a la entrada aguardando a su   señor.

Pruebo el humeante líquido, y está rico, aunque realmente no sé muy bien como valorar la calidad del té, pero diría que este es bastante caro. Me fijo que en ningún momento prepararon taza para Ghyslaine, supongo que solo a mí se me puede considerar un  invitado.

“¡¡¿Dónde se encuentra?!!”

Mientras sopesaba estos detalles, una potente y enfadada voz se recorría la casa, junto a unas escandalosas pisadas que se  acercaban.

“¿En esta sala?”

De un portazo, la puerta se abre y un fuerte robusto hombre entra bruscamente en la habitación.

Diría que tiene 50 años, su pelo de color marrón oscuro deja entrever algunas canas, pero en general sería correcto decir que se encuentra en buena forma.

Coloco la taza con cuidado sobre la mesa y me levanto, me inclino 90 grados frente a él para saludarle  respetuosamente.

“Encantado de conocerle, mi nombre es Rudeus  Greyrat.”

El hombre resopla con fuerza insatisfecho por algún motivo.

“¡Jumm, pero si ni siquiera sabe cómo realizar un saludo  correcto!”

“Gran señor, Rudeus-dono4 es la primera vez que abandona la aldea Bonna y debido a su edad todavía no conoce algunos aspectos de la etiqueta propia de la nobleza. Ruego le disculpe esta ligera falta de  educación…”

“Calla.”

El mayordomo no vuelve a hablar tras ser mandado  callar.

Parece que este gran señor es quien debe haberme contratado, me observa demasiado enfadado, como si algo en mí le  molestase.

Mira que he intentado saludarle cuidadosamente, pero parece que las normas de etiqueta de los nobles aquí son  distintas. 

“¡Jum, Paul ni siquiera educa a su hijo en lo más  básico!”

“Según pude entender, debido a que padre odiaba las reglas rígidas de esa clase, creyó conveniente no enseñármelas.”

“¡Veo que eres igualito que él, lo primero que dices es una excusa!”

“¿Acaso padre siempre anda buscando excusas?”

“¿Qué crees tú? Todas y cada una de las veces que abría la boca era para dar una excusa. Si mojaba la cama, se inventaba algo; si se peleaba con alguien, daba una excusa; si no se esforzaba con sus estudios, tampoco era culpa suya.”

Tiene razón…

“¡Si vas a estudiar algo, al menos aprende etiqueta! ¡Hasta ahora no te esforzaste y por eso has acabado  así!”

Y lo que dice no está mal y tiene razones para pensar así, porque hasta ahora tan solo he estudiado magia y combate con espada, nunca se me ha pasado por la cabeza aprender nada nuevo.

Es posible que mis aspiraciones hayan sido reducidas, debo solucionar eso desde ya.

“Tiene razón. Este error ha sido causado por mis propias manos y me disculpo enormemente por ello.”

El gran señor da un pisotón en el suelo conforme agacho la   cabeza.

“¡Parece que esta vez no buscaste excusas e intentaste presentarte de la forma más formal que conoces! ¡Por este motivo, acepto tu estancia en nuestro palacete!”

No entiendo del todo esta situación, pero da la sensación de que me ha perdonado, aunque justo después de lanzarme esas líneas, se gira vigorosamente y se marcha cuál tormenta.

“¿Quién era, si puedo preguntar?”

Miro al mayordomo buscando información.

“Es el Lord de Fedora, Sauros Boreas Greyrat-sama; y es el hermano del padre de Paul.”

Así que ese tipo es un Lord… es un poco insufrible y me preocupa la forma de dirigir la provincia, pero viendo como hay tantos aventureros en la ciudad, si no tuviera ese porte tan imponente podría tener algún problema para manejar situaciones más comprometida.

¿Hm? ¿Greyrat? ¿Hermano del padre de  Paul…?

“¿Eso quiere decir que es el hermano de mi abuelo?”

“En efecto.”

Había imaginado que Paul había pedido ayuda a los  familiares de los que se desentendió de joven, pero nunca se me había pasado por la cabeza que su antiguo hogar estuviera con nobles tan  distinguidos.

Debe de haber sido el joven señor de una familia bastante  poderosa.

“¿Ocurre algo, Thomas? ¿Por qué no has cerrado la  puerta?”

Otra persona entra en la habitación a través de una puerta lateral.

“Pero que raro que padre estuviera tan contento, ¿conoces el  motivo?”

Un hombre de esbelta figura y cuyo pelo tenía un brillante tono color té, y con facciones tan similares a las de Paul que debía ser primo  suyo.

“Señor, le ruego me disculpe, pero el gran señor justo acaba de conocer a Rudeus-sama y parece haberle causado una buena  impresión.”

“Ohh, un joven que consigue impresionar a padre… Qué inusual,  ¿hmm?”

Esta conversación la entabla mientras se dirige al sofá que tengo en frente, acabando sentándose en él.

Ah, casi se me olvida, tengo que presentarme  rápido.

“Encantado de conocerle, me llamo Rudeus Greyrat.”

Agacho la cabeza 70 grados en esta ocasión, para ver si causo mejor impresión.

“Ah, y yo soy Philip Boreas Greyrat. He de decirte que, cuando los nobles se saludan, lo que hacen es llevarse la mano derecha al pecho y bajar ligeramente la cabeza. Viendo cómo te has presentado, imagino que padre te habrá increpado al respecto.”

Intento imitar su sugerencia y siguiendo la forma en la que él lo hizo, llevándome la mano derecha al pectoral izquierdo e inclinándome unos 20 grados.

“¿Así sería la forma correcta?”

Pregunto levantando un poco la cabeza de la posición de  saludo.

“Eso bastará por el momento, aunque he de añadir que tu saludo inicial no era descortés; si un herrero hubiera saludado a padre con semejante porte, estoy seguro que le habría gustado.  Siéntate.”

Philip se recuesta en el sofá pudiendo oír un poco el resuello de los cojines, por mi parte le hago caso y me  siento.

…………. ¿Habrá empezado ya la  entrevista?

“Exactamente, ¿Qué sabes de la  situación?”

“Padre me hizo saber que si le daba clases a vuestra Ojou-sama durante 5 años, se nos financiaría la entrada en la Universidad de Magia a mí y a otra persona.”

“¿Ya está?”

“Así es.”

“Entiendo…”

Philip apoya su barbilla sobre sus manos cruzadas; da la impresión de que está pensando sobre algo, porque su mirada está clavada en la  mesa.

“¿Te gustan las mujeres?”

“No llego al nivel de padre.”

“¿En serio? Pues bien, estás contratado.”

¿Ah? ¿Ara? Eso fue demasiado rápido,  ¿no?

“Actualmente, mi pequeña solo tiene en consideración a 2 personas, Edena, su maestra de etiqueta, y Ghyslaine, su maestra de espada; pero he de dejar claro que antes de eso, tuvo a otros 5 maestros más que dimitieron o fueron despedidos, 1 de los cuales hasta estuvo trabajando dando clase en el mismísimo palacio real.”

Aunque haya trabajado allí, no implica que su forma de enseñar fuera buena o correcta, pero es un pensamiento que no  pronuncio.

“¿……… Acaso tuvo algo que ver el tema del gusto por las  mujeres?”

“Para nada, simplemente estaba interesado porque Paul es del tipo de hombre que haría cualquier cosa por una chica adorable, y me preguntaba si tú eras igual.”

Con su contestación Philip se encoge de  hombros.

Yo soy quien debería encogerse de hombros, mira que atreverte a meterme en el mismo saco que Paul… 

“Si te soy sincero, no tengo ninguna esperanza en que lo consigas; pero al ser el hijo de Paul, me gustaría que al menos lo  intentaras.”

“Guau, eso quizás haya sido demasiada sincerad.”

“¿Acaso importa? Lo importante es si te crees  capaz.”

En realidad, no estoy demasiado seguro, pero, aunque no lo esté, en esta situación no puedo decir algo así.

“No puedo decir nada con seguridad hasta  conocerla.”

Si no consigo este trabajo y tengo que buscarme otro, estoy seguro que Paul se burlará muchísimo de mí, diciendo cosas como que todavía soy un crío  o algo parecido.

¿Estás bromeando? ¿Cómo voy a permitir que un chaval más joven que yo haga algo así? Muuu….

Si no quiero perder, tendré que usar lo que sé de mi anterior vida, en este caso un método para amansar a la  Ojou-sama.

“Si fuera incapaz de convencerla de forma normal…, podríamos probar a emular una situación que la motive a  ello.”

“¿Emular una situación? ¿A qué te refieres?”

Se lo describo claramente.

“En un momento que estemos juntos, que seamos secuestrados por alguna familia de origen dudoso. Y usando conocimientos básicos, como saber leer, cálculo y magia conseguir escapar con ella, volviendo a este palacete por nuestros propios medios.”

Después de escuchar mi relato, Philip se queda en silencio pensativo, pero en apenas unos instantes consigue entender el funcionamiento de semejante plan y afirma con la  cabeza.

“En otras palabras, quieres que ella misma desee aprender, interesante… Aunque, ¿crees que será tan sencillo?”

“Considero que tiene más posibilidades de funcionar que obligarla a estudiar.”

Después de todo, es un evento típico del anime y el manga, jóvenes que se niegan a aprender descubren la importancia del conocimiento a través de vivir o ver de cerca un incidente de ese  estilo.

Sin importar si el evento es amañado o  fingido.

“¿Acaso Paul te ha enseñado trucos de ese estilo? ¿Formas para conseguir que las mujeres acaben a tus  pies?”

“No, padre es popular con el sexo opuesto sin necesidad de usar artimañas.”

“P-p……-pfffff…”

A Philip se le escapa una risotada.

“Tienes razón, ese tipo siempre tuvo suerte con las damas. Recuerdo que aunque estuviera quieto y callado, alguna chica acabaría interesada en  él.”

“Creo que todas las mujeres que ha conocido han acabado liadas con él, hasta Ghyslaine creo que ha sido una de sus  víctimas.”

“Jum, siento envidia de su suerte.”

“El problema es que me preocupa si le pondrá la mano encima a mi amiga de la aldea Bonna.”

Digo esto en broma, y al momento la preocupación se hace realidad, porque dentro de 5 años habrá crecido lo  suficiente.

Espero que cuando vuelva, Sylphy no se haya convertido en una de mis madres… Por favor te lo pido, Paul, no me hagas  eso…

“No tienes de qué preocuparte, porque te puedo asegurar que Paul solo siente interés por las mujeres con  grandeza.”

Philip mira de reojo a Ghyslaine que sigue inmutable en una de las esquinas de la habitación mientras dice esto.

“Ah… Ya veo.”

Observo a Ghyslaine y compruebo que posee grandeza, más todavía que Zenith y Lilia.

¿Qué a qué me refiero con grandeza? Está claro que a su par de pechos.

“Si tan solo son 5 años, no debería de haber problema; porque tengo entendido que tiene parte de sangre élfica, así que, aunque crezca, su grandeza no será de excesiva magnitud. Además, dudo que Paul haga algo tan ruin.”

¿Seguro?

Y me doy cuenta de que sabe que Sylphy es descendiente de elfos, así que por si acaso, tomaré que todo cuanto ha ocurrido en la aldea Bonna ha sido investigado a conciencia.

“Creo que debería de preguntarte algo como ¿Tienes la intención de seducir a mi hija?

“¿Qué esperas exactamente que acabe haciendo un niño de 7  años?”

Me parece excesivamente descortés por tu parte, no tengo intención de ponerle la mano encima; como mucho, se acabará enamorando de mí (gracias a mis pequeñas aportaciones).

“No lo sé, pero según la carta de Paul, estabas jugando demasiado con una chica de tu aldea, hasta el punto que se vio obligado a separaros a la fuerza. Al principio me lo tomé como una broma, pero al oír tus planes de hace un momento, empiezo a dudarlo.”

“Jugaba con Sylphy porque es mi  amiga.”

Y lo único que quería era que mi única amiga me fuera   obediente.

……….Cosa que aunque me tires de la lengua, nunca admitiré en alto. Y es que algunos secretos mejor que no vean nunca la  luz.

“¡Bueno, de acuerdo! ¡Después de todo, nada avanza solo con palabras, así que te presentaré a mi hija! ¡Thomas, hazla  llamar!”

Philip se levanta en cuanto termina esas palabras, y así fue como conocí…. A esa arpía tan soberbia.

Esta fue mi primera impresión de ella. Tenía 2 años más que yo, unos ojos abiertos y vivos, y un cabello ondulado color carmesí, casi como teñidos  de rojo puro; en 2 palabras, pura  dinamita.

Estoy seguro de que se convertirá en una belleza, pero la mayoría de chicos pensaría que es imposible conseguir nada con ella; es posible que un M 5 extremo se atreviera a intentar algo con ella pero hasta para alguien así sería demasiado. En cualquier caso, es peligrosa, es lo que todas las células de mi cuerpo me gritan pidiéndome que no me acerque a   ella.

“Encantado de conocerte, mi nombre es Rudeus  Greyrat.”

Pero no tengo alternativa a parte de llevarme bien con ella, por lo que utilizo la postura que me acaba de enseñar  Philip.

“¡JUM!”

Resopla de la misma forma que su abuelo cuando me vio por primera vez; de pie, con ambos pies separados, pero bien pegados al suelo, mirándome con condescencia y por encima del hombro, esto último resaltado al ser más alta que yo.

Muestra su descontento al verme y  dice:

“¿Pero qué demonios…? ¡¿Pero si eres más pequeño que yo?! ¡¿Acaso vais a dejar que un niño me dé  clases?!”

Me ha dejado sin palabras, su amor propio es inconmensurable. Pero no puedo dejarme apabullar.

“Personalmente opino que la edad no importa en este caso.”

“¡¿Qué has dicho?! ¡¿Te atreves a llevarme la  contraria?!”

Su voz es tan potente que mis tímpanos están a punto de   estallar.

“Tan solo es una cualidad que poseo, que usted  no.”

Tras oír mis palabras, su pelo se endereza y se pone de punta, algo que nunca antes había visto, un odio materializado; y he de decir que es aterrador.

Guh… Maldita sea, ¿por qué estoy acojonado de una niña que no tiene ni 10 años?

“¿Cómo? Serás arrogante, ¿acaso sabes quién soy?”

“Eres mi prima mayor.”

Oculto mi miedo y le respondo.

“¿Prima…? ¿A qué te refieres?”

“Eres la hija del primo de mi padre, o podrías decir que eres la hija de mi  tío abuelo.”

“¡Menuda basura confusa estás diciendo!”

¿Acaso no es así? ¿Lo habré dicho mal? Bueno, quizás sea más fácil si le digo el nombre del familiar que debería de  conocer.

“¿Has oído hablar de un familiar tuyo llamado Paul?”

“¡¡Es la primera que oigo semejante nombre!!”

“¿En serio?”

Me sorprende que no le suene el nombre, pero en cualquier caso, se lo explicaré.

Las  palabras  del  gran  dios  de  las  guías  de  juegos  dijo    una vez: La conversación no debe detenerse.

Justo después de pensar esas palabras, Ojou-sama eleva su  mano.

¡Pam! 

“……. ¿Eh?”

No he tenido tiempo de reaccionar, la Ojou-sama me ha pegado de improviso. Me quedo confundido ante tal acción y le  pregunto.

“¿Por qué me pegaste?”

“¡Porque eres demasiado arrogante para un crío más joven que yo!”

“Oh, ya veo.”

La mejilla en la que me ha pegado empieza a escocer, acaba doliéndome muchísimo….

Su segunda reacción ante mis palabras es la violencia; no me queda   otra.

“En ese caso, tengo que devolvértela.”

“¡¿Hah?!”

No esperé a su respuesta y le di una  bofetada.

¡Pu!

…….Ha sonado bastante floja, seguramente porque no darlas, pero ¿qué más da? Lo importante es que le haya dolido un  poco.

“Cuando le pegas a otros, les  duele.”

¿Comprendes ahora por qué no debes…? A punto de decir esas palabras, veo como la Ojou-sama levanta el puño enfurecida, su figura es exactamente igual que uno de los Reyes  Deva.

Y sin darme tiempo a reaccionar, me da un puñetazo; tropiezo ligeramente hacia atrás, a lo que responde con una patada; y ahora sí, mi cuerpo sale volando hacia atrás, pero no cesa y le sigue un golpe en mi pecho. Lo siguiente que sé, es que está montada sobre mi pecho con sus piernas aprisionando mis brazos.

¿A-Ara? ¿No puedo moverme?

“Espera, escúchame.”

Mi endeble voz es ahogada por el rugido de furia de la Ojou-sama. “¡TE ATREVISTE A PEGARME! ¡ME LAS VAS A PAGAR!”

Tras lo que me llueven puñetazos.

“Ou, ouuu, pa-para eh, q-que no, para ya.”

Tras el 5º puñetazo, uso magia para escapar, consigo ponerme en pie como puedo con piernas temblorosas y levanto mis manos, y le lanzo un impacto de aire dirigido a su cara, para devolverle parte de los golpes que me ha dado.

“…..N-no puedo seguir dejándotelo pasar.”

La cara de la Ojou-sama al recibir el impacto sufre un latigazo hacia atrás, pero no consigue hacerla parar, sino que se lanza sobre mí como si fuera  un monstruo; y al ver esa expresión en su rostro, comprendo el error que he cometido y huyo despavorido a  trompicones.

¡No es una Ojou-sama arrogante, sino la protagonista de un manga sobre delincuentes de instituto!

Quizás soy capaz de dejarla inconsciente con magia, porque está claro que no tiene intención de escucharme; pero en cuanto se despierte, ne encontrará para vengarse. Y aunque cada vez que venga por mí consiga derrotarla, llegará un momento en el que no se pare ante nada, y a diferencia de los protagonistas que conozco, sin importar lo ruin que sea el método,   lo usará para vengarse…

Cosas como lanzarme un jarrón desde un segundo piso, o esperarme escondida en alguna esquina para golpearme con una espada de madera… Todo vale, y seguro que para vengarse por triplicado o más. Y de lo que no me cabe duda, es que nunca mostrará  piedad.

Esto no tiene gracia, no puedo conjurar en silencio hechizos de curación,  y  se mantendrá en ese plan por siempre sin escucharme ni una sola vez. Así que la fuerza bruta contra ella es una opción impracticable contra ella.

Y así fue como llegamos a la situación  anterior.

Pasado un rato, Ojou-sama se acaba cansando y desiste de encontrarme, volviendo finalmente a su habitación.

No me encontró…

Hubo un instante en el que pensé que me habría encontrado, esa endiablada pelirroja pasó frente a mis ojos y sentí como mi corazón se   detenía.

Jamás pensé que sentiría algo propio de un protagonista de películas de terror.

Cuando volví exhausto a donde estaba Philip, me sonrió  irónicamente.

“¿Cómo te fue?”

“Nada funciona.”

Casi sollozo al responderle.

Cuando me estuvo pegando, pensé que sería capaz de matarme, hasta el punto de que casi me pongo a llorar cuando me  escapé.

Hacía mucho que no experimentaba semejante sensación, y cuando me paro a pensarlo, si hacia mucho es porque alguna vez he sentido algo así. Por lo tanto, no es suficiente para causarme un trauma  psicológico.

“En ese caso, ¿desistes?”

“No, al menos por el momento.”

No he podido hacer nada aún, si me diera por vencido tan pronto, significaría que me he dejado pegar para  nada.

“Necesito solicitarle un favor.”

Me inclino con determinación ante Philip.

Necesito enseñarle a esa bestia el verdadero significado de  terror.

“De acuerdo. Thomas, adelante con los preparativos.”

Philip le da instrucciones al mayordomo, quien sale de la  habitación.

“Pero si puedo hacer un comentario, esa idea que pensaste es realmente interesante.”

“¿Eso cree?”

“Sí, además que fuiste el único entre todos los tutores que ha tenido al que se le ocurrió un plan igual.”

“………. ¿Y crees que funcionará?”

Estoy un tanto intranquilo, ¿de verdad seré capaz de calmar a la Ojou-sama con trucos baratos? Pero Philip se encoge de  hombros.

“Eso dependerá de ti.”

Tiene toda la razón.

Y así fue como nos decidimos a aplicar el  plan.

 

3ª Parte

Entro en la habitación que se me ha asignado, y parece que está amueblada con un exquisito buen gusto con muebles de la mayor calidad. Una cama lujosa, diseños en la decoración detallados, marcos de ventanas preciosos, y estanterías repletas de libros.

Si además tuviera coc*-col* y un PC, podría vivir felizmente aquí por el resto de mi vida NEET, es una habitación  genial.

Quizás sea porque llevo el apellido Greyrat, y han preparado una habitación especialmente para mí, en lugar de darme un cuarto de  servicio.

Hablando del servicio, no tengo ni idea por qué hay tantísimas sirvientas  de la raza feral, porque tenía entendido que en este país, las razas mágicas sufrían discriminación, ¿la raza feral será una  excepción?

“Haa….. Te odio, Paul. Mira que atreverte a mandarme a este sitio tan demencial.”

Me siento en la cama y noto como se me van las fuerzas, me llevo la mano a la cabeza donde noto un dolor  sordo.

Todavía me duelen las zonas en las que me ha pegado, por ello casteo casi balbuceando magia curativa para sanar mis  heridas.

“Y aún así, comparado con mi vida anterior, esto no está  mal.”

Me pasó lo mismo cuando me echaron de casa, pero en esta ocasión, lo distinto es que no tengo que deambular por las calles para buscarme la vida. Una diferencia abismal.

Paul me ha organizado bien mi nueva estancia, tengo un trabajo y un lugar en el que dormir, además, ¿no voy a tener dinero de bolsillo? La atención  al detalle es magnífica. Ojala mis hermanos hubieran hecho algo así, quizás de esa forma hubiera conseguido salir  adelante.

Si me hubieran ayudado a encontrar un trabajo, o me hubieran conseguido un lugar en el que vivir, vigilándome para que no huyera… No, dudo que hubiera sido suficiente, siendo un NEET de 34 años sin experiencia laboral, no tenían más remedio que abandonarme.

Además, aunque hubieran hecho algo así, seguramente me hubiera puesto  a quejarme, o ni siquiera habría aceptado el empleo. Alejado de mi amada (PC), podría hasta haberme suicidado.

Funciona solo porque es exactamente ahora. Deseando ganar dinero, y trabajando por esa meta, este exactamente ahora. Y es que aunque me hayan obligado a venir a la fuerza, ha elegido el momento oportuno, así  que Paul no tiene la culpa.

¡¿Pero qué mierda era esa loca y violenta criatura?! Es la primera vez en mis 40 años de vida que veo a alguien  así.

Necesito más de 2 Kanjis para describirla, es la violencia personificada 10, ha explotado como una olla a presión; ha sido tan aterrador que casi me  deja traumatizado, y me meo encima.

“Da la impresión de que no importa lo que haga, se pondrá hecha una furia.”

Incluso diría que me ha tachado de Enemigo y solo con verme se pondrá así, para ella seguramente sea un blanco más; me ha declarado la guerra sin cuartel.

“……No me extraña que la echaran del  colegio.”

La forma en la que me pegó, estaba bien ensayada. Además, que es la forma de bapulear a la gente, por no decir que no le importa si su enemigo devuelve golpes o no, se lanza hacia él sin preocuparse de nada. Solo tiene 9 años, pero la forma en la que consigue que la gente se sienta indefensa está demasiado practicada.

¿Podré educar a alguien así?

Ya le he explicado todo a Philip, aparentar que la secuestran y hacerla sentir indefensa, y solo entonces, la rescataré; de esa forma me ganaré su respeto y conseguiré que acate mis directivas.

El plan puede parecer simple, pero conozco los pasos a seguir, así que a menos que haga algo inesperado, todo debería ir según lo  previsto.

¿Pero seguro que acaba saliendo bien? Ni en sueños había esperado ese nivel de violencia, con gritos y rugidos usando todas sus fuerzas, hundiendo sus colmillos en su presa y finalmente destrozándola…  Violencia que eleva su ego sobre el de su  víctima.

Cuando la secuestren, ¿se llegará a asustar? O simplemente cuando la rescate, me mirará como diciendo ¿Por qué tardaste tanto,  gilipollas?

Es posible, si es esta Ojou-sama, creo que es posible esa  actitud.

O podría hacer algo inesperado, es mi obligación pensar una solución para cualquier evento, está en juego mi  orgullo.

Pase lo que pase, no puedo  fallar.

Sigo dándole vueltas a los pasos a seguir para que el plan funcione, hasta que soy incapaz de avanzar más, como si en un pantano mis piernas se vieran bloqueadas.

“Dios, concédeme la victoria…”

Ya  solo me queda hacer una plegaria y eso que no creo para nada en   Dios.

Pero, seguramente como muchos japoneses, cuando algo grave nos pasa, buscamos el amparo divino; diciendo algo como, Te pido que me dejes aprobar.

Pero mi Dios (Roxy) hoy no se encuentra entre  nosotros…

Y lloro, porque me he dado cuenta de que mi reliquia sagrada (bragas de Roxy), la he dejado en mi  casa.

Ficha.

Nombre:  Ojou-sama

Posición:   Nieta del Lord de Fedoa

Personalidad:     Extremadamente Agresiva

Su actitud conmigo:   No me escucha

Idioma:     Solo sabe escribir su nombre

Cálculo:     Sumas de 1 cifra

Magia:       Ni lo más mínimo

Espada:     Iniciada en el estilo del Filo  Celestial

Etiqueta:   Saludo estilo Boreas

Gente que le agrada:   Su abuelo, Ghyslaine

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