Capítulo 11 – Separación

Night mode
Pagina Anterior
Pagina Siguiente

1ª Parte (Punto de Vista de Rudeus)

Ha pasado ya un mes desde que le pedí a Paul que me ayudara a encontrar un trabajo. Y hoy concretamente ha recibido una carta, y me  da  la  sensación que la información escrita en ella es de mi incumbencia, así que me preparo mentalmente para la  situación.

Seguramente me informe después del entrenamiento, después de comer, o quizás en la cena; por lo que continúo entrenando fervientemente dándole vueltas a lo que vamos a hablar  después.

 

2ª Parte

Según avanza el entrenamiento, Paul me dice lo  siguiente:

«Rudi, ¿Puedo preguntarte una cosa?»

«¿De qué se trata, papá?»

Escucho sus palabras bastante tenso, después de todo, se trata  de  mi  primer empleo en toda mi vida, incluyendo la  anterior.

Necesito estar a la altura. 

«¿Tú…? Nah. Si te dijera que debes alejarte de Sylphy, ¿Qué opinarías?»

«¿Eh? Pues claramente no querría.»

«Tienes razón.»

«¿Qué pasa?»

«No, nada importante. Porque estoy seguro, que, aunque te lo dijera, conseguirías darle la vuelta a la  tortilla.»

En el preciso instante en el que pronuncia esas palabras, la actitud de Paul cambia por completo. La sed de sangre que irradia llega a tal punto que hasta un novato como yo es capaz de  palparla.

«¡¿Eh?!»

«…….¡!»

Paul da un paso al frente mientras mantiene esa presión silenciosa sobre  mí.

Muerte.

Esta palabra cruza mi mente, e instintivamente uso todo mi poder mágico para atacar a Paul. Un viento explosivo aparece entre Paul y yo, a partir  de mezclar magias de Viento y Fuego; y aprovechando la presión del aire caliente que me impulsa hacia atrás,  retrocedo.

Esta situación la he imaginado varias veces. Y es que, con Paul de oponente, la única oportunidad de ganar posible es distanciándome de él. Y es que, aunque esa explosión de aire me causa daños, es mi única forma de conseguir distanciarme de él si consigo asustarle, aunque sea por un segundo.

Pero Paul no le presta atención a este hecho y continúa su carga hacia mí sin alterar su paso ni su  postura.

¡¡No ha servido de nada después de  todo!!

Incluso habiéndome esperado algo así, sigue consiguiendo que el pánico   se apodere de mí. Es necesario tomar más medidas evasivas, aunque retroceder no sirve de nada, el oponente avanza a  demasiada velocidad.  Así que, de manera instintiva, se me ocurre crear una pequeña onda de choque, esta vez en mi costado para empujar mi cuerpo   lateralmente.

Con la fuerza del impacto, mi cuerpo sale disparado hacia  un  lado. Aunque el sudor frío se acumula en mi nuca al notar como resuena el silbido de un corte cerca de mi oído, y al instante siguiente veo la espada  de Paul cortando el lugar que antes ocupaba mi  cabeza.

Bien. He conseguido evitar el primer ataque, he conseguido ganar la iniciativa, y aunque todavía estemos demasiado cerca el uno del otro, tengo la posibilidad de ganar distancia. Puedo  ganar.

El siguiente paso es hundir la tierra en el lugar que Paul va a pisar a continuación. Y en efecto, hunde la pierna en el pequeño agujero, y justo cuando pienso que ha funcionado, altera su centro de gravedad a su otra pierna, y continúa la carga sin ningún tipo de  retraso.

¡¿No será efectivo si no consigo inutilizarle ambas piernas al mismo tiempo?!

Creo una pequeña ciénaga a mis pies. Aunque antes de llegar a hundirme  en ella conjuro una corriente de agua que me permita deslizarme sobre   ella como si estuviera surfeando.

¡Mierda, he tardado demasiado…!

El tiempo que me toma tener la idea y aplicarla es demasiado, y reaccionando a mi movimiento, Paul pisa con fuerza en terreno sólido del borde de la ciénaga, hasta el punto que hunde el suelo con la potencia de   su paso.

Entre nosotros sólo queda un paso más para alcanzarme.

«¡U, uaahhh!!»

Recibo su ataque con mi espada en un ataque de pánico, se trata de un movimiento torpe que no pertenece a ninguno de los estilos. Pero siento que ha hecho algo en el momento que nuestras espadas chocan que desvía  la mayoría de mi impacto escurriéndolo por la hoja de su   espada.

Ha desviado mi ataque con el estilo del Cauce  Celestial…

Es lo único que sé, junto con que después de desviar un ataque con el   estilo del Cauce Celestial viene un contraataque, pero, aunque sepa todo esto, no tengo forma posible de  reaccionar.

Y a cámara lenta, veo la escena en la que la espada de Paul se acerca a mi cuello.

Ah… Me alegro de que sea una espada de  madera….

Y cuando la escena termina y siento el impacto en mi cuello, mi  consciencia se nubla.

3ª Parte

Cuando despierto, siento que estoy dentro de  una  caja  o  algo cercano. A su vez, siento como se agita todo cuanto me rodea, así que mi lógica dicta que estoy en algún tipo de  transporte.

Intento sentarme, con la vista aún nublada, pero soy incapaz de mover un solo dedo. Miro bajo mi cuello y observo que estoy  atado  de  cuerpo entero con sábanas y cuerdas utilizando varias capas para envolverme e inmovilizarle.

¿Qué ha pasado…?

Observo cuanto me rodea y encuentro a una Nee-chan enorme, en varios sentidos, sentada frente a mí.

Piel color chocolate, un revelante traje de cuero, potentes músculos y cicatrices recorriendo su cuerpo.

También veo que lleva un parche en su rostro impasible que da la  impresión de ser de una Anego.

Nota: Anego: Mujer líder de una banda o de los yakuza (mafia japonesa) en este contexto, aunque en otras ocasiones se puede usar como vocativo respetuoso para mujeres mayores.

Personalmente me parece más una Nee-chan propia de una guerrera amazona de cualquier historia fantástica.

Otro aspecto llamativo, es que tiene orejas y cola como de  bestia,  parecidas a las de un tigre, además de un fuerte pelaje por todo su   cuerpo.

¿Será de la raza feral?

Se da cuenta de que la estoy observando y nuestras miradas se   cruzan.

«Encantado, mi nombre es Rudeus Greyrat. Disculpe que no pueda  saludarla de otra forma, dadas las  circunstancias.»

Antes de nada, me presento, la base para dirigir la conversación es hablar  el primero, ya que puedes mantener la iniciativa si te  adelantas  al enemigo.

«Eres bastante educado para ser hijo de Paul.»

«Eso es debido a que lo heredé de mi  madre.»

«Tienes razón, después de todo, eres hijo de  Zenith.»

Me quedo ligeramente más tranquilo al comprender que conoce a mis padres.

«Yo soy Ghyslaine. Espero que nos llevemos bien de ahora en   adelante.»

¿De ahora en adelante? ¿Qué quiere  decir?

«Esto… gracias. Espero ser de ayuda.»

«Vale.»

En cualquier caso, lo primero es usar magia de Fuego para quemar mis ataduras; me duele todo, seguramente sea por dormir en mala postura, así que hago algunos estiramientos.

Bendita sensación de libertad. Aunque esté acostumbrado a encerrarme  en un cuarto pequeño en el que muevo sólo los dedos, estar atado frente     a una señorita vestida a lo Dominatrix  me hace sentir  raro.

Miro a mi alrededor y la única forma de describir el lugar en el que me encuentro es un cubículo. Encuentro en este pequeño habitáculo un sitio para sentarme, por lo que me  siento frente a  Ghyslaine. Me fijo en que  hay ventanas a los laterales desde los que puedes observar el exterior, y al hacerlo me veo rodeado por una pradera que no he visto   antes.

Como imaginaba, estoy sobre algún tipo de medio de  transporte.

El ajetreo es inmenso, siento que acabaré mareado  como  continúe  viajando aquí por mucho más tiempo. Además, siento el sonido de cascos proveniente de la parte delantera, seguramente un caballo; lo que  implicaría que estoy en un carruaje.

¿Por qué estoy sentado con esta nee-chan tan machorra  en  este  carruaje? ……¡¡Hah!! ¡¿Es posible, podría ser…. que esta fornida mujer me haya secuestrado?! ¡¿Acaso me quiere convertir en su adorable  juguete para comfort personal?! N-no es… no es que me importe mucho  que sea tan musculosa, pero mi corazón se lo he reservado a Sylphy. Pero al    menos…   espero    que    la    primera   vez    me    trate   con  cariño… ¡¡Nonononono!! C-c-cálmate. Necesito relajarme en momentos así. Contando números primos seguro que me hace volver en mí….. Los números primos son aquellos que solo son divisibles por mismos o por la unidad. 3, 5, despues… ¿11? ¿Cuál sigue, el 13? Después, después sería…. ¡¡NO LO RECUERDO!! Me da igual si  son números primos u  otra cosa, pero necesito calmarme. Calmarme y pensar, ¿cómo  he acabado en esta situación? Bien… Respira  hondo.

«Res….. pira…..»

Mejor. Reorganicemos aquello que recuerdo. Primero, Paul sin aviso decide atacarme hasta dejarme insconciente. Al despertarme, me  encuentro atado y en un carruaje. Me temo que por algún motivo me dejó KO y me metió en el carruaje. En el  carro me  he  encontrado una mujer que me ha dicho, Espero que nos llevemos bien. Volviendo con Paul, recuerdo que me dijo algo extraño antes de atacarme. Algo  sobre  alejarme de Sylphy, porque es demasiado buena para mí y que es mía… M-Maldito pedófilo… ¡¿Acaso quiere poner sus zarpas en mi Sylphy?! Aunque espera, creo que la mitad de las cosas no me las dijo… ¿Hm? No consigo  entender  qué  tenía  que  ver  Sylphy  con  el  resto.  Maldita  sea. ¡¡Todo es culpa tuya, Paul…!! Bueno, intentemos preguntar antes  de  llegar a conclusiones.

«Disculpe…»

«Puedes llamarme Ghyslaine.»

«Ah, en ese caso, llámame Rudi-chan.»

«De acuerdo, Rudi-chan.»

Veo que es de las que no pillan las  bromas.

«Ghyslaine-san, ¿mi padre te dejó algún mensaje?»

«Llámame Ghyslaine, el -san no es  necesario.»

Ghyslaine me responde mientras saca una carta de su escote y me la pasa; observo que no hay nada escrito en el  sobre.

«Paul me dio esta carta. Léela en alto, porque yo no sé leer.»

«De acuerdo.»

Abro la carta y comienzo a  leer.

A mi querido hijo Rudeus,

Para cuando leas esto, probablemente haya dejado este mundo.

«¡¿Cómo?!»

Ghyslaine grita sorprendida y se  levanta.

El techo del carruaje es sorprendentemente  alto….

«Por favor, Ghyslaine, siéntate, hay más.»

«Hm, ya veo.»

Me hace caso y se sienta.

Continúo leyendo.

Siempre quise escribir un chiste así. Lo que pasó es que  te  di  una  soberana paliza, lo que te llevó a acabar noqueado de una manera penosa, atado de cuerpo entero y metido a la fuerza en un carruaje como una princesa secuestrada.

Imagino que no tienes claro lo que pasó, así que le puedes preguntar a la musculosa Daruma…. Aunque me gustaría poder hacerlo así, la tía esta tiene el cerebro lleno de músculo, así que dudo que pueda explicártelo claramente.

«¡¿Pero qué…?!»

Ghyslaine vuelve a gritar y  levantarse.

«Por favor, Ghyslaine, siéntate, que las siguientes líneas son cumplidos.»

«Hm, ya veo.»

Y obedientemente se vuelve a sentar.

Continúo leyendo.

Te presento a una Reina del Filo, si quieres mejorar con la espada, no encontrarás a nadie mejor a menos que vayas a la Ciudad Santa de las Espadas.

Padre estúpido… no escribas cosas innecesarias, aunque  Ghyslaine  parece contenta…. Ese tío es realmente popular. Pero si él te considera  tan fuerte, debes serlo de verdad,  Ghyslaine.

Bueno, volviendo al tema principal, te he encontrado trabajo, se te ha nombrado tutor personal de una ojou-sama que vive en Roa una ciudad  de la región Fedoa. Deberás enseñarle a leer y escribir, cálculo,  y  principios de magia. Aunque es una señorita extremadamente tozuda y violenta hasta el punto de que en la escuela han solicitado que no vuelva nunca más. Para tu información, también ha hecho dimitir a una gran cantidad de tutores… Pero creo que tú serás capaz de sobrellevar este contratiempo.

¿Qué lo sobrelleve? Menudo irresponsable eres,  Paul.

«¿Eres tan tozuda como dice la carta, Ghyslaine?»

«Yo no soy esa joven  señora.»

«Eso pensé.»

Continúo leyendo.

La Daruma musculosa es la guardaespaldas contratada para proteger a la joven señora, además de su maestra de espada. Aunque ha  solicitado que  si quieres aprender espada de ella, deberás enseñarle a leer y escribir, además de magia a ella también. Pero por favor te pido que no te rías de ella por tener la cabeza llena de músculo, estoy seguro de que se esforzará (risas).

«¿Cómo….?»

Una vena se le marca en la frente a   Ghyslaine.

Con esta carta quizás esté explicándome la situación Paul, pero al mismo tiempo, tiene pinta que intenta meterse con  Ghyslaine.

¿Qué tipo de relación tendrán estos  2?

Aunque su habilidad para aprender no sea demasiado buena, merece la  pena si con eso te ahorras el coste de sus   clases.

El coste de sus clases… ah claro, esta persona va a enseñarme a usar una espada después de todo. Imagino que Paul, al ver que no conseguía mejorar mucho con su forma de enseñar tan intuitiva, me ayudó a conseguir otro maestro mejor para la tarea. ¿O quizás se deprimió al ver que no mejoraba y se deshizo de mí? Si así fuera, ¿no podrías haber aceptado la responsabilidad hasta el  final…?

«¿Cuánto suele costar que les enseñes a combatir con espada, Ghyslaine?»

«2 monedas Asura de oro al mes.»

¡¡2 MONEDAS ASURA DE ORO!! ¡¡Pero si Roxy solo recibía 5 Asuras de plata al mes!! 4 veces eso… entiendo. Es un intercambio claramente favorable el que me proponen.

Para que sirva de referencia, 1  persona puede vivir durante 1  mes  con solo 2 monedas Asura de plata.

Te  vas a hospedar en la casa de esa señorita durante los próximos 5 años, en los que tendrás que darle  clases.

En esos 5 años, tienes terminantemente prohibido venir a casa o  escribirnos cartas. El motivo es que, si te quedas cerca de Sylphy, ella será incapaz de ser independiente. No solo eso, hasta tú te estás volviendo dependiente de ella, y por esto, os voy a obligar a   distanciaros.

«¿Pe…ro….qué…?»

Esto.. no entiendo. Dame un segundo……¿Eh? ¿Bromeas? ¿No puedo ver   a Sylphy durante 5 años? ¿No puedo ni escribirle  cartas?

«¿Qué ocurre? ¿Te han separado de tu cariñín,  Rudi-chan?»

La miré mientras mi cara mostraba la cara más hundida que he puesto nunca, en respuesta a la pregunta hecha con tanta  complacencia.

«No, simplemente el padre más infantil que podría tener me ha echado de casa.»

Ni siquiera me dio la oportunidad de despedirme. Está vez te has pasado, Paul.

«No estés triste, Rudi-chan.»

«Esto…»

«¿Qué pasa?»

«Creo que preferiría que me llamaras mejor  Rudeus.»

«Ah, de acuerdo.»

Pero si me paro a  pensarlo bien, Paul realmente tiene razón en lo que  dice. Es cierto que si Sylphy sigue creciendo como hasta ahora,  se  acabará convirtiendo en un Osananajimi en un Eroge de los cutres. De esas que no se alejan del protagonista, y que tratan al protagonista como un planeta del que ellas son un satélite que gira a su alrededor. En definitiva, un personaje sin personalidad.

Si ocurriera esto en el mundo real, esta dependencia disminuiría con el tiempo, acercándose en distintas amistades o mediante  el  aprendizaje, pero en el caso de Sylphy esto no ocurriría porque no tiene amistades debido a su color de pelo y yo le estoy enseñando   todo.

Seguramente, incluso pasados 5 años es muy probable que mantenga esa dependencia en mí; y aunque personalmente no me importa, parece que a los adultos a nuestro alrededor no les parece  igual.

Lo que es bastante bueno, no es para nada una mala   opinión.

En cuanto a tu salario, se te pagarán 2 Asuras de plata cada mes; aunque está por debajo del sueldo de un tutor personal, sigue siendo una buena cantidad para que un niño tenga de dinero de bolsillo; para cuando tengas tiempo libre y pasees por la ciudad, para que aprendas a usar el dinero. Porque lo que suele pasar con el dinero es, que si no te acostumbras a  usarlo con normalidad, no lo acabas usando ni en emergencias; aunque  creo que en tu caso, este no debería de ser un problema y que sabrás manejarte….. Ah, cierto, pase lo que pase, ni se te ocurra usarlo en chicas de compañía… ¿entendido?

Ya te he dicho que no escribas cosas innecesarias… ¿O será que aprovechando a Ghyslaine intenta emular algo como el club ostrich? Por favor, déjalo ya.

Y si después de 5 años, consigues enseñarle el idioma, cálculo y magia a    la señorita. Como recompensa, tu patrón pagará los costes para 2 personas de la Universidad, según lo  acordado.

Ya veo. Si durante esos 5 años me tomo en serio el trabajo de tutor, conseguiré lo que le pedí.

Bueno, es posible que Sylphy no quiera ir contigo pasados esos 5 años, o puede que cambies de opinión y ya no quieras ir. Por nuestro lado, intentaríamos convencer a Sylphy.

¿Convencerla…? Eso me da mala  espina…

Te deseo lo mejor en estos 5 años, y que aproveches para descubrir y aprender de todo en tu nueva casa, y que llegues  lejos.

Firmado – El gran y elocuente Padre,  Paul.

¡¿Qué dices de elocuente…..?! ¡¡¿Pero si lo hiciste a la fuerza?!! Aunque en esta ocasión, chapó por su valoración de la situación. Sobre todo, teniendo en cuenta que lo hace tanto por mí, como por   Sylphy.

Aunque Sylphy podría sentirse sola al principio, si no aprende  a  solucionar sus propios problemas, será incapaz de crecer como persona.  No está bien que dependa de mí para  todo.

«Paul realmente te quiere.»

Tras la carta, Ghyslaine me dedica esas palabras, yo por mi parte, sonrío   un tanto amargado y le respondo:

«Al principio no nos llevábamos demasiado bien, pero  cuando descubrimos que teníamos mucho en común, nos hicimos muy amigos. Pero… parece que a ti  también…»

«¿Hm? ¿A qué te refieres?»

Leo en alto la última línea.

PS: Si la ojou-sama a la que le vas a dar clases está de acuerdo, no pasa nada si le pones la mano encima, pero la Daruma musculosa es mía, ni se   te ocurra tocarla.

«O eso dice.»

«Jum… Mándale esa carta de vuelta, pero a Zenith.»

«Dalo por hecho.»

Y así fue, como acabé en dirección a la ciudad más grande de la región de Fedoa, Roa.

Y aunque tengo demasiadas cosas en la cabeza, por el momento las haré a un lado, después de todo, tomaré la experiencia como un toque  de  atención necesario.

Mmm, así que esto es lo correcto, debo alejarme de Sylphy, no hay otra manera. Mmm…

Y aunque repito estas frases en mi  cabeza.

Pero de verdad me gustaría poder verla al menos una vez al   año…

Mi corazón sigue sin estar conforme.

 

4ª Parte (Punto de Vista de Paul)

«E-Eso estuvo cerca…»

Observo a mi inconsciente hijo tirado en el suelo y a mis sucios   zapatos.

Y es que al ser el último día que iba a darle clases de espada a mi hijo, quería enseñarle la dignidad de su padre y asustarle un poco mostrándome totalmente en serio, ¿Quién se iba a imaginar que reaccionaría  usando magia para defenderse de mí?

Esperé que me atacara, no que usara hechizos para inmovilizarme o impedirme avanzar; por no decir que de forma tan variada.

«Como esperaba de mi hijo, su intuición para el  combate  es  sorprendente.»

Aunque no se haya prolongado demasiado, que me haya obligado usar 3 movimientos para incapacitarle cuando encima le  ataqué por sorpresa…  Por no hablar de ese último movimiento en el que, si hubiera dudado un  sólo instante, habría sido capaz de detenerme o hasta  contraatacar.

Necesitar 3 movimientos distintos para tumbar a un mago… Si hubiera tenido aliados cerca, hubieran tenido la ocasión de proteger sus flancos;   o si le hubiera atacado de más lejos, hubiera necesitado hasta un cuarto movimiento. He perdido completamente en cuanto a  contenidos.

Si hoy mismo se metiera en cualquier grupo  de  exploración  de  Laberintos, sería capaz de ser lo suficientemente útil como mago  del  grupo.

«Como se esperaba de un genio que hasta hizo perder la confianza a una maga Santa de Agua…..»

Mi hijo es aterrador, pero estoy  orgulloso.

En el pasado, solo era capaz de  sentir envidia de  quienes eran mejores   que yo, pero sorprendentemente, cuando es mi hijo, solo puedo sentirme orgulloso.

«Ah, no tengo tiempo para pensar en esto. Si no me apresuro Rawls y los otros llegarán antes de tiempo.»

Ato rápidamente a mi inconsciente hijo con cuerda, y lo meto dentro del carruaje que acaba de llegar.

Acabo justo a tiempo, Rawls se acerca, Sylphy va con él.

«¡¿Rudi?!»

Al ver al inconsciente Rudi, Sylphy intenta rescatarle; de inmediato comienza a conjurar en silencio magia de nivel Intermedio, y aunque consigo esquivar sus hechizos sin demasiada dificultad, veo como sus conjuros tienen tanto fuerza como velocidad. Si se los estuviera tirando a cualquier otro, estoy seguro que ya habría  muerto.

¿Pero qué demonios le has enseñado,  Rudi?

Le tiro la carta a Ghyslaine, termino de meter a Rudi en el carruaje y apresuro al cochero para se  marche.

Me fijo en los recién llegados y veo que Rawls está arrodillado junto a Sylphy en tono paternal, como enseñándole que está mal disparar a matar  al padre de tu amigo… Porque un padre es quien debe enseñar a sus   hijos.

Es una porción de su infancia que Rudi tomó y que debe de ser devuelta     a tus manos, Rawls.

Suspiro, y miro la escena tan agradable que ocurre frente a mis ojos, a lo que sigue las claras y fuertes palabras de  Sylphy.

«Lo entiendo, en ese caso, ¡¡me convertiré en alguien fuerte que pueda ayudar a Rudi…!!»

Mmm, mira cuanto te quieren, hijo  mío.

Al finalizar todo el evento, mis esposas salen de la casa. Ya que imaginé que podría ser peligroso, les pedí que observaran desde el interior, aunque supongo que salen ahora para verle  partir.

«Ah… Mi querido Rudi se va.»

«Señora, esto es parte de la  educación.»

«Lo sé, Lilia. ¡¡Ohh, ohh, Rudeus!! ¡¡Avanza en pos de aventuras, hijo mío!! ¡¡Mientras la pobre de mí ve arrebatar de sus manos su único hijo!!»

«Señora, le recuerdo que el joven señor ya no es hijo único.»

«Tienes razón, ahora tiene a sus 2  hermanitas.»

«¿2…?¡! ¡¡¿S-Señora?!!»

«¡¡No pasa nada, Lilia. Mi amor se extiende también a tu hija!! ¡¡Porque… porque… También te quiero a  ti!! »

«¡¡Oohh!! ¡¡Señora, yo igual!!»

Las veo escenificar semejante escena viendo el carruaje marchar. Seguramente comprenden que como Rudeus es tan excepcional, no hay de qué preocuparse.

Pero volviendo a ellas, hay que ver la buena relación que tienen; sería fabuloso si se llevaran tan bien conmigo.  Aunque  más  bien,  me encantaría que no se coordinaran tan bien para hacérmelo pasar  mal. 

«Es una lástima que Rudi se perderá 5 años de relación con sus hermanitas…»

Creo que Rudi intentaba convertirse en un fantástico onii-chan; siento aguarte los planes, Rudi. ¡¡El amor de mis preciosas hijas será monopolizado por mí!! Jojojo. Espera un momento… Pasado este tiempo, Rudeus habrá entrenado con la famosa maestra y Reina del  Filo, Ghyslaine. En 5 años Rudeus tendrá 12 años, su cuerpo habrá madurado muchísimo. Cuando vuelva, seguramente tendremos un combate  de prueba en el que podrá usar magia, ¿le podré vencer entonces?  Oh,  mierda. Mi dignidad como padre se verá en peligro dentro de 5   años.

«Señora Greyrat, Lilia. Ya  que Rudeus ya no está, me gustaría ir a  entrenar  por un ratito.»

Zenith parece sorprendida, pero Lilia le susurra algo al  oído.

«Como casi pierde contra el joven señor Rudeus, se siente un poco acorralado.»

«Siempre ha sido así. Nunca se esfuerza a menos que se  lleve  algún  susto.»

¡¡DOOONNN!!

Mi dignidad como padre ya está en peligro. Realmente, no me importa tanto tener o no mucha dignidad.

Y es que ya conozco una figura paterna que siempre actuaba demasiado dignamente, y personalmente creo con todo mi corazón que es  infinitamente mejor un Ossan que siempre está metido en líos de faldas. Porque lo importante es que sea un padre cariñoso que no sea cansino, al menos hasta que sus 3 hijos se conviertan en  adultos.

Observo a Zenith, su figura hace dudar a la gente si ha tenido o no 2 embarazos….

Seguro que mantendrá esa figura al menos hasta el cuarto o quinto, jejeje…. Pero dejando a un lado eso del cuarto y demás… Rudeus. No me gusta tener que usar la fuerza contigo; pero estoy seguro de que aunque   te lo hubiera explicado, nome hubieras hecho caso, y no me veo capaz de hacerte cambiar de opinión. Pero si no hubiera hecho nada para evitarlo hubiera sido un padre inútil. Es una lástima que  no  tenga  suficiente poder como para verme obligado a pedirles favores a otros, pero eso no importa. Lo importante es hacer algo, y aunque te forcé, estoy seguro que con lo inteligente que eres lo acabarás comprendiendo…. Y aunque no lo comprendas, no me importa. Como si me odias. Ódiame y maldíceme por ser incapaz de oponerte a mis órdenes. Así fue como crecí  yo,  con un padre opresor; por cuya actitud decidí irme de casa. Cosa de la que me arrepiento enormemente y que no me gustaría que tuvieras que vivir  nunca. Pero gracias a eso, crecí y  maduré.

Y aunque quizás todo el poder que obtuve sea inferior al de mi padre, conseguí la mujer a la que quería, protegí aquello importante para mí, y me valió para suprimir a mi hijo. Así que  si  quieres llegar a  oponerte a mí, adelante. Vuelve con más poder, suficiente para no perder ante este padre tan borrico que tienes.

Estas son las cosas que piensa Paul, mientras ve a la lejanía como se aleja  el carruaje en el que va  Rudeus.

Pagina Anterior
Pagina Siguiente