Capítulo 1 – ¿Es posible que esté en otro mundo?

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1ª Parte

Cuando por fin desperté, lo primero que pude notar fue una potente luz, excesiva y deslumbrante que me hizo entreabrir los  ojos.

Pasados unos segundos, mis ojos se acostumbraron a la luminosidad, y lo primero que vi claramente fue a una mujer joven y rubia que me miraba a los ojos. Esa preciosa joven…. No, sería más apropiado llamarla preciosa mujer.

¿Quién será?

A su lado, un  hombre con el pelo castaño y  de edad cercana a  la mujer,  me miraba con una sonrisa agotada; parecía arrogante y fuerte, con músculos envidiables. Su pelo castaño tenía un tono  precioso,  seguramente no fuera teñido.

Pelo castaño, y arrogante… Fijándose en este delincuente. Es el tipo de persona que suelo repudiar; pero extrañamente, me da la impresión  de  que no es mala persona. 

«—–XX—–XXXX»

La mujer me sonríe al verme aún estando claramente agotada y dijo algo extraño.

¿Qué está diciendo?

Estaba un tanto mareado, no podía escuchar claramente y tampoco comprender nada en absoluto.

¿No habla japonés? 

«——XXXXX—-XXX»

El hombre le respondió sonriéndole dulcemente. 

No, en serio, ¿qué habéis dicho?

No podía comprenderles en absoluto.

«——XX—–XXX»

Oí la voz de una tercera persona en la habitación, aunque no  sabía de  dónde provenía ya que todavía no veía con  nitidez.

Intenté incorporarme y preguntarles dónde estaba y quiénes eran, porque, aunque haya sido un hikikomori, todavía conservaba un mínimo de habilidades sociales, o al menos era capaz de preguntar algo tan simple como eso.

«Ah, Ah——»

Pero cuando intenté hablarles, fui incapaz de distinguir si lo que salió de mis labios fue un gruñido o respiración  pesada.

Y es que no podía moverme, sentía sin problemas el tacto en mis dedos y muñecas, pero no era capaz de controlar mi  cuerpo.

«XXX–XXXXX»

Pasado unos instantes, el hombre me cogió en sus  brazos.

¿Estás de broma? Peso más de 100kg, ¿cómo puede levantarme tan fácil…?

No, quizás he estado en coma varias semanas y he perdido mucha masa corporal, después de todo, el accidente ha sido bastante estrepitoso; cabe   la posibilidad de que haya hasta perdido un brazo o una   pierna.

Y lo que pensé en ese preciso instante  fue,

Así que un destino peor que la muerte…  aahhh…

 

2º Parte

 

Ha pasado ya un mes desde ese  acontecimiento.

Por lo que he podido comprobar, da la impresión de que me he reencarnado; porque me he convertido en un bebé. Pude confirmarlo mientras me llevaban en brazos; pasamos frente a un espejo y  vi  mi  reflejo, aunque no entiendo muy bien como he podido conservar mis recuerdos, pero eso es algo que difícilmente veré como algo  negativo.

Cualquiera ha podido entretenerse fantaseando con mantener los  recuerdos al reencarnarse alguna vez, pero nunca imaginé que tales fantasías pudieran hacerse realidad….

La primera pareja que pude ver tras nacer parece que son mis padres, seguramente tengan unos veinti pocos años. Sin lugar a dudas, son más jóvenes que yo en mi anterior vida, por lo que, desde mi punto de vista, teniendo yo 34 años, es correcto llamarles  jóvenes.

Aunque estaba verde de envidia de que tuvieran hijos a su   edad.

Por otro lado, aunque lo sospeché desde un principio, definitivamente no estoy en Japón; hablan en otro idioma, las caras de mis padres no tienen rasgos japoneses, y el estilo de ropa parecía ser de alguna zona más rural    y recluida.

No he podido encontrar nada que funcione con electricidad (la persona vestida de sirvienta estaba limpiando con una bayeta), y los utensilios, cuencos y mobiliario eran principalmente de  madera.

Probablemente, no esté en un país avanzado ni desarrollado, porque la luz no está provista por bombillas, sino de velas y  lámparas  de  aceite.  Aunque otra posibilidad es que sean simplemente pobres, y que no se puedan permitir pagar la factura eléctrica.

…..¿Cuál de las dos será la  correcta?

Al principio pensé que eran adinerados, ya que una persona estaba vestida de sirviente. Pero no me extrañaría que resultara ser la hermana de alguno de mis padres, vería normal que estuviera vestida así si se encargara de la limpieza.

Me  encantaba la idea de  empezar de  nuevo, pero vivir con una familia que no pudiera ni permitirse pagar las facturas me daba cierto   miedo.

3ª Parte

 

Ya han pasado 6 meses desde que me reencarné, y escuchar a mis padres hablar durante este tiempo me ha ayudado a comprenderles  mejor.

Mis notas en inglés no eran demasiado altas, pero parece que aprender un idioma puede ser más o menos complicado en función de  tu  idioma  nativo. Aunque es posible que la mente de este nuevo cuerpo sea excepcional… Me es fácil recordar cosas, pero otra posibilidad sería que tengo el cerebro de un recién  nacido.

También quiero recalcar que por fin he conseguido gatear, le doy tanta importancia porque tener la capacidad de desplazarse es algo  sublime.

Nunca me he sentido tan agradecido por moverme con  libertad.

«Se va corriendo a donde sea en cuanto le quito los ojos de   encima.»

«¿Es malo que sea curioso? Con esto estoy más tranquilo que cuando   nació y no lloró…»

«Tampoco es que llore ahora…»

Mis padres tuvieron esta conversación cuando me vieron por primera vez   ir gateando a todas partes, y es que ya soy mayorcito como para llorar cuando estoy hambriento o por  fallar intentando contenerme, viendo que lo que tiene que salir por abajo sale sólo, así que simplemente no le doy importancia.

En el momento que pude gatear, fui capaz de comprender muchísimas cosas.

Lo primero de todo, que esta familia estaba relativamente bien avenida, después de todo vivíamos en una casa de madera con dos plantas, más de    5 habitaciones y además tenían contratada a una  sirvienta.

Al principio me dio la impresión de que la sirvienta era mi tía o  algo similar, pero su actitud tan respetuosa hacia mis padres me  hizo cambiar  de opinión.

También he descubierto que vivo en una  aldea.

El paisaje que podía verse por las ventanas era el de unos tranquilos terrenos de cultivo junto algunas casas bastante repartidas, y  a  los lados  de los campos de trigo podía ver a 2 o 3 familias; todo bastante rural. No    vi cableado eléctrico, ni postes de luz ni nada parecido.  Quizás  no  tuvieran ni un generador de  electricidad.

Había leído que en países del extranjero ponen el cableado en el subsuelo, pero si fuera así, es extraño que esta casa no tuviera electricidad. Y es que todo es demasiado rural, me costaba adaptarme siendo alguien que había vivido en la era de las nuevas  tecnologías.

Aunque me haya reencarnado como pedí, también me gustaría tener un ordenador personal.

Esa forma de ver las cosas terminó una tarde cualquiera sin nada  que  hacer, en la que me subí a una silla con la intención de admirar el paisaje como hacía a menudo. Cuando me asomé, me sorprendí enormemente al  ver a mi padre dando espadazos con una espada en el   jardín.

Pero..¿? ¡¿Pero qué hace?!

¿Mi padre a su edad todavía juega con espadas?  ¿Chuunibyou?

Oh, mierda…

Me caí de la silla de la impresión, y aunque con mis diminutas manos intenté agarrarme a la silla, fueron incapaces de soportar mi peso y lo primero que impactó en el suelo fue mi  cabeza.

«¡Kyaa!»

Oí un grito nada más caer al  suelo.

Al mirar en esa dirección pude ver que mi madre había dejado caer la colada, tapándose la boca con las manos y mirándome fijamente con la  cara blanca.

«¡Rudi! ¡¿Estás bien?!»

Mi madre, presa del pánico, corrió para levantarme, me miró a los ojos y llevó su mano al pecho más  calmada.

«…..Fiuu, parece que estás bien.»

Jovencita, ¿he de recordarle que es mejor no mover a  aquellas personas que acaban de sufrir un golpe en la  cabeza?

O eso quería decirle, aunque me era  imposible.

Por su aparente ansiedad, parece que la  caída había sido bastante grave.  Me preocupé al verla, porque, aunque puede que no haya síntomas ahora, cabe la posibilidad de que por el golpe sufriera algún tipo de discapacidad mental. Y no dejaba de notar un dolor palpitante en la parte trasera de la cabeza.

Me alegro de al menos haber reducido la velocidad de mi caída al agarrarme a la silla.

Ya que la reacción de mi madre no era de pánico, asumí que no había sangre y que sólo era un chichón, al que se quedó mirando fijamente. Por   su expresión daba a entender que la herida podría ser  seria.

Pasado un tiempo, puso su mano en mi  cabeza.

«Mejor asegurarse…. Que el poder de Dios se convierta en una abundante cosecha para ser ofrecida a aquellos que han perdido la fuerza para mantenerse en pie, 『VITALIS』»

Casi dejo escapar un Anda, anda, ¿acaso así se hace en este país el sana, sanita?

¿O podría ser que, junto con el espadachín de mi padre, mi  madre  también sufriera el chuunibyou? ¿Un guerrero y una clérigo unidos en matrimonio?

En cuanto pensé esto, la mano de  mi madre comenzó a  emitir una tenue  luz y, en un instante, el dolor  desapareció.

…… ¿Eh?

«¿Ves? Así mejor. Después de todo, tu madre sigue  conservando  su  licencia de aventurera.»

O algo parecido, porque no le  presté  demasiada atención, pues parecía  que estaba fanfarroneando, además de que me encontraba inmerso instantáneamente en la confusión.

Espada, guerrero, aventurero, luz, hechizo, clérigo; todos estos términos resonaban en mi cabeza.

¿Qué ha pasado? ¿Qué fue lo que  hizo?

«¿Qué fue lo que pasó?»

Mi padre se asomó por la ventana tras oír gritar a  mamá. El sudor corría  por todo su cuerpo como si hubiera estado entrenando de verdad con la espada.

«Cariño, escucha esto. Rudi ha sido capaz de subirse a una silla… y casi acaba gravemente herido.»

«Venga, no te preocupes, estaría más preocupado si no fuera tan   activo.»

Una madre ligeramente preocupada y un padre que no le daba demasiada importancia y la tranquiliza, una situación bastante común. Pero en esta ocasión, quizás debido a que me golpeé la cabeza, mi madre no se conformaba.

«Cariño, ¿No podrías preocuparte un poco más? ¡Nuestro hijo no ha cumplido ni su primer año!»

«Aún así, los niños crecen a base de caerse para así llegar a ser suficientemente fuertes. Además, aunque se hiciera daño, siempre puedes curarle, ¿no?»

«Pero eso no me tranquiliza, no dejo de pensar que un día se hará tanto  daño que no podré curarle con mi  magia…»

«No le pasará nada, confía en  mí.»

Diciendo esto, mi padre la abrazó fuertemente, y la cara de mi madre se sonrojó.

«Sentí pánico cuando no lloró al nacer, pero ahora que le veo ser tan travieso, estoy seguro de que no le pasará  nada.»

Y tras decir esto le dio un beso a la que es mi   madre.

¡Oigan ustedes! estáis haciendo esto delante mía a propósito,  ¿verdad?

Al poco rato la pareja me dejó en la habitación de al lado para  que  durmiera un poco, se fueron al segundo piso y se dedicaron a la tarea de hacerme hermanitos.

¡Aunque os vayáis al segundo piso todavía oigo los gemiditos y los nyan nyan, malditos riajuus!…………………Así que magia,  jum…

 

4ª Parte

Pasado un tiempo, comencé a prestar especial atención a  las  conversaciones entre mis padres y la sirvienta, lo que llevó a encontrar muchos términos que no estaban en mi actual  vocabulario.

Por el contexto, comencé a entender que eran nombres de países, provincias, y varios lugares importantes; y ninguno se parecía a nada que recordara de mi anterior vida.

Quizás este lugar sea… No, en realidad ya estaba seguro de   ello.

Este sitio no es la Tierra que conozco, sino que estoy en otro mundo completamente distinto, con espadas y  magia.

En cuanto comprendí esto, tuve una  revelación.

…….Quizás en este mundo sea capaz de  conseguirlo.

En un mundo con espadas y magia, totalmente distinto a mi anterior vida con un sentido común tan diferente, quizás sea capaz de cumplir lo que  pedí en esa calle bajo la lluvia, vivir como una persona normal, esforzándome al máximo, capaz de volver a levantarme tras tropezarme, viviendo una vida plena.

Cuando morí en mi anterior vida, mis últimos momentos estuvieron llenos de arrepentimiento, acabé lleno de una ardiente inquietud por no haber conseguido hacer nada importante en la  vida.

Pero habiendo experimentado todo eso, y manteniendo el conocimiento y experiencia de mi anterior vida, quizás sea realmente capaz ahora……. De vivir plena y seriamente.

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