RI 39 – ​Riqueza.

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Sun Dazhu movió la cabeza y satisfecho dijo: “Puedes mantener esta ficha. Se le permitirá entrar y salir libremente de este jardín. Pero recuerde, no se le permite tocar cualquiera de las hierbas sin mi permiso”.

Wang Lin asintió. El sabía que a Sun Dazhu no le gustaba, pero al ver  que ya había llegado a la tercera etapa, Sun Dazhu al menos lo reconoció como discípulo. Wang Lin con respeto se fue.

No mucho tiempo después, llegó al pabellón del espíritu de la espada en el patio principal. Estuvo aquí hace muchos años, y estar aquí de nuevo le hizo recordar la escena de ese entonces.

Fuera del pabellón del espíritu de la espada estaba sentado un discípulo de ropas blancas. Parecía que tener unos treinta años y un era un poco gordo. Wang Lin no lo reconoció, por lo que parecía que no participó en el entrenamiento intenso.

Miró a Wang Lin y exclamó, “Hermano-junior, sólo está en la tercera etapa. ¿Qué está haciendo aquí? Este es un lugar donde sólo los discípulos de la cuarta etapa o superior pueden entrar”.

Wang Lin se mantuvo en silencio. Sacó la ficha que Sun Dazhu le dio y se la arrojó.

Después de que el discípulo de gordo recibió la ficha, su rostro se convirtió en extraña, como si estuviera tratando de contener una sonrisa. Pronto, no pudo retenerlo por más tiempo y se echó a reír. “Parece que es la tradición del hermano mayor Sun. Me había olvidado de esto. Hermano Sun tiene esta tradición, cada vez que hay una competición contra otra secta él usaría una espada voladora para destacar.”

Wang Lin sintió vergüenza, sobre todo pensando en la expresión seria de Sun Dazhu antes. Él sonrió con cautela.

El gordo se rió durante mucho tiempo. Se obligó a bajar su risa y agitó la mano diciendo, “Hermano-junior, puede ir. Recomiendo la tercera espada desde la derecha. Esa espada voladora es realmente sorprendente. La primera vez que lo vi, pensé que era la espada voladora más increíble en el país de Zhao”.

Wang Lin dio las gracias rápidamente al hombre y se dirigió hacia el pabellón. Cuando faltaban cinco metros de distancia, de repente detectó ondas de energía desde el pabellón, aparentemente para tratar de evitar que entre.

Al ver esto, el gordo se dio cuenta de que se olvidó de desactivar la formación en torno al pabellón. Quería decirle Wang Lin, pero justo cuando estaba a punto de hablar, de repente se detuvo como si tuviera una espina clavada en su garganta. Sus ojos se agrandaron y se quedó mirando Wang Lin con una mirada de incredulidad.

Wang Lin sintió la resistencia y recordó la vergüenza de entonces. Él resopló y siguió avanzando, cinco metros, cuatro metros, tres metros, dos metros, un metro.

A pesar de la resistencia cada vez mayor, no fue capaz de detener Wang Lin en absoluto y fácilmente entró en el pabellón del espíritu de la espada. Después de entrar en la habitación, utilizó su sentido inmortal y se encontró que la habitación en la que se encuentra actualmente en era muy extraño. Parecía que su sentido inmortal es restringido a sólo tres metros de distancia.

El gordo de inmediato se levantó con una expresión de asombro en su rostro. Él era el discípulo encargado de gestionar el pabellón del espíritu de la espada, por lo que conocía el poder de las formaciones muy bien. Por no hablar de discípulos internos, pero muchos de los ancianos no podía abrirse paso como Wang Lin lo acaba de hacer.

Sólo durante el reclutamiento de discípulos, el poder de la formación se debilitó en cientos de capas, de modo que la energía de las espadas podría ser liberado para ver si había alguna compatibilidad.

“¿Esta la formación rota?” El gordo no podía creer lo que acababa de suceder. Él piensa que la formación tuvo que estar rota, por lo que se dirigió al pabellón para probarla por sí mismo.

Sólo cuando entró en el rango de cinco metros, sintió una presión muy fuerte que le hizo sentir como si fuera una hoja en el mar agitado. Fue expulsado sin piedad. Su cuerpo voló en  un arco mientras caía. Él tosió un par de bocanadas de sangre después de aterrizar en el suelo. Después de mucho tiempo, recuperó sus sentidos. Su cara estaba llena de miedo. Exclamó, “No… ¡No lo está!”

Wang Lin entró en la habitación con facilidad. Una vez dentro, vio que había muchas espadas voladoras de varias longitudes, todas liberando poderosas intenciones de espada.

Wang Lin examino las espada una a una sin parar, hasta que finalmente vio la espada que el gordo dijo que era la espada que se ve más increíble en el país de Zhao.

Después de verla, Wang Lin se quedó sin habla. En realidad, podría ser considerada como la más increíble espada voladora. Cabe incluso en realidad no se han considerado como una espada voladora, sino más bien como una barra de metal.

Es de veinte centímetros de ancho, un metro de largo, y todo el cuerpo brilla con una luz dorada. La causa de la luz dorada no era porque se trataba de alguna espada con un hechizo mágico, la luz dorada era porque toda la espada estaba chapada en oro.

Asimismo, no cree que el enchapado de oro estaba allí sólo para ocultar alguna obra maestra debajo, la espada era sólo de arrabio*.

[*Producto obtenido de la primera fusión del hierro en los altos hornos que contiene más carbono que el acero o que el hierro forjado y se rompe con mayor facilidad.]

En el mango tiene dos diamantes grandes, e incluso la borla espada fue hecha de hilo de oro.

En resumen, portar esta espada realmente haría a la gente asombrarse, y tal vez incluso hacerles pensar que era una espada increíble.

Wang Lin se frotó la barbilla. Él es muy optimista acerca de la espada. Solamente por si en algún momento necesitaba dinero en el futuro, podría venderla por mucho dinero.

En la espada voladora había un cartel que decía: “El nombre de esta espada es Riqueza. Fue hecha por un anciano de la secta hace quinientos años y dice que tiene un poder inimaginable. Pero en realidad, esta espada se ha roto y reconstruido muchas veces. Sin embargo, debido a que el anciano había hecho mucho por la secta, su última voluntad fue dejar la espada aquí con la esperanza de que en el futuro alguien la encuentre adecuada”.

“Quien elija esta espada debe tratarla bien. Si la rompe, debe ser reparada inmediatamente. ¡Si la vende, entonces la persona que la vendió será expulsada de la secta!”

Wang Lin no pudo contener su risa. Cogió la espada y dijo: “Yo te elegí, pero, yo, Wang Lin, soy un hombre pobre, por lo que si te rompes, ¡no esperes que pueda repararte!”

Después de poner la espada voladora en su bolsa de almacenamiento, salió de la habitación. El gordo en el exterior se veía nervioso. En lugar de la risa burlona de antes,  respetuosamente despidió a Wang Lin.

El sentido inmortal de Wang Lin se restringió el interior del pabellón, por lo que no vio lo que pasó con el gordo, por lo que estaba sorprendido con el cambio de actitud del hombre gordo.

Después de regresar al jardín de Sun Dazhu, Wang Lin sacó la espada. Sun Dazhu estaba aturdido, y después de murmurar para sí mismo por un tiempo, miró pensativamente a Wang Lin y le dijo: “Cuando vi esta espada antes, yo no tenía las agallas para tomarla, pero parece que tienes agallas. Bueno. Lleva esta espada contigo a la competencia en tres días y ve la reacción de los demas”.

Tres días más tarde, la campana de la secta Heng Yue sonó nueve veces. Hizo eco durante mucho tiempo a través de la montaña. El patriarca, todos los ancianos, y muchos discípulos todos estaban fuera de la sala principal.

Vieron un punto negro aparecer en el cielo. El punto negro se acercaba más y más a ellos, hasta que vieron que era un largo ciempiés de mil patas. El ciempiés era completamente azabache. Volando entre nubes negras de tormenta, ya que rugió estruendosamente hacia ellos.

[A pesar de lo que puede indicar su nombre, un ciempiés adulto puede tener entre 15 y 177 pares de patas]

Todos los discípulos internos de la secta Heng Yue respiraron profundamente, sus ojos se llenaron de miedo. Algunas de las caras de las discípulas se pusieron pálidas y sus piernas se debilitaron.

“¿Cuál es la gran cosa al respecto? A pesar de este ciempiés de mil patas da miedo, si uno se ponía encima de éste y lo apuñalaba con una espada, ¡moriría!” El anciano de la cara roja al lado del patriarca gritó. Su voz era muy ruidosa. Parecía que quería la gente que monta en el ciempiés lo oyera.

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