“¡Bang!”
Roland cerró la puerta ferozmente y respiró hondo.
La nieve que se le había pegado se disolvió rápidamente en agua.
A pesar de que había comprendido durante mucho tiempo que los sueños eran muy variados, esta escena todavía le impresionaba.
Roland caminó hacia la ventana del cuarto de madera y miró hacia afuera para inspeccionar la pared exterior. La pared era plana y ordenada sin siquiera tener ni rastro de estar incrustada una puerta o reparada.
Es decir. La puerta estaba incrustada en la pared mientras que el apartamento estaba “finalizado”, en vez de ser construida después.
Entonces… ¿la puerta sólo estaba en la habitación 0825, o en cada piso?
Pero si la puerta también se construyó en otros pisos, ¿qué tipo de escena tuvieron y a dónde condujeron?
Roland se sintió entusiasmado con esta idea.
Volvió a su dormitorio y rebuscó por el armario antes de ponerse una ropa de invierno. El abrigo desgastado que eligió parecía que había perdido la gran mayoría de sus plumas y la lana de la bufanda tejida se veía dividida o fea, pero como no tenía mejor elección en ese momento, tuvo que acostumbrarse a ellas.
Era un día caluroso de verano, después de ponerse la ropa abrigada, Roland sintió que se encontraba rodeado de calentadores, sudando muchísimo, su temperatura corporal se elevaba.
Nuevamente se acercó a la puerta de hierro. Él pateó las chanclas y las reemplazó con un par de zapatos de cuero verde antes de abrir la puerta y salir.
Desde el momento en que entró en el mundo de la nieve, el frío viento sopló por las aberturas de su cuello y sus puños y le atravesó el cuerpo. Cuando el frío viento se enfrentó a los calurosos Sudores de su piel, sintió un frío extremadamente helado y no pudo evitar estornudar.
“Espera, si mantengo esta puerta abierta, ¿significa que tendré un aire acondicionado sin electricidad?” Pensó Roland.
Se preguntó qué pensaría Zero de esta escena.
Roland se frotó la nariz y miró hacia atrás. La puerta parecía estar unida con un sótano que estaba medio enterrado en la ladera. Había muchos almacenes bajos similares alrededor de esta área que obviamente fueron construidos por agricultores o comerciantes que vivían fuera de la ciudad. Pero Roland notó que estos almacenes estaban desprotegidos, como si todo el campamento estuviera abandonado.
Sin embargo, lo que realmente maravilló a Roland era la escena que estaba a unos cientos de metros de la pendiente.
Él vio un claro límite de este mundo.
Hasta donde pudo ver, la pendiente de la nieve se cortó bruscamente en el medio, mientras que el spall flotaba en el aire como si se hubiera vuelto ingrávido. En ese espacio se produjeron violentos ciclones y oscuridad sin fin. Ocasionalmente un rayo escarlata crujió por el cielo, iluminando la zona del límite, y aun así, la oscuridad se extendió más allá de lo que podía ver.
Este escenario fue espantoso pero extraordinariamente magnífico. Si podía ponerle palabras, era como una isla solitaria flotando en el vacío. El límite se había extendido a lo largo de la montaña hasta que desapareció en la tormenta de nieve. Sin duda, debe haber otra frontera similar al otro lado de la Ciudad Santa, pero estaba demasiado lejos para que él la viera ahora.
¿Fue este el fragmento de memoria que quedaba en la mente de Zero?
Pero Roland no se atrevió a acercarse al límite para ver a su alrededor. Tanto el violento viento que rasgó la caída como los relámpagos que crepitaron el cielo eran peligros para él. Tampoco se movió inmediatamente hacia Ciudad Santa. Mirando desde aquí, estimó que le llevaría al menos media hora llegar a la ciudad. Tomaría más tiempo si tuviera que caminar por la nieve tan profunda hasta los tobillos. Él necesitaba suficiente preparación.
Después de eso, Roland deambuló por este campamento suburbano.
No encontraba nada vivo, ya fuera en almacenes semienterrados, viviendas o tiendas de campaña. Toda la gente parecía como si se hubiera desvanecido.
Era algo así como el campo de batalla del Alma para él, nada más que un escenario construido con memoria.
En consecuencia, Ciudad Santa también debe ser no controlada.
A pesar de que no había rastro de vida alrededor, los almacenes estaban bien llenos, como un cuadro de la memoria congelado de cuando se escupió.
Un ejemplo de ello sería la uva fresca que Roland tenía en la mano.
Roland los encontró en el pequeño sótano de al lado. La cerradura de hierro de la puerta no pudo detenerlo. Simplemente giró la cerradura y el cerrojo con una llave que encontró en la casa. Había suficiente comida en él, como carne seca curada, filetes, trigo e incluso una pequeña media caja de uvas.
Las uvas parecían muy frescas. Deben haber sido transportados desde la vieja Ciudad Santa bajo la meseta. Cuando Roland se puso uno en la boca, aún podía saborear su dulce frescura.
Su mayor beneficio fue una pequeña caja de hierro que había encontrado en el sótano. No fue por su cuidadosa búsqueda, sino simplemente porque se había abierto al entrar en el sótano. Una lámpara de aceite se encendió junto a ella, como si alguien hubiera desaparecido de repente en el momento en que estaba metiendo cosas en el compartimento. El compartimento se dejó abierto, revelando la caja de hierro medio escondida.
La caja contenía más de 10 reales de oro y varias piedras preciosas de gran calidad. Roland se las embolsó todas sin dudarlo.
Después de confirmar que las cosas del fragmento de memoria podían ser llevadas a su apartamento, se puso a trabajar de inmediato.
Después de dos horas de duro trabajo en el suelo nevado, Roland trasladó cualquier cosa valiosa a su casa. Incluyó mucha comida y varios armamentos, como armaduras, espadas cortas y ballestas. El primero ahorraría en el gasto de alimentos, mientras que el segundo podría valer algo de dinero si los vendiera en línea.
Roland seguía llevando cosas desde el campamento hasta el cuarto de madera hasta que la habitación estaba llena. Después de eso, no tuvo otra opción que cerrar la puerta con resistencia.
Se sentía tan bien después de recoger tantas cosas gratis.
Él no podía contener la risa cuando pensó que había una Ciudad Santa entera para que él la saqueara.
La riqueza de toda la ciudad probablemente lo haría rico de la noche a la mañana. Los gastos de manutención no eran ningún problema para él ahora.
Roland estaba suspirando mientras se quitaba la ropa. Cuando estaba a punto de irse y tomar un poco de agua, un giro de mareo agudo le golpeó repentinamente.
“¿Qué está pasando?” Tropezó hacia la mesa de té. Pero antes de hacerlo, sintió que su campo de visión se volvía al revés, seguido de una explosión y entonces la oscuridad se apoderó de él.
…
Cuando Roland volvió a despertarse, se encontró en su habitación acostado en la cama, dolorido como si hubiera pasado por una maratón.
En la noche había envuelto la ciudad fuera de las cortinas, indicando que había estado dormido por más de una o dos horas.
Roland pensó que esto se debía probablemente a su cansancio excesivo, así como a la insolación causada por el golpe alterno de frío y calor. Y que probablemente debería haber dormido antes de su parto.
Pero para su sorpresa, no se sentía muy débil en este momento. En vez de eso, estaba lleno de energía y por eso ignoró el dolor. Parecía como si una corriente caliente corriera a través de su cuerpo una y otra vez, haciendo que su sentido del tacto fuera súper agudo.
Fue entonces cuando Roland sintió un débil aliento cerca de su almohada.
Giró un poco la cabeza y encontró a Zero, que estaba inclinado a su lado.
Estaba sosteniendo una toalla mojada, la mitad de sus mejillas iluminadas por la luz de la luna, sus pestañas temblando un poco, su espalda moviéndose hacia arriba y hacia abajo junto con su respiración.
Probablemente porque la habitación era excesivamente asfixiante, su vestido estaba empapado y sus brazos cubiertos de finas gotas de sudor, enviando un aroma único.
Roland sabía que debía ser la niña que lo arrastró de la sala de estar al dormitorio. Además, intentó la forma básica de enfriarlo. Se golpeó los labios y aún podía saborear el residuo del aceite de pachulí en su boca.
NT: patchouli es una planta..
“¿Cómo se las arregló para verter el líquido?” pensó Roland.
Roland agitó su cabeza con resignación al ver a Zero que dormía indefensa. Se levantó en silencio y la llevó a la cama. Después de eso, volvió suavemente al salón. Zero, que se preocupaba tanto por el orden de su dormitorio, no quería ir a su propia cama antes de bañarse. Simplemente la dejó en su cama.
De todos modos, ya estaba bastante sucio.
Acostado en el sofá, notó que el dolor se estaba desvaneciendo y que podía sentir cada vez más la corriente caliente de su cuerpo.
Roland se dio cuenta de que no era una ilusión.
Pero algo difícil de describir.
Se metió en el bolsillo de su pantalón en busca de un real dorado que había sacado del fragmento de memoria y lo sostuvo en la palma de su mano.
Él quiso que la cálida corriente se juntara en su palma de la mano.
Roland apretó el puño, y cuando lo abrió, el real de oro había sido doblado en forma de media luna.
