El Mar de Remolinos, las Islas de los Fiordos.
Una niebla comenzó a elevarse sobre el mar, haciéndolos sentir como si estuvieran navegando a través de las nubes. Poco después que dejaron la Isla Ola de Nieve, la misma desapareció de la vista, excepto por una vasta extensión de blancura. Parecía como si la isla nunca hubiera existido. Solo el chapoteo del agua que golpeaba la parte inferior del barco le permitió a Margaret, a quien ahora le resultaba difícil decir su ubicación en la niebla, saber que seguían avanzando.
Los marineros consideraban un tabú navegar con niebla.
Por lo general, si un capitán les solicitaba hacerlo, lo atarían y lo arrojarían al mar.
Sin embargo, siempre seguirían las órdenes de Thunder, ya que no solo era el capitán del Caza, sino también el explorador más famoso de los Fiordos.
No importa a dónde quisiera ir Thunder, ya sea un pozo sin fondo o una corriente de lava en lo profundo de un volcán, siempre podría reclutar gente dispuesta a seguirlo.
“¡Capitán, el área del Arrecife Oscuro está justo enfrente de nosotros!” Gritó un marinero, que estaba familiarizado con el terreno subacuático de aquí.
“Bajen las velas y disminuyan la velocidad,” dijo Thunder mientras aplaudía. “Atención, todos. ¡Ese es nuestro destino! Levanten las orejas y mantengan los ojos bien abiertos para observar el agua que nos rodea.”
“¡Sí!” Corearon.
Desde que Thunder se reunió en secreto con Su Majestad en la ciudad del rey de Graycastle y obtuvo el apoyo de Roland, no había perdido ni un solo día para prepararse para su tercer viaje a las Islas Sombra. Para explorar el secreto de la línea marina y las mareas, necesitaba un barco adecuado, exploradores sobresalientes y, lo que es más importante, una bruja que pudiera observar las mareas bajo el mar.
La bruja que quería era Joan, una amiga de la infancia de Margaret.
“¿De verdad vamos a encontrarla aquí?” Molly se paró sobre la cabeza del Sirviente Mágico y miró a su alrededor, añadiendo, “No veo nada en absoluto.”
“Joan solo aparece cuando estamos en problemas. Ella no hará la vista gorda ante un barco que se dirige a una zona peligrosa,” dijo Margaret en voz baja.
“¿Se había transformado en un pez ahora?”
“La última vez que la vi, solo sus piernas se habían convertido en una cola de pez, pero fue hace más de 10 años. No estoy segura de cómo se ve ahora,” contestó Margaret mientras sacudía la cabeza.
“Es un tipo de habilidad mágica de invocación. Puede transformarse en cualquier animal del mar. Si ha vivido en el mar todos estos años, como dijiste, debe haber pasado el Día del Despertar sin problemas. Pero como ya han pasado tantos años, ¿es cierto que sigue en este mar?” Camilla Dary, Chambelán Jefe de la Isla Durmiente, dijo después de pensarlo.
“Mi lady, por favor, confíe en nosotros. Desde que supe que era una bruja, he vigilado de cerca este mar. Su canto es el símbolo de la Isla Ola de Nieve y he oído que algunos comerciantes atraídos por ella incluso deseaban capturarla y quedársela,” dijo Thunder con una sonrisa.
“¿Los detuviste?” Preguntó Camilla, levantando una ceja.
“Un naufragio los detuvo, y nadie se atreve a hacer eso de nuevo. Te lo prometo,” contestó Thunder y le guiñó un ojo.
“Ya veo… Gracias por ayudar a las brujas,” dijo con la mano en el pecho.
“¡Gracias, tío!” añadió Molly.
“Jajaja, ¿te parezco tan viejo?” Thunder se tocó la barba y dijo, “No es muy larga.”
Al ver esto, Margaret, quien permaneció a su lado, sacudió la cabeza ante el hecho de que todavía era popular entre las chicas. Ella sabía que, en cualquier isla de los Fiordos, él era el hombre más popular y por eso se ganó su afecto.
Ella pensó que era una lástima, ya que él tenía a su hija Lightning, había renunciado a la idea de comenzar otro matrimonio.
“¡Jefe, creo escuchar un canto! ¡En el noroeste!” Gritó alguien de repente, en la popa del barco.
“¡Cállense todos!” Thunder y las brujas corrieron simultáneamente hacia la popa del velero, seguidos por Margaret.
Todos contuvieron la respiración y escucharon atentamente. El tenue canto vacío se hizo gradualmente más claro. Venía de cierta dirección en lugar de reverberar por todas partes, actuando como un haz de luz que atraviesa la espesa niebla para guiar al Caza hacia una ruta segura.
“¡Recojan las velas y tiren el ancla! Pongan el transbordador de aterrizaje en el mar.” Ordenó Thunder.
Desde que Joan se despertó y se convirtió en bruja, siempre permaneció oculta para evitar ser atrapada. Si bien guiaba a los barcos en peligro con su voz, muy pocas personas la habían visto antes. En vista de eso, Thunder planeó dejar a la Caza anclada para atraer a Joan. Mientras tanto, llevó a las brujas y a Margaret en un pequeño bote para rastrearla siguiendo su voz.
El Sirviente Mágico se zambulló en el agua para llevar el transbordador de aterrizaje hacia delante, ahorrando así la molestia de remar.
Viajaron en la espesa niebla durante menos de 10 minutos, y entonces Margaret vio de repente una figura verde en el mar.
“¡Joan!” No pudo evitar gritar.
La voz que cantaba se detuvo rápidamente.
Vieron a una chica flotando en el agua mientras revelaba solo la parte superior de su cuerpo sobre la superficie. Ella miró fijamente a las personas en el bote y pareció perdida. Sus ojos se abrieron con asombro, su piel era blanca pálida como si apenas se expusiera a la luz del sol. Su cabello era como algas marinas esponjosas, colgando hacia abajo para cubrir la mitad de su cara, pero todavía podían ver algunas marcas como escamas en su mejilla y cuello.
“¡Soy yo, Margaret! ¿Te acuerdas de mí?”
“Yih-yih-yeh.” La chica hizo algunos sonidos intermitentes.
“Es inútil. No ha hablado con la gente en mucho tiempo. Ahora no puede hablar.” Thunder interrumpió decididamente. “Dejémosle este problema de comunicación a usted, Lady Camilla.”
Camilla asintió y luego puso su mano en el hombro de Margaret.
Al instante, Margaret escuchó lo que Joan dijo en su cabeza.
–¿Los… trajiste aquí para atraparme?–
–No, vengo aquí para…–
“Dilo en tu corazón. Ella puede oírte así y es más sincero comunicarse con tu corazón.” Camilla interrumpió.
Margaret tragó saliva para calmarse, pensando en lo que debía decir.
–Una vez me salvaste la vida. Joan, ¿te acuerdas?– Vengo aquí a pedirte ayuda.
Después de un largo tiempo, Margaret escuchó a Joan una vez más.
–Te recuerdo, Margaret. A menudo jugábamos juntas en el pasado.–
Sorprendida por lo que estaba sucediendo, Margaret estaba perdida en sus pensamientos. –Esta es la habilidad de la bruja. Es increíble… Afortunadamente, Thunder predijo el problema del idioma antes de partir e invitó a Camilla Dary del Hechizo Durmiente a unirse a este viaje. Ella puede hacer que la gente se comunique con sus corazones.–
–¿Quién es Camilla Dary?–
–Vaya, olvidé que todos mis pensamientos pueden ser escuchados por ella ahora,– Margaret pensó y rápidamente se concentró de nuevo. Ella lo “explicó” en su corazón. –Camilla Dary es la señorita que nos está ayudando a comunicarnos con nuestros corazones. Es una bruja como tú.–
–¿Los marineros no atrapan brujas?–
–Por supuesto, la iglesia ha sido completamente destruida. Ahora las brujas se han establecido en los Fiordos y la Isla Durmiente es una ciudad construida por brujas. Si quieres ir allí, te mostraré el camino.–
–¿Oh?– Joan sonó emocionada y preguntó más, –¿Qué ha pasado recientemente? Alguien tenía la intención de atravesarme con un arpón. Pensé que venían aquí por la recompensa de la iglesia.–
–Nada de eso volverá a pasar. Lord Thunder ha resuelto el problema.–
–¿Thunder? ¡Te refieres al explorador más distinguido!–
–Sí, está justo detrás de mí. No lo sabes, pero me uní a su pelotón de exploración poco después de dejar el pueblo de pescadores.–
–¿En serio? Cuéntame más sobre eso.–
…
Después de mucho tiempo, Joan dijo, “¡Sí!” y se zambulló nuevamente en el mar, dejando solo ondulaciones en la superficie del agua.
“¿Cómo va todo?” Preguntó Thunder.
Margaret se dio la vuelta y sonrió, diciendo, “Ha aceptado nuestra petición.”
