RW 472 – Promesa de Amor

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“Ropa, zapatos, tazas, cucharas y tenedores.” Contó cada elemento con sus dedos. “Hay algo más que deba llevarme?”

El piso estaba lleno de una variedad de artículos para el hogar, desde una cafetera hasta un plato de madera.

‘La mantas para la cama son importante’, pensó Irene y luego dijo “será mejor que tomes un juego de almohadas, sábanas y mantas.”

Al escuchar esas palabras, Rosia y Gait comenzaron a reír, pero pronto fueron silenciadas, por la mirada fría de May. “Los juegos para las camas no son importantes. Carter dijo que compraría un nuevo juego para la cama en el mercado. Además se dice que una vez pertenecieron a las cuatro familias y que estas fueron tomadas de los sótanos de su mansión.”

“wow, entonces deben estar hechos de seda fina”, comentó Irene con envidia. “He escuchado que hay un sastre en Ciudad del Rey que vende tela y prendas hechas de seda pura. Es lamentable que solo los grandes nobles y comerciantes puedan comprarlo. Por lo que si son de las cuatro familias, entonces deben ser igual de buenas.”

“Sí, más o menos”, May respondió con indiferencia. “Recuerdo que dijo que un set valía cinco royales de oro.”

“Wow…” Las tres chicas se sorprendieron.

“Cinco, cinco royales de oro! Oh dios mio!” Rosia chasqueó los labios. “Me tomaría casi dos años ganar tanto dinero.”

“Cómo puedes comparar con la Estrella de la Región Oeste?” Gait dijo burlonamente mientras se daba golpecitos en la cabeza. “La señorita May es una celebridad que se ha presentado en Ciudad del Rey! En cuanto a Su Excelencia Carter, es el Comandante de los Caballeros de Su Majestad. No se puede competir con ninguno de los dos!”

“Eso es realmente increíble, May”, dijo Irene, mientras miraba a May con sus radiantes ojos. “Te envidio mucho.”

May sabía que solo Irene se sentía genuinamente feliz por ella, y su sinceridad era la razón por la cual el Caballero Luz de la Mañana se sintió atraída por ella en primer lugar. También se preguntó cómo una chica como Irene, que creció en el teatro, era impermeable a las tentaciones y los deseos mundanos al tiempo que conservaba la inocencia y la bondad de la infancia. Aunque había olvidado su pasado romántico, May todavía estaba encantada de ver que Irene estaba un poco envidiosa de ella. “Cuando seas famosa, podrás comprar un set para ti…Te pagarán varios royales de oro por actuar en Ciudad del Rey una sola vez, por no mencionar las propinas que recibirás de los nobles después del espectáculo.”

“Pero cuánto tiempo me tomará llegar a ser tan bueno como tú?” Irene preguntó con frustración, mientras apretaba su boca.

“Parece que están muy ocupado aquí. Están ensayando?” En ese momento, la puerta se abrió bruscamente. Un joven apuesto asomó la cabeza y preguntó “Estoy interrumpiendo?”

“Es…Su Excelencia Carter!” Gait y Rosia inmediatamente se inclinaron.

“Buenos días, señor Caballero.” Irene se giró y le sonrió. “Estamos discutiendo acerca de lo que May debería llevar a su nuevo hogar y acerca de ti también.”

“De verdad? Qué dijeron de mí?” Carter preguntó con curiosidad, rascándose la parte posterior de la cabeza.

“Nada!” May lo miró y pensó en silencio como siempre parecía ser un caballero perfecto cuando tenía la boca cerrada, pero la ilusión se hacía añicos una vez que comenzaba a hablar. “Por qué viniste aquí hoy? Hoy no es tu día libre, verdad?”

“Um…no te preocupes. Su Majestad me dio un tiempo libre hoy. Entonces…Te traje un regalo.”

“Un regalo?”

May echó un vistazo por la habitación. Gait pronto captó la indirecta y dijo “Ah, señorita May. Acabo de recordar que tengo algo de lo que encargarme. No dude en avisarme cuando termine de empacar.”

“Yo también. Tengo que lavar la ropa. Ha estado allí por unos días.” Rosia también se despidió con una reverencia y se llevó a Irene con ella mientras salía de la habitación.

“Eh? No necesito hacer nada. Espera…también quiero ver el regalo de May…” Cuando la voz de la joven mujer se desvaneció gradualmente, May suspiró de alivio y cerró la puerta. Se giró hacia el Comandante de los Caballeros y le preguntó “Entonces, cuál es el regalo? Espero que no sea un nuevo invento de Su Majestad otra vez.”

Carter miró alrededor antes de romper el silencio. “Tu padre…“

“Está ocupado. Crees que todos tienen ‘tiempo libre’ como tú?” May estalló con impaciencia. Ella pensó que tomaría un tiempo para que su padre se familiarizara con el nuevo entorno después de mudarse de la Fortaleza a Ciudad Frontera. Sin embargo, para su sorpresa, encontró un trabajo de oficina en el Ayuntamiento en solo una semana, y no hubo nada que ella pudiera hacer al respecto. Ahora era un empleado regular en el Ministerio de Construcción.

“Estoy ocupado, también.” Carter levantó sus manos en defensa. “Su Majestad envió a la Fortaleza Longsong a uno de los empleados más eficientes del Ministerio de Justicia. Ahora tengo que ocuparme de todo tipo de tareas. Además de interrogar a espías y verificar el estado de los residentes, también tengo que buscar delincuentes. En pocas palabras, casi no he tenido tiempo para comer en estos días. No tienes idea de cuán feroces son esos criminales. A diferencia de cualquiera de los lugareños en la Región Oeste, estos muchachos son gángsters, inicialmente escondidos entre los refugiados. Ahora, como las cosas están un poco mejor, han empezado a crear problemas. Pero no se preocupe, solo hacen disturbios en las afueras de la ciudad, en los campamentos temporales en el oeste, por lo que no entran fácilmente en el centro de la ciudad. Los atraparé a todos una vez que los encontremos.”

Al ver a Carter describir el asunto con tanta pasión, May estalló en carcajadas. “Está bien, lo tengo. Entonces, Sr. Caballero, como es tan dedicado a mantener la paz y el orden de la ciudad, le gustaría almorzar y tomar unos tragos aquí antes de regresar a su trabajo?”

“Me encantaría, pero me temo que mi descanso casi ha terminado.” Carter le mostró el paquete en su mano y dijo. “Prueba esto para ver si te queda. Le pedí a Su Majestad que lo diseñara.”

“Su Majestad?” May estaba un poco sorprendida.

“Sí. Cuando le conté a Su Majestad sobre la fecha de nuestra boda, él mencionó un tipo de vestido usado específicamente para las bodas. Lo único malo es que cuesta mucho esfuerzo hacer uno. Le supliqué a Su Majestad por un buen tiempo, e incluso soborne a la señorita Soraya con panes helados antes de que finalmente obtuviera este vestido.”

Cuando May desplegó la tela, vio un vestido blanco puro en el paquete.

El corazón de May dejó de latir por un momento cuando el caballero extendió la prenda. Era un vestido simple con detalles elaborados y sofisticados. El vestido era simple en el sentido de que no estaba adornado con ninguna joya, ni estaba bordado con un hilo dorado. En cambio, estaba puramente hecho en capas de muselinas blancas. Sin embargo, el corte del vestido era bastante llamativo. La falda estaba ondulada como las olas, mostrando perfectamente la ingeniosa artesanía incrustada en su diseño.

Ella sabía que cualquier chica, ya sea noble o campesina, estaría fascinada y obsesionada con un vestido como ese solo al verlo.

May acarició suavemente el vestido blanco como la nieve que pesaba casi nada y se retiró a su habitación para ponérselo.

Cuando regresó a la sala de estar, Carter se quedó boquiabierto, impresionado por la impresionante belleza que vio. “Dios, eres…deslumbrante.”

“De verdad?” Un extraño y vívido sonrojo se mostró en sus mejillas. Podía imaginarse cómo era ahora sin siquiera mirarse al espejo. La expresión boquiabierta del Comandante de los caballeros, le decía todo.

May se acercó a Carter y presionó suavemente sus labios en su mejilla. “Gracias por tu regalo. Realmente me encanta.”

El caballero la abrazó como respuesta.

Al ver la cara de Carter acercarse lentamente a la de ella, May cerró los ojos.

‘No suena nada mal llamarse May Lannis’, pensó.

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