Después de explicar su plan de integración administrativa, Roland alzó su taza y tomó varios sorbos mientras esperaba que todos procesaran la información.
Necesitaba mucha gente para mantener la patrulla diaria del perimetro de la zona. Antes de que mejorará la tasa general de educación, tendría que depender de los nobles. La mayoría de ellos tenían educación primaria y experiencia en administración. Si hubiera un noble que se distinga de los demás, lo promovería y lo pondría a cargo de una ciudad o territorio en su nombre. Si viviera en su mundo anterior, ese puesto sería el de gobernador o alcalde.
Varios minutos después, Roland sacó el siguiente tema.
Era hora de tomar medidas contra el crimen.
En su idea del nuevo orden, la organización Calle Negra no era necesaria. Todos en la ciudad podían encontrar trabajo y no tenían que robar, por lo que no había demanda por bienes robados. Probablemente no podría lograr eso en una ciudad moderna y altamente desarrollada con una población con un rango de diez millones. La sobre-saturación de empleos de salario mínimo en el mercado crearía una alta tasa de desempleo. Afortunadamente, la población de la Región Oeste, incluyendo la Fortaleza no eran más de 60 a 70 mil personas. Dado que el desarrollo principal aún no había comenzado, la gente del pueblo podría encontrar trabajo mientras quisieran trabajar.
“Cuánto saben sobre las Ratas?”
“Quiere decir…Ratas Callejeras?” Rene Medde tosió. “He hecho negocios con ellos antes.”
“Qué tipo de negocio has hecho con ellos?” Roland preguntó con interés.
“Um…” Rene tragó saliva, un poco avergonzado. “Yo era el líder de Fuego Furioso, y luché con varias bandas de ratas por territorios.”
“Hahaha.” rieron varias personas.
Roland quedó asombrado. Nunca esperó que el segundo hijo del conde soliera tratar con ratas. Además, Fuego Furioso…era un nombre tan mediocre. Empezó a dudar de la legitimidad de que Rene fuera el hijo del conde Medde.
“Su Majestad, la verdad es que…” Petrov comenzó a explicar “Hace varios años, las Fuerzas de la Calle Negra corrían desenfrenadas en los muelles. Casi todos los días, tanto civiles como empresarios extranjeros eran asesinados, y los guardias se hacían de la vista gorda ante el asunto. El Conde Rene no pudo soportarlo más, así que tomó a sus propios guardias y a un grupo de refugiados y juntos sacaron a las Ratas de los muelles. En ese momento, él me escribía diariamente para mantenerme actualizado sobre el progreso de la operación. Estaba muy lejos en la Ciudad del Rey durante ese tiempo. En la carta, me dijo que era una guerra igual a la de las bestias demoníacas, así que creo…”
“Petrov, es suficiente.” interrumpió Rene, avergonzado. “Estaba aburrido y solo quería hacer algo para perder el tiempo ese momento.”
Entonces ese fue el motivo. Fueron solo las acciones impulsivas, aunque heroicas, de un joven noble, sin duda una demostración de su comportamiento caballeroso. Roland creía que el segundo hijo de los Elk, a quien le gustaba pelear cuando era joven, no disfrutaba más que de comandar a un grupo de seguidores. Entonces, aunque Fuego Furioso no era un ejército real, lo que pelearon fue realmente una batalla.
“Y esa pandilla ahora?”
“Uh, no sé.” dijo Rene mientras se rascaba la cabeza. “Después de ir a Hermes para defenderla de las verdaderas bestias demoníacas, detuve todo contacto.”
Roland asintió. “En realidad, pienso erradicar a todas las ratas en la Fortaleza para que todos puedan vivir una vida tranquila.”
“Su Majestad, lamento decir esto”, Rene vaciló, “pero…eso es probablemente imposible.”
“Por qué?” Roland frunció el ceño. “Tengo al Primer Ejército a mi lado. Son las Ratas más difíciles de tratar que los Caballeros?”
“Eso no es lo que quiero decir.” Rene pareció buscar las palabras adecuadas para explicarlo. “Son débiles, tímidos y no tienen armas ni armaduras. Ni siquiera conocen ninguna táctica, básicamente, no se comparan a los caballeros de ninguna manera. Sin embargo, si los ejecuta al igual que los rebeldes, quiero decir, si los ejecuta solo porque solían ser ratas, me temo que no quedarán muchos civiles en la Fortaleza después de la purga.”
“Quieres decir que…” dijo Roland.
“Las ratas y los civiles son un mismo, Su Majestad.” Rene respondió respetuosamente. “Después de un año particularmente malo, cuando los meses de los demonios son largos, muchos civiles tienen que convertirse en ratas para mantenerse. Por eso la mayoría de los señores hacen la vista gorda de sus existencias. Un conflicto interno es aparentemente mejor que un disturbio externo causado por hambruna.”
La cara de Roland se nubló. Nunca había pensado en cómo la personas se habían convertido en ratas. “Qué hay de sus organizadores?”
“Algunas de estas personas son delincuentes habituales y algunos de ellos son apoyados por los nobles locales, pero también hay delincuentes de otras ciudades.”
“Bueno, espero que ninguno de ustedes esté apoyando a las Ratas ahora”, afirmó el príncipe mientras miraba alrededor de la larga mesa, con una expresión claramente intensa. Todos los nobles bajaron sus cabezas en respuesta. El príncipe suspiró, “No importa ahora. Mientras me ayuden con mi plan de purga, les perdonaré sus delitos menores.” Después de una pausa, miró a Rene y le dijo “Tengo una tarea para ti.”
“Si, su Majestad.”
“En el próximo mes, me centraré en tomar medidas enérgicas contra todas las actividades delictivas en la Fortaleza. Deberás cooperar con el Primer Ejército para eliminar a todos los líderes de pandillas de las ratas y destruir completamente todas sus organizaciones, te enviaré a alguien con instrucciones.”
“Su Majestad, qué pasa con los ciudadanos que dependen de ellos? Sin las pandillas para proporcionarles alimentos, es probable que no sobrevivan a los Meses de los Demonios.” Rene estaba preocupado. “Además este año, los Meses de los Demonios llegaron antes de lo habitual, por lo que podría haber más personas dependiendo de ellos que en años anteriores.”
“Dejaré que Petrov abra el granero y distribuya comida a los ciudadanos hasta el final de los meses de los demonios.”
Los nobles alrededor de la mesa comenzaron a protestar, “Su Majestad, eso no va a funcionar!”
“Ese tipo de apoyo empeorará las cosas!”
“Después de eso, todos en la ciudad se convertirán en mendigos!”
Todos los nobles protestaron para evitarlo.
Roland golpeó la mesa con su puño. “He tomado una decisión y no quiero escuchar sus protestas por más tiempo!”
Roland sabía que los nobles pensaban lo peor de la gente y los consideraban perezosos, ignorantes, incompetentes y sucios. Creían que la naturaleza de los ciudadanos era muy codiciosa y consideraban que absolutamente no tenían esperanza. Sin embargo, Roland pensaba diferente y conocía la fuerza de la gente. Podían parecer tontos, pero con orientación y un modelo a seguir, podrían llevar a cabo un gran cambio. Si la gente era tan inútil como pensaban los nobles, cómo podían seguir cambiando el mundo?
De hecho, tratar de mejorar a las personas era la mejor inversión. Incluso el más mínimo cambio positivo tendría una recompensa mayor de lo que se podía esperar.
“Finalmente, quiero que difundas este mensaje lo antes posible.” Roland miró a Petrov, “Tienes experiencia en esto, así que quiero que trabajes en ello. Si los sujetos no pueden leer el mensaje, consigue a alguien que se los lea. Solo asegúrate de que el mensaje escrito contenga todo lo que hemos discutido aquí hoy.”
“Todo lo que hemos discutido?” Petrov preguntó mientras tenía una mirada llena de sorpresa. “Incluso la información sobre el plan de purga de las Ratas?”
“Sí, incluye eso y la información sobre la apertura del granero para distribuir comida.” Roland miró a los nobles alrededor de la mesa, con una mirada desafiante. “Estas son las condiciones para que un Ayuntamiento funcione bien. Publiquen las políticas, respondan las preguntas de la gente y acepten los comentarios. Esa es la mejor manera de implementar un cambio en la política.”
Roland creía que primero tenía que enseñarle a los nobles, para luego unificar la leyes de administración, así como mejorar la seguridad pública, mientras hacía propaganda política antes de restablecer el orden.