Último mes del invierno después del Día de la Adultez de Lucía.
En cuanto a los Meses de los Demonios, el fin del invierno no significaba el fin de la nieve. La nieve a menudo continuaría cayendo hasta la primavera del segundo año, y solo Dios sabría cuándo pararía.
Basado en su experiencias pasadas, los Meses de los Demonios terminarían en la primera mitad del primer mes de primavera, y sería un período muy difícil. Sería una época extremadamente difícil si terminara en la segunda mitad del primer mes. Los días podrían volverse difíciles para sobrevivir si se retrasara hasta el segundo mes.
Sin embargo, se trataba de una situación que sólo la población local había vivido.
Este año la situación había mejorado mucho. El trigo almacenado era suficiente para asegurar que todos tuvieran alimentos, aunque los Meses de los Demonios continuarán hasta el final del segundo mes de primavera.
Roland naturalmente no se sentía satisfecho por el simple hecho de que nadie moriría de hambre o de frió. Durante los últimos días, había estado sentado en su escritorio, trabajando con entusiasmo en muchos bocetos e ideas para la siguiente etapa de su gran plan. Todo el plan estaba dividido en ambos, aspectos militares y civiles. La primera parte incluía la construcción de las fábricas de armas, bicicletas y el muelle, así como los barcos armados de aguas poco profundas. La parte civil involucra las conexiones para el agua, la calefacción y la electricidad de la zona residencial, además del fomento del uso universal de las herramientas agrícolas de hierro.
Lucía White fue quien lo motivó. Después de darse cuenta de cuál era su habilidad, Roland reconoció claramente que los límites de producción en masa estaba resuelta y la productividad de la ciudad podía dar paso a un nivel más alto en el crecimiento de la población.
Este límite era el suministro de materiales.
La forma moderna de fundición era muy complicada, y la producción de hierro y acero era uno de los parámetros más importantes para medir un país industrializado. Sin embargo, Roland no sabía mucho al respecto, siendo esta la razón principal por la que la capacidad de producción de hierro de la ciudad era anticuada. No sólo las técnicas no eran tan avanzadas, la escala no era comparable con la fundición privada que poseían algunos empresarios mineros. Cuando el mineral de hierro de los alto horno de ladrillo se fundía en lingotes, las piezas de calidad eran enviadas para que se convirtieran en partes de máquinas de vapor, mientras que las de peor calidad se las daba a Anna para su posterior transformación en acero. Sin embargo, ese proceso estaba totalmente fuera de control y el contenido de carbón no era estable. A veces, los materiales útiles sólo podían llenar uno o dos carros mineros después de un dia de trabajo entero, lo que limitaba en gran medida la fabricación de máquinas de vapor.
Aunque el hierro en lingotes de baja calidad podría ser transformado en acero laminado de calidad con la fundición especial de Anna, la cantidad de producción sólo era suficiente para el uso en armas militares. Básicamente cubrirá las necesidades de la pequeña ciudad hasta otoño, pero con las expansiones del ejército y el desarrollo de nuevas armas de fuego y cañones, la cantidad limitada de acero laminado podría potencialmente extenderse hasta invierno.
La evolución de Lucía podía describirse como un estimulante cardíaco; su capacidad de separación dirigida permitiría remover fácilmente componentes indeseables en el material y regularía las proporciones de los elementos de fundición, permitiendo que cada horno de acero fundido mantuviera en el mismo rendimiento.
El estándar de fundición de Ciudad Frontera aumentaría instantáneamente con la ayuda de Anna y Lucía.
Roland ya había hecho que Anna dejara de lado todos los demás proyectos, para concentrarse solo en la creación del horno de fundición de última generación.
El nuevo horno de fundición era 10 veces más grande que el antiguo horno diseñado por ella anteriormente, tenía 50 metros de largo, 10 metros de ancho y 4 metros de altura. A primera vista parecía una alberca. Era similar a los hornos especial de última generación; seguía siendo una caja metálica sin ningún tipo de calefacción y totalmente dependiente del Fuego Negro de Anna. Sin embargo, estaba enterrado en el suelo, para que pudiera soportar la presión del hierro fundido en las paredes. También construyó un pasillo en el centro para que Anna calentara los lingotes de hierro en ambos lados al mismo tiempo.
El gran volumen era su única ventaja. Basándose en el método de fundición anterior, tendría demasiado producto para como para poder ser removido fácilmente; también requería mucho esfuerzo limpiar las impurezas generadas y sería muy laborioso reforzarse y removerlas. Por lo tanto, no podría producirlo en masa ni utilizar el método antiguo. Sin embargo, no había tal preocupación ahora. Mientras los lingotes se estuvieran derritiendo, Lucía sería capaz de eliminar los componentes dañinos, como el fósforo y el azufre.
Roland planeaba construir una serie de hornos nuevos usando los anteriores como materiales. Estos serían solo responsables de la fundición inicial, sin importar la calidad del producto final, mientras estuvieran en forma de lingotes de hierro. Al tener los lingotes los llevaría a un segundo proceso de refinamiento mientras que el metal derretido fluye a los moldes en el terreno bajo, donde directamente pasarían a ser parte de los materiales procesados. La planta de máquinas de vapor sería convertida en una productora de acero, trayendo un nuevo producto para motivar a la ciudad.
Roland tenía pensado nombrar todo este proyecto como “Estrella de Acero.”
Tan pronto como Anna terminara la fabricación, la producción de acero de la ciudad sería más de 10 veces superior con Estrella de Acero oficialmente en uso.
Podría decirse que el último plan de producción a gran escala estaba diseñado sobre esa base como sustento.
Además, el desarrollo de armas ligeras de última generación había llegado a su fin.
Roland descubrió que su idea inicial no era fácil. Él mismo había diseñado unas cuantas armas prototipo basadas en el rifle automático, que utilizaba simplemente parte del gas de alta presión generado mientras se disparaba la bala para terminar el proceso de eyección y rellenado.
Ese proyecto tenía cerca de medio mes. No era difícil, pero necesitaba probar cada uno de los componentes repetidamente para asegurarse de que funcionara normalmente. No se molestó en memorizar la estructura específica del rifle. Mientras supiera la operación del arma, pensó que definitivamente sería capaz de armar un arma útil después de algunos intentos.
Pero ahí estaba el problema.
La máquina prototipo terminada no sólo era enorme, sino que también constaba de casi un centenar de componentes diferentes, todos ellos hechos a medida por Anna. Incluían pequeños aparatos como resortes, pasadores de disparo y pistones de inducción. Era realmente difícil producir en masa un arma de ese tipo con la maquinaria actual. Si todos los fusiles de revólver en manos de los soldados fuera reemplazado por armas automáticas, no sólo aumentaría la carga de Anna, sino que también las unidades actuales de procesamiento de armas de fuego que se habían puesto en producción quedarían inutilizadas.
Además, el consumo de munición sin duda aumentaría significativamente si todos los soldados estuvieran equipados con armas automáticas. A Roland no le importó demasiado eso al principio, ya que sentía que podía resolverse aumentando la mano de obra. Sin embargo, pronto descubrió que tan pronto como la nueva arma se pusiera en producción, fácilmente superaría a la producción de la fábrica de ácido.
La frecuente falla de los cartucho durante la prueba de tiro, fallos al disparar y otros pequeños problemas se volvieron menos importantes a medida que se daba cuenta que la producción no era factible.
Finalmente decidió olvidar la idea de reemplazar las armas por armas automáticas. Sin embargo, el aumento del poder de fuego de los militares era una necesidad urgente. Comenzó a centrar su atención en armas que disparaban constantemente.
Estaba considerando la ametralladora.
Se podría asignar una ametralladora pesada por cada 20 a 50 personas para reducir significativamente el número de armas. En ese caso, los dos problemas más críticos se resolverían fácilmente. También podría autocargarse con el uso de un método de ventilación; la estructura era similar a la fabricación experimental de las armas prototipo. Podría ser puesto en la prueba después de algunas alteraciones, y podría ser construido en un tamaño más grande con componentes más grandes. La dificultad para sí mismo, Anna y Lucía se vería grandemente reducida. (NT: una ametralladora por cada 20 o 50 personas?? Esos números no tienen sentido para mi XD)