Cuando Paper terminó de bañarse, estrujo la toalla y la colgó en el balcón cubierto de nieve.
Dejar la toalla afuera por un día, causaría que se congelara completamente. Antes de usarla de nuevo, todo lo que necesitaba hacer era amasarla y golpearla unas cuantas veces, y luego quitar los restos de hielo. Por supuesto, también podía permanecer caliente en el interior y usar su poder mágico para vaporizar la humedad de la toalla, pero eso reduciría su número de prácticas diarias.
Paper era consciente de que la capacidad de su cuerpo para el poder mágico se consideraba una de las peores entre las brujas, por lo que cada gota de ella debía ser utilizada sabiamente.
Justo cuando terminaba el trabajo de limpieza, alguien llamó a la puerta. Casi todos los días a esa hora, la hermana mayor Wendy la llevaba al salón del castillo para disfrutar de un buen desayuno.
“¡Ya voy!”.
Paper abrió la puerta alegremente. De hecho, era Wendy la que estaba de pie en el exterior: ella procedió a abrazar a Paper con cariño y olfateó sus mejillas. “Excelente, ya te has limpiado”.
“Hehe.” Paper sonrió y sostuvo la mano de Wendy mientras caminaban juntos hacia el salón del castillo.
Había pasado casi medio mes desde que llegó a Ciudad Fronteriza, y se había acostumbrado al estilo de vida.
Allí, no había necesidad de salir de su choza temprano en la mañana para encontrar comida, y no había necesidad de preocuparse de que la leña que recogida fuera robada. Aparte del tiempo que pasaba llenándose el estómago y calentándose, podía concentrarse en practicar su poder mágico y adquirir conocimientos. En el pasado, ella sólo podía imaginar tener una vida así mientras charlaba con sus compañeros. Una vida sin preocupaciones de supervivencia parecía reservada sólo para los amos y amas de las grandes familias nobles.
Paper nunca se había imaginado que algún día podría tener ese tipo de vida.
Las palmas de las manos de Wendy se sentían suaves y cálidas, una sensación que Paper nunca había experimentado mientras vivía en los barrios bajos. En su vida actual, Paper sentía que había gente que la amaba y cuidaba constantemente. Esperaba poder quedarse permanentemente en ese lugar cálido y cariñoso.
Si sólo fuera un sueño, preferiría no despertar.
Mientras caminaban hacia el salón, Paper notó que las brujas no estaban sentadas en la larga mesa, comiendo sus comidas como de costumbre. En vez de eso, estaban amontonadas alrededor de una pared y gritando incesantemente.
Parpadeó con curiosidad, pero estaba demasiado avergonzada como para preguntarle a Wendy qué hacían las brujas.
Sin embargo, esta último parecía leer sus pensamientos y dijo riéndose: “Nuestras hermanas están probando sus habilidades de lucha”.
¿Habilidades de Lucha? Paper quedo intrigada. “¿Qué… es eso?”.
“Es algo que fue inventado por la mente excéntrica y retorcida de Su Alteza. No te lo tomes demasiado en serio.” Wendy dobló su cintura y levantó a la joven dama sobre su hombro. “¿Ves esa lámina de metal plateado? Se dice que es una reliquia del reino de las brujas, que existió hace más de cuatrocientos años, y fue utilizada por una extraordinaria como un arma de batalla. Sólo aquellos con un fuerte poder mágico pueden invocar su poderío. Su Alteza lo ha colocado en la sala para que todos puedan probar el nivel de su poder mágico, o debería decir… para satisfacer la curiosidad de nuestras hermanas. Aquellos que sean capaces de iluminar las cuatro piedras mágicas colocadas en el arma de un solo respiro, se considera que tienen una habilidad de combate divinamente deseada”.
“…” Paper se sintió extremadamente confusa. ¿Reino de las brujas? ¿Extraordinariqs? ¿Piedras Magicas? Esas palabras extrañas hicieron que se rascara la cabeza, pero eso no atenuó el impacto causado por la increíble vista que tenía ante ella; mientras las brujas se turnaban para poner sus manos en la chapa de metal, los cristales incrustados brillaban intesamente y se asemejaban a un caleidoscopio de estrellas coloridas.
“¡Puedo iluminar dos piedras mágicas!” exclamó Lightning, que tenía la misma edad que ella. Sobre su hombro se encontraba sentada una gorda paloma que le recordó a Paper que el pájaro era también una bruja llamada Maggie.
“¡Dos y medio, goo!” La paloma gritó con orgullo.
“Sí, ¿en realidad lo hiciste mejor que yo? ¡Eso es imposible!”.
“¿Quieres intentarlo?” Wendy se rió. “Supongo que no te irá muy bien ahora. No has aprendido a infundir poder mágico en una piedra mágica, y mucho menos a invocar un sigil. Pero, Su Alteza ha estipulado esto como un curso obligatorio para las brujas, y por lo tanto, pronto se les dará una Piedra de Luz para usarla como práctica”.
“¿Sera tan clara y brillante como esas gema?” Paper se emocionó de repente. Miró a Wendy y asintió. “¡Practicaré realmente bien!”.
“Buena chica”. Wendy se rió y frotó las mejillas de la niña pequeña. “Come primero, luego tendrás la energía para practicar”.
…
Después de terminar su avena, Paper regreso a la Casa de las Brujas y comenzó su práctica diaria.
Wendy le dijo que todo en la tierra estaba formado por pequeñas bolas que los ojos no podían ver, y los cambios materiales eran el resultado de la separación y unión de esas bolas. Las habilidades de una sola de esas bolas podían acelerar esos procesos, en lugar de simplemente, por ejemplo, derretir hielo o enfriar agua caliente.
Aunque no era capaz de entender el significado de las palabras de Wendy, siguió conscientemente la petición de Wendy: sentiría el poder mágico que estaba contenido en su propio cuerpo y lo liberaría lo más uniformemente posible. Desde los primeros años que vivió en los barrios marginales, comprendió que el hecho de que ahora podía vivir bien era porque Su Alteza necesitaba el poder de las brujas; ese era su único valor, y por lo tanto, si no quería ser abandonada, tenía que trabajar duro.
De repente, Paper sintió un dolor de retortijón en su abdomen. El poder mágico estaba vibrando dentro de su cuerpo y parecía que quería estallar, haciendo que gimiera incontrolablemente.
“¿Qué pasa?” Preguntó Wendy, que estaba a su lado.
“No, nada”. Agitó la cabeza. “Ahora mismo, mi poder mágico parecía que quería liberarse”.
“Liberarse…” Wendy pensó por un momento. “¿Recuerdas cuando te convertiste en bruja?”.
“Probablemente era invierno”, dijo suavemente Paper. “No puedo recordar la fecha exacta”.
“Ahora es el final del otoño, y el invierno estará aquí en unos días.” La sonrisa de Wendy desapareció. “A medida que nos acercamos al Día del Despertar, el poder mágico de nuestro cuerpo se activará como una forma de mordedura. Primero descansa un poco. Llamaré a Nightingale. Podrá ver los cambios del poder mágico de tu cuerpo.” Caminó hacia la puerta, luego se giró y añadió: “No te preocupes. Para una bruja de la Ciudad Fronteriza, esto no es un asunto de vida o muerte”.
…
La predicción de Wendy fue confirmada.
Después de tres días, Paper estaba a punto de tener su segundo Día de Despertar.
Recostada en su gran cama, miró alrededor del círculo de brujas que habían venido a visitarla. Escuchando su charla de palabras reconfortantes, de repente sintió ganas de llorar.
El dolor de ser quemada por el poder mágico, que ella recordaba desde su primer despertar, parecía ser demasiado insoportable.
“Debido a que tu tiempo de práctica es relativamente corto, no está garantizado que el dolor de la mordedura desaparezca por completo.” Wendy se sentó junto a la cama de Paper y acarició su cabello. “Pero recuerda, nunca pienses en rendirte y no pierdas el sentido de la conciencia”.
Paper asintió.
No se atrevía a hablar, temiendo que en cuanto abriera la boca, empezara a llorar demasiado.
No quería deshonrarse delante de todos.
Mientras vivía en los barrios marginales, el llanto era visto como la expresión más débil, algo que sólo la gente que se daba por vencida podía hacer.
Paper cerró los ojos y en silencio esperó que ese momento llegara.
…
Cuando abrió los ojos, vio que detrás de la ventana había un mar de blanco.
La mordedura era más débil de lo que ella esperaba, por lo que los diversos medios de rescate que todos habían ayudado a preparar resultaron ser redundantes. Cuando despertó, sintió que la capacidad de su cuerpo para el poder mágico había aumentado considerablemente. Cambios pequeños habían ocurrido por todo su cuerpo. Sus ojos podían ver más allá, y sus extremidades poseían mayor fuerza que antes.
Después de lavarse la cara, una vez más escuchó a Wendy tocar la puerta.
“Ya voy”. Paper abrió la puerta alegremente y sostuvo la mano de Wendy. Sin embargo, esta vez, Wendy no la llevó a la sala del castillo, sino a la oficina del Señor en el tercer piso.
El señor de pelo gris sonrió suavemente a Paper y sostuvo un pedazo de papel frente a ella.
“A partir de hoy, eres oficialmente miembro de la Unión de Brujas”.
…