Roland se entero de Anna que Tilly estaba a punto de cumplir 20 años.
No había pensado en tal cosa hasta ahora.
No porque fuera descuidado, sino porque los recuerdos del príncipe Roland eran como una base de datos en la que sólo se abría cuando era necesario. Sus memorias rara vez contenían algo relacionado con política u ocultismo y en su mayoría solo consistían de travesuras e ideas de bromas, por lo que cada vez regresaba a ellas menos.
Además, todo lo relacionado con Tilly eran malos recuerdos para el príncipe Roland, así que todo tenía poco significado y lo enterró, como si no quisiera recordarlos.
El cumpleaños de Tilly no era su Día de Despertar, si no, su verdadero día de nacimiento; como una Extraordinaria, ni siquiera sabía el momento en que despertó como bruja, y nunca experimentaría la sensación de una reacción mágica cuando los Meses de los Demonios llegaban. Por lo tanto, su cumpleaños era su único día importante.
Roland revisó sus recuerdos y recordó que debido a que Tilly era la hija más pequeña de la Reina, el rey Wimbledon III solía siempre celebrarle una celebración de cumpleaños en la Ciudad Interior cada invierno cuando aún estaban vivos, era un lujo que ni siquiera su hijo favorito, Timothy, había recibido. Sin embargo, además de ese pequeña memoria, normalmente ignoraba a Tilly y no mostraba interés en su vida. De lo contrario, el príncipe Roland no se habría atrevido a molestar tanto a su hermana menor.
Mientras recordaba encontró otra interesante pieza de memoria.
La celebración de Tilly cuando cumplio 18 años fue la más extravagante, incluso superando otras ceremonias posteriores más importantes. No sólo asistieron los cuatro guardianes de las fronteras a Ciudad del Rey para esa celebración, sino que también hubo regalos por parte del Reino del Alba, Reino Wolfheart y del Reino Everwinter, incluso las Islas de los Fiordo también enviaron una delegación emisaria.
Timothy y García estuvieron extremadamente celosos y querian enseñarle a Tilly una lección de que ella no era la hija favorita; la única razón por la que el rey Wimbledon III había hecho una fiesta de ese tamaño, fue para compensar la pérdida de su reina y consolar el espíritu de la madre fallecida de Tilly.
Sin importar como Roland se sintiera al respecto, sus hermanos trataron de convencerlo para que llevara a cabo su plan sobre su hermana. Sin embargo, después de que Tilly le enseñara una lección años antes, tenía demasiado miedo como para meterse con esa chica que parecía mansa a primera vista pero tenía un espíritu de resistencia en lo profundo de su corazón, por lo que se negó y sus dos hermanos se vieron obligados a actuar por su cuenta.
El príncipe Roland no sabía cómo lo hicieron, pero el regalo favorito de Tilly, los osos del reino de Wolfheart, de alguna manera fueron envenenados; mientras observaba a su hermana pequeña abrazando a los osos muertos, Roland se dio cuenta de que el príncipe se había sentido realmente entretenido.
No me extraña que realmente fuera la escoria de la familia real. Además de asesinar e incendiar, el príncipe Roland había hecho cualquier cosa terrible que le viniera en gana.
De cualquier manera, esos definitivamente eran recuerdos horribles para Tilly Wimbledon.
Cuando terminó de hojear sus recuerdos, Roland de repente tuvo una idea para su regalo.
Sacó una hoja de papel y comenzó a dibujar su regalo.
“Qué es eso?” Nightingale pregunto mientras lo observaba por la espalda “Un oso”?
“Sí, un oso de peluche, con el que puedes dormir por la noche.” Roland sonrió.
A juzgar por su limitada experiencia en dar regalos, él sabía que a la mayoría de las niñas les encantaban los regalos bonitos y peludos, por lo que un animal de peluche de tamaño real era la combinación perfecta de esas dos características. Por supuesto, un simple animal de peluche era demasiado fácil y común. Como príncipe con un grupo de brujas para ayudarlo, podía hacerlo mucho mejor.
…
En el cumpleaños de Tilly, Roland fue a su habitación para felicitarla y darle un regalo.
Estaba sola cuando abrió la puerta y se sorprendió un poco al verlo. “Por qué estás aquí?”
“Hoy es tu cumpleaños, así que esta noche celebraré una fiesta en el castillo”, dijo Roland con una sonrisa, “pero antes de eso, tengo un regalo para ti.”
“Un regalo?” Dijo Tilly desconcertada. “Es eso que traes cargando?” Se dio la vuelta y dijo “Pasa.”
“Um…Es un poco grande, pero prometo que es muy especial.” El príncipe limpio el sudor de su frente y colocó el regalo en el suelo. Los nobles en esos días solían dar pequeños y delicados regalos, como flores y anillos, para que pudieran esconderlos en sus ropas y sacarlos como una sorpresa. Pero al observar a Roland entrar con una enorme caja de papel envuelta definitivamente era una imagen rara, además esa cosa era mucho más pesada de lo que imaginaba.
“Nunca me has dado nada antes”, dijo Tilly en un tono misterioso.
“Te di una pluma de ganso cuando naciste.” Roland la corrigió. “Pero no era nada valioso.”
“De acuerdo, es una tradición real de Graycastle.” Se encogió de hombros. “Puedo abrirlo?”
“Por supuesto.”
Roland sonrió mientras la veía desatar las cintas, y cuando la caja se abrió la escuchó suspirar de sorpresa suavemente.
“Qué… qué es esto?” Tilly parpadeó.
“Es un oso!” Dijo Roland con una sonrisa.
“Qué clase de oso se ve así?” Su mano tocó al oso de peluche con curiosidad y le dio unas palmaditas. “Es tan suave…”
Su pelaje fue especialmente hecho por Soraya según las características del pelo de los cachorros de lobo del norte, pero le agregó un toque sedoso y suave. En cuanto al diseño… Roland se basó completamente en un panda. Como un animal que había sobrevivido milenios simplemente siento tierno y que incluso había sido usado como regalo diplomático en su mundo, era excepcionalmente lindo.
“Nunca he visto este tipo de oso… Su color es tan extraño…”
“No te gusta?”
“No, no quiero decir…” Tilly parecía no tener palabras, pero sus ojos brillaban de la emoción, revelando sus verdaderos pensamientos.
“Se llama ‘panda’, y es un animal muy querido.”
Rápidamente comprendió lo que quiso decir y dijo. “Esto pertenece a tu otro mundo…”
Roland asintió. “Y no es sólo un animal de peluche que puedas abrazar. Trata de pellizcarle el cuello.”
Tilly hizo lo que le aconsejó, y el panda de repente comenzó a moverse, agitó las piernas e intentó escalar por encima de ella. Se cubrió la boca debido a la sorpresa y retrocedió, mientras el animal de peluche seguía moviendo las piernas y caminando lentamente hacia ella.
Por eso era tan pesado: Roland había instalado un sistema de energía y engranajes en su cuerpo con pequeños generadores en cada pata; la energía de los generadores provenía de motores Amanecer I miniaturas. Cómo redujo el flujo magnético, su vida útil se extendería enormemente, durando hasta tres o cuatro meses sin usar o cuatro quintas partes del tiempo si se usaba con frecuencia. Incluso si Tilly regresaba a la Isla Durmiente, el panda la seguiría acompañando durante mucho tiempo.
“Pellizcale el cuello de nuevo, y se detendrá.” Roland sonrió. “Espero que te guste este regalo.”
Esta vez, aunque Tilly no respondió, su expresión le dijo a Roland todo lo que necesitaba saber.