Capítulo 406 – TBATE – Interrupciones

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Desde el Punto de Vista de Arthur Leywin.

 

La luz dorada volvió a envolverme, por primera vez desde que llegué a Epheotus, sentí que la tensión abandonaba mi cuerpo. A pesar de que estaba regresando a una guerra, las amenazas que enfrentaba aquí eran simples en comparación con el enorme abismo de posibilidades negativas que presentaba Kezess.

La luz dorada se desvaneció desde mis ojos; Revelando el patio interior y las paredes circundantes del palacio real en Etistin, exactamente de donde me había ido. Como las escaleras conjuradas ya no estaban allí, inmediatamente caí en picada hacia el suelo, aterrizando con la fuerza suficiente para romper los adoquines y levantar una nube de polvo.

Los gritos resonaron desde varias fuentes diferentes, y las siluetas de soldados armados y blindados me rodearon. La brisa marina se llevó la nube de polvo y vi cómo los duros ojos de los guardias reales se abrían con sorpresa antes de apresurarse a guardar sus armas.

“¡General Arthur!” sonó una enérgica voz femenina, conjurando un coro de cánticos de los soldados.

Me concentré en la oradora, una mujer semi-elfa que me miró con una cálida sonrisa. “Necesito hablar con los Glayder ¿Están en el palacio?”

Ella troto hacia adelante, liberándose rápidamente de la sorpresa que hizo dudar al resto de los soldados, y señaló hacia las puertas del palacio con un pesado guantelete de batalla. “Puedo llevarlo con ellos, señor.”

Asentí y la dejé tomar la iniciativa.

Los salones del palacio estaban mucho más ocupados que cuando dejé Etistin. Docenas de personas bien vestidas se reunían, charlaban y marchaban, todos ellos haciéndolo con un aire de importancia. Sus conversaciones se detuvieron cuando aparecimos, y unos ojos errantes comenzaron a seguirme.

“Los Glayder han estado ocupados” reflexioné, más para mí que para mí guía.

“Han sido unos días agitados, eso es seguro.” Dijo por encima del hombro. “¿Quién hubiera esperado que tantas cosas pudieran cambiar tan rápido?”

Me detuve y ella se dio la vuelta y me miró con curiosidad. “¿Unos días?” Pregunté, sorprendido.

Sus cejas se levantaron cuando me dio una sonrisa incierta. “Bueno sí. Han pasado unos días desde que los Alacryanos se retiraron y los Glayders…” Su sonrisa incierta se convirtió en un ceño fruncido. “¿Está todo bien general?”

“Bien. Sí. Tan solo fue mucho menos tiempo para mí.”

De hecho, mi viaje rápido a Epheotus solo se había sentido como horas. ¿Cuánto tiempo recorrí el Camino del Entendimiento? Me preguntaba.

La guardia se encogió de hombros con impotencia, como si no tuviera ni idea de lo que estaba hablando, y luego continuó guiándome hacia las profundidades del palacio. Fue mientras me arrastraba detrás de ella; Mirando ociosamente su cabello rizado rebotar arriba y abajo mientras consideraba los siguientes doce pasos que tenía que dar, que me di cuenta de a quién ella me recordaba.

“Mis disculpas si esta es una pregunta extraña, pero ¿Conocías a un soldado llamado Cedry?” Pregunté.

Los hombros de la mujer se tensaron cuando perdió un paso, y pareció recuperarse. Lentamente, miró hacia atrás por encima del hombro. “¿Q-Qué?”

Incluso mientras decía el nombre en voz alta, esto se sentía tan extraño, tan lejano. Solo había compartido una breve conversación con la soldado medio elfo, pero tal vez fue porque ella luchó con el mismo estilo de guanteletes que mi padre que aun recordaba su nombre.

Y de las muchas vidas que no pude salvar durante la Batalla de Slore poco después, su mirada radiante y su sonrisa juguetona se destacaron, y la forma en que la voz de Jona se quebró cuando nos dijo a Astera y a mí que tenía la intención de casarse con ella…

Skydark: Ya ni recuerdo algunos nombres de los personajes XD

“Ella, ah, era mi hermana” dijo la soldado, bajando la mirada. Luego su rostro se contrajo en un ceño tentativo. “¿La conocía general?”

“Nos conocimos en Slore,” dije suavemente, observando cómo el rostro de la soldado se endurecía para evitar que las lágrimas se formaran en sus ojos. “Ella fue una guerrera feroz y valiente.”

“Oh…” dijo suavemente.

Empezamos a caminar de nuevo, más despacio. “¿Qué le pasó a su amigo, Jona?”

Ella tardó un largo momento en responder. “Él murió” dijo en voz baja. “Aquí, en Etistin, durante la batalla de Bloodfrost.”

No dije nada. Había poco que decir. Pero sirvió para reforzar mi decisión de trabajar con Kezess. Haría todo lo que estuviera a mi alcance para evitar que su historia se convirtiera en la de todos. Alacryanos, Dicathianos… ninguno de ellos merecía morir en las mezquinas disputas de los asura.

No intercambiamos más palabras hasta que la hermana de Cedry se despidió de mí afuera de una sala de reunión. Mientras se alejaba, con la cabeza gacha, me di cuenta de que ni siquiera le había preguntado su nombre. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, algo se movió entre las sombras de una columna cercana y Jasmine apareció a la vista.

Con los brazos cruzados, se apoyó en la columna y me miró de arriba abajo. “Ya era hora.”

‘Bienvenido de nuevo a la tierra de los lessers,’ dijo Regis con fingida reverencia. ‘Me preguntaba cómo te fue en el té con el viejo Kezzy, pero ya puedo verlo en tu mente.’

“¿No hubo problemas aquí?” Le pregunté a Jasmine, mientras al mismo tiempo pensaba para Regis, puedes salir ahora.

“Muchas miradas de soslayo e irritación apenas disimulada, pero nada de violencia.” dijo Jasmine encogiéndose de hombros.

‘Oh, saldré cuando sea el momento adecuado,’ dijo Regis, velando sus pensamientos.

Aunque no estaba seguro de qué payasadas estaba haciendo mi compañero ahora, tenía asuntos más urgentes que atender. Con Jasmine a mis talones, me dirigí a la sala de reunión donde ya podía escuchar el bajo tono de barítono de Curtis.

En el interior, sentados alrededor de un extremo de una mesa de caoba adornada, Curtis, Kathyln y Lyra Dreide estaban enfrascados en una conversación con media docena de nobles bien vestidos.

Lyra me vio primero y se apresuró a saltar de su asiento y hacer una reverencia. Todos los ojos fueron de ella a mí, y luego todos se pusieron de pie.

“Arthur, has regresado” dijo Curtis algo rígido. “Estábamos hablando de ti, en realidad. Su sensacional partida ha seguido causando revuelo en estos últimos días.”

Skydark: Curtis hablándole formalmente….

Uno de los hombres presentes, cuya estatura y redondez solo se veían exageradas por su proximidad con Curtis Glayder, de proporciones heroicas, se apresuró alrededor de la mesa con la mano extendida. “¡Lanza Arthur Leywin! Realmente es un placer, un honor, señor.” Algo desconcertado, agarré su mano y dejé que estrechara la mía vigorosamente. “Otto Beynir, señor, a su servicio.”

“¿Beynir?” Repetí, seguro de haber escuchado el nombre antes.

Curtis, que se había acercado para unirse a nosotros, apoyó una mano en el hombro del hombre. “La estimada casa Beynir son viejos amigos de mi familia. Otto ha sido indispensable para reconstruir la ciudad.”

Miré más de cerca al hombre regordete. Su cabello castaño formaba círculos hacia arriba desde su cabeza en un color que no coincidía con la oscuridad de sus cejas, y la piel de su rostro era áspera y con marcas de viruela. Sus ojos verde hierba eran intensos, y había una agudeza — una astucia — enterrada dentro de ellos.

“¿Y estos otros son?” Pregunté, apartando mi mano de Otto.

Siguió una rápida ronda de presentaciones. Había otro Glayder — un primo tercero de Curtis y Kathyln — un hombre grande de la casa Maxwell, una mujer mayor de la casa Lambert, un hombre panzón de mediana edad de la casa Astor y, finalmente, una joven nerviosa llamada Dee Mountbatten.”

Una parte de mí se preguntaba si estos nobles serían una buena influencia para los hermanos Glayder. Sin embargo, Curtis y Kathyln ya no eran niños y, la verdad, yo estaba cansado y ansioso por volver a Vildorial.

“¿Cómo fue el resto del intercambio después de que me fui?” Pregunté después de asentir cortésmente a la chica Mountbatten.

“Tan suave como podría esperarse.” dijo Curtis, dándome una sonrisa con los labios apretados. Volvió a mirar a su hermana y a Lyra. “Retirémonos a un espacio más cómodo para explicaciones largas y nosotros le informaremos.”

Mi mirada se detuvo en Lyra, quien me miraba con una intensidad que bordeaba la violencia. “No hay tiempo para eso. Me dirijo directamente a Vildorial, solo quería recoger a la retenedora y a la Señorita Flamesworth.”

El mínimo indicio de un ceño fruncido interrumpió la expresión estoica de Kathyln. “¿Estás seguro, Arthur? Hay una serie de decisiones que hemos tomado de las que creo que deberías estar informado.”

Lyra Dreide se había alejado de Kathyln y se acercaba lentamente dando un rodeo que mantenía varios metros entre ella y cualquier otra persona. “Estaré feliz de informarlo.”

Un ceño cruzó el rostro de Curtis, pero rápidamente forzó una sonrisa. Curiosamente, Kathyln estaba observando a su hermano en lugar del retenedor. El resto del nuevo consejo de los Glayder estaba observando los procedimientos como si fuera una especie de evento deportivo.

Miré de un rostro a otro. “Lo siento, Kathyln. ¿Podrías poner todo en un informe y enviármelo hacia Vildorial?”

“Por supuesto,” dijo ella rápidamente. “Déjame llevarte a tu artefacto de teletransportación, al menos.”

Curtis extendió la mano y me dio una palmada en el brazo. “No nos hagas esperar demasiado tu regreso. La ciudad está ansiosa por escuchar cómo planeamos mantener nuestro continente ahora que lo hemos recuperado.”

Me estiré y tomé su muñeca, apretándola con firmeza. “Tengo buenas noticias al respecto, pero las explicaciones tendrán que esperar.”

Curtis se rió y dio un paso atrás. Imitándole, Otto Beynir hizo lo mismo. Los otros nobles se unieron torpemente.

“Hasta más tarde,” dijo Curtis. A su hermana, agregó: “Estaré aquí con Beynir y los demás cuando hayas terminado, Kat.”

Girando sobre mis talones, conduje la extraña procesión de Lyra Dreide, Kathyln Glayder y Jasmine Flamesworth fuera de la sala de reunión y hacia uno de los muchos grandes pasillos bordeados de pinturas, estatuas y otros artículos recopilados por la familia real Glayder durante generaciones.

“Tu amiga apenas me ha dejado fuera de su vista,” reflexionó Lyra, cayendo a mi lado. “Ella incluso se sentaría en estas reuniones interminables, me imagino, si Lord Glayder permitiera esto.” Lyra ladeó ligeramente la cabeza, mirándome de reojo. “¿Qué esperabas que hiciera la pobre chica si enloqueciera y te traicionaba? Parece tener algo de talento, pero carece de verdadero poder.”

Regis eligió ese momento para manifestarse desde la sombra de Jasmine, levantándose completamente formado y frunciendo el ceño junto a Lyra. “Entonces tu cuerpo se habría reducido a una fina ceniza.”

Las cejas de Lyra se juntaron y un lado de su boca se curvó a una media sonrisa irónica. “Ya veo.”

Regis se rió en mi mente. ‘Vale la pena la espera.’

“Movimos su artefacto de teletransportación a un lugar más seguro,” dijo Kathyln, moviéndose para caminar a mi lado y guiarnos a través del palacio.

Lyra se burló suavemente. “Ella quiere decir que me lo ocultaron para que no intentara teletransportarme, olvidando que regresar a mi tierra natal es una sentencia de muerte.”

“La amenaza de muerte por sí sola no hace a un aliado,” respondió Kathyln con calma, con la barbilla levantada y la mirada al frente.

Kathyln nos condujo a través del palacio en silencio, hasta las entrañas de la cripta hasta una bóveda vigilada. Allí, se nos permitió entrar por orden de Kathyln, y adentro ella nos llevó a una habitación individual cerrada con una wardstone que llevaba. Dentro, descansando solo sobre una mesa de metal, estaba el Portal de Salto Temporal.

Skydark: wardstone es una piedra con forma y propósito de una llave con la cual proteges algo… si alguien tienen una mejor definición los leo en los comentarios…XD

Cuando Kathyln se hizo a un lado para permitirnos a los cuatro entrar en la pequeña habitación, observé su postura, su expresión y dónde estaba enfocando su atención. “Gracias. Sé que esto no puede haber sido fácil, pero Etistin — Dicathen — te necesitaba.”

Recompensó mis palabras con una pequeña pero cálida sonrisa. Entonces la sonrisa vaciló y ella apartó la mirada de mí, sus ojos perdiendo el foco. “Sé que estarás ocupado en los próximos días y semanas, pero Etistin aún te necesita. Por favor regresa cuando puedas.”

“Lo haré.” prometí, luego dirigí mi atención al artefacto.

Imbuyendo la runa divina de Realmheart con éter, sentí esa embriagadora ráfaga cuando el maná cobró vida a mi alrededor. Ingresé rápidamente nuestro destino en el dispositivo y luego lo activé manipulando el maná con mi éter. Un disco opaco se abrió plano contra una pared. El eter se contactó y tiró del Portal de Salto Temporal, atrayéndola hacia mi runa de almacenamiento.

Jasmine asintió a Kathyln y pasó.

“Gracias por su hospitalidad, Lady Glayder.” Dijo Lyra, poniendo una mano sobre su pecho y haciendo una reverencia superficial.

Kathyln no dijo nada mientras la retenedora seguía a Jasmine a través del portal. Regis fue rápidamente tras ella.

La ex princesa de Sapin me asintió antes de dar un paso atrás.

Mi mirada se demoró en la de ella. “¿Estás segura de que todo está bien?”

“Estos son tiempos complicados, Arthur.” dijo en esa forma fría y distante que tenía antes de hacerme una pequeña reverencia. “Hasta pronto.”

Justo cuando empezaba a darse la vuelta, estiré la mano y la tomé. Por un momento, los dos nos quedamos en silencio mientras veía un rubor en sus mejillas. Pero su expresión reflejaba la mía; una expresión más complicada que el dolor o la tristeza, pero forjada a lo largo del tiempo y las tribulaciones que habíamos compartido juntos.

Sacando suavemente su mano de la mía, Kathyln envolvió sus brazos alrededor de mí en un abrazo suelto, con la frente apoyada en mi pecho. “Hasta pronto, viejo amigo,” dijo de nuevo, más amablemente.

Se apartó y sus dedos se deslizaron por su cabello donde había caído sobre su hombro.

“Hasta luego,” le aseguré. Luego, sin más que decir, me di la vuelta y entré en el portal.

La escena pasó de la pequeña bóveda yerma a la enorme caverna de Vildorial. Con el Portal de Salto Temporal, esta fue una transición fluida, casi perfecta, pero la vista en sí seguía siendo vertiginosa.

Cerca, Lyra miraba por encima del borde de la carretera curva con emociones encontradas, mientras Jasmine y Regis la observaban atentamente. Un puñado de enanos con pesadas armaduras de placas ya se movían en nuestra dirección desde las puertas del Instituto Earthborn, nuestro destino. Un enano se colocó al frente y lo reconocí de inmediato como Skarn Earthborn, el primo de Mica.

“Lanza Arthur,” dijo, deteniéndose a varios metros de distancia. Su contingente de guardias se detuvo justo detrás de él. Su mirada se detuvo en Lyra Dreide. “He estado buscándole durante los últimos días. ¿Le importa si le pregunto… no importa, no es asunto mío?” Se aclaró la garganta. “Mi tío, Carnelian, necesita hablar con usted tan pronto como—”

Levanté una mano, anticipándome al resto del mensaje de Skarn. “Haré mis rondas tan pronto como haya tenido un momento para ver cómo está mi familia. Dile a Carnelian que he vuelto y que lo vere pronto.”

La expresión siempre tensa y vagamente hostil de Skarn se oscureció, pero contuvo cualquier argumento que obviamente quería hacer. “Sí, Lanza. Se lo diré.” A sus guardias, les dijo: “¡Vuelvan a sus puestos!”.

Se alejó rápidamente, su armadura resonando furiosamente.

“¿Quieres que me quede alrededor?” Jasmine preguntó, mirando deliberadamente a Lyra.

“Ve a descansar un poco,” respondí, seguro de que no había estado durmiendo mucho mientras cuidaba de la retenedora en Etistin. “Nos pondremos al día más tarde.”

Jasmine me golpeó el brazo. “Ya he tenido suficiente de la política. Si vas a arrastrarme en más aventuras, mejor que sea a algo emocionante.”

Riendo, la ahuyenté.

Se dio la vuelta, despidiéndose por encima de su cabeza sin mirar atrás.

“Eres un líder extraño,” dijo Lyra justo a mi lado. Ella también estaba viendo a Jasmine descender por el sinuoso camino. “Pero entonces, tal vez solo alguien que no desea la autoridad puede ejercerla sin corrupción. Asumiendo, por supuesto, que realmente eres este modelo de pureza que presentas al mundo.”

Miré plácidamente a la retenedora. Ella me devolvió la mirada, igualando mi expresión, casi como si me desafiara. Pero ella no dijo nada más, solo me siguió mientras me dirigía directamente a las puertas abiertas del Instituto Earthborn.

Los guardias nos dejaron pasar sin decir una palabra, y luego nos adentramos en los pasillos de piedra tallados en el costado de la caverna. En lugar de dirigirme directamente a las habitaciones de mi madre y Ellie, llevé a Lyra más allá de las aulas y las viviendas. Aunque no es una prisión, el Instituto Earthborn tenía una gran cantidad de bóvedas seguras.

Encontré uno al cual era bastante fácil de regresar y actualmente parecía desocupado. Tenía un frente con barrotes como una celda de prisión, y entre cada barrote había una runa protectora que repelería el uso de maná hasta cierto punto.

Al leer mi intención, Lyra se burló. “Seguramente tú no es—”

Habilite God Step y la agarré por el brazo. Aunque las runas repelieron el maná, no hicieron nada para interrumpir los caminos etéricos y, en un relámpago de amatista, aparecimos dentro de la bóveda.

Sus palabras se cortaron en un jadeo de sorpresa.

Antes de que pudiera reaccionar, con God Step retrocedí fuera de la bóveda. Con los relámpagos todavía cayendo en cascada sobre mi piel, miré a través de los barrotes para mirarla a los ojos. “Ambos sabemos que esta bóveda probablemente no pueda retenerte, pero creo que también sabemos que no te conviene liberarte.”

Y solo como medida de seguridad, quiero que te quedes aquí y la vigiles, Regis.

‘Cómo supe que esto iba a pasar’, se quejó Regis. ‘¿Cuándo dejé de ser tu feroz arma hecha por un asura y me convertí en una niñera a tiempo completo?’

Si eres bueno en algo, la gente te seguirá pidiendo que lo hagas, bromeé.

“¿Es esto realmente necesario, Regente?” preguntó Lyra con un suspiro. “Yo ya—”

“Compórtate, y tal vez voy a empezar a soltar la correa,” le dije, luego me di la vuelta y me alejé rápidamente.

Finalmente, después de lo que, para ellos, habría sido más de una semana, me encontré de nuevo ante la puerta de las habitaciones de mi familia.

El olor de algo sustancioso, como una sopa con carne o chile, flotaba por debajo de la puerta de enfrente.

Toque, primero suavemente, luego un poco más fuerte. Se intercambiaron voces desde adentro, amortiguadas por la gruesa puerta de los enanos, y pasaron unos segundos. El pestillo de la puerta se levantó con un golpe resonante y la puerta se abrió.

Los ojos color arena de mi hermana se abrieron de par en par cuando me vio y saltó a mis brazos con un chillido de alegría. “¡Arthur!”

La atraje en un fuerte abrazo y la giré, haciéndola chillar de sorpresa. Cuando finalmente la bajé, estaba roja y su boca de alguna manera estaba sonriendo y haciendo un puchero.

“Ya no soy una niña, y lo sabes,” dijo, sacándome la lengua. “¿Dónde has estado, de todos modos?”

Fue mi madre quien contestó. Había salido de la cocina y estaba apoyada contra la pared, limpiándose las manos en un delantal. “Salvando el mundo, por supuesto.”

Puse los ojos en blanco mientras cruzaba la habitación y también le di un abrazo a mi madre. “Huele increíble aquí.”

“Ella ha estado practicando,” dijo Ellie, saltando de nuestro lado hacia la cocina. “Estaba bastante segura de que nos iba a envenenar a todos en la primera semana, pero ha mejorado.”

Mamá extendió la mano para golpear a Ellie cuando pasó, pero mi hermana se apartó y se agachó para atravesar el arco de la cocina. Mamá corrió tras ella, diciendo: “¡Mantén tus dedos pegajosos fuera de ese pastel, señorita!” Me lanzó una mirada exasperada por encima del hombro. “Vamos, puedes ayudarnos a terminarlo. O al menos inmoviliza a tu hermana y evita que se coma todo antes de que esté listo. Lo juro, nunca he visto a nadie que pudiera poner tanta comida.”

“Escho es poch el enchenamieto”, dijo con la boca llena de comida. Seguí a mamá a la cocina, donde Ellie la esquivó de nuevo mientras tomaba otro panecillo de un plato lleno.

Mamá levantó las manos y volvió a cortar un montón de verduras que iban a una olla sobre el fuego. “De alguna manera ella ha engañado a las Lanzas para que le enseñen personalmente. Al levantar tu nombre, estoy segura.”

Ellie tragó saliva y se tragó lo que parecía un panecillo entero de una sola vez. “Oye, después por todas las muertes cercanas, correr y escondernos, ser un Leywin debería tener algunas ventajas…”

Su voz se apagó cuando mi madre se congeló, y mi propia cara cayó.

“Lo siento,” dijo Ellie rápidamente, reconociendo de inmediato el cambio de humor. “No quise decir eso.”

Mi mamá se quedó rígida por un momento, pero cuando se dio la vuelta estaba sonriendo. “No te preocupes por eso, cariño. Tienes razón, hemos pasado por mucho. Me alegro de que te estén enseñando, ya que tu hermano está demasiado ocupado salvando el mundo.”

Se rieron juntos, aunque un poco torpemente, pero ese solo sonido hizo que todas sus bromas valieran la pena.

“Esto de nuevo,” le respondí con una ofensa fingida. “Sigues diciéndolo como si fuera algo malo. Supongo que podría dejar que el mundo se acabe. De esa manera no tendría que preocuparme que Ellie alguna vez saliera.”

Mamá se rió aún más fuerte y un poco más genuinamente esta vez, mientras Ellie farfullaba de indignación y me tiraba un rollo a través de la cocina. Lo agarré en el aire y le di un mordisco.

Sin embargo, mientras masticaba, una fuerza estalló en lo profundo del instituto. Me estremecí ante el impacto mental de eso, pero Ellie y mamá no dieron señales de darse cuenta. Mirando hacia abajo a mis pies, extendí mis sentidos.

Una ola repentina y agudo éter había estallado como un géiser en algún lugar debajo, enviando destellos de maná en cascada que rebotaban por todo el instituto. Era lo suficientemente potente como para que otros sin duda lo sintieran…

“¿Arthur?” Mamá dijo, notando mi mirada lejana. “¿Sucede algo?”

“No estoy seguro,” dije, dirigiéndome a la puerta. “Quédense aquí, y” —hice contacto visual con mi hermana— “invoca a Boo, por si acaso.”

 


Skydark: Muchas Gracias a todos los donadores para el Patreon de la novela… 😀

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