Capítulo 98 – El Villano que Quiere Vivir

Skydark: Extra….

---

‘… Adiós, Mi Profesor.’

La voz temblorosa de una niña se podía escuchar desde un futuro lejano. Ese tono misterioso se quedó en mi oído como un eco y antes de dispersarse. Reverberó a través de mí hasta que me llenó por completo.

Parpadeé. El mundo se puso patas arriba en ese instante.

“…”

No había nadie en el sótano donde ella había estado. El viento pasó suavemente a mi lado, el aire frío acarició mi piel. Allí solo se podía encontrar silencio. En este espacio donde nada cambió, mi tiempo continuó ininterrumpido. Sin embargo, deben haber pasado 385 años entre ese momento y el mío.

“… Eres descarada.”

La ira y el desprecio destellaron dentro de mí; esa era una parte inevitable de la personalidad de Deculein.

Flutter—

De repente, un trozo de papel me llamó la atención, atrapado debajo de mi pie. Lo levanté con Psicoquinesis.

 

[Para el Profesor Deculein:

Hola, soy Epherene.

A estas alturas, el profesor que conozco debe estar furioso. ¿No habrá murmurado algo como ‘Eres descarada’? ]

 

“…”

Sin darme cuenta, miré a mi alrededor. Sin embargo, no vi a nadie. Releí esa oración, notando su letra cursiva.

 

[Lo siento, profesor. Pero esto depende de mí.

Y esto es solo ‘tiempo’. El maná y el aire están estancados aquí, lo que hace imposible el entrenamiento.

Es un tiempo sin sentido en el que lo único que puede hacer es pensar. Es un tiempo que se repite, barriendo de un lado a otro como las olas en una playa. Huhu.

Bueno, yo … yo tenía muchas cosas que quería decirle. Qué sucedió en el futuro y cómo era el futuro. Sin embargo, resultó difícil transmitir el conocimiento del futuro al presente. En particular, su futuro era imposible de ver, incluso si derramaba toda mi magia en el.

Entonces, con solo una línea de información incompleta, solo una palabra para transmitir los hechos. Lo que quiero decirle es …]

 

“…?”

Ese fue el final de la carta. Miré el reverso de la página, pero estaba en blanco. Pase lo que pase, su escritura se detuvo de repente.

“¡Profesor!”

La puerta se abrió y una voz un poco más joven me saludó. Deslicé la nota en mi bolsillo antes de mirar hacia atrás.

“¡¿Fue-Fue exitoso ?! ¿La eliminación de Locralen?”

Epherene. Apretó los puños mientras hablaba con urgencia. Asentí.

“¡Oh!”

“Sin embargo, la eliminación completa es una cuestión del futuro. El Kaidezite ha sido desmantelado, pero esta línea de tiempo de Locralen se mantendrá por ahora.”

La eliminación de Locralen era todavía una cuestión de futuro. Locralen mismo permanecería hasta el día en que Epherene se convirtiera en Archimaga.

“Entonces … entonces, ¿qué hay de mí?”

La miré y pensé en la futura Epherene, imaginándola soportando esos 385 años completamente sola. Incluso el pensamiento fue suficiente para enojarme. Ella menospreció mis habilidades y orgullo, y rechazó mi voluntad. Ella era arrogante y terca.

Ella no era el tipo de persona que podía soportar tanto tiempo sola.

“…”

Me acerqué a Epherene. Ella vaciló, pero no retrocedió.

“¡Ugh!”

Puse mi mano sobre su cabeza. Era pequeña y ligera.

“Aun tienes mucho que poner en tu cabeza.”

“…Le ruego me ¿disculpe?”

Epherene entrecerró los ojos.

“Epherene ha regresado al futuro donde Locralen ha sido destruido, por lo que nunca se volverán a ver.”

“…”

Su dolor era evidente en sus ojos, pero salí del sótano sin decir una palabra.

“¡Huh, Deculein! ¡Bastardo!”

Me encontré con Rose Rio en las escaleras caminando de regreso. Ni siquiera se dio cuenta de que se había quedado atónita.

“¡¿Te ​​atreves a traicionarme?!”

“Sígueme. Todo ha sido concluido.”

“…¿Qué? ¿Se acabó?”

Cuando llegamos al lobby del primer piso, casi todos los miembros de la sociedad ya se habían reunido. Estaban parados incómodos después de ser liberados. Entre ellos, noté al presidente de la sociedad, Locralen. Confundido, jugueteó con su collar, una cadena alrededor de su clavícula, con una mirada en blanco.

“… ¡Huh, Profesor Deculein!”

“Profesor Deculein. ¿Lo resolviste?”

“Yo-yo creí en usted.”

Los miembros de la conferencia llegaron un momento después. Hice una seña a Rose Rio.

“Rose Rio, abre la puerta.”

“Okey.”

Rose Rio desmanteló ‘Ductibilidad’.

Rumble—!

La salida de la conferencia bloqueada estaba expuesta, permitiendo que entrara la luz del sol brillante.

“Whoa… han pasado tres días desde que vi el sol. Profesor Deculein, lamento haberle mal entendido.”

Rose Rio murmuró mientras algunos de los magos salían afuera, mirándome. No sabían sobre el sacrificio de alguien, por lo que solo pudieron mostrar este tipo de reacción.

“…Ah, ah. Este es el presidente de la Sociedad, Locralen. Esta conferencia se suspenderá debido a un desafortunado incidente.”

Locralen habló usando magia de altavoz.

“Todos, por favor regresen al hotel y descansen. El procedimiento de registro se realizará mañana. Todos, por favor regresen al hotel y descansen.”

Epherene lo fulminó con la mirada, haciendo pucheros.

 

*****

 

Al día siguiente.

Drent, luchando con las secuelas del agotamiento mágico, logró recuperarse hasta cierto punto, pero todas las demás conferencias fueron canceladas. Locralen afirmó que necesitaría tiempo para reorganizarse, por lo que era hora de que se fueran.

“Reorganización. ¿No podrías simplemente destruir a toda la sociedad ahora? Entonces esto no volverá a suceder.”

Era una pregunta extremadamente razonable de Epherene, pero negué con la cabeza.

“No hay evidencia. Incluso si lo hubiera, Kaidezite es una amenaza del futuro. En la Isla Flotante, preguntarán si el tiempo restante estará bien.”

Una isla loca por la magia, el conocimiento y el misterio. La superficie exterior de la Isla Flotante ofrecía la imagen de racionalidad e inteligencia, pero el interior era bastante salvaje y brutalmente frío.

“Ah …”

“Profesor ~ ¡Ya empaqué todo!”

“Yo también. Iré con muletas.”

Esas respuestas vinieron de Allen y Drent, respectivamente. Asentí y abrí la puerta de la habitación. Para mí, tuve mucho en qué pensar más tarde. Comenzando con el [Catálogo de Atributos Avanzados] obtenido como recompensa de misión.

“Profesor, ¿Nos vamos a olvidar de hoy cuando dejamos Locralen?”

Epherene planteó la pregunta en el ascensor del hotel.

“Depende de tu fuerza mental, pero para ti, probablemente permanecerá como una débil imagen residual. Incluso si no lo olvidas por completo, no podrás recordar los detalles.”

“…”

Epherene asintió con una ligera decepción.

Ding—

El ascensor llegó al primer piso. El lobby del hotel estaba lleno hoy, con gente que intentaba salir de Locralen. Me saludaron, pero no me molesté en responder. Salimos directamente del hotel y bajamos la calle.

“Lo siento, Profesor Auxiliar. Soy bastante pesado, ¿verdad?”

“Está bien ~. Estamos en el mismo equipo.”

Drent, aún enfermo, estaba siendo apoyado por Allen.

“Me desmayé como un tonto … No pensé que me desmayaría con una sola palabra.”

“Eso es cierto. Fue un poco extraño.”

Sus palabras agitaron mis pensamientos. Sentí ascuas ardiendo en mi cerebro.

“¡Profesor! ¡Profesor—!”

Una voz fuerte resonó desde atrás. Locralen se acercaba agitando la mano. Tan pronto como Epherene lo vio, infló las mejillas y se cruzó de brazos. Lo miré en silencio mientras se acercaba rápidamente.

“Jajajaja, ¿Ya se va? Deberías cenar antes de irse. Estaré listo pronto.”

Locralen ni siquiera parecía recordar que él era el huesped del Kaidezite.

“Está bien.”

“Oh ~ está bien. Aun así, estoy aquí para agradecerle. Gracias a usted, la academia está intacta.”

“Humph. Intacto, mi trasero.”

Epherene refunfuñó. Locralen la miró y luego señaló a Drent detrás de ellos.

“Jaja, ¿no creo que lo haya visto antes?”

“Él es el mago que mencioné antes, el que se desmayó con una palabra.”

“Oh ~, que vergüenza. Pero, supongo que estabas muy cansado, ¿eh? Desmayarse con una palabra, debe ser imposible.”

“…Lo siento.”

Drent inclinó la cabeza, provocando que Locralen soltara una risa amarga.

“…Espera.”

El fuego en mi cabeza se encendió, elevándose de una pequeña llama a un resplandor en un instante.

“Locralen.”

“¿Sí?”

“Dijiste que no hay forma de que alguien se desmaye con una sola palabra.”

“Sí. Teóricamente, sí. No importa cuán baja sea tu fuerza mental, con una palabra …”

“Pero este tipo se desmayó.”

Señalé a Drent, quien se cubrió la cara como si se sintiera culpable.

“Bueno. Él debe haber estado cansado en ese momento—”

“Dime otra condición.”

“¿Sí? ¿Otra condición?”

“Si este tipo se desmayó, probablemente fue el tipo que le habló más bien el problema en lugar de él.”

“…No lo sé.”

Locralen se frotó la barbilla mientras reflexionaba.

“Probablemente sea una diferencia en el poder mental… en lugar del poder mágico, ¿supongo? O tuvo una conversación con un futuro mago que poseía una fuerza mental increíble … o tal vez estaba exhausto.”

Eso fue suficiente.

“Ya veo.”

Recordé el momento en que yo, no, nosotros, entramos por primera vez en Locralen. Ese día, un mago con una túnica pasó junto a nosotros como cualquier otro. Drent lo había saludado inconscientemente. Y …

 

[Así que, con solo una línea de información incompleta, solo una palabra para transmitir los hechos. Lo que quiero decirte es …]

 

… la carta de Epherene interrumpida de forma antinatural.

“¿Profesor? ¿Qué ocurre?”

Mientras ella contemplaba sus palabras y su propio tiempo, sucedió algo que la sorprendió. Imaginé a Epherene escribiendo la carta. Ella fue alguien que vertió su corazón, línea por línea, en esa pequeña nota. Estaba tan sorprendida que ni siquiera pudo terminar la carta.

No, no había necesidad de terminarlo. Porque …

“Porque lo que va a pasar siempre pasará.”

“¿Sí?”

Todos se voltearon a mirarme.

“Ese bastardo descarado …”

“¿Quién?”

En lugar de responderle, señalé a Epherene con la barbilla hacia Allen. Allen, entendiendo la indirecta, se llevó a la fuerza a Epherene.

“Epherene ~ Volvamos primero ~.”

“¿Qué? ¿Por qué, porque? No, espera…”

Dejando que se llevaran a Epherene, me voltee hacia Locralen.

“Locralen. Llámame en un futuro no muy lejano.”

Locralen sonrió alegremente.

“Oh ~ por supuesto. No se puede invitar a nadie dos veces, pero la conferencia también se llevará a cabo en diciembre—”

“No.”

Corté a Locralen y agudicé la mirada.

“No pongas mi nombre en la lista de invitados.”

“…¿Sí?”

“Llámame en secreto.”

Mi nombre no debería estar en esa lista. Solo entonces podría engañar a sus ojos.

“Ah, eso es un poco difícil. De acuerdo con las reglas de Locralen—”

“ ¿Las reglas importan ahora? Por tu culpa, casi morimos.”

Puse mi mano sobre el hombro de Locralen. Confundido, inclinó la cabeza.

“E-Eso podría ser un gran riesgo. Digo esto por su propio bien. Si su nombre no está escrito en la lista, más tarde, cuando intente ingresar—”

“Lo sé. Más bien, es por eso que estoy pidiendo esto.”

Me encontré con los ojos de Locralen. Sus pupilas se movían al azar, evitando mi mirada.

Gulp —

Después de un momento, Locralen tragó saliva y se acarició la nuca, limpiando una capa de sudor frío.

“E-Entonces, ¿Cuándo quieres?”

“No importa cuándo.”

Me voltee para ver a Epherene marcharse. Ella seguía mirándonos.

“Cuando esté listo, vendré por mi cuenta.”

En ese momento, el sol brillaba sobre el vidrio abovedado de Locralen, la luz se inclinaba suavemente a su alrededor.

“Solo necesitas abrir la puerta.”

“…Sí. Si. Muy bien. Pero por qué…”

Sonreí y negué con la cabeza.

“No hay necesidad de preguntar por qué.”

El transeúnte con una túnica que conoció Drent. Probablemente solo había una persona en este mundo que tuviera el poder mental para aturdirlo con una sola palabra.

“Desde el principio.”

Sabía quién era él.

“Porque esto era lo que iba a pasar.”

… Deculein von Grahan Yukline.

 

*****

 

… la última anoche: en el tiempo de Epherene mientras Deculein estaba aturdido.

“¡Lo hice!”

Epherene disolvió con éxito el Kaidezite, lo que hizo que se disipara al liberar una tremenda cantidad de energía temporal a lo largo de Locralen.

“Uff…”

Ahora lo que tenía que hacer era sencillo. Tenía que soportar 385 años, o 140.525 días, o 3.372.600 horas, en este espacio limitado.

“… Sin embargo, es una suerte que tenga algo para ver.”

Epherene miró al aturdido Deculein. Su apariencia no envejeció en lo más mínimo como siempre o ahora. Su limpieza y refinamiento paranoicos serían eternos a pesar del caos y el paso del tiempo.

“Regresaré en un momento.”

Epherene, que pasó un rato mirándolo, subió las escaleras del sótano. Después de pasar junto a Rose Rio y Epherene, que dormía profundamente, llegó al lobby del primer piso.

“…Uff.”

Dejó escapar un pequeño suspiro mientras revisaba sus rostros atónitos. No se perdió ni una sola.

“Oh, muy bien.”

Epherene, que iba a comprobar el segundo y tercer piso, se dio la vuelta y volvió al sótano.

“Casi me olvido de la carta. Lo escribiré ahora mientras todavía estoy llena de energía.”

Deculein todavía estaba aturdido. Epherene lo miró y sacó una hoja de papel en blanco.

“Veamos…”

[Para Profesor Deculein —

Hola, soy Epherene.]

 

Escribió con magia, no con un bolígrafo. La magia del carbono que inventó se transformó en ‘grafito’ en la página.

 

[Lo siento, profesor. Pero esto depende de mí.

Y esto es solo ‘tiempo’. El maná y el aire están estancados aquí, lo que hace imposible el entrenamiento.

Es un tiempo sin sentido en el que lo único que puede hacer es pensar. Es un tiempo que se repite, barriendo de un lado a otro como las olas en una playa.]

 

“Pfft.”

Mientras leía las palabras, sonrió y algo brotó de su interior. ¿Era esto lo que querían decir con transmitir tu corazón? Epherene escribió cada letra con ese tipo de sentimiento.

 

[Así que, con solo una línea de información incompleta, solo una simple palabra para transmitir los hechos. Lo que quiero decirle es…]

 

— Sin embargo.

Thump.

Los oídos de Epherene se animaron con sensibilidad. Sus ojos se agrandaron mientras levantaba la cabeza.

Thump.

Era el sonido de un pie cayendo, un sonido que ella no podía ni debía oír.

“…”

La mano de Epherene se detuvo.

‘De ninguna manera. ¿Hay alguien a quien no haya aturdido todavía?’

Los registros de entrada y salida eran los mismos. Ella incluso se aseguró de que Drent estuviera atónito. En ese momento, mientras ella miraba hacia la entrada con escalofríos recorriendo su espalda.

“Eso es ridículo.”

“…!”

Una voz le atravesó los oídos. Era demasiado familiar, pero en un tono imposible.

“Eres demasiada descuidada ….”

Ya sea que supiera o no su sorpresa, la voz continuó sarcásticamente hasta que un hombre con túnica negra apareció de la oscuridad.

“¿Cómo puedes decir que eres mi discípula?”

Ella solo lo miró, reprendiéndola. Las lágrimas ya estaban brotando de sus ojos y estaba ahogada, por lo que no podía decir nada.

“Sigues siendo tonta.”

El único quien podía llamar a un Archimago, tonta. La única persona en este mundo. Al verlo quitarse la túnica, Epherene se tapó la boca con ambas manos.

“Ah …”

Era Deculein. Más precisamente, el Deculein del futuro. Tenía una sonrisa que era un poco más cálida que el actual Deculein.

“Deberías haber sido más concienzuda.”

Luego los ojos de Epherene dibujaron una leve sonrisa. En ese momento, lágrimas transparentes cayeron de sus ojos como un arco iris.

“Yo lo sé, bien.”

Epherene se secó las lágrimas con las mangas de su túnica.

“Fui demasiada … estúpida.”

Ella levantó la cabeza de nuevo y lo miró, llorando mientras reía. Al Profesor Deculein no le gustaba la gente que lloraba, pero no podía evitarlo en este momento. Su corazón latía como loco, sus emociones ahora estaban fuera de control.

“Deberías haber sido un poco más minuciosa…”

… Y detrás de ella, el pequeño trozo de papel revoloteó y aterrizó suavemente en el suelo. Una nota que comenzaba con la tímida oración, “Para el profesor Deculein—.”

“Soy tan estúpida …”

Epherene no terminó su nota. Ese hombre estaba en el otro lado. Él había acudido a ella, así que ella no tenía por qué hacerlo.

“… Lo siento, profesor.”

Concentrándose en este momento, Epherene sintió una oleada de culpa.

“Y, gracias.”

Los años que estaba decidida a afrontar sola. Parecía tan infinitamente satisfactorio …