Capítulo 66 – El Villano que Quiere Vivir

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Laboratorio temporal en la mansión Yukline.

Miré de cerca las cenizas bajo el microscopio. Traté de “comprenderlo” partícula por partícula, inyectando maná y destrozándolo con [Psicoquinesis].

“… ¡Profesor! ¡Mire esto!” Gritó Kelodan, señalando la pizarra.

Scratch— Scratch, scratch— Scratch—

Se estaba escribiendo un informe sofisticado sobre la superficie verde.

 

[Sylvia aquí. Capturamos a un debutante que había sido títere y lo separamos de las cenizas. El resultado de nuestro análisis es el siguiente.]

 

Ella habló sobre cómo las cenizas invadieron al debutante y cuál fue el proceso de ese titiritero.

La forma en que Sylvia analizó y separó el espécimen con su propia magia fue casi a un nivel anatómico.

… Un cierto pensamiento apareció en mi mente mientras lo miraba.

“Separación.”

Separación de cenizas y las debutantes.

¿Y si a la fórmula de la “barrera” se le añadiera un circuito que neutralizara el control de las cenizas?

Más allá de eso, ¿qué pasaría si la barrera se construyera ‘en la torre mágica’ y luego se completara?

“Es posible.”

Implantar un circuito en magia específica, conocido como ‘tejido mágico’, ya se había hecho decenas de veces. Mi [Psicoquinesis] fue creada de esa manera.

“¿Qué es posible?” Preguntó Kelodan.

“Haré una ‘barrera que rompe las cenizas’ y se lo entregaré a los Debutantes.”

“¿Una barrera? Llevaría demasiado tiempo.”

Negué con la cabeza.

Dado que no era magia completamente nueva, el consumo de maná no sería severo. En este momento, [Descomposición] era un hechizo común que se usaba incluso en los basureros.

“Es bastante posible.”

Si lo imagino y agrego los talentos de Sylvia y Epherene, por supuesto, es posible.

“Um, profesor …?”

Él se quedó mirando la pizarra sin decir una palabra y reflexionó. No hubo necesidad de tomar notas. Todo esto iba a pasar en mi cabeza …

“¡Atención—!”

Un grito perturbador resonó.

Me voltee hacia la entrada, sintiendo el deseo de marlos.

Once individuos de nombres desconocidos se pararon donde yo miraba, formando una línea.

Los Caballeros Imperiales.

“¡Atención, por favor!” Cuando el caballero volvió a gritar, una voz familiar vino detrás de él.

“Humpf. Tan ruidosos.”

Era la voz del emperador. Cuando estaba a punto de hacer una reverencia adecuada, me detuve abruptamente.

La criatura que apareció con orgullo no era el emperador.

“En este estado de posesión, mis oídos son sensibles. No hablen en voz alta.”

Llevaba muchas pieles rojas y su larga cola se agitaba, pero sus piernas eran cortas.

Era un gato de aspecto lujoso.

“¿Su Majestad?”

“Sí, Deculein. Es una de las magias que aprendí. Soy demasiada vaga para salir. Oye. No toques mi cola.”

“¡Lo siento!”

“…”

Me quedé sin palabras por un momento.

La posesión era parte de la ‘magia de la armonía’. [Posesión completa], que tomó prestada la boca y los ojos de los seres vivos, esto era bastante difícil de aprender. Sin embargo, naturalmente, ella podría utilizarlo por completo.

Además, el munchkin que usaba era de una raza real.

Skydark: Munchkin un tipo de raza de Gato que no tenia ni idea ..:XD

La calidad del maná del emperador era actualmente de nivel 2, y una vez que se llevara a cabo un evento de despertar en el futuro, alcanzaría el nivel 1. Después de todo, era una genio que tenía el talento para dominar todas las habilidades del mundo, incluidas habilidades de magia y espada.

Si tuviera que expresar al emperador Sophien en una frase, sería …

‘La persona más cercana a Dios.’

Esa indolencia podría ser una bendición o una maldición para este mundo.

“Bajen sus espaldas.”

“¡Sí!”

El gato saltó por encima del lomo del caballero.

“¡Oh!”

Sin embargo, su primer intento falló ya que sus piernas eran demasiado cortas en comparación con el gran cuerpo del caballero.

“Este chico. Inclínate más hacia abajo.”

“¡Lo siento!”

Esta vez, el munchkin se subió con éxito a la espalda del caballero. Ella sonrió y le dio unas palmaditas en la faringe con la cola para expresar su satisfacción.

“No te atrevas a moverte ni una pulgada. Mis piernas son cortas, por lo que es peligroso.”

El emperador abofeteó al caballero con su pata delantera.

“¡Sí!”

“No grites tampoco.”

“…”

“¡Todos, salgan de mi camino!”

En ese momento apareció también George, el mago de la corte. Los rumores de que el gato del emperador estaba aquí parecían haberse extendido.

“¡Su Majestad! ¡Cómo puede dominar la magia de posesión tan perfectamente …!”

“Que molesto. ¿Cómo lo supo?”

George miró al gato rojo con ojos emocionados. No mucho después, sin embargo, rápidamente endureció su expresión.

“Profesor Deculein. ¿Qué va a hacer a partir de ahora?”

“Tengo la intención de inventar una barrera mágica que descomponga las cenizas.”

“… ¿Inventar una barrera?”

“Sí. Uno que descomponga las cenizas sola.”

“¿Tú … quieres crear una nueva barrera?” George preguntó, su voz llena de dudas.

“Eso es correcto.”

“¿Cuánto tiempo te tomará crear esa magia?”

“No tomará un día.”

“¿Qué?”

“Es una tarea sencilla. No es tan sorprendente.”

“No, necesitas explicar más …”

No tenía tiempo para perderlas en las explicaciones.

Hablé con amabilidad, pero obstinadamente.

“No importa lo que pase, yo lo lideraré. Por lo tanto, yo también asumo la responsabilidad de esto.”

George chasqueó la lengua, pero asintió de todos modos.

“… Okey. De todos modos, si estarás creando una barrera, ¿qué hay de la fórmula? ¿Lo has escrito en un pergamino?” Preguntó George.

Miré a George sin decir una palabra.

“…”

“…?”

El silencio entre nosotros continuó por un rato.

Estaba pensando en cómo explicarlo, pero incluso eso en sí mismo ya era una pérdida de tiempo.

Simplemente me golpeé la sien con el dedo.

“Está todo en mi cabeza.”

“¿Que?” Preguntó el gato.

Si tuviera que explicarlo en una oración …

“Usé el cálculo mental.”

 

*****

 

Los debutantes tenían la certeza de que eran las 3 de la tarde, pero no sabían si era de mañana o de tarde.

Independientemente, Sylvia y los demás miraron fijamente el pizarrón.

“…”

“…”

“…”

Una fórmula expansiva llenó su superficie.

Debajo del círculo mágico que el mismo Deculein inventó, estaba la siguiente oración.

 

[¿Pueden conjurar esta barrera?]

 

“Es posible,” respondió Sylvia en nombre de todos, atónita.

Lucia no pudo hacer nada más que encogerse de hombros mientras la miraba. “… así es. No es imposible si pudiéramos dibujar y recrear su fórmula.”

La explicación de la barrera de Deculein fue detallada y amistosa. Incluso una debutante podría entenderlo.

El problema era que el círculo mágico de la barrera era demasiado grande.

Su área total cubría todo el tercer piso.

“Esta aula servirá como su centro. Saldré y dibujaré la fórmula en el tercer piso. En cuanto al maná que requiere … Deberíamos tener suficiente ya que hay muchos magos aquí.” Dijo Epherene, mirando alrededor del salón de clases.

Incluyéndose a ella misma, había alrededor de 50 de ellos. Si usaran colectivamente su maná, no sería difícil activar la barrera.

“¿No necesitaremos un catalizador para construirlo?”

Ante la preocupación de Julia, Sylvia se quitó su propio collar.

Era un artefacto hecho completamente de diamantes de maná, el recuerdo de su madre. Estaba imbuido de varios efectos especiales, incluida la expansión del almacenamiento de maná y la amplificación mágica.

“Usa esto como catalizador.”

“… ¿Estás segura?” Lucia, que conocía el valor de su collar, preguntó asombrada.

Sylvia no respondió.

“Hmpf… Si quieres llegar tan lejos, entonces…”

Suspirando, Lucia también se quitó el brazalete de su muñeca.

“Estos dos serán suficientes. Mi pulsera es una reliquia por el valor de 20 millones de Elnes.”

“Ve-Veinte millones … entiendo. Estaré dibujando la fórmula ahora.”

Epherene luego se cortó el cabello largo de un solo movimiento, lo que sorprendió a Lucia.

“¿Estás loca? ¿Por qué te lo cortaste? Tu cabello no puede usarse como catalizador. Lo sabes ¿Verdad? ¿No tienes cerebro?”

“¡Cielos! ¿Quién dijo que lo usaría como catalizador? ¡Esto se interpone cuando me muevo!”

“Ifi, está bien. Ignórala.” Julia calmó a Epherene. Luego ella cortó el cabello que había sido cortado arbitrariamente.

“Está bien ~ Es bonito ahora.”

“…”

Sylvia luego tiró su largo cabello hacia arriba. Ahora atado en una cola de caballo, corría por la parte posterior de su cuello de porcelana.

“Wow, Sylvia. Estás preciosa.”

Al ver que Eurozan y los demás la felicitaban, Epherene se arrepintió momentáneamente.

‘Solo tenía que tirar y atarlo de el también.’

“Epherene. Eres rápida, así que te dejo el dibujo de la fórmula. Llamaré la atención de los monstruos para minimizar la amenaza que vendrán tras de ti.”

“¿Llamar su atención?”

“Sí. Igual que hicimos en el ejercicio práctico.”

Epherene asintió.

Luego, una breve frase en la pizarra los calmó y los consoló.

 

[Confiaré y esperaré.]

 

Eso era todo lo que necesitaban.

“Okey. Vamos.”

Después de terminar sus preparativos, las dos rompieron la barrera del aula.

Thump—!

El sonido estremecedor volvió a sonar, pero Epherene y Sylvia no dudaron en abrir la puerta, encontraron a los debutantes infectados y enormes golems hechos de cenizas.

Como estaba planeado Sylvia llamó su atención, Epherene conjuro [Auto-Psicoquinesis] y se aferró al techo del tercer piso.

Whoooosh—!

Sylvia recubrió los cuerpos de los golems con el blanco puro de la magia como pintura, que pronto se convirtió en una llama que emanaba temperaturas extremadamente altas.

Sus objetivos quemados en un instante.

Al mismo tiempo, Sylvia cubrió el suelo de azul, que pronto se convirtió en hielo que hizo que los debutantes infectados en el se tambalearan, incapaces de dar ni siquiera unos pocos pasos.

Sin embargo, en algún momento…

“…”

Extremidades de espesas cenizas, como los tentáculos del Kraken, agarraron la cintura de Sylvia. Luego la golpearon y la arrojaron contra el suelo.

“Ouch …” Dejando escapar un único gemido, inmediatamente borró los tentáculos sin mostrar ningún dolor. Sin embargo, su estómago se sentía caliente, como si acabara de sufrir una lesión interna.

“…” Sylvia se tambaleó, mirando el pasillo oscuro.

Clic— Clic—

El sonido de tacones golpeando el suelo hizo eco.

“Es inútil.”

Sylvia miró la existencia que apareció en la oscuridad.

Profesora Louina. Ella, la Profesora Titular de la Torre Universitaria del Reino, se había convertido en un monstruo que asimilaba con las cenizas.

“… Tienes un talento extraño. Estoy celosa.” Su voz sonaba extraña pero apagada.

“Te mataré porque estoy celosa.” Ella sonrió, las comisuras de la boca se estiraron hasta la parte inferior de sus orejas como si le desgarraran la cara. Más cenizas cayeron de sus labios, tomando la forma de una enorme hoja/cuchilla.

Whoooooooooooosh …

Sylvia hizo suyo su entorno, borrando su arma antes de que pudiera alcanzarla.

“Estos son … los tres colores primarios.” Siendo testigo de la creación de Sylvia, Louina murmuró con admiración. “Una magia equivalente a un milagro. Rompe la realidad, interfiere con el status quo y recrea todas las cosas como lo desea su presentador.”

Aprovechando su monólogo, Sylvia dibujó una jaula y la encerró.

“Un origen sin sentido que puede vagar por el mundo entero a voluntad.”

Clank —

Louina, golpeando la rejilla y lamiendo sus labios, apretó ambos puños. Con una expresión retorcida de mapache, escupió maldiciones.

“¡Maldición por que! ¡El mundo es tan injusto! ¡Esto no tiene sentido! ¡Nada de esto tiene sentido!”

Las cenizas explotaron poco después de eso. Con las barras a su alrededor ahora rotas, el puño de Louina se conectó contra el estómago de Sylvia, entregando un golpe cargado de velocidad y peso.

“¡Ahh!”

Ella rebotó y golpeó la pared. En ese momento, su pecho se apretó. Las costillas rotas le perforaron los pulmones y no podía respirar.

“Humpf. Sigues borrando mis cenizas con varias técnicas, pero no importa. Vas a morir de todas formas.”

La diferencia entre ellos era tan grande que pensó que podría morir.

El dolor le calentó todo el cuerpo y tembló de miedo.

“…”

Aún así, Sylvia no huyo.

Se desconoce cuánto tiempo duraría, pero decidió al menos aguantar hasta que se le acabara el maná.

“… No perderé.”

La perseverancia siendo la clave de la victoria le resultaba demasiado familiar a Sylvia, después de todo, ya que ella vivía día a día soportándola.

 

*****

 

Tick—

Tac—

Tick—

“Cálmense y permanezcan en estado de alerta, todo el mundo.”

Lucia asumió el papel de protagonista de las debutantes en el aula. Los 49 ya se habían calentado y ahora solo esperaban que se completara la barrera.

Tick—

Tac—

Tick—

El segundero del reloj de mano sonaba en medio del silencio, haciéndose eco con los latidos de su corazón mientras sus manos temblaban como hojas meciéndose contra los vientos.

Lucia se secó el sudor de la frente.

Tick—

Tac—

Tick—

La respiración de los debutantes se volvió áspera. Aquellos que tenían psiquis frágiles parecían tan serios que casi se desmayan.

“¡No pierdan la conciencia! Si no lo hacemos bien, ¡sepan que no tendremos una vida agradable en la torre el próximo semestre!”

Todos se vieron obligados a volver a sus sentidos ante el grito chirriante de Lucia.

Tick—

Tac—

Tick—

Después de unos momentos más, el segundero que se movía lentamente se detuvo.

Era la señal de Epherene.

“¡Ahora!”

Todas las debutantes, incluida Lucia, lanzaron su maná en el momento adecuado.

Whoooooong …

Lo condensaron todo en sus catalizadores: el collar de Sylvia y el brazalete de Lucia.

Sus reliquias recibieron maná de 49 individuos diferentes y lo entregaron todo a la fórmula de la barrera.

La magia azul se precipitó como un fuego artificial.

¡Whoooooosh—!

Una luz tan brillante que casi rompió sus retinas brilló, provocando que el interior del aula se quemara como una supernova.

Su maná se consumió en un instante, y los debutantes agotados cayeron uno por uno.

“Ugh…”

Lucia soportó con todas sus fuerzas, imbuyendo tanto maná como pudo en los catalizadores, pero no fue suficiente.

Sentía un dolor en la nuca como si se lo cortaran.

“¡Ugh!”

Sus ojos se nublaron y su cuerpo se tambaleó. Finalmente, cayó al suelo. En ese estado, miró fijamente la esquina de la barrera.

Su luz brillante había comenzado a desvanecerse como una hoguera que se había quedado sin madera para arder.

… Sabía que no debería dejarlo así, pero su cuerpo no la escucharía.

Lucia solo podía parpadear.

‘No puedo …’

Cuando sus párpados estaban a punto de cerrarse, vio una figura familiar.

La persona la miró con expresión fría.

El Profesor Auxiliar de Deculein.

Allen.

En el siguiente instante, la luz de sus catalizadores se encendió una vez más, esta vez con más brillo que cualquier otra fuente de luz que hubiera visto, mientras su maná se precipitaba hacia adelante, ardiendo como el sol.

En el momento en que se completó su fórmula, un destello radiante devoró la totalidad de su entorno.

Se había manifestado una barrera.

 

*****

 

‘Mamá. ¿Por qué murió mi gato? Lo amaba y lo apreciaba tanto como podía, pero aun así se alejó de mi lado. ¿Por qué me traicionó cuando lo amaba?’

‘La vida siempre ha sido así. No te traicionó, Sylvia. Se va a ir a un mejor lugar. En ese país lejano, te estará esperando pacientemente.’

‘Estás mintiendo … ¿Cuánto tiempo estarás conmigo entonces, mamá?’

‘Um ~ me pregunto ~’

‘Waaah. Waaaaah. Waaaah.’

‘Lo siento. No llores ~’

‘Wahhh. Waaaaaaaahh.’

‘Me quedaré contigo todo el tiempo que quieras.’

‘Oh … Entonces … Entonces …’

Sylvia siempre se revolcaba en sus sueños.

La realidad que quería no estaba en el presente, sino en el futuro, después de todo.

El presente fue solo un trampolín para ello.

Se quedaba despierta noche tras noche leyendo libros de magia, incluso sacrificando su tiempo para comer para no perder ni un segundo, o iba a la isla flotante todas las semanas en busca de información…

No los hacía simplemente porque quería.

Ella no lo hizo porque fuera divertido.

Su madre dejó su lado a una edad temprana para ir a la tierra de los arcoíris, donde esperaba su gato.

Desde que desapareció su madre, aquella quien pintó su vida, hasta ahora en que ella se había convertido en maga en la Torre de la Universidad Imperial, al mundo le había faltado color.

Parecía espeso y opaco, como una pintura al óleo aplastada.

Para ella, el presente era un lugar en el que no quería quedarse por mucho tiempo.

Sylvia solía girar las manecillas de su reloj con los ojos bien cerrados, esperando que una vez que los abriera, estaría en un futuro lejano donde sería más madura y contundente, pero, sobre todo, donde sus recuerdos dolerían menos.

‘Cuando me convierta en un Archimago y ascienda a los cielos, mi madre podrá verme. La haré sentir orgullosa de mí.’

Para ella, el presente era … sólo un período de preparación para hacer más agradable su picnic en un futuro lejano.

Whooooosh …

Soplaba un viento solitario. Las corrientes de aire que se precipitaron hacia la torre sellada de la Universidad Imperial hicieron que Sylvia se diera cuenta de que la barrera había sido activada.

“¡Cielos! Esos tipos hicieron algo inútil.”

Sin embargo, se había quedado sin maná y Louina todavía estaba frente a ella.

Sylvia puso su mano alrededor de su clavícula. El recuerdo de su madre, que siempre la había abrazado, no estaba allí.

“Muere.”

Louina libero cenizas.

“…”

Sin maná para defenderse, Sylvia solo pudo cerrar los ojos a toda prisa.

Las cenizas se detuvieron justo frente a ella, pero no vio que sucedió.

Ella simplemente tropezó y cayó.

Thud—

Sin embargo, algo la sostuvo antes de que pudiera llegar al suelo. Se sentía tan resistente como una pared.

Sylvia abrió los ojos ligeramente y, aunque su rostro no era visible, descubrió que su ancho pecho la mantenía despierta.

“… Sylvia.”

Su voz por sí sola fue suficiente para que Sylvia determinara quién era. Inclinó la cabeza ligeramente hacia arriba.

Sus ojos la estaban mirando.

“No te preocupes. No te dejaré caer.” Dijo, mostrando lo que parecía una leve sonrisa.

Sylvia quería decirle algo, pero sus labios se negaron a moverse. Ni siquiera podía mover las yemas de los dedos.

El agotamiento de maná había comenzado.

“Siempre retribuyes mi fe. Ahora asumiré esta responsabilidad como tu profesor.”

Sylvia apoyó todo su peso contra él. Sonriendo levemente, cerró los ojos y se durmió agarrándose de su cuello.

“Puedes descansar ahora.”

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