Capítulo 340 – El Villano que Quiere Vivir

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Swooooosh…

Estaba mirando la puerta principal del Palacio Imperial bajo la lluvia torrencial. Estaba seguro de cuáles eran ahora los problemas de Sophien y su angustia. Justo ahora, ella se estaba volviendo en humana. La mujer que repitió su muerte durante cientos de años y solo conoció el sinsentido de la vida debido a que llegó a amar a un tipo como yo…

“Sir. ¿Qué va a hacer?”

Mi fuerza estaba conmigo ahora. Por supuesto, ellos eran demasiado superficiales para ser útiles, aun habiendo sido corrompidos por el Altar.

“¿En qué está pensando el emperador…?”

Uno de ellos me preguntó. Era molesto, y la forma en que este bastardo insignificante hablo del emperador más noble sin respeto me hizo hervir la sangre.

“… aun no sé lo que está pensando. Haremos nuestro trabajo. El faro está listo.”

Cuando llegue el día, el continente será destruido y regenerado, según mi voluntad o según a Quay.

“Pero… antes de eso.”

Me quité el abrigo y lo tiré.

“Debo mostrarme, así como un sirviente.”

Thud.

Me arrodillé en el pavimento. El lodo sucio salpicando y empapando a través de mi ropa.

“¿Conde, Conde?”

Los tipos a mi lado estaban desconcertados. Dudaron sobre si debían arrodillarse o hacer otra cosa.

“Esperaré solo. Hasta que salga el Emperador.”

“¿Sí? pero….”

“Nos conviene que el Emperador no se mueva hasta que se active el faro.”

Le expliqué el motivo. Esa fue una excusa.

“Sin embargo, el Emperador cerró abruptamente el Palacio Imperial. Esto no es oportuno. Aun cuando este parado frente a ella, debería tratar de averiguar sus intenciones.”

El Emperador debe venir al faro y clavar una espada en mi corazón. Ser roto por el dueño de este continente era mi papel.

 

****

 

Al día siguiente, en la residencia de Masal.

“…¿Qué sucede?”

Lia y Ganesha inclinaban la cabeza mientras escuchaban las últimas noticias a través de la bola de cristal.

“¿Esto es política?”

El Emperador cerró el Palacio Imperial. Cerrar el Palacio era tradicionalmente una expresión de insatisfacción, por lo que Deculein fue el primero en correr y arrodillarse. Después de eso, los sirvientes pro-Imperiales se arrodillaron a su lado uno por uno. Así que, ahora, estaba lleno de nobles de todo tipo.

“Lia, si piensas sobre eso, ¿No es este el tiempo oportuno?”

“¿El tiempo oportuno?”

“Sí, para asesinar a Deculein. Dijeron que está de rodillas sin magia, escolta o contra mediadores.”

“Umm… no lo sé. Realmente no lo se. Más bien, ¿Cuándo se hará el análisis?”

Ella rápidamente cambió de tema. Los numerosos magos reunidos en Masal todavía estaban absortos analizando el faro, pero no se veían tan bien.

“No lo sé. Ve y míralo por ti misma~”.

“…Sí.”

Lia abrió la puerta. Tan pronto como salió al pasillo, un trozo de papel mágico pasó volando. Lia lo atrapó en el aire y caminó hasta llegar a la sala.

“… Hay demasiados.”

Demasiados. Doscientas personas se reunieron aquí, revisando los materiales de la Isla Flotante y discutiendo entre ellos.

— Este. Mira este. ¿Está bien? Aquí, analicé esta fórmula primero,

— Eso está mal.

— ¿Por qué?

— No pierdas los honoríficos… en fin, yo tampoco lo sé. Más bien, Deculein es un verdadero genio del siglo. ¿Dicen que esta persona es el profesor plagiador?

Lia buscó entre ellos. Había varios magos, pero Louina no estaba a la vista.

“Um. ¿Dónde está la Profesora Louina?”

“Oh. Ahí adentro, y ella entró recientemente.”

“Okey.”

Llamó a la puerta que señaló uno de los magos.

Toc, toc—

No hubo respuesta.

Toc, toc—

Nada de respuesta, así que abrió la puerta.

“Um, ¿Profesora Louina…?”

“…¡Ugh!”

Louina se puso rígida. Parecía preparada para esconder algunos documentos.

“¿Qué estás haciendo?”

“Uh….”

Louina puso los ojos en blanco como si estuviera reflexionando, luego se rascó la nuca y se rió. Esta persona también era mala mintiendo.

Los ojos de Lia se entrecerraron.

“¿Qué? ¿Qué es eso? ¿Qué estás tratando de ocultar?”

“No-No es nada.”

“No creo que sea nada. ¿Descubriste algo sobre el hechizo?”

Louina se humedeció los labios.

“Oh, eso es….”

“Lo descubriste, ¿verdad?”

“… Haah.”

Louina asintió y se sentó con una expresión de desesperación.

“Sí. Lo descubrí. Más o menos.”

“…¿Qué descubriste?”

“…”

Louina levantó una pila de documentos.

“Esta es la fórmula del faro de Deculein descompuesta en trescientas partes.”

“…¿Trescientas?”

“Sí. Bueno, yo no hice nada. Mis discípulos lo armaron uno por uno. El propósito de este faro es… por tanto, creo que puedo decir el propósito… ese propósito es…”

De repente, la boca de Louina se cerró con fuerza. Suspiró mientras se frotaba los ojos y la nariz.

“¿Tal vez la destrucción del continente?”

“…Ah.”

Los ojos de Louina se agrandaron. Lia lo sabía desde hacía mucho tiempo, pero Louina y la mayoría no habían oído hablar del propósito del Altar. No, tal vez incluso los miembros del Altar aún no sabían su propósito.

“Así es. La destrucción del continente. Este faro está tratando de atraer un cometa y dejarlo caer sobre el continente.”

Louina se levantó y palmó su telescopio.

“Ya hemos observado cual es el cometa.”

“¿Oh?”

“… No pareces muy sorprendida.”

“Sí. Ya lo esperaba.”

“¿En serio? Después de todo, eres la aventurera elegida por Su Majestad, ¿verdad?”

Louina le sonrió con amargura. Sin embargo, las expectativas de Lia y Louina eran ligeramente diferentes. De acuerdo con la línea de búsqueda, Lia esperaba que fuera así, mientras que Louina había compuesto una predicción empírica a través del análisis mágico, la investigación y la observación. Por lo tanto, había evidencia de las predicciones de Louina.

Ella podría anunciarlo oficialmente en todos los rincones del continente.

“¿Cuál es ese cometa?”

“Bueno. Todavía no hemos decidido un nombre, pero es la mitad del tamaño de nuestro continente.”

“…”

Esto era confidencial, pero Lia sabía ciencia e ingeniería. Así que, estudió la ciencia de la Tierra hace mucho tiempo, y sabía que si incluso un asteroide de una décima parte del tamaño se estrellaba, el planeta sería destruido.

“Hay una cosa que aún no he descubierto… pero eso podría ser innecesario, ¿verdad? Ya sabemos su propósito.”

“Entonces, ¿Por qué estás aquí en lugar de revelarlo?”

“… Incluso si lo revelo, no creo que pueda detenerse. Creo que solo causaría caos.”

Explicó Louina.

“Estaba estudiando su intención. No sé cómo detenerlo; no puedo. Es perfecto.”

Louina agitó los papeles.

“Es perfecto. Me quedé asombrada mientras lo leía, honestamente. ¿Cómo pudo Deculein crear algo como esto?”

Admiró al enemigo que intentaba destruir el continente e incluso se sonrojó como si estuviera fascinada por su magia.

“¿Pero por qué usaría su talento para algo como esto?”

Louina murmuró algo así y dejó el papel. El hechizo de Deculein fluyó desde sus dedos.

“…Está bien.”

Levantándolo, Lia negó con la cabeza.

“No sé mucho sobre magia, pero ciertamente tiene defectos.”

“…¿Defectos?”

Louina se volteó para mirar a Lia.

“Sí. Un hechizo perfecto como ese es complicado, ¿no es así? Así que, solo el mago que inventó la técnica puede manejarlo, ¿verdad?”

“…Ah.”

Los ojos de Louina se agrandaron.

“Deja este documento como evidencia de los crímenes de guerra de Deculein, y solo tenemos que aprovechar el momento en que decida encender el faro. Luego… podemos matarlo.”

…Deculein también esperaba eso.

“… Sí. Está bien. Ahora, Deculein es un villano muy, muy malvado.”

Louina lo dijo y agarró el papel de nuevo. Entonces, inmediatamente reanudó sus estudios. Lia inclinó la cabeza.

“¿Qué estás haciendo?”

“Dijiste que había una parte que aún no había descubierto. La analizaré de nuevo.”

 

*****

 

…En el sótano del Palacio Imperial, la biblioteca. Sophien estaba caminando allí. Buscando en la estantería, hurgando a través de las cubiertas de innumerables libros. Entre la textura y olor a papel, cuero y tinta estaba Deculein.

Escogió solo los libros muy manchados con las huellas de Deculein y los sostuvo en sus brazos.

“… Él leyó bastante.”

Cientos de libros tenían su olor. Todas eran primeras ediciones de libros raros conservados únicamente en el Palacio Imperial. Cielos, era un amante de los libros.

Rustle—

Sophien leyó los libros que él había leído.

Rustle—

La historia del Palacio Imperial, registros de magia y cuentos de la antigüedad. Prueba de la divinidad. Después de leer todo, encendió su bola de cristal.

“…”

Deculein todavía se arrodillaba frente al Palacio Imperial.

“Debes estar enfermo.”

Sophien estaba preocupada por él. Ahora, el cuerpo de Deculein no era normal. Se estaba muriendo, por lo que ahora, incluso una simple tormenta sería perjudicial para su salud.

“…Pero. Si tu muerte es llevada a cabo por mis propias manos.”

Sophien pensó en silencio. Si era fiel a lo que él quería, él se convirtió en un gran mal que unió todos los males, y ella se convirtió en la gobernante para castigarlo.

“¿No estoy ganando lo que es menos valioso al matar lo que es más valioso para mí?”

Para Sophien, ser el Emperador no valía nada. Todo este mundo no valía la pena para ella. Incluso si todo en el continente estuviera unido, no valía más que Deculein.

“A medida que pasa el tiempo, esos pensamientos se vuelven más y más claros…”

Stomp.

Los pasos resonaron en la oscuridad de la biblioteca, seguidos por la débil energía del maná.

Whoooosh…

El viento sopló en el sótano, haciendo que el cabello de Sophien se balanceara.

“…”

Sophien miró a su alrededor.

“… Sophie.”

¿Sophie? Ese era un título que incluso su padre y su madre apenas la llamaban cuando era muy joven.

“Ha sido un largo tiempo.”

Un hombre de mediana edad caminaba hacia ella. Sophien asintió.

“… Rohakan.”

Él sonrió levemente.

“Sí, ha pasado un tiempo.”

“… Deberías estar muerto.”

Sophien se puso de pie, mirándolo fijamente. ¿Qué era él? ¿Era este un cuerpo falso, una ilusión, o había vuelto a la vida?

“Jaja. Ya estoy muerto, pero no soy falso. Antes de morir, era fácil para mí fragmentar mi conciencia y dejarla como una cápsula del tiempo.”

Dijo Rohakan. Luego, sin dudarlo, se sentó frente a Sophien.

“Siéntate. No hay mucho tiempo.”

“…”

Sophien lo miró fijamente, inmóvil, y Rohakan solo sonrió.

“¿No te lo dije? Vi el futuro.”

“…”

“Sabía que ibas a sufrir en este momento, y sabía lo que estarías pensando. Así que, dejé mi voluntad y tengo algo de qué hablar contigo.”

Sufrimiento. Pensamiento. Sophien torció los labios, burlándose de Rohakan.

“Tú sabías de mí.”

“Sí.”

Rohakan señaló el techo.

“Pero ese tipo, Deculein, es más increíble de lo que pensaba.”

“¿Increíble?”

La frente de Sophien se contrajo.

“Sí. Yo no pude protegerte, pero Deculein aun te está protegiendo, ¿no es así?”

“…”

Sophien permaneció en silencio e inclinó la cabeza en ángulo. Su mirada tenía un filo apuntado como una espada contra Rohakan, pero él continuó con una sonrisa.

“Sophie. Estás siendo curada.”

¿Curada? Esa palabra con la que Sophie de alguna manera podría estar de acuerdo.

“Tú, tal como te veo, estás más viva que nunca.”

La actual Sophien no estaba muerta. Ella no estaba podrida. Sus ojos sin vida habían recuperado su vitalidad.

“¿Cuántos días necesitas?”

Pensándolo bien, los humanos solo pueden sufrir porque están vivos. Cuando mueres, ni siquiera sientes dolor. Entonces, esta agonía era prueba de que estaba viva.

“Hasta entonces, me quedaré a tu lado.”

Dijo Rohakan. Sophien lo miró a los ojos.

“Te diré todo lo que quieras saber…”

Una suave sonrisa tiró de los labios de Rohakan.

“Te ayudaré a matarlo.”

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