Capítulo 263 – El Villano que Quiere Vivir

La luz del sol se filtraba por la ventana, trayendo consigo calor y un nuevo amanecer quemándose lentamente en el horizonte.

— …Deculein.

La voz de Iggyris se desvaneció en el crepúsculo/ocaso y Deculein se inclinó ante él. Ahora, el resto dependía de él.

“…”

Sin una palabra, Deculein se fue sosteniendo a Julie en sus brazos y se paró junto a la ventana del pasillo. Observó el amanecer sobre el imperio.

“…Profesor.”

Julie trató de llamar su atención.

“Profesor…”

Ella no podía decir más que eso. Su corazón le dolía como si fuera a romperse, y sus miembros temblaban. Aun así, ella no podía caer. No como un caballero.

“…Yo.”

Julie miró a Deculein. Él estaba inmerso en sus pensamientos mientras la sostenía. Su cabeza estaba enredada con innumerables pensamientos, le costaba respirar y su pecho se sentía tapado.

“Yo…”

Demasiadas preguntas pasaron por su mente hasta que una finalmente llegó a sus labios. Era infantilmente simple, pero suficiente para contener sus sentimientos…

“…Estaba equivocada.”

No respondió. Ni una sola arruga en su rostro se movió. Por otro lado, Julie se hundió en la penumbra. ¿La disculpa era demasiado tarde? Él solo miró hacia el amanecer y murmuró en voz baja.

“Julie. Yo no soy digno de una disculpa tuya.”

Él sacudió la cabeza.

“He matado a demasiadas personas y no siento remordimiento.”

Julie bajó la cabeza y la apoyó contra su pecho.

“Si el propósito era correcto, pisoteé a quien necesitaba.”

Deculein trató de ponerle la mano en el hombro y se detuvo. Apretó los dientes y reprimió sus impulsos. En cambio, usó Psicoquinesis y sacó algo de su bolsillo.

“Soy alguien que preferiría la decapitación a la persuasión si algo se interpusiera en el camino.”

Mirando lo que Deculein agarró, los ojos de Julie se abrieron como platos.

“Como pudiste pensarlo, soy un villano. Un villano despreciable que se enfrentará a la multitud de personas que he matado en el Infierno, sin lugar de salvación.”

“Profesor. Eso es—”

Era la piedra de maná que le dio su ángel guardián. La única evidencia con un video de un día determinado grabado en su interior.

“No es tu culpa, Julie. Si hay algo malo en este mundo, debe ser culpa del Dios que nos creó.”

Julie extendió la mano hacia la piedra de maná. Sin embargo, antes de que pudiera…

¡Crack—!

Se hizo añicos en sus manos.

Swoooosh…

Los restos fluían suavemente de sus palmas. Una imagen se filtró de las piezas cuando tocaron el suelo. Como fragmentos de un espejo, los registros de ese día se proyectaron al azar.

“Julie. Tú estás muriendo.”

Drip— Drip—

Las lágrimas se mezclaron con los restos de la piedra de maná. El humo azul se elevó cuando el maná y el agua se mezclaron.

“Lo admito. Fue mi codicia verte con vida.”

Deculein soltó a Julie de sus brazos. Ella lo agarró por los hombros para que ella pudiera erguirse.

“Así que, ahora…”

Él puso su mano en su mejilla y secó las lágrimas que caían.

“Me rendiré. Trataré de no amarte.”

De repente, el sol de la mañana salió por completo.

“Esta es una ruptura, Julie.”

Deculein miró a Julie. Ella era demasiado abrumadora para mirarla y era una mujer tan encantadora que quería abrazarla en ese momento. Puso su mano en su mejilla. Aunque Julie temblaba, no rechazó su toque.

“Vive tu vida.”

Diciendo eso, presionó el punto de acupuntura en su cuello como si fuera a acariciarla. Por un momento, los ojos de Julie se abrieron como platos, pero su mente ya agotada no pudo soportarlo.

“No…”

Cayó sobre el hombro de Deculein y él le acarició suavemente la cabeza.

“…”

Y sin una palabra, miró al hombre que estaba detrás de Julie. No, no había uno solo. Lawaine, Isaac, Ihelm, Adrienne. El grupo de cuatro estaba parado allí con los ojos muy abiertos.

“Tomalá.”

Ihelm corrió primero y puso a Julie en su espalda a su orden. Estaba a punto de huir, pero miró hacia atrás.

“Deculein. ¿No vas a ir?”

“Aún hay trabajo que hacer.”

“…Okey. Bien.”

Ihelm no fingió tener curiosidad. Adrienne, por otro lado, trató de acercarse con una pregunta y un signo de exclamación sobre su cabeza al mismo tiempo.

“¡¿Ah?! ¡¿Qué fue eso de ahora?! Deculein — ¡oye, qué demonios!”

Ihelm la agarró por el pelo.

“¡¿Qué estás haciendo?! ¡Déjame ir!”

“Solo vamonos.”

“Esto parece divertido, ¡ah no, no! ¡Cuéntamelo más tarde, al menos!”

Ihelm se llevó a Adrienne, y Lawaine e Isaac los siguieron después de inclinarse con miradas rígidas.

…Deculein se quedó mirando la oscuridad en la esquina de la ventana.

“Hay algo que quiero preguntarte.”

— …Qué.

Una voz distante regresó desde adentro.

“¿No amabas a Julie?”

— ….

Iggyris se quedó en silencio por un momento.

— La persona que amaba más que a mi vida eligió a esa niña en lugar de su propia vida.

Era una voz llena de arrepentimiento y tristeza.

— Sería mentira si dijera que no le tengo rencor, pero cuando pienso en la persona que amo, hasta el corazón de este caballero se ablanda. Cada vez que veo a esa niña, pienso en mi esposa muerta.

Deculein volteó la cabeza.

— La causa de muerte de mi esposa fue congelación.

Una niña nacida con abrumadores talentos mágicos y una línea de sangre legendaria a veces puede llevar a su madre a la enfermedad o incluso a la muerte.

— En el momento del parto, su cuerpo se congeló por dentro. Mi esposa murió con un dolor insoportable.

Julie era una niña del invierno que nació congelando y matando a su madre.

— …Por un yo tan insignificante y sombrío.

Julie nació con un arnés diferente al de Zeit y Josephine. La maldición de ser elegido como el papel principal en el mundo.

— Profesor, yo no podría quererla tanto como usted.

“…”

Por un momento, Deculein frunció el ceño. Su barbilla se levantó con una ira y un desprecio insoportables.

“Tú eres patético.”

¡Thud—!

Deculein se alejó, su bastón tintineó bruscamente contra el pasillo.

— ¿Vas a ir?

“…aún hay trabajo que hacer.”

Antes de que saliera el sol por completo, antes de que se cerraran las puertas de este inframundo, todavía tenía trabajo que hacer.

 

*****

 

…Tejiendo maná y forjándolo en una espada, la magia del Emperador creó una espada intangible. Blandiendo esa espada deslumbrante, Sophien se movió como un vendaval de invierno.

¡Craaaash—!

La espada mágica cortó la carne con facilidad, dejando que los órganos y la sangre fluyan libremente al suelo. Estaba sucio. Sin embargo, el Emperador no dudó.

¡Swiiiish—!

El manejo de la espada del Emperador era noble y perfecto; la esencia del Palacio Imperial reunida reuniendo solo la esencia del manejo de la espada. Sus movimientos, que los encarnaban por completo y los aceptaban a todos, eran más fuertes que cualquier otro. Al mismo tiempo, era más hermosa que una hermosa bailarina.

“…Es por eso que esto es aburrido.”

Sin embargo, la demostración del Emperador duró menos de cinco minutos. El grupo de guerreros del Altar fue masacrado y esparcido. Con una risa, barrió su sangre con su magia y miró hacia otro lado.

“¿Estás bien?”

“…”

Sophien le preguntó al Profesor. Él se aclaró la garganta y asintió.

“Sí.”

“Entonces, ahora explica. ¿Quieres decir que vas a morir?”

Deculein guardó su acero de madera.

“Soy tanto recuerdo como maná. Entonces, si me convierto en uno con Deculein, obtendrá todos los recuerdos de ese día, pero él no podrá resistir el caos.”

La turbulencia de recuerdos y maná llenos de cientos de años. Incluso Deculein no podía soportar eso.

“Por supuesto, él no morirá de inmediato. Sin embargo, se convertirá en un cuerpo esperando la muerte.”

“…”

Sophien frunció el ceño.

“… ¿Qué pasa si no quiero?”

Si ella no quería que el actual Deculein muriera, era suficiente al dejar al Deculein del inframundo aquí. Ella solo tenía que no dejar que se vieran. Sin embargo, también había problemas con eso.

“El Profesor, ¿y tú?”

El Profesor que compartió recuerdos con ella, Sophien. Se presentó como recuerdo y maná, pero también debe ser un alma no muy diferente del Deculein original. Piensa, percibe, habla y… ama a Julie.

Maldición.

“Como recuerdo, me quedaría aquí para siempre.”

Si hubiera diferencias con el Deculein original, solo sería que no iría al baño, no comería ni podría morir.

“… De hecho, esa es una decisión.”

Sophien sonrió. Se enfrentó a dilemas a menudo en asuntos de estado, pero esta vez no hubo una solución adecuada.

“Ha salido el sol. La puerta ahora está abierta.”

El Profesor dijo eso y abrió la puerta.

“Vamos.”

“… aún no he tomado una decisión.”

“Para usted, la preocupación es tan buena como una decisión. He estado con usted durante cientos de años. No intente engañarme.”

“…”

Él estaba en lo correcto. Sophien se rascó la nuca y el Profesor asintió. Significaba que eso estaba bien.

“Vale la pena quedarse para siempre. Aunque solo sea un recuerdo, vale la pena vivirlo. Incluso si me quedo atrapado en un nicho de game over, vale la pena continuar. Desde aquí, puedo mirar.”

“…Profesor.”

¡Boom, boom, boom, boom-!

Sin embargo, la perturbación todavía estaba allí, y diferentes tipos de maná resonaron como un terremoto a través de la casa antigua. No serían tan fáciles como los tipos anteriores.

“…Vamos rápido. El Altar está llegando.”

El Profesor abrió la puerta. Sophien dio un paso adelante y lo miró.

“Los recuerdos con Su Majestad. Los sostendré con cuidado.”

El Profesor en su memoria transmitió sus palabras como si él estuviera enseñando de nuevo.

“Tenga en cuenta. Su Majestad no está sola.”

“Lo sabrás. Este no es el final. Después de seis años y seis meses…”

“Solo vamos.”

“… Este bastardo.”

El Profesor empujó a Sophien hacia afuera y ella atravesó la puerta.

…Fuera de la casa antigua, hacia el Palacio Imperial.

“Mmm.”

De pie allí, Sophien miró a su alrededor por un momento. Después de eso, miró hacia el otro lado de la puerta. Ella sonrió y frunció el ceño.

“Mire, Profesor. ¿Hay mucha diferencia entre adentro y afuera?”

El Palacio también estaba lleno del Altar.

— Está bien. Allí será más fácil.

La voz del Profesor temblaba más allá de la puerta.

‘Será más fácil allí.’

Sophien agarró la espada mágica y miró a su alrededor.

“¿Cuántos?”

Había un montón de tipos vestidos con túnicas. Era una situación desfavorable y desesperada, pero Sophien sonrió.

“…¿Lo sabías? Tuve una discusión con el Profesor un día.”

De repente parecía muy relajada mientras llevaba la dignidad del emperador.

“Fingiendo librar una guerra total contra el Altar, reuniendo todos tus poderes en el Palacio Imperial y barriéndolos a todos a la vez…”

— No te mataremos. Nosotros también te necesitamos.

Un tipo con un rango bastante alto entre la multitud habló. Su atuendo y tono eran como los de un noble. Sin embargo, la expresión de Sophien se endureció.

“¿Te atreves a interrumpirme?”

— Lo siento, pero por favor venga con nosotros. El fanfarroneo no funcionará.

El Altar conocía la situación en el Palacio. Isaac y Lawaine seguían encerrados en la casa antigua, y el poder central del Palacio Imperial luchaba en los templos de todo el continente. Por lo tanto, ahora solo estaba el Emperador aquí.

— Incluso si usted es el Emperador, no puede hacer nada sola.

“Hmph.”

Sophien resopló y dejó caer su espada mágica.

“Es gracioso. ¿Parezco como si estuviera sola?”

Había certeza en la voz de Sophien. No estaba fanfarroneando ni delirando.

“Mirad.”

Señaló a ambos lados del pasillo, donde se encontraban innumerables estatuas de caballeros.

“¿No hay muchos caballeros aquí?”

— …

Era una pista fuerte, pero los tipos del Altar no lo entendieron en absoluto. Sophien tenía una sonrisa de zorro.

“Toma.”

Sacó algo y lo arrojó al pasillo: era una esfera de nieva. Rodó y golpeó el pie del ejecutivo del Altar.

“…”

Sin embargo, parecía haber una razón por la que él era un ejecutivo. El hombre que había interrumpido arrogantemente las palabras del Emperador de repente gritó con urgencia.

— ¡Retirada!

Los demás parecían desconcertados, pero el ejecutivo rápidamente corrió hacia el otro lado del pasillo.

“… No habrá tiempo ni espacio para retirarse.”

La crueldad persistió en los labios de Sophien. Su talento era ser una estatua. Como caballero, él era una estatua. Pudo imbuir su conciencia y maná en las innumerables estatuas de este palacio imperial y pudo moverlas a todas como si fueran él mismo.

“¿Sabes cuántas estatuas hay en este Palacio?”

Había decenas de miles. Él era todas las estatuas, y todas esas estatuas eran él. Por lo tanto, este era el lugar de la masacre predicho por Sophien.

“Finalmente, él viene.”

Crack—!

Se formó una grieta en la superficie de la esfera de nieve y el maná explotó. Sophien sonrió.

“Maldita sea. Llegas tarde, pero este es un buen momento, así que te perdono.”

…El caballero del Emperador, Keiron.