Capítulo 249 – El Villano que Quiere Vivir

Skydark: Capítulo Plus…

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Una noche en la isla. En la espeluznante sala del gremio, Idnik estaba discutiendo con Zukaken y Arlos.

“En este momento, lo más importante es atrapar a Gerek primero. No sé lo que está pensando, pero si sigue matando a Deculein de esta manera, no solo la finalización del círculo mágico, sino también el estado mental de Sylvia, será un problema.”

Ella no le dijo su suposición a Zukaken y Arlos. Aún no estaba claro, y sobre todo, el método de Deculein era la mejor manera de proteger el continente…

Idnik tomaría ese camino como un mago desert. El sacrificio desempeñado como base de un mago.

“Okey. Así que, ¿Qué hay del espantapájaros?”

“Tengo que hacer otro. El espantapájaros que puse como escolta de Deculein ya se ha roto. Debe ser obra de Gerek…”

Creek—

En ese momento, por alguna razón, se abrió la puerta de la sala del gremio. Arlos, Zukaken e Idnik miraron hacia atrás, sintiendo un escalofrío.

“Uh…”

El Octavo Deculein estaba de pie en la oscuridad. Él los estaba mirando. Mientras todos estaban en silencio, se acercó sin decir una palabra y se sentó en el escritorio y la silla. Entonces, casualmente leyó su teoría mágica. Mirándolo, Zukaken murmuró sin comprender.

“Incluso si te reencarnaste por tu cuenta… ¿Quién te guio hasta aquí?”

“…Nadie.”

“Pero ¿Cómo llegaste aquí?”

“No lo sé.”

Zukaken y Arlos susurraron. Sus ojos temblaban de asombro. Como si todo eso le molestara, Deculein miró hacia atrás con el ceño fruncido.

“¿Han visto un fantasma?”

“Oh, por supuesto, a ti… fuiste asesinado por Gerek.”

“¿Gerek?”

Preguntó Deculein. Arlos respondió rápidamente.

“Sí. Deculein. Gerek fue a buscarte. Ahora estás en peligro. Quédate aquí por un tiempo.”

“…”

Pero Deculein negó con la cabeza. Idnik lo observó de cerca y Arlos frunció el ceño.

“¿Por qué? Dije que Gerek está detrás de ti.”

“3 de la tarde”

“…”

Levantó su contrato de contratación, firmado por Deculein y Sylvia.

“Tengo un contrato que cumplir.”

“…”

Idnik apretó los dientes. Arlos suspiró y sacudió la cabeza. Zukaken dijo:

“Sí, bueno. Haz lo que quieras. Después de todo, incluso si mueres, vivirás.”

 

*****

 

….Después de todo, incluso si mueres, vivirás.

Ya fueran las malditas palabras de ese idiota de Zukaken o las cosas siempre habrían resultado así, Arlos todavía pensaba en ello a veces. Por supuesto, eso puede no haber causado todo esto, pero ¿necesitaba algo de qué quejarse?

Thud—!

Arlos dejó el montón de papeles sobre el escritorio. Era el papel de rastreo que marcaba los puntos donde Deculein había estado muriendo. Innumerables puntos estaban marcados con una X. Basándose en esto, trabajó incansablemente para informarle la ubicación de Gerek, donde residía Gerek y el movimiento de Gerek, pero ella no tuvo respuesta. Ella no pudo encontrar una respuesta.

“Uf…”

Mientras suspiraba, un aliento blanco se extendió como el humo de un cigarrillo por el aire. Aquí, en la Isla de la Voz, era invierno. Caía nieve todas las noches del año. El paisaje de esta isla era similar al estado mental de Sylvia, por lo que, como dijo Idnik, podría llamarse un estado muy peligroso.

“…Gerek. ¿Dónde demonios estás?”

Deculein viviría, aunque muriera. Ni siquiera necesitaba la ayuda de Sylvia. Justo al final de su vida, aparecería en algún lugar de esta isla gracias al poder mental único de Deculein. Como tal, su resurrección fue ciertamente infinita…

Si él lo mataba tan pronto como volviera a la vida, sería insignificante. Incluso si resucitara infinitamente, si Gerek lo matara infinitamente, al final él estaría muerto.

“…”

Arlos miró en silencio la caja que contenía su teoría mágica. Aunque era la teoría mágica de Deculein, no la había tocado en dos años. Arlos limpiaba de vez en cuando aquella caja polvorienta, sintiendo pena por su abandono.

“¿Tres años y tres meses?”

Tres años y tres meses. Ese fue el tiempo que había pasado desde que Zukaken dijo que viviría incluso si moría. De estos, la tutoría en el hogar de Sylvia duró solo tres meses. Durante los tres años restantes, Deculein sufrió su muerte repetidamente. Sin llegar a la sala del gremio ni a la casa de Sylvia, Gerek lo mató.

“…Siguió fingiendo ser fuerte. Pero siguió muriendo.”

Arlos murmuró y tomó los dibujos arrugados. Era un boceto que Deculein dibujó hace mucho tiempo.

“Ajem.”

No era como si no le gustara en absoluto, pero los repugnantes cumplidos del Profesor venían a su mente de vez en cuando. Misteriosa, bella, artística…

Creek—

Entonces alguien abrió la puerta. Arlos escondió rápidamente el dibujo.

“Oi, Arlos.”

Era Zukaken. No se molestó en limpiar la nieve que se había acumulado por todo su cuerpo.

“Idnik te está llamando para que vengas. Ella tiene algo que decir.”

“…¿Donde?”

Arlos se mostró reacia a irse. Fue porque Gerek destrozó su espantapájaros hace tres años. Ahora que no tenía suficientes monedas ni siquiera para comprar comida, no tenía los materiales para hacer otra.

“Hacia Sylvia. Ella te llamó para que vinieras al faro central.”

“…”

Arlos frunció el ceño. Zukaken tenía una expresión similar, pero se encogió de hombros.

“Ella dijo que tiene algo que decirnos.”

 

*****

 

“… Era un cuento de hadas.”

Un día brumoso hace mucho tiempo, Sylvia le mostró a Deculein el cuento de hadas que ella misma escribió. Un cuento de hadas hecho para Deculein que ella escribió en el idioma que aprendió de él.

“…¿Cuento de hadas?”

Preguntó brevemente.

“…Sí.”

Una historia escrita con gramática correcta. Deculein asintió en silencio y miró el guión como si lo saboreara.

“…¿Qué opinas?”

Sylvia se apresuró a pedir una revisión. Entonces, Deculein sonrió muy débilmente.

“… Aún no lo he leído.”

“…Oh. Okey.”

Sylvia esperó. Moviendo los dedos, esperaba su respuesta. La tensión aumentaba cada minuto y segundo mientras ella se concentraba en sus labios. Entonces finalmente.

“…Está bien escrito.”

El elogio de Deculein. Una sonrisa abultada llenó su rostro. Y…

“…Oh.”

Sylvia abrió los ojos. Hoy, ella también soñaba con el pasado. Era un recuerdo que extrañaba, una escena desgarradora.

“…”

Ella se puso de pie lentamente. Su largo cabello caía en cascada alrededor de su cintura. De repente, miró el calendario. Ocho años en la Voz después de su primer encuentro con Deculein… no. Habían pasado demasiados años sin Deculein.

— Toc Toc

Sylvia se dio la vuelta cuando la puerta se abrió.

“… Sylvia.”

Llamándola por su nombre en voz baja, era Idnik. Sylvia apretó los dientes, sus ojos se volvieron agudos.

“Idnik. ¿A qué viniste?”

“Sierra llamó. Ella está preocupada por ti. Además, la isla. Ha estado en invierno durante todo un año, Sylvia.”

“…”

Sylvia no dijo nada; ni siquiera miró a Idnik a los ojos. Sin embargo, ella preguntó por la esencia.

“¿Encontraste a Gerek?”

Sylvia sabía que Gerek estaba matando a Deculein. Hubo momentos en que ella lo persiguió con el viento, y hubo momentos en que estuvo acompañada por el fantasma. Sin embargo, los agudos sentidos de Gerek superaron con creces al Viento de Sylvia. Idnik negó con la cabeza.

“No pudimos encontrarlo.”

“Entonces, ¿Por qué viniste?”

Sylvia estaba resentida con Idnik. Le molestaba que no detuviera a Gerek por adelantado. Le molestaba la Voz.

“… Sylvia.”

La voz de Idnik se calmó. Sylvia negó con la cabeza como si no quisiera oírlo.

“Sal.”

“Acerca de Deculein.”

“Sal.”

“No es alguien a quien debas extrañar tanto.”

“¡Dije que salieras!”

A Sylvia, que luchaba por no querer escucharla, Idnik le mostró un trozo de papel con magia. Agarró las manos de Sylvia, que la empujaban.

“Mira. Este es el círculo mágico que Deculein formó en esta isla.”

Después de ver a Sylvia desmoronarse y sufrir durante tres años, Idnik se enteró de cómo Deculein estaba tratando de matar a Sylvia. Era un método que, como hechicera, podía entender, pero como humana, nunca podría tolerar.

“Dijiste que hiciste una apuesta con él, ¿verdad? El que primero complete la magia se irá sin ningún arrepentimiento.”

A este ritmo, Sylvia moriría. Estaba exhausta todas las noches, marchitándose. Seguro que Sylvia moriría.

“Velo por ti misma. Este círculo mágico.”

Deculein le ofreció a Sylvia el sentimiento del amor. Sobre todo, ese sentimiento seguramente mataría a Sylvia.

“Deculein tenía la intención de matarte desde el principio.”

Y el maná que se desbordaría de su cadáver activaría el círculo mágico.

“Este es el círculo mágico de Deculein que estudié. Abre los ojos y mira.”

Esta teoría tomó tres años para que incluso Idnik la entendiera completamente. Sylvia lo miró, sacudiendo la cabeza sin comprender.

“Este círculo mágico se activará cuando mueras, y toda la isla quedará sumergida. Deculein pretende reunir todo en la Voz y eliminarlo. No importa quiénes son o quienes vives aquí.”

“…No.”

“¡No! Mira de cerca. Más bien, Gerek lo está bloqueando.”

El pueblo de Gerek había sido destruido por Yukline. Esa historia, Gerek no quería repetirla. Por eso mató a Deculein innumerables veces, aunque Sylvia muriera, para no completar el círculo mágico.

“…”

El rostro de Sylvia se volvió opaco. Sin embargo, sus ojos continuaron escaneando el círculo mágico de Deculein. Sus labios fuertemente cerrados temblaron. Idnik aflojó su fuerte agarre alrededor de la muñeca de Sylvia.

“Deculein es un Yukline. Yukline nunca se compromete con los demonios.”

Sylvia era una niña inteligente. Así que, ella sabría exactamente cuál era el propósito de este círculo mágico y cuáles eran los requisitos.

“…Oye, Idnik.”

Entonces, otra voz llamó a Idnik. Dos personas los miraban desde afuera de la puerta de Sylvia: Arlos y Zukaken.

“¿Es eso cierto?”

Los dos preguntaron con caras inexpresivas. Idnik los miró a los ojos y asintió.

“Es verdad.”

 

*****

 

…Tres meses después.

Stomp, stomp—

El sonido de pasos resonó fuera de la sala del gremio. Arlos, sentada en el escritorio estudiando, miró hacia la puerta.

“¿Estás aquí, Zukaken?”

“Sí.”

Era Zukaken. Después de buscar a Gerek hoy, corrió hacia la chimenea tan pronto como colgó su abrigo en la percha.

“Gerek.”

“No pude encontrarlo. Naturalmente. Todo está cubierto de nieve, así que… ¿todavía te aferras a esa teoría?”

“Sí.”

Arlos levantó las gafas colocadas en el puente de su nariz.

“Estoy tratando de averiguar si las palabras de Idnik son ciertas.”

La teoría mágica de Deculein. Arlos lo estaba estudiando mucho. Por supuesto, le tomaría mucho tiempo a Alos, cuya habilidad teórica era inferior a la de Idnik, pero era mejor que nada.

“¿Qué vas a hacer estudiando eso? Eres solo una titiritera.”

“No soy una cabeza hueca como tú. No soy solo un titiritero; Soy la mejor en la industria.”

Zukaken resopló y se echó hacia atrás.

“Pero, Arlos. Incluso si es verdad, ¿no es esa la forma correcta? Eso es mejor que la Voz extendiéndose por el continente y destruyéndolo por completo.”

“…”

Arlos miró a Zukaken con sorpresa. ¿Qué estaba mal con este Zukaken?

“¿Eres Zukaken?”

“Lo soy.”

“¿Pero dices eso?”

“…Que. Te lo dije antes, creo en mí mismo.”

Zukaken sacó la batata que había quedado en la chimenea. Arlos se humedeció los labios. Ella lo había puesto para comerlo, pero ese bastardo.

“Es mejor morir como héroes que salvaron el continente que vivir aquí y olvidarnos de nosotros mismos. El Profesor lo hará por nosotros.”

“…Piensa en morir más tarde. Más bien, ¿dónde estaban los rastros del Profesor hoy?”

Arlos desdobló el mapa y le entregó un bolígrafo. Zukaken señaló con el dedo.

“Aquí.”

“Mmm. ¿Hoy, en un lugar extraño también…?”

En ese momento, inesperadamente…

Como una chispa, como una cerilla que se raspa, una idea ardió en la mente de Arlos.

“…”

Rustle, rustle…

El sonido de la nieve acumulándose en el techo de la sala del gremio.

Whoosh…

Una corriente fría se filtraba por las grietas de la pared. Arlos cerró la boca mientras Zukaken seguía comiendo.

“¿Quieres algo?”

Zukaken acercó la batata a la boca de Arlos, y ella inconscientemente la mordió mientras estaba perdida en sus pensamientos.

“…Esto es diferente.”

Finalmente, Arlos habló. Ella puso el mapa encima del círculo mágico de Deculein. Para ser precisos, superpuso el papel de calco que marcaba los puntos donde murió Deculein.

“Esto es diferente…”

Luego, comparó las dos ubicaciones. Aquí, Idnik se perdió…

Idnik se había perdido algo.

“…Quiero decir~, ¿qué sabes con solo estudiar esto?”

Ignorando las interrupciones de Zukaken, Arlos se concentró. Con una actitud más seria que cuando hacía títeres, consideró la relación entre este círculo mágico y las muertes de Deculein. Usó su cerebro hasta que sintió que su cráneo podría explotar.

Y así…

“…Zukaken. Creo que ya lo sé.”

“Pffft. Car**ajo.”

Aunque Zukaken se rió con desdén mientras comía las batatas, se aclaró la garganta después de encontrarse con los ojos serios de Arlos.

“Ajem. ¿Qué, qué crees que sabes?

Arlos, ella parecía saber. No, ella estaba segura.

“El siguiente lugar donde morirá Deculein. Y ahora, dónde está Deculein.”

Arlos, respondiendo de esa manera, reunió el mapa y el círculo mágico y se puso de pie.

Bang—!

Abrió la puerta y salió corriendo.