Capítulo 235 – El Villano que Quiere Vivir

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En el cementerio. Entre las tumbas y lápidas que se colocaron en mayor contacto con la naturaleza.

— Sabes, Woojin.

Una conversación de un día lejano susurrada en mi oído.

— Woojin.

— …

— Oi, Kim Woojin. ¿Por qué no hablas?

Estaba sentado en un cubículo. Aquella que llegó a la oscuridad donde yo estaba solo e iluminó el mundo se paró frente a mí.

— Qué.

Tan pronto como respondí, ella sonrió como si estuviera avergonzada.

— …Sabes.

Mirándome a los ojos, repitió las palabras. Labios temblorosos, aliento tembloroso.

— ¿Deberíamos casarnos?

…En ese momento, no pude darle una respuesta. ¿Era porque no estaba listo? O tal vez fue porque no entendí bien sus sentimientos.

Desde aquel día en que falleció mi hermana menor, viví como una muñeca con un resorte roto. Me movía como si algo estuviera mal y, a veces, luchaba con mis emociones fugaces.

Así que, pensé que tú me tenías lástima. Tenía miedo de no poder moverme sin ti a mi lado. Tenía miedo de romperme así. Pensé erróneamente que querías estar conmigo, y lo encontré lamentable.

— …Estoy bromeando. ¿Por qué te lo tomas tan en serio?

No te dije nada. Yo esperaba que no desperdiciaras tu vida con alguien como yo que estaba roto. Quería mostrarte que podía valerme por mí mismo.

— ¡Qué estás haciendo!

En otro día, ella me dio un golpecito en el hombro y dejó algo sobre mi escritorio.

— Toma. Mira.

Era una nueva tablet. Mirándolo, fruncí el ceño.

— ¿Qué es esto?

— Es tuyo.

— …¿No es caro?

— Sí. Fue bastante caro.

— ¿Qué… está bien tu situación financiera? ¿No había algo que querías comprar?

Luego ella se rió.

— Fufu. Era esto. Quería comprar esto. Quería regalártelo.

— …

Le di la vuelta la tablet sin decir una palabra. Era caro. Mirándome, puso su barbilla sobre mi hombro.

— Sabes. Hay dos tipos de felicidad. La felicidad de dar, la felicidad de recibir.

— …¿Enserio?

— Sí. El mundo no giraría si sólo existiera la felicidad de recibir. Ese algoritmo está bien diseñado, al igual que nuestro juego.

Decía eso mientras me abrazaba.

— …Así que. Me gusta darle cosas a Woojin.

Sus vergonzosas palabras me hicieron cosquillas, así que me reí.

— Eso ser afortunado. Me gusta recibir regalos tuyos.

Abrí los ojos de nuevo. Los recuerdos fugaces eran especiales, pero la realidad seguía ahí. La razón por la que la tablet me vino a la mente de repente fue probablemente porque dibujé este juego con ella.

Skydark: Estas frases me conmovieron mucho… encontrar una pareja que te apoyo muy pocos la encuentran…

“…”

Miré su lápida y me arrodillé sobre una rodilla. Coloqué una flor en su tumba.

[Yuli von Fairgis Mainnhit]

Sin embargo, las lágrimas no brotaron. Ahora, ya era el momento de olvidar. Un año fue tiempo suficiente para enterrarla como un recuerdo. Al menos, ese fue el caso con Deculein.

…Pero.

“Quisiera verte al menos una vez más.”

Me quité los guantes y pasé la mano por su nombre, sintiendo la piedra fría y dura.

 

*****

 

“…Whoa.”

Epherene estaba observando a Deculein desde cerca. No había pasado nada especial, pero estaba sudando profusamente.

“¿Acaba de escuchar eso?”

Por supuesto, ella no estaba sola. El Munchkin de pelaje rojo, que se había acomodado en sus brazos, también estaba allí.

— Lo escuche.

El gato levantó la cola en posición vertical. Su pelo de punta le hizo cosquillas en la nariz a Epherene.

“Achoo.”

— Hmph. Él aun quiere verla.

El gato negó con la cabeza. Sabía que este tipo de pensamiento era una falta de respeto, pero para Epherene, era demasiado lindo.

— El Profesor, ese bastardo inesperadamente es un tipo que vive con lamentos.

“…¿Esta decepcionada?”

Fingiendo no estar interesada, colocó cuidadosamente su mano en la espalda del gato. Era suave

— Bueno.

Dijo el gato.

— No lo sé. No tengo ese tipo de experiencia.

“Hmm… ¿Es así? Mmm…”

Epherene murmuró, acariciando su suave pelaje.

— Sin embargo, una vida así no se ve mal.

“…¿Qué vida?”

— Correcto. Después de todo, si fue la vida de una señorita que vivió una vida ordinaria y murió de una muerte ordinaria.

El gato se tocó la barbilla con la pata y sus ojos se humedecieron de emoción. Demasiado adorable.

— Sera una persona que siempre será recordada por alguien como Deculein…

A eso, Epherene estuvo de acuerdo. Entre los seres vivos que Epherene conocía, la persona que parecía no tener conexión con el amor era, como era de esperar, Deculein. Debe ser muy especial permanecer tan profundamente en su corazón.

— Entonces, me iré. Es la hora del inicio de la clase. Además, a mi lado, la chica Yeriel o lo que sea sigue susurrando algo.

“¿Sí? Oh, sí.”

Yeriel fue la razón por la que Sophien vino como un gato en lugar de con su cuerpo. Al salir del campus, se encontraron con Yeriel y, mientras pensaba qué hacer, la arrastraron con las palabras: ‘En este momento es la hora de la lección’. Se quedó sin palabras cuando Yeriel trató así a la Sophien disfrazada, pero Epherene la observó en silencio porque pensó que se metería en un problema mayor si decía la verdad.

“Tenga una buena clase.”

— Okey.

Los ojos del gato en forma de sonrisa se agrandaron y se quedaron en blanco. Estaba libre de la posesión.

“Uf. Yo casi…”

¡Miau—!

El gato gritó.

“¡Ouch! Vamos, espera. Estate quieto…”

¡Miau—! ¡Miauuuuu!

Tratando de salir de sus brazos, gritando, arañando aquí y allá—

“¡Oye! ¡Detente…?”

Entonces una larga sombra se cernió sobre ellos. Epherene tragó saliva y su cabeza crujió cuando se giró hacia arriba.

“…Ah.”

Deculein. El profesor se había acercado de repente y ahora la miraba. Como si el gato tuviera miedo de esa cara, dejó de moverse en silencio.

“Oh, um, Profesor—”

“¿Qué estás haciendo aquí?”

Su hostilidad era clara en ese rostro y tono. Epherene calmó los latidos de su corazón y abrazó al gato con fuerza como un escudo.

“Quiero decir. No estaba tomando un vistas…”

“Glitheon.”

“… ¿Eh?”

Los ojos de Epherene se agrandaron. Ella se dio la vuelta.

“…Oh.”

Allí, como dijo Deculein, estaba Glitheon, el padre de Sylvia y uno de los enemigos de la familia Luna. Tan pronto como lo vio, su expresión naturalmente se volvió dura, pero pronto inclinó la cabeza.

“…Qué es lo que le su…?”

La complexión de Glitheon era extraña. No, su apariencia fue disminuida. Había perdido tanto peso que solo quedaban huesos.

“Deculein.”

Glitheon habló. Deculein frunció el ceño y Epherene rápidamente igualó su expresión. Sin embargo, las siguientes palabras de Glitheon fueron muy inesperadas.

“Ayúdame.”

 

*****

 

— La oferta y la demanda son leyes muy básicas, pero si las miras en términos de negocios aquí, difícilmente son prácticas por sí mismas. Siempre debe ser práctico. Aquí hay algunos ejemplos que van en contra de esta regla…

El Emperador Sophien estaba tomando una clase. No, ella estaba haciendo bastantes cosas. Tomó notas sobre las conferencias de negocios y economía que ya conocía, pensó en el Go, consideró las políticas del Imperio e ideó un plan para limpiar la Sangre Demonio escondida en el desierto…

— Quisiera verte al menos una vez más.

Deculein. La voz de ese chico vino a su mente por sí sola, resonando en sus oídos. Era un hombre que se echaba la culpa de todos sus crueles pecados y enterraba un anhelo eterno en un rincón de su corazón. Quizás, Sophien sintió celos ahora de esta mujer desconocida.

“…”

En la actualidad, el Palacio Imperial estaba lleno del viento sangriento liderado por Deculein. Sophien también lo sabía. Sin embargo, dado que Deculein había experimentado una regresión, Sophien creía en él. Así que, con mucho gusto lo dejó en sus manos…

“Oye. ¿No estás tomando notas?”

Un codo la empujó desde un lado. Era la hermana menor de Deculein, Yeriel.

“Hazlo. Toma nota.”

Esta era grosera, diferente a su hermano. Sophien no sabía qué importancia tenía eso, pero empezó a mover el bolígrafo de nuevo.

“Yeriel. Hay muchos rumores de que el mundo político central está en un caos en estos días.”

La expresión de Yeriel se endureció. Fue solo por un momento antes de que ella estuviera absorta en la escritura de nuevo. Sophien añadió, mirándola:

“Que tu hermano mayor…”

“Fuiste enviada de la familia imperial, ¿verdad?”

Las palabras de Yeriel casi perforaron directamente su yugular. Sophien sonrió para sus adentros.

“Lo supe desde el principio. Pero lo estás preguntando demasiado descaradamente.”

“…”

“¿Cómo lo sé? Tienes el olor del Palacio Imperial. Tus formalidades y etiqueta son las mismas que las de la Familia Imperial.”

Sin embargo, esta no entendió lo más importante. No, probablemente ni siquiera pensó que era una posibilidad. Su magia de disfraz era excelente, y si decía que el Emperador iría a la universidad, sería tratada como una loca.

Yeriel preguntó, riéndose.

“¿Eres extranjera? Escuché que Su Majestad tiene parientes.”

Después de todo, casi llegó a la conclusión correcta. Sophien asintió casualmente.

“Sí. Así que, lo que quiero preguntar es…”

“¿Qué obtendrás preguntándome? Ya todo el mundo sabe que nos odiamos y nos peleamos.”

“…”

Sophien miró a Yeriel con severidad. Yeriel la miró a los ojos con una mirada tranquila. Entonces, ella puso una sonrisa.

— Tomemos un descanso.

Justo a tiempo, Yeriel se recostó en la silla. Era el mismo hábito que su hermano mayor.

“Aún así, si necesitas algo para informar… ese tipo no está haciendo esto por interés propio.”

Sophien escuchó en silencio.

“Es toda su manera de servir a Su Majestad. Si Su Majestad le dice que se detenga, se detendrá. Si le digo que se detenga, ni siquiera me escuchará. A mí tampoco me gusta correr ese riesgo. Todos los nombres de las personas que están encarceladas en este momento se informan en tiempo real.”

Yeriel giró la cabeza y se golpeó la oreja izquierda, donde colgaba un pequeño arete de cristal. Sophien probó las aguas una vez más.

“¿Cómo creerá eso la Familia Imperial?”

“Bueno…”

Yeriel se cruzó de brazos. Fingió estar pensando, pero era el guión que Yeriel esperaba. Era natural que alguien de la familia imperial viniera de visita algún día.

“Recibí muchas cartas de esa persona. Todo está lleno de historias sobre Su Majestad. Cómo puede ayudar a Su Majestad… bueno, ese tipo de cosas.”

“…”

¿Deculein también envió cartas a su hermana? Yeriel continuó mientras Sophien pensaba en silencio.

“¿Quieres que te lo muestre? Bueno, se nota que me trata como a un recadero, ordenándome hacer esto y aquello, pero si lo lees, lo entenderás. Deculein adora a Su Majestad.”

“…”

¿Adorar? Sophien asintió con el ceño ligeramente fruncido mientras Yeriel sonreía.

“Así que lo quieres, ¿verdad? Bueno. Te lo daré después de la lección. Primero, déjame ir al baño.”

“Y.”

Sophien atrapó a Yeriel cuando estaba a punto de ponerse de pie.

“Quiero saber las aficiones de Deculein, así como todo lo relacionado con su pasado.”

“…”

La expresión de Yeriel se endureció. Sophien continuó en un tono severo.

“Sería ventajoso para ti cumplir. ¿No tienes una mala relación de todos modos? Externamente.”

“…Hmph.”

Yeriel entrecerró los ojos mientras Sophien esperaba en silencio su respuesta.

“¿Me estás pidiendo que sea un doble espía ahora?”

“…”

Era una interpretación un poco equivocada, pero era casi lo mismo, así que Sophien asintió.

“Bien. También necesito una conexión con el Palacio Imperial.”

Yeriel estuvo de acuerdo de inmediato.

 

*****

 

El vapor se elevó de tres tazas de té.

“…”

“…”

“…”

La mansión de Sylvia estaba a oscuras. Epherene no entendía muy bien la situación en este momento. Pero, sin darse cuenta, fue arrastrada hasta este lugar.

“La mansión está vacía.”

Dijo Deculein. Ni siquiera tocó su té.

Glitheon sonrió.

“Por supuesto, ya que la dueña no está aquí.”

“¿No estabas satisfecho con las noticias de la niña que dejó la mansión?”

Sylvia definitivamente era un tema candente en el mundo de la magia. Su talento se desarrolló día a día. Había muchos papeles en la Isla Flotante que decían que podía conducir a la divinidad.

“… No sabía que ella iría por el otro camino.”

“El otro camino.”

“Sí.”

Glitheon agarró la taza de té con manos temblorosas.

“Sylvia está siendo devorada por el demonio.”

“…¿Te refieres a la Voz?”

Preguntó Epherene. Glitheon respondió mientras la miraba.

“Así es. La Voz. En el, Sylvia está con su madre.”

“¿Qué? ¡¿Madre?!”

“Cálmate.”

Deculein tapó la boca de Epherene. Glitheon sonrió débilmente.

“Sí. Su madre. La Voz le devolvió la vida a Sierra, y Sylvia quedó atrapada dentro. A este ritmo, en lugar de convertirse en un archimago, se convertirá en fragmentos de un demonio.”

Ahora, para Glitheon y su familia, Sylvia lo era todo. La última luz y esperanza de Iliade. Que tal talento pudiera reducirse a ser el sirviente de un demonio significaba una desesperación sin fin.

“Así que estoy pidiendo ayuda formal. ¿No son los demonios asunto de Yukline?”

“…”

Deculein se encontró con los ojos hundidos de Glitheon.

“…eres tan lamentable, Glitheon.”

“…”

“Ya no eres tú.”

Ahora, Glitheon no tenía yo. Ni la familia llamada Iliade ni la autoestima de Glitheon existían más en su corazón. Apostó todo a su hija.

“Si salvas a Sylvia, con mucho gusto te daré mi vida. Esa niña es la propia Iliade. Así que—”

“Glitheon.”

Deculein enterró su cuerpo en la silla. Cruzó las piernas mientras lo miraba fijamente.

“Tu vida ya no vale la pena. ¿Quién querría tu patética cabeza?”

“…Deculein.”

Glitheon le devolvió la mirada a Deculein. Una llama tenue ardía en sus ojos.

“En la Voz también está el viejo amor que perdiste. No creas que no serás influenciado por ese demonio…”

“No seré influenciado. No soy tan frágil como tu hija.”

Deculein, interrumpiéndolo, se levantó. Epherene lo miró desconcertada antes de negar con la cabeza.

“No, espera un minuto. Entonces, Glitheon, ¿sabes? La forma de salvar a Sylvia.”

Glitheon agarró su té, el líquido hirviendo con un repentino destello de calor.

“Lo sé, Epherene. Debes haberlo oído antes.”

Sin embargo, la respuesta vino de Deculein. Epherene ladeó la cabeza, aturdida.

“…¿Qué? ¿Cuál es?”

“Matar al demonio que tomó la forma de su madre una vez más.”

“…”

¡Clank—!

La taza de té de Glitheon explotó. La boca de Epherene se abrió, pero Deculein continuó con calma.

“Con mucho gusto lo haré.”

“…”

“…”

Por un momento, la cara de Glitheon se puso roja.

Chijijik-!

La radio de Deculein vibró.

[¡Profesor! ¡Habla Betan! ¡Actualmente estoy en camino a las islas después de recibir un aviso urgente!]

Esta fue una comunicación repentina de Betan. Deculein se acercó la radio a la oreja.

[¡Ha habido un informe de que la Vice Directora de Seguridad Pública, Primienne, es un Sangre Demonio!]

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