Capítulo 169 – El Villano que Quiere Vivir

La Marcha Invernal, la familia de Freyden, fue una vez un reino independiente. Sin embargo, la dinastía no pudo mantenerse por mucho tiempo debido a la expansión de la tierra inexplorada y la esterilidad del Norte. Esto fue incorporado como potencia aliada cuando el Reino de Crebaim abogó por un imperio hace 300 años. Por lo tanto, Freyden fue la piedra angular del Imperio.

“… Esas malditas cosas dicen que la negligencia del Imperio debilitó al Norte, o que el Norte habría sido derrotado hace mucho tiempo sin el apoyo del Imperio.”

Zeit explicó la historia del Norte a los más pequeños. Carlos y Leo lo escucharon con ojos brillantes.

“Pero siempre hemos estado protegiendo el continente. Mientras el Imperio estaba en guerra con los reinos, los norteños libramos una sangrienta batalla con las bestias y monstruos. Tienen que saber eso. Esos tipos centrales no lo saben, pero ustedes deberían… y cuando era niño, cada bestia tenía el tamaño de una casa. En particular, recuerdo una ballena llamada Behemoth. Me costó mucho matarlo.”

Dado que la historia del Norte fue una serie de guerras y luchas, los dos niños que normalmente odiaban estudiar parecieron estar interesados.

“…Pero. ¿A dónde fue su líder?”

Zeit, habiendo repetido ‘atrás en mi día’ docenas de veces, preguntó de repente. Leo respondió.

“¿Ganesha?”

“Sí. Esa marimacha con coletas.”

“¿Marima…? ¡Uf, no sé qué es eso, pero Ganesha estará de viaje por un tiempo!”

Zeit asintió y miró a las personas a su lado. Julie, Sylvia y Primienne. Las miradas de las tres lo quemaban.

“… Si hay algo que quieras preguntar, pregunta. En lugar de simplemente mirar, ¿de acuerdo?”

Julie abrió la boca como si esperara.

“Mi lord. ¿Por qué subió de repente?”

“Para explorar. Para ver qué está pasando con el Reccordak adquirido por Deculein. Pero más importante.”

Zeit señalo a Sylvia.

“¿Por qué vino la hija de Iliade aquí? ¿Eres una espía?”

“Tengo trabajo que hacer.”

Sylvia respondió, sin intimidaciones. Zeit, sintiéndose avergonzado, llamó a la oficial con una cola de caballo de su lado.

“¿Quién es esa funcionaria del gobierno central?”

“Estoy en una misión. No puedo revelar los detalles.”

Primienne respondió solo así. Zeit negó con la cabeza con una expresión bastante insatisfecha.

“De todos modos. ¿Qué secretos tienen los chicos del centro?”

“¿No hay muchos secretos de Freyden también?”

“…”

En un instante, las pupilas de Zeit se dilataron. La atmósfera de la estación se enfrió en un instante. Hubo una presión implacable que hizo añicos las tazas de té y se abalanzó sobre ellas. Primienne soportó su hostilidad y sacó un trozo de papel.

“No te enfades demasiado. Yo también soy del Norte.”

Zeit entrecerró los ojos.

 

—「Certificado de Patrocinio de Freyden」—

◆ Iggyris von Kreil Freyden

◆ Ventaja del Plebeyo

El plebeyo mencionado posee talentos y cualidades sobresalientes según el juicio de Freyden, por lo que patrocinamos la Beca de Admisión de la Academia …

Garantizado por Iggyris, el protector del Norte, comandante de los Caballeros y legítimo heredero de Freyden.

────

 

“… ¿Recibiste el apoyo de mi padre?”

“Sí.”

Primienne respondió brevemente. Zeit no pudo evitar reír.

“¡Ajajaja! Deberías habérmelo dicho. ¡Casi lo mal entendí!”

Con una gran mano, él le dio una palmada en el hombro a Primienne. Primienne se estremeció como una muñeca de papel.

“Si me tocas una vez más, puedo demandarte por lesiones personales.”

“¡Jajaja! Miren su sentido del humor. Supongo que eres un norteño. Al ver que has tenido este certificado durante mucho tiempo, pareces ser leal … verdad. ¿Cómo te destacaste ante los ojos de mi padre? Mi padre tenía buen ojo para el carácter, pero viendo que te has elevado a una posición central …”

Zeit estaba hablando sobre esto y aquello. Julie suspiró y miró por la ventana, pero la ventisca aún era bastante furiosa.

“Lord.”

“…¿Huh?”

Julie miró a Zeit.

“¿Por qué vino?”

“…”

La expresión de Zeit se endureció. Sylvia y Primienne miraron hacia otro lado, fingiendo no estar mirando. Zeit respiró hondo.

“No necesitas saberlo.”

Zeit tenía algo de qué hablar con Deculein. Eso era porque había escuchado algunas argumentaciones de Josephine.

“…Sí.”

Julie respondió brevemente, haciendo que Zeit se riera.

“Estás de mal humor.”

“No lo estoy. ¿Aun crees que soy una niña?”

“¿Qué quieres decir con que no lo eres? Estás poniendo la misma cara de cuando eras joven.”

¿Fue hace 17 años? Hizo una mueca similar cuando no pudo usar su espada por un tiempo debido a una lesión.

“… No me hagas caso.”

“Okey.”

Zeit desvió su atención de Julie. Solía ​​escuchar cosas como esta … pero esta vez, otra niña, Lia, lo estaba mirando.

“Oye, mocosa. ¿Tienes algo que decir?”

“…”

Lia tragó saliva y se armó de valor.

“Tal vez … ¿Pueda usted echar un vistazo a mis artes marciales?”

La niña fue atrevida. Al ver esto, Julie se dio cuenta de la identidad de la sensación de incongruencia que había sentido antes. Se parecía a la mujer que una vez amó Deculein.

“…¿Artes marciales?”

“¡Está bien si esto es una solicitud irrazonable …!”

Incluso mientras decía eso, ya estaba tomando la actitud de que Zeit fuera su maestro. Ella mostró una cortesía típica del norte, sus rodillas en cuclillas hacia atrás y sus brazos se estiraron hacia adelante y se presionaron al piso. Ella era tan linda que Zeit se rió.

“Okey. Bien, echaré un vistazo. ¿También eres del Norte?”

“¡No! ¡Soy del archipiélago!”

“Oh ~, ¿archipiélago? Eres rara. Bien. Echaré un vistazo a los tres cuando termine la ventisca.”

“¡Wow! ¡Gracias!”

Julie observó a Zeit y a los niños durante un rato. Entre ellos, sus ojos estaban particularmente apegados a la niña llamada Lia.

 

*****

 

Por la noche en la estación.

“…”

Josephine, después de haber seguido a Zeit, se sentó en una rama afuera y observó a Julie dormir profundamente. Podía ver a su hermana menor a través de la ventana, su rostro severo incluso mientras dormía.

“… Pobre Julie.”

Murmurando suavemente, Josephine reflexionó.

“Los rumores están circulando dentro del Palacio Imperial …”

Josephine pensaba mucho estos días en los rumores que circulaban ahora en el Palacio Imperial y en el intento de envenenamiento de Sophien. Detrás estaba la ex Cabeza de Freyden … es decir, su padre.

“Deculein debe saber que …”

Y Deculein lo sabía. Ella había estado investigando y deduciendo desde todas las sombras, por lo que estaba segura de que él lo sabía. Sin embargo, la razón por la que Sophien presionó a Deculein frente a todos los sirvientes no fue gran cosa. Ese fue un movimiento político.

“Sin embargo, probablemente porque él te ama … oh.”

Josephine levantó la mano y se tocó la boca. Necesitaba bajar un poco la voz. Por supuesto, si Julie se despertaba, ella podría saberlo solo por el sonido de su respiración, pero no había nada de malo en tener cuidado.

“…De todos modos.”

Josephine cerró los ojos por un momento y organizó sus pensamientos. El Profesor Deculein aun amaba a Julie y dejó su puesto de prometido por su seguridad. Y ahora, incluso bajo la presión de Sophien, la protegió. Si él le desagradara a Su Majestad, su fin sería la muerte.

“…”

Josephine volvió a abrir los ojos y miró al cielo. Deculein, el hombre con el corazón más puro. Al contrario de su apariencia, era un hombre muy hermoso. Quizás amaba a Julie más que a ella misma.

“Sin embargo … es un secreto hasta que te mejores.”

Josephine juntó las manos y oró. Deseó su felicidad mientras miraba a Julie.

Por favor mejórate pronto. Ponte bien y vuela feliz.

 

*****

 

El avance comenzó temprano en la mañana al día siguiente después de que la tormenta de nieve se detuviera. Cada equipo estaba armado y algunos prisioneros fueron reclutados como cargadores/porteros. Este sería el primer debilitamiento planificado.

— ¡Abriré la puerta!

Junto con ese grito, hubo un rugido de engranajes zumbando. La enorme muralla de Reccordak se abrió. Más allá de eso, Julie, Epherene, Drent, Allen y varios otros Elegidos iban a realizar una expedición.

“…”

Los miré desde el medio de la montaña que envolvía el lado derecho de Reccordak. No era necesario enviar a todo el mundo a la misión, y necesitábamos algunos para proteger la base. Además, la concentración de maná en el norte era bastante densa. Rodeado de árboles por todos lados, su densidad era grande. En otras palabras, significaba que este era el mejor lugar para practicar.

“…Uf.”

Hice una silla en medio de la montaña, luego me senté y respiré hondo. Era una práctica conocida como Estudiar. El propósito era completar Memorizar.

◆ Memorizar Status

— Psicoquinesis intermedia (36%) ┏Control de Fuego Intermedio (22%) ┣Control de Tierra Intermedio (31%) ┗Mejoramiento del Metal (99%)

 

Y para marcar ese 99% de mejora del metal en mi Psicoquinesis, tuve que comenzar haciendo circular el maná a través de mi cuerpo con la respiración y luego completar el circuito de fortalecimiento con ese maná. Ha llegado el momento de convertir el arduo trabajo del último medio año en un logro tangible.

“…Ha.”

Inhale y exhale. Sentí un dolor como si me estuvieran desgarrando la carne en carne vivo, pero no había necesidad de exagerar.

El humo negro ardía desde debajo de la cordillera, en marcado contraste con el mundo blanco puro. Esa era una advertencia de que había aparecido algo extraño. Miré mi reloj. Ya habían pasado tres horas.

— ¡Flechas de Fuego!

Un grito sonó no muy lejos. Cabalgué por las laderas sobre el acero de madera.

— ¡Fuego!

En el Muro de Reccordak, los prisioneros disparaban arcos bajo la dirección de los guardias. Su objetivo era un lobo de hielo más allá de la barrera. Debieron haber atacado tan pronto como confirmaron el despliegue a gran escala. Las bestias de tipo lobo tenían una inteligencia excepcional, después de todo.

El lobo murió sin hacer ruido cuando mi acero de madera le atravesó el cuello.

“¡Profesor!”

Un guardia señaló desde la pared y yo seguí su línea de visión. En un campo nevado no muy lejos, varias bestias blancas más se estaban formando en una formación de ataque.

Wheeeeeeeeeeing-!

Envié el acero de madera flotando y miré en silencio sobre el campo de batalla. Las filas de lobos de hielo se extendían cuesta abajo, probablemente por centenares.

Grrrrr—!

Mientras miraba, el lobo a la vanguardia rugió y se apresuró hacia adelante. Le atravesé el hocico con el acero de madera y le partí la cabeza en dos. De repente, apareció otro desde un lado. El acero le cortó la garganta limpiamente. Sin embargo, los números apenas disminuyeron. Más de un centenar de lobos se precipitaron hacia adelante y más empezaron a dar vueltas hacia el flanco.

Independientemente de lo que pretendieran, me concentré en matar a los lobos frente a mí. Golpeé con una pieza de rayo de acero de madera en sus frentes. Sus cráneos se rompieron y sus cerebros salpicaron, pero toda la suciedad salpicada fue bloqueada con Psicoquinesis. Como cortando leña, caminé por la nieve, matando a todas las bestias furiosas. Los que corrieron hacia mí desde el frente fueron aplastados, y los que saltaron hacia mí desde el costado fueron destrozados.

Mientras caminaba así…

¡Boom—!

Un topo excavó fuera del suelo y me mordió las muñecas. Rompí su torso con el acero de madera, enviando fragmentos de hueso e intestinos por todos lados.

“…”

Casualmente miré mi muñeca. Fue solo un rasguño. No, incluso eso ya se estaba curando con la ayuda de Hombre de Hierro.

— ¡Profesor! ¡Nosotros también ayudaremos!

Los guardias y prisioneros salieron del muro con las armas en alto. Como para responder a los reaprovisionamientos, surgió una nueva horda de enemigos en el campo distante. Los diecinueve aceros de madera me parecieron un poco insuficiente, así que robé las armas en el poder de los prisioneros y guardias con Psicoquinesis.

“¡¿Huh?!”

Los guardias estaban desconcertados, pero empujé sus hachas hacia adelante. Como un bumerán, las cuchillas volaron, matando a docenas de lobos. Sus mazas se usaron de manera similar. Diecinueve piezas de acero y, por supuesto, decenas de armas flotaban en el aire, matando a los lobos …

 

*****

 

Los prisioneros y los guardias se quedaron sin palabras. Observaron sin comprender la escena de la carnicería que Deculein creó solo. Estaba destrozando a la manada de lobos, solo.

“Huh…”

Las armas giraban alrededor de Deculein como satélites. Los monstruos atrapados en la órbita fueron despedazados, muertos antes de que pudieran siquiera arañarlo. En medio de eso, Deculein caminó con gracia por el pantano de cadáveres. Era una existencia fuera de lo normal que aplastó todo a su paso en el campo de batalla.

“¿Qué estás haciendo? Cúbranlo chicos.”

“¿Necesitamos hacerlo?”

“…”

Pero eso no fue sorprendente. Ellos se olvidaron por un momento del Cazador de Demonios, Yukline. El linaje y la larga tradición de esa familia no eran en absoluto una mentira, y Deculein era el heredero más legítimo.

“… ¡Aun así, no podemos dejarlos solo así! ¡Carguen!”

El resto se apresuró tardíamente.

 

*****

 

Mientras tanto, al mismo tiempo, en el apacible palacio.

— ¡Tome! ¡Es una carta!

Sophien recibió una respuesta de Deculein. El aventurero especialmente reclutado entregó la carta sin que el eunuco se diera cuenta.

“…Mmm. Una respuesta. Le dije que no enviara uno.”

Sophien miró el sobre con cara de descontento. Era pulcro y sofisticado, como se esperaba de Deculein, y sellado con maná.

“Tsk. ¿Qué tipo de discurso grandioso escribiste?”

Sophien torció los labios mientras lo abría. La escritura de Deculein era famosa en el continente, por lo que estaba segura de que sería como una poesía. Abrió el sobre lentamente y leyó la carta con atención.

 

[Sí. Haré lo mejor que pueda de acuerdo a la voluntad de Su Majestad.]

 

“…”

Tres segundos bastaron para leer toda la carta.

“…”

Ella miró la carta sin comprender, luego le dio la vuelta. ¿Había más en la parte de atrás?

“…”

No lo había. Ella le dio la vuelta de nuevo.

Swish—

Luego nuevamente.

Swish—

No había nada nuevo.

“…”

Sophien ladeó la cabeza. Si el Emperador envió un mensaje largo de más de 20 líneas, ¿no debería al menos devolverle su sinceridad? ¿Podría ser que este bastardo inteligente creyera que ‘no es necesaria ninguna respuesta’ de inmediato?

No, por supuesto, ella no necesitaba una respuesta.

“….Ah.”

Entonces, de repente, le vino a la mente un pensamiento. ¿Tal vez, hay otra carta más? Cogió el sobre y miró dentro.

“…”

No había ninguna más. Nada.

“…”

La carta de Deculein tenía, de hecho, una sola línea. Sophien agarró la carta con más fuerza.

“…pu**to.”

Ella lo tiró y se acostó. Tenía trabajo que hacer hoy, pero ya no quería hacerlo. Se sintió como si la hubieran insultado por alguna razón, por lo que Sophien de repente se las agarro con los asuntos de estado …