“Decalane y Kagan Luna.”
… Las palabras de Sylvia me transmitieron un recuerdo. Viejas películas pasaban en cadena, revelando escenas que aún no conocía.
— Hijo, ella no era la compañera perfecta para ti.
La voz de Decalane se elevó como una onda, provocando emociones que corrieron salvajemente y desgarraron mi pecho. Fue un torrente que se convirtió en el catalizador de Deculein.
“…”
Sin embargo, yo sabía. Que esto también pasaría. La historia y los hechos del pasado no me afectaron en el presente. Mi ego, compuesto por Deculein y Kim Woojin, fue diseñado de esa manera. Sylvia continuó.
“Pero entendiste mal que era obra de Iliade. Por eso le enviaste esa carta del demonio a mi madre.”
Deculein devolvió la carta a Iliade para salvar a su prometida, pero no funcionó. Sierra ya estaba muriendo de su enfermedad.
“Sí, lo hice.”
“… Sabiendo todo, ¿por qué no le dijiste a Epherene?”
Kagan Luna, ex asistente de Deculein y padre de Epherene. Varios recuerdos de estar con él volvían. ¿Fue este el proceso de asimilación con Deculein?
“Decalane no quería que esa mujer fuera mi compañera y le ordenó a Kagan que le enviara la carta.”
Sin embargo, aceptaría el recuerdo solo como Kim Woojin, no como Deculein. No reavivaría ese viejo rencor del pasado.
“Pero no sé si Kagan conocía la identidad de la carta en ese momento.”
“…”
“Trabajaste duro, Sylvia. En tu camino.”
Sylvia apretó los puños. Dejé que mis ojos se deslizaran sobre su pequeño puño y luego hacia sus ojos de nuevo.
“Todo lo que dijiste es correcto.”
“Hmph.”
Sylvia permaneció inexpresiva y cínica. Recogí el bastón que había dejado junto a la cama y agarré mi copia de Blue Eyes. Ahora, esto sería suficiente.
“Descansa.”
Me paré. No había nada más que decir. Era una niña orgullosa que descubrió la verdad sobre su madre.
…Pero.
“No te vayas.”
Un tono inusual de ella me atrapó. Estaba extremadamente seco, pero igualmente desesperado.
“No he terminado aún.”
Sus ojos estaban húmedos y suaves, mirándome directamente.
“Tengo más que decir.”
Cada sílaba temblaba suavemente como si fuera a cortarse en cualquier momento.
“Tienes mucho que contarme.”
“…”
“Tengo mucho que escuchar.”
La niña, incapaz de superar sus emociones, sacudió la manta que sostenía de un lado a otro. Las lágrimas corrieron por sus mejillas mientras yo solo miraba.
“…Dime.”
La niña temblaba como un pájaro mojado y sus gruñidos rozaban el llanto.
“Dije que me lo digas.”
“…”
La niña que perdió a su madre a manos de Deculein. No sabía cómo se sentía al enfrentarse a su enemigo.
“No tengo nada que decir.”
La respiración de Sylvia se detuvo por un momento. Todo su cuerpo se enfrió cuando sus emociones apresuradas se detuvieron en un instante. Ella se quedó estática.
“El Yukline no tiene excusas. Todo lo que queda es la verdad … yo maté a Sierra.”
“…”
Sylvia soltó la manta que sostenía y me miró con ojos vacíos.
“Te mataré.”
Esta sería una respuesta razonable. Asentí.
“Inténtalo. Tienes derecho a matarme.”
“…Ugh.”
Un gemido medio reprimido fluyó de entre los dientes apretados de Sylvia. La chimenea todavía crepitaba a nuestro lado.
“Yo trataré de que no me mates, Sylvia. Para que tú puedas vivir.”
“…Qué—”
La dejé atrás y abrí la puerta de la cabaña.
¡Whooooosh!
Entró una fuerte tormenta de nieve. Todo el mundo estaba envuelto en nieve y viento, pero eso no bloquearía mi camino …
*****
Whooooooosh …
Epherene caminó a través de la furiosa tormenta de nieve. Su casa de barro, ganada con tanto esfuerzo, fue enterrada bajo el peso de la nieve y destrozada.
“… Me alegro de haberlo aprendido al menos.”
Magia de tipo manipulación aprendida de Deculein; El campo magnético bloqueó la ventisca y Psicoquinesis empujó la nieve debajo de sus pies mientras caminaba.
Stomp— Stomp—
“Huh.”
Epherene, avanzando con tanta eficacia, de repente encontró una cabaña.
“?”
Un signo de interrogación apareció sobre su cabeza. Una cabaña en medio de una tormenta de nieve. Podría haberlo pasado por alto, o podría dudar de su identidad. Pero Epherene avanzó como si estuviera poseída por algo. Cuanto más se acercaba, más cálido se volvía su cuerpo con el calor que irradiaba desde la cabaña.
“Esto…”
Después de acercarse sin decir una palabra, Epherene puso los ojos en la ventana para comprobar el interior.
“!”
Ella se asustó. Era una cabaña con una cálida chimenea, pero lo más importante es que adentro estaban Deculein y Sylvia. Sylvia estaba acostada en la cama y Deculein en una silla junto a ella. Sus dos voces se filtraron por la ventana. Sylvia habló primero.
— Lo sé todo.
— …Qué.
— Que mataste a mi madre.
Era una conversación que no debería escuchar. Epherene intentó alejarse, pero su cuerpo no se movía, como si estuviera atrapada en su lugar por arte de magia.
— Fue por la carta de ese demonio. Cuando la carta se extendió por todo el continente, salieron Yukline y Carla.
La carta del demonio. Era una leyenda que Epherene conocía bien, pero ¿por qué lo estaban discutiendo estos dos?
— Una de esas víctimas-
— Fue mi prometida.
“!”
Los ojos de Epherene se agrandaron. Trató de moverse, pero su cuerpo no respondió. No fue una analogía ni una exageración. Ella estaba atrapada en su lugar.
— Alguien le entregó la carta del demonio a mi mujer y ella murió.
— Sé lo que pasó ese día. El que lo hizo. Quién escribió la carta a tu prometida.
En medio de su lucha, la conversación continuó a través de la ventana y Epherene se vio obligada a escuchar. Una fuerza incomprensible se apoderó de sus piernas y la obligó a quedarse.
“Por qué es esto…”
Ese momento—
— Decalane y Kagan Luna.
Un nombre familiar sonó en sus oídos. Epherene se congeló en su lugar y sus iris se agrandaron. Naturalmente, miró a Deculein.
— Si.
Kagan Luna. Dijo que su padre le entregó una carta de demonio a la prometida de Deculein.
— … Sabiéndolo todo, ¿por qué no le dijiste a Epherene?
Epherene sintió que su cabeza se quedaba en blanco por un momento, la fiebre se apoderó de ella. No podía cerrar la boca, ni podía bloquear la conversación que seguía entrando en sus oídos.
Kagan Luna … Carta de demonio … Prometida …
— … Decalane no quería que esa mujer fuera mi compañera y le ordenó a Kagan que le enviara la carta. Pero no sé si Kagan conocía la identidad de la carta en ese momento.
En ese momento, su opresión no identificada fue liberada. Epherene se tambaleó hacia atrás desde la cabaña, enviando su trasero desparramado primero al suelo nevado.
“Qué…”
Alguien se estaba acercando a ella.
Stomp— Stomp—
El sonido de pasos crujiendo a través de la nieve y una sombra proyectada detrás de ella. Epherene levantó la cabeza y se le puso la piel de gallina.
“Viste.”
Era Sylvia. Epherene no podía entender; Sylvia definitivamente estaba dentro de esa cabaña.
“¿Cómo… lo hiciste?”
“Estúpida Epherene.”
Murmurando, hizo un gesto con la mano hacia la cabaña. El paisaje más allá de ella se desvaneció con la brisa.
“…”
Era la magia de Sylvia.
“Eso pasó hace una hora. Es real, no falso.”
“…”
“Ponte de pie, tonta.”
Epherene se puso de pie lentamente. No sintió fuerza en las piernas, por lo que resultó difícil pararse en la superficie resbaladiza.
“…¿Por qué?”
Epherene la miró sin comprender y Sylvia la miró a los ojos y vio lágrimas. Ella notó que su cuerpo se balanceaba.
“¿Estás preguntando por qué te lo dije?”
Epherene asintió.
“Por-Por supuesto.”
Un gran copo de nieve cayó sobre el rostro de Epherene. Sylvia miró hacia el cielo, escudriñando el mundo oscurecido. No fue solo la nieve. No, fue por la nieve. Lágrimas o nieve, de cualquier manera, Sylvia miró a Epherene de nuevo.
“Debo estar celosa de ti.”
“…¿Qué?”
Epherene calmó su corazón tembloroso. Mantuvo la compostura como maga, actuando de la manera más racional posible. Descarto la confusión. Si te sacuden aquí, no eres un mago …
“Sylvia, tú. Tú enserio—”
“Sí.”
Sylvia interrumpió a Epherene.
“Lo amo.”
Epherene no pudo mantener la compostura. Ella acababa de escuchar la conversación entre Deculein y Sylvia, quien dijo que mató a la madre de Sylvia …
“Um, er …”
Ella no podía hablar bien. La tormenta de nieve que los azotaba se detuvo en algún momento. El cielo se despejó.
“Y lo odio. Más que nadie en el mundo.”
Epherene miró a Sylvia a los ojos. Los sentimientos que abrazaba, los sentimientos dentro de ella, Epherene ni siquiera podía atreverse a comprender.
“La única persona que tiene y tendrá mi corazón es el Profesor.”
La voz de Sylvia tembló por primera vez. No, ella estaba manchada de lágrimas desde el principio.
“Voy a matar a ese profesor.”
“…”
Epherene se puso de pie y luego negó con la cabeza. Quería decir que no dejaría que eso sucediera. Epherene no quería que Deculein muriera o que Sylvia se convirtiera en una asesina.
“Sí.”
Sylvia asintió con complicidad. En ese momento, Epherene comprendió vaga y débilmente su intención.
“Quizás también quiero que me detengas.”
Desde el cielo despejado de oscuras nubes cargadas de nieve, descendió la luz del sol.
Swoooooooosh…
Una ráfaga de viento agitó el cabello de Epherene. Cerró los ojos por un momento, y cuando los abrió de nuevo en silencio—
“¿Sylvia?”
Sin respuesta. Epherene miró a su alrededor, pero Sylvia ya se había ido.
“…Oh.”
Y una tormenta tardía surgió en el corazón de Epherene.
“Si te vas así, ¿qué se supone que deba hacer?”
Ella se sentó en el suelo.
*****
— Me sorprendió la ventisca.
— ¿Es esto también un evento?
— Como se esperaba de Yukline. ¿Cómo hicieron esa ventisca?
Epherene llegó al centro de formación. Doscientos magos ya estaban charlando entre ellos mientras secaban sus túnicas empapadas de nieve.
“…”
Sin embargo, esa conversación anterior aún permanecía en la cabeza de Epherene.
— Decalane no quería que esa mujer fuera mi compañera y le ordenó a Kagan que le enviara la carta. Pero no sé si Kagan conocía la identidad de la carta en ese momento.
¿Fue culpa o error de su padre? Sin embargo, la razón de Epherene se centró más en la justicia de la situación, la razón por la que Deculein no pudo evitar odiar a su padre. Ya sea por un error o por su culpa …
“Creo que todos disfrutaron de la ventisca. Oh, lo haré breve a partir de ahora. ¿Okey?”
Yeriel, que apareció en el pulpit, corto su interminable agonía y contemplación. Epherene miró a Yeriel. Continuó, fingiendo que la tormenta de nieve fue un evento orquestado por Yukline.
“Entonces comenzaré el entrenamiento mágico de Yukline en serio. Primero, ¡permítanme presentarles al equipo de mentores! Vamos ~.”
Se levantaron las cortinas del auditorio. Epherene los miró. Rose Rio, Gindalf, Louina, Ihelm y … Deculein.
Deculein.
“Hemos elegido mentores bastante hábiles para cada una de las ocho series, ¿verdad? Pueden elegir uno de estos mentores y enviarnos el programa de formación.”
Había ocho personas en una fila. Epherene era una maga que se especializó en las cuatro clases de destruction, asistencia, manipulación y ductilidad, pero no había necesidad de preguntarse cuál de ellas elegiría.
“Vengan entonces. ¡Todos elijan!”
*****
… Los 200 magos se dividieron en ocho líneas. Sin embargo, solo había cuatro personas en mi grupo. Había veinte magos cuyo enfoque era la manipulación, pero parecía que habían fluido hacia las series diferentes. No estaba satisfecho con eso, pero se reunieron algunas personas hábiles.
“¿Escogieron?”
“…Sí. Profesor.”
Primero, la que estaba directamente bajo mi control, Epherene.
“Ja ja. Por supuesto, porque no lo escogería. Ya que usted es el superior aquí. Ajem. Ese Kreto. Siempre estaba mirando al Profesor Deculein.”
El siguiente fue el hermano menor de Sophien, el príncipe Kreto.
“Yo también, yo también ~. Yo, yo ~, he estado esperando este día ~. Este día para volver a ver al profesor ~~.”
El tercero era Maho del Principado de Yuren, a quien no había visto en mucho tiempo. Finalmente…
“…Mie**rda.”
Reylie del Equipo de Aventureros Red Garnet. Esa mujer, la prima de Julie, me había estado mirando por un tiempo. La razón, por supuesto, la sabía. Ella era la prima de Julie.
“…Oye.”
Lo sabía, pero esa reacción era molesta. Me voltee hacia Reylie, quien resopló.
“Mira hacia abajo. Eres solo un invitado.”
“… Oh, sí, sir ~. Sí ~, sí sir ~.”
Reylie asintió abruptamente. Les hice una seña a los cuatro.
“Síganme. Comenzará el primer programa de mi formación.”
Los guie a una máquina de gravedad mágica cilíndrica. Demostrarían su poder mágico en un lugar diez veces mayor que la gravedad normal. Era una herramienta de entrenamiento extrema hecha usando la magia natural de esta isla lago.
“Reylie. Iras primera.”
La señalé no porque fuera la más grosera de los cuatro, sino porque tenía las habilidades mágicas más destacadas, según Vision.
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NT: LA MONEDA ES DOLARES AMERICANO [EEUU]… «más conocidos como gringos».