Capítulo 131 – El Villano que Quiere Vivir

Skydark: Capítulo Patrocinado por Juan Manuel 3/8

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El cielo despejado se tiñó de rojo cuando el sol se puso sobre el horizonte, y las hojas se balanceaban cuando Josephine salió al callejón. Por alguna razón, sus pasos eran tan ligeros como en un vals. No, claramente sabía por qué.

“… 36 … Deculein.”

Al llegar al lugar, su expresión se endureció. Deculein, que estaba de pie de espaldas a ella, miró hacia atrás. Los dos se miraron sin decir una palabra.

“…”

“…”

Esta era la única forma de salvar a Julie, que padecía una enfermedad terminal. Incluso si ella no estaba segura, Josephine creía en Deculein, quien actuaría por el bien de Julie.

“Te voy a preguntar directamente. Al tipo llamado Veron, ¿Lo mataste?”

Diciendo eso, ella señaló el artefacto del collar alrededor de su cuello. Estaba grabando la escena. Deculein se limitó a mirar a Josephine.

“No tienes que poner una excusa. El último testigo dijo que tú y Veron estaban juntos, y que el pecho de Veron tenía cicatrices antinaturales que no podrían deberse a una simple caída.”

Deculein permaneció en silencio, mirándola como si la odiara.

“Si quieres decir que no, por favor préstame esa, tu arma.”

“… Mi acero de madera.”

“Ya hemos recuperado los restos de Veron. Eso es necesario para comparar y contrastar esas cicatrices—”

“¿Lo necesitas?”

Deculein sonrió.

“Él era un bastardo descarado que merecía la muerte en primer lugar. Él se atrevió a codiciar algo que no era suyo sin conocer su lugar. No valía la pena dejarlo vivir.”

Recitó las líneas según el guión preparado de antemano. Si fuera el Deculein original, habría dicho esto.

“¿Y qué pasaría si la verdad fuera revelada ahora? ¿Crees que puedes castigarme? ¿Al favorito de Su Majestad?”

“…”

Josephine apretó los dientes. Entonces, una sonrisa triste apareció en los labios de Deculein.

“De todas formas. Incluso eso ahora es inútil.”

“…¿Qué significa eso?”

“¿Ella no se va a romper pronto de todos modos?”

En un instante, las venas se hincharon a un lado del rostro de Josephine. Cuando dijo eso, ella se molestó de verdad.

“Un caballero quien tropieza con una maldición o algo así.”

Deculein pronunció esas palabras infinitamente crueles con el rostro helado.

“No soy lo suficientemente benevolente como para amar a una mujer moribunda, y dos duelos no son dignos del nombre de Yukline.”

¿Estaba actuando o hablaba en serio? Su tono áspero continuó como un viento fuerte.

“¿Eso es todo, Josephine? ¿Me llamaste solo para preguntar eso?”

“…”

Josephine reprimió desesperadamente su intención asesina. Por supuesto, ella sabía que estaba actuando, pero él era bueno en eso. Se merecía un premio óscar. De alguna manera, parecía que lo estaba haciendo mejor incluso que ella.

“No tengo nada que decirles a ustedes que entregaron un producto defectuoso. Asumiré que no hubo compromiso con Freyden; dile a Zeit lo que dije lo mismo.”

Este fue el final de su acto. Deculein se fue sin dudarlo, dejando a Josephine con un video que duró poco más de 5 minutos y que podría hacer que Julie lo odiara.

“…Cielos. Defectuoso.”

‘Gracias.’

La intención asesina de Josephine se convirtió rápidamente en pensamiento racional. Deculein amaba a Julie tanto como se amaba a sí mismo, tal vez incluso más que eso. Aun así, si él lo decía así … Deculein quería salvar a Julie. Más que nadie en el mundo.

“Uf.”

Si es así, esperaba que este método fuera correcto. Josephine murmuró para nadie más que para sí misma y dejó escapar un pequeño suspiro.

“…”

Ella caminó hasta la funeraria. Sin embargo, sus pasos se detuvieron cuando notó a alguien que se escondía a cierta distancia.

“… ¿Julie?”

Era Julie. Su rostro, con la cabeza inclinada, estaba cubierto por su cabello, y su cuerpo, temblando como un volcán activo, era un espejo de cómo se sentía.

“¿Lo … escuchaste todo?”

“…”

Ella no planeaba hacerle escuchar esto en persona. Josephine estaba desconcertada, pero pronto sintió una insidiosa dicha brotar debajo de ella.

“…Está bien.”

Ella susurró y la consoló a su lado, rompiendo a la Caballero Freyhem. Si los Caballeros desaparecían, Julie se quedaría sin lugar en el sistema y, finalmente, regresaría a Freyden. Suponiendo que Deculein tuviera razón, esta maldición se curaría y Julie permanecería a su lado para siempre …

“Estoy a tu lado.”

Ella escondió todos esos malos sentimientos cuando Josephine envolvió suavemente sus brazos alrededor del hombro de Julie.

 

*****

 

— Eso es estúpido y lamentable.

La voz del anciano fluyó a través de su conciencia, un sonido humilde que arrastró a los vivos de este mundo al inframundo. Epherene lo miró a la cara como poseída.

— Lo que quería tu padre …

“…!”

En ese momento, se despertó del sueño. Epherene miró a su alrededor, encontrándose en el laboratorio de asistentes de aprendizaje y su cuerpo empapado en sudor. Fue un sueño. No, ¿fue un sueño?

Epherene se levantó de un salto y corrió a la oficina de Deculein para buscar pruebas de que este mundo no era un sueño. Alguien que pudiera anunciar que este mundo era real …

“…”

Estaba a punto de tocar la puerta, pero se detuvo. Epherene miró la placa de identificación.

 

[Oficina del Profesor Titular Deculein]

 

Alguien que siempre estuvo cerca pero que siempre se sintió lejos. Odioso pero agradecida, imperdonable pero comprensible. Un profesor que conocía su error y su traición, pero dijo que estaba bien ya que ella era su discípula.

“…Sigh.”

Después de tomar su mano, Epherene finalmente se dio la vuelta. En ese momento, Allen y Drent cruzaron el pasillo hablando entre ellos.

“Epherene. ¿Lo sabías? Una tienda Gero’s Cream acaba de abrir cerca.”

“¡Qué! ¡¿En serio?!”

Gero’s Cream — el nombre abreviado de Gero’s Ice Cream — famoso por su helado en el sur, finalmente llegó al ¿Imperio? Epherene se agarró la cabeza y parloteó.

“¿Es esto un sueño? ¡¿Es esto un sueño?!”

“No es un sueño. Estuve allí, pero la fila era tan larga que tuve que dar la vuelta.”

Drent negó con la cabeza y Allen lució su pena.

“Eso es correcto. Dijeron que tenía que esperar tres horas …”

“¡No! ¡Yo iré! ¡Solo dame el dinero!”

De todos modos, le era posible estudiar la tesis estando de pie. No, ponerse de pie estaría más concentrada. Tres horas de pie eran suficientes.

“¡Apresúrate! ¡Apresúrate! ¡Por favor, déjame ir!”

Los ojos de Epherene brillaron cuando extendió sus manos hacia Drent y Allen …

Y 15 minutos después.

“…Sigh. De hecho, es mucha.”

La línea de Gero’s Cream era inmensa. Sostenía un billete de 100 Elnes y husmeaba delante de esa. Parecía haber unas 200 personas.

“¿Y qué?”

Comparado con el helado que la esperaba al final, este tipo de sacrificio era barato. Epherene estudió la tesis mientras esperaba. Fueron 20 minutos y 20 personas por página. Aproximadamente tres horas después, el sol se puso y solo quedaban 20.

“Ugh”

Esto debe ser suficiente. Epherene relajó su cuello rígido y guardó la tesis en su bolso.

— Siguiente ~.

Pasó un poco más de tiempo, y una a una, la gente fue y se fue hasta que finalmente fue el turno de Epherene.

“Siguiente ~.”

“Si, soy yo…?”

Screeech—

Un coche de lujo se detuvo a un lado de la carretera junto a ella. Un hombre que parecía ser un secretario dejó el asiento del conductor y le susurró al dueño, que parecía una rana.

“…Sí.”

El hombre rana de repente adoptó una expresión seria. Él asintió con la cabeza y le dio casi todo el resto de Gero’s Cream al secretario. Luego, les gritó a los que todavía estaban esperando en la fila.

“¡Desafortunadamente, nos quedamos sin ingredientes! ¡Nos vemos mañana!”

“¡No!”

“Si tienen el ticket de espera de hoy, ¡puede obtener uno mañana temprano!”

“¡Ah!”

La persiana se cerró antes de que Epherene, quien agarró un ticket, pudiera decir cualquier cosa, y su mirada resentida se dirigió al lujoso auto estacionado cerca.

“¡Mal**dita sea!”

‘¡Llevo horas esperando! ¡Esto es demasiado! ¡O simplemente toma uno! Quedaban varios, así que ¿por qué te los llevaste todos?’

Epherene corrió hacia el coche y llamó a la ventana.

“¡Oye! Oye—!”

Epherene, sintiendo que solo la habían engañado, perdió el sentido de la razón. Miró la ventana oscurecida como si el mundo se estuviera acabando.

“¡Oye-! ¡Oyeeee—! ¡Abre la ventana—!”

Luego, la ventana se bajó. Epherene, con los puños cayendo, tembló tan pronto como vio el rostro escondido en su interior.

“Uh … ¿Profesor?”

“…”

Deculein. Miró a Epherene con lástima.

“Ah, ¿A usted también le gusta el helado …?”

“No.”

“¿Entonces por qué? ¿Por qué compro tanto…? Era mi turno en la fila.”

“…”

Cuando vio el helado en el asiento del pasajero, sintió una renovada sensación de coraje. No, eso fue codicia.

“¿Huh? Por qué.”

“…”

Deculein se metió la mano en el bolsillo sin decir una palabra y sacó una pequeña billetera. Epherene captó un brillo en los ojos mientras miraba la cadena de metal plateado que lo rodeaba y el colgante que podía ver de un vistazo debajo.

“Tómalo. Lo compensaré con esto.”

Deculein entregó tres billetes por valor de 300 Elnes.

“No. No quiero el dinero …”

“… ¿Ren?”

“Sí.”

El hombre que parecía ser un secretario le dio a Epherene uno de los helados.

“¿Qué? Oh, sí …  pagaré por esto. Son 30 Elnes por helado—”

“Vamos.”

Vroom—

El motor arrancó de nuevo y Epherene retrocedió. El coche se alejó rápidamente.

“¿Está de mal humor?”

Epherene se sintió incómoda por alguna razón.

“… De todos modos, tengo uno.”

La risa la dejó espontánea mientras caminaba con ello en la mano.

‘Al profesor también le gustan los helados … tenemos al menos una cosa en común. Pero lo que acabo de ver … debe ser el colgante del que me habló el mago Gindalf en ese entonces … de ninguna manera, tal vez sea otra cosa …’

Epherene se encontró con otra persona en su camino de regreso y la vio parada en el tablón de anuncios de Reclutamiento laboral en la Torre Mágica. Las solicitudes de aventureros o magos se pueden publicar aquí con permiso.

“¿Ganesha?”

“…¿Oh?”

Era Ganesha. Su cabello revoloteó detrás de ella mientras se volteaba para mirar a Epherene, luego sonrió y señaló el helado.

“¿Es eso de Gero’s Cream? Se ve bien ~ .”

“Oh si…”

Epherene escondió el helado detrás de su espalda. No había mucho que compartir.

“¿Qué estás haciendo?”

“Hmmm ~. Este es un anuncio de trabajo a corto plazo ~. Creo que también necesitamos un mago adecuado.”

“…”

Epherene miró a Ganesha, con la boca abierta y los ojos desorbitados. Ganesha sonrió e inclinó la cabeza.

“¿Porque te gustaría?”

“Lo haré.”

“…¿Sí?”

“A cambio, en … en lugar de dinero. Ajem.”

Gulp—

Epherene tragó saliva y luego continuó.

“La relación entre la familia Luna y la familia Deculein. Me gustaría obtener esa información.”

“…”

Ganesha se quedó sin habla, su sonrisa se endureció.

“¿Los Aventureros no venden nada?”

“Bien. Creo que tendré que obtener el permiso del Profesor ~?”

La respuesta de Ganesha convenció a Epherene. Ella sabía lo que pasó entre sus familias. Si no lo supiera, no reaccionaría así.

“Hare lo que sea. Y yo, ya que soy …”

“Eso será difícil ~.”

“Hay niños en ese grupo de aventureros. No puedes ser tan buena como ellos. Y…”

“¿Por qué?”

“¿Estás planeando apuñalar al Profesor por la espalda de nuevo?”

“¡No! No, nunca.”

“¿Entonces por qué?”

“En mis sueños … el ex cabeza de Yukline, Decalane, sigue apareciendo.”

“…”

En ese momento, el rostro de Ganesha se endureció. Arrancó el cartel del tablón de anuncios, se limpió el polvo de las manos y le ofreció un apretón de manos a Epherene.

“¿Cuándo serás capaz de trabajar? Esta tarea es bastante difícil.”

“¿Cuál es la tarea?”

“Es un ataque de mazmorra; ganamos la lotería esta vez. Tuvimos suerte, así que ganaremos mucho en dos días ~.”

Cuando la familia imperial o un lord recibían una orden de incursión a una mazmorra del gremio de aventureros, el gremio de aventureros tomaba los recursos de acuerdo con su rango. Lanzaron a un gremio como un ticket de lotería para decidir quién lo limpiaría. Este sistema se conoce como la lotería de ataque a mazmorras.

“Sí. Dos días está bien.”

“Entonces aquí tienes una licencia de aventurero temporal.”

Ganesha sacó su chequera y le dio una a Epherene.

“Soy una líder de equipo de aventureros de clase S. Asegúrate de llevarlo contigo cuando ataquemos la mazmorra.”

“Sí. Oh … pero antes de eso, obtendré la información, ¿verdad?”

Epherene sospechó tardíamente. Ganesha sonrió.

“Por supuesto. He sido atacada por un demonio antes, ¿sabes? Recibí sanación de la familia Yukline. Así que, sé un poco sobre el negocio familiar.”

Ganesha recordó esos recuerdos lejanos. A cambio de su vida, había pagado su antigua fortuna, el cual ella había estado trabajando duro para acumular durante la mayor parte de una década. Estaba agradecida de no haber muerto gracias a ellos, por supuesto, pero no podía gustarle Decalane.

“Una vez más, soy la líder del Equipo de Aventureros Red Garnet, ¿Correcto? ¿No hay información en este mundo que no conozca ~?”

“…Sí. Muy bien. Yo, Epherene, me aseguraré de que no tengas que cuestionar mis habilidades.”

Epherene asintió con confianza.

“Yo también lo creo. Eres la única discípula que el Profesor Deculein reconoció.”

Ella estaba avergonzada por esas palabras, haciendo pucheros mientras asentía.

“…Sí.”

 

*****

 

“Su Majestad está esperando.”

Llegué al Palacio Imperial no de buen humor. No fue solo por el helado que sostenía en mi mano.

“Es aquí.”

Jolang me condujo al dormitorio de Sophien. Lo miré y sonreí.

“Aun estás vivo, Jolang.”

“… Es gracias a Su Majestad.”

Jolang dio un paso atrás y yo abrí la puerta cortésmente.

“Deculein, Cabeza de Yukline, ha acudido al llamado de Su Majestad …”

No había nadie adentro. Sin embargo, había una esfera de nieve. El cristal estaba lleno de líquido transparente y polvo de nieve que caía ligeramente cuando se agitaba.

“…”

Me quedé asombrado tan pronto como verifiqué la información del artículo.

── 「Antigua Esfera de Nieve」 ──

◆ Información: Una esfera de nieve hecha con mucho cuidado por un creyente de la Era Sagrada del pasado. Se puede decir que es un mundo pequeño con su ecosistema. ◆ Categoría: Miracle ⊃ Mundo

 

“Huh …”

Era el tesoro del siglo, adecuado como regalo para la emperatriz y suficiente para despertar la curiosidad de Sophien. Un miracle. Sin embargo, no sabía quién se lo regaló. Sostuve la Esfera de Nieve en mi mano y miré dentro. Había alguien adentro. Solo su forma vaga era visible a primera vista, pero su cabello era inconfundiblemente rojo.

— No lo agites.

Miauuuu.

El gato corrió por detrás, Munchkin. Suspiré mientras la miraba.

“¿Estás atrapada ahí?”

— Sí. Si lo sacudes, me mareo. Mantenlo fijo.

“¿Estás bien con la magia de posesión dentro de allí?”

— El consumo de maná es bastante elevado. De todos modos, ¿por qué llegas tan tarde? Esperé un día. Adelante. La entrada es posible infundiéndola con tu maná.

“…Sí.”

Puse mi mano derecha sobre la Esfera de Nieve, agarrando la bolsa de helado en mi izquierda. Luego, le infundí maná.

Whoooooong…

Sentí como si mi maná y mi alma estuvieran siendo transferidos a algún lugar. Inmediatamente después, cuando abrí los ojos, estaba rodeado por un espacio blanco puro dentro de la Esfera de Nieve.

“Viniste.”

La Emperatriz y Keiron estaban a cierta distancia. Sophien, con un sombrero de piel y una capa, se acercó con dificultad. En este mundo de blanco puro, su cabello rojo se destacó aún más.

“Dame.”

“Si.”

Le entregue la bolsa.

“…”

La Emperatriz simplemente lo miró fijamente. Ella frunció el ceño levemente y, después de pensar un poco, me miró de nuevo.

“…”

Sus ojos se volvieron distantes.

“En un momento como este, tengo un pequeño problema. Ningún sirviente se atreve a comer comida frente a mí, y como he sido reacia a comer demasiado, nunca había comido ni visto nada de esto antes, así que solo puedo adivinar cómo … ¿comes esto con tus manos?”

Ella quería que le enseñara a comerlo.

“El helado que conozco es helado en un palito de madera.”

No era solo helado, era hielo raspado cubierto con helado, por lo que era bastante elegante.

“Abra la tapa, use una cuchara para sacar el contenido y coma.”

“¿Dónde está la cuchara?”

“La cuchara está pegada a la tapa.”

“…”

La Emperatriz hizo lo que le dije. Aunque sus palabras y acciones fueron duras, sus modales seguían siendo tan buenos como los míos.

“Por cierto, Deculein. ¿Dónde queda este lugar?”

Preguntó mientras mezclaba el helado. Miré alrededor del campo nevado donde no existía nada. Al menos hasta ahora.

“Creo que es una prisión o un búnker antiguo.”

“¿Eso crees?”

“… ¿Me está cuestionando?”

“No hay forma de que digas algo mal, ¿verdad? Yo también lo estaba adivinando.”

La Emperatriz sonrió. Luego, comió un bocado de su helado. Sus ojos lánguidos se abrieron un poco más.

“¡Mmm! ¡Esta bueno!”

“¿Es así?”

No puede estar mal. Al simple helado se le dio el toque de Midas en su cuarta etapa — es decir, 4.000 de maná.

“Mientras aprecio esto, piense en una manera de salir de este lugar.”

Sophien se centró en el helado. Primero puse mis manos contra el suelo y comencé con Comprensión. En un instante, se consumieron 1000 de maná.

“… Ajem.”

Escupí sangre negruzca.

“¿Estás enfermo?”

“No. Es más bien porque estoy demasiado sano.”

La relación entre sangre y maná. Si usara demasiado maná a la vez, mi sangre ardería y se convertiría en lo que se conoce como sangre muerta. Los magos usaron su magia con cuidado para evitar que esto sucediera, pero yo no tenía que hacerlo. La regeneración de sangre de Hombre de Hierro fue innegablemente excelente, después de todo.

“¿Crees que sabes algo?”

“No. Su Majestad, ¿Usted ha averiguado algo?”

“Me quedé aquí unos cuatro días, pero no averigüé mucho. Este mundo parece tan real. Es simplemente increíble.”

“Cuatro días…”

Miré a la Emperatriz. Creo que acabo de escuchar algo bastante extraño.

“Su Majestad. Poseías a ese gato y me dijiste esto. Si es así, ¿cuándo fue eso?”

“¿Cuándo? Hace un día. Llegaste demasiado tarde.”

“No.”

Negué con la cabeza.

“Corrí después de escuchar el mensaje de Su Majestad. Hubo un ligero retraso, pero no más de unas pocas horas.”

“…”

Sophien hizo una pausa por un momento, mirándome.

“Mmm. ¿Hubo un retraso en mi magia posesiva?”

“No. Quizás…”

Miré hacia el cielo. Solo había nubes, no sol.

“Debe ser un problema con esta Esfera de Nieve. Descubrámoslo paso a paso.”

Sophien sonrió.

“Pasar un rato extraño contigo … por alguna razón, eso me recuerda al pasado.”

No entendí eso. Pero cuando me di la vuelta para preguntar, Sophien me ignoró y se concentró en comer el helado.