Capítulo 45 – El Villano que Quiere Vivir

Justo ante los ojos de Charlotte, los asesinos estallaron en fragmentos mientras el acero de Deculein giraba más de decenas de veces por segundo, aplastando el área y arrojando carne humana alrededor.

El resultado fue lo más desastroso posible.

Charlotte cubrió los ojos de Maho con su mano y la abrazó cuando trató de apartarse de ahí.

“Vamos, ¿por qué?”

“No debería ver esto, princesa.”

La situación seguía siendo terrible.

Algunos de sus enemigos escaparon sanos y salvos de su ataque, y el ‘deanant’, el más peligroso de todos, ni siquiera había aparecido aun.

“…”

Charlotte levantó su espada a pesar de que solo sostenerla le causaba dolor en el hombro derecho debido a una herida que ocultó a la princesa.

“Charlotte,” llamó Deculein. Las había estado observando, agarrando su bastón.

“Vete con la princesa. Las seguiré. Si te quedas aquí demasiado tiempo, la princesa también correrá peligro.”

“… ¿Crees que puedes manejarlos solo?”

“Vete.”

Charlotte vaciló, pero finalmente asintió. No estaban en una situación en la que ella pudiera insistir en luchar juntos.

Levantó a Maho cuando uno de sus subordinados las alcanzó, quien se suponía que actuaría como su escolta.

“Capitán. Permítame quedarme atrás y ayudar al Profesor.” Propuso Roen.

“… Okey.”

Cuando Charlotte se dio la vuelta con Maho, finalmente sintió claramente el aumento de la energía demoníaca. No muy lejos de ellas, el deanant hizo su aparición lentamente.

Aunque en forma humana, su silueta era tenue como la del crepúsculo.

y fantasmas que se fusionaron. Lo que dificultaba la lucha era su físico sólido imbuido de propiedades líquidas.

Charlotte corrió, dejando atrás al deanant mientras controlaba su velocidad al mismo tiempo. Si fuera demasiado rápida, se arriesgaría a convertir a la princesa en una adicta a la magia oscura.

“… Fweew.” El deanant siso burlonamente. “¿Cuán lejos podrán correr esas dos mujeres?”

Deculein apretó a la fuerza su razón. Desde el fondo de su conciencia, abundaban el odio y el desprecio instintivo, pero era tolerable.

“Nunca podrás ser capaz de matar mi recipiente con tu acero no mágico.” El demonio se burló de él riendo, su tono sonaba ronco como si le hubieran quemado la garganta. “Bueno, tampoco es que la magia pueda matarme.”

Como se dijo, el acero ordinario no funcionó en su contra. La magia momentánea no podía extinguir seres parecidos a líquidos o gaseosos.

Intentar hacerlo no sería diferente de intentar cortar o quemar aire.

Para deshacerse de él, la calidad de maná de uno tenía que ser extremadamente alta. También tendrían que tener en cuenta el cañón en el que se encontraban, lo que obligaría a que se dispersaran enormes cantidades de maná debido a la concentración de la magia oscura.

El deanant sabía y aprovechó de manera excelente ese hecho.

“…”

Deculein cerró los ojos.

Él ideó el camino de los “aceros de madera” basándose en su amplificación de maná y velocidad de recuperación, planeando cómo destrozaría a su oponente hasta el último detalle. Su predicción y estimación de la batalla llegó hasta 30 minutos en el futuro.

Whoooong …

El Bastón de Yukline de Rockelock comenzó a calentarse mientras lo llenaba con su maná, su sangre aparentemente lo hacía tan furioso como él.

Finalmente, Deculein abrió los ojos, que ahora brillaban en azul. El deanant todavía estaba al otro lado del campo de batalla.

Dibujó una línea imaginaria en el camino no muy lejos de él, lo que provocaría que Enjambre de Acero llevara a cabo fielmente su concepto y diseño.

Thud.

El deanant dio un paso y las manos de Roen inmediatamente se humedecieron de sudor.

Thud.

El demonio creía en sí mismo.

Sin embargo, Deculein sabía cómo matarlo.

Thud.

Dio un paso más, con el que cruzó la ‘línea’.

Un destello de luz fría golpeó el costado derecho del deanant como un relámpago.

Roen no pudo verlo. Incluso Deculein no podía seguir sus movimientos con sus propios ojos.

Sus aceros para madera ejecutaron un diseño preconcebido en lugar de actuar según su voluntad.

Nadie se movió, casi como si el tiempo de todos, excepto sus armas, se hubiera detenido.

Swiiiiiiiish-!

El deanant sintió que le perforaban la garganta. Sin embargo, ni una gota de sangre fluyó.

Uno de los aceros de madera de Deculein descendió rápidamente, abriéndose camino desde la clavícula de su objetivo hasta la ingle. Otro se inclinó transversalmente, haciendo una línea recta desde el pubis inferior derecho del demonio hasta su axila superior izquierda.

Sus aceros de madera tercero, cuarto y quinto rasgaron sus vértebras en cada nudo, mientras que su sexto y séptimo acero de madera cortaron sus muñecas, y el octavo y noveno acero de madera amputaron sus piernas.

Su décimo y undécimo acero de madera giraban en espiral a través de todo su cuerpo.

En el físico del deanant, grabaron líneas sólidas, cuyas longitudes liberaron humo.

En poco tiempo, el deanant sintió que su visión cambiaba mientras observaba cómo su propio cuerpo era destrozado por múltiples objetos de acero mientras el mundo giraba.

No mucho después, el duodécimo acero de madera llegó tranquilamente, decapitando la cabeza del deanant. Luego atravesó sus globos oculares y destrozó su cerebro.

Los aceros decimotercero y decimocuarto se movían desenfrenados dentro de su recipiente.

“…”

Aprovechando la situación, sus enemigos pasaron junto a Deculein y trataron de perseguir a Charlotte, pero él los destruyó fácilmente usando sus armas.

Las espadas voladoras se movieron rápidamente y regresaron a sus puestos. Incluso Roen notó la conmoción y la perplejidad que sentían sus oponentes.

“¡Profesor! ¡Por-Por allí!” Gritó el caballero, señalando al deanant, que se agitó y estaba a punto de recuperar su forma.

Deculein estaba tranquilo.

“No hagas un escándalo.”

Sabía cómo matarlo.

Era sencillo.

“Solo tengo que matarlo hasta que muera de forma permanente.”

Sus aceros de madera lo atravesaron de nuevo, repitiendo infinitamente el mismo proceso que destruyó al deanant.

Aturdido, Roen no pudo hacer nada más que admirar el poder destructivo de Deculein.

 

*****

 

Charlotte y Maho salieron corriendo a los campos, cruzando el cañón a salvo hasta llegar a las fronteras de Yuren.

Sin embargo, incluso entonces, su viaje resultó estar lleno de dificultades.

Sus perseguidores los habían estado esperando, y desde las sombras, se apresuraron a acorralarla.

Charlotte se defendió, sin prestar atención al dolor que recorría su cuerpo y tratando de lisiar su brazo derecho.

“¡───!”

El aura de la espada se elevó de la espada de Charlotte, fragmentando la carne y los huesos de sus oponentes.

No mucho después de que comenzara la batalla, escuchó un grito que venía detrás de ellos.

“¡Ellas están por aquí!”

Habían llegado los caballeros del Gran Duque.

Ellos no podían entrar por las fronteras del Imperio. Por lo tanto, como le prometieron a Charlotte, sirvieron como refuerzos en el borde de las fronteras de Yuren.

Los caballeros se apresuraron sin dudarlo, acabando sin piedad con las vidas de aquellos que perseguían a la princesa.

Con la marea de la guerra a su favor, suspiró aliviada y miró a Maho, que todavía estaba en sus brazos.

“¿Está bien, princesa?”

“… Sí. Me siento un poco mal, pero estoy bien. Blargh—”

“Ese es un síntoma temprano de la adicción a la magia oscura, pero a este nivel, aún no hay nada de qué preocuparse. Deberías estar bien pronto.”

“¡Aaaaaaaah—!”

Los caballeros no dejaron escapar ninguna presa, incluso si los que capturaron decidieron suicidarse.

¡Swiiiiich—!

Cuanta más carne cortaban, más silenciosa se volvía su vecindad. Poco después apareció Ghiland, el ministro del interior de Yuren y tío de Maho.

“Maho.”

“¡Oh! ¡Tío!” Maho gritó y fue corriendo hacia él, quien la miró disculpándose.

“Ha sido un largo tiempo. Perdónanos por no poder hacer nada más que esperarte aquí. No nos quedaban otras opciones.”

“Está bien. Está bien ~ Conozco la situación. Más bien, estoy agradecida de que incluso vinieras. Gracias.”

Maho era tan radiante como siempre. Ghiland le dio unas palmaditas en la cabeza y miró a Charlotte, que se estaba ocupando de sus doloridos hombros.

“Charlotte.”

“¿Sí?”

“Gracias por tu duro trabajo. ¿Son ustedes dos las únicas sobrevivientes?”

“… No.” Charlotte negó con la cabeza.

Deculein dijo que las seguiría y Charlotte creyó en sus palabras.

“Esperare aquí.”

Ghiland asintió. Mientras esperaban a que llegaran los demás, se reagruparon y enterraron a sus hermanos caídos.

Mientras soplaba el viento frío, pasó el tiempo.

Treinta minutos.

Una hora.

Dos horas.

“Regresemos”. Ghiland puso su mano sobre el hombro de Charlotte.

“…¡Oh! ¡Allí! ¡Allí!”

Maho señaló el horizonte lejano, donde se veía a dos hombres caminando bajo el atardecer acromático que difuminaba la línea entre la tierra y el cielo.

Charlotte suspiró aliviada.

“¡Estás a salvo!”

Maho corrió a su encuentro primero.

Deculein todavía estaba empapado en el resplandor de la batalla. Su rostro estaba rígido, pero pronto sonrió e inclinó la cabeza cortésmente.

“Gracias por su preocupación, princesa.”

“Qué alivio. Uf. Gracias, Profesor, realmente—”

“Princesa.”

Él puso sus labios al lado de su oído y le susurró.

“No hay necesidad de actuar ahora.”

La expresión de Maho se puso ligeramente rígida.

Conocía la verdadera personalidad de Maho.

Por supuesto, su comportamiento marimacho no era una mentira.

Sin embargo, su comportamiento inocente e ingenuo sí lo era.

Sabía perfectamente qué aspectos de ella podían provocar simpatía y aumentar sus propias probabilidades de supervivencia.

“…”

Los ojos de Maho se agrandaron mientras miraba a Deculein, quien seguía sonriéndole sin decir una palabra.

Llegó Charlotte. “Oye. Tú …”

“Mi trabajo aquí está hecho. Te dejaré el reporte a ti, Roen.”

“¡Si! ¡Está bien!” Roen enderezó la espalda ante las palabras de Deculein.

Estaba lleno de dudas hace apenas un día, pero ahora actuaba como un leal. Incluso sus ojos estaban llenos de admiración y respeto por Deculein.

Charlotte asintió. “… Gracias. Nunca olvidaré este favor, no, este ‘trato’.”

Deculein se dio la vuelta sin responder.

Aún no había descansado, pero aún no mostraba el menor signo de fatiga.

Estaba tan lleno de gracia como cuando se conocieron.

“Charlotte,” Gritó Ghiland mientras miraba la espalda de Deculein.

“¿Sí?”

“¿Esa persona es una escolta?”

Roen respondió en su lugar.

“Sí. Ese es Deculein, Profesor Titular de la Torre de la Universidad Imperial. Él solo mató a decenas de perseguidores y aniquiló a un deanant.”

“… ¿Un deanant? Quiero decir, ¿en ese desfiladero de grietas?”

Roen asintió con orgullo.

“Sí.”

“¿Es eso posible?”

“Lo vi con mis propios ojos. La magia del Profesor Deculein era diferente a la de los magos ordinarios.”

Roen miró a lo lejos con una expresión llena de emoción. Maho siguió su mirada.

“Trataba al deanant como si estuviera jugando con un juguete. Ninguno de los ataques del monstruo funcionó en su contra, ya que mostró el epítome de la magia de combate contra un oponente casi invencible …”

Ante los elogios de Roen, Ghiland y los caballeros del archiduque lo miraron de otra manera.

En el horizonte oscuro, la Cabeza Yukline avanzaba con dificultad.

 

*****

 

Misión Independiente Completada.

◆ Moneda de la Tienda +4 ◆ Maná +30

El caballo rojo ya me estaba esperando cuando salí del cañón. Antes de subirme a su espalda y regresar, eché otro vistazo a la entrada del desfiladero.

Mi velocidad de recuperación de maná dentro del cañón fue lo suficientemente rápida como para usar todo mi acero de madera y la [Mano de Midas].

Además, cuatro de mis aceros para madera adquirieron propiedades durante las seis horas que tardaron en atravesarlo.

Sin embargo, purificar y aceptar el maná en ese lugar puso una gran carga en mi cuerpo y rápidamente consumió mi poder mental, haciéndome sentir que el contagio de su personalidad se estaba volviendo más fuerte.

No quería pasar más tiempo allí de lo necesario.

“Volvamos a Hadekain.”

Red Horse galopó rápidamente.

Sin embargo, cuando me eché una siesta en la montura, redujo la velocidad, aparentemente consciente de mi fatiga.

Cerré los ojos por un rato, y cuando los abrí de nuevo, ya estábamos en el castillo de Hadekain.

“… Mmm.”

No tenía ninguna intención de venir aquí.

Pero como estaba aquí de todos modos, decidí echar un vistazo a la habitación de Deculein.

“Oy.”

“…¡Oh! ¡Mi señor ha llegado!”

Dejé a Red Horse a un guardia cercano y entré al castillo, donde le dije a un sirviente que me guiara a la habitación de Deculein.

“¿Es aquí?”

“Sí.”

“Ha pasado un tiempo desde la última vez que lo visité. Ya me olvidé de la entrada del piso. De todos modos, puedes irte a descansar ahora.”

Abrí la puerta. Revelando una habitación limpia que no estaba fuera de lo común. Sin embargo, algo en la estantería me llamó la atención.

[─]

Era un cuaderno sin título que no tenía nada escrito, pero mi [Visión] me dijo que era “especial”. No lo habría notado si no fuera así.

“…”

Luego subí a la oficina del lord del castillo.

Toc, toc —

… Agarré el pomo de la puerta y lo giré.

“¡Qué demonios!”

Tan pronto como abrí la puerta, escuché una voz fuerte y clara.

Yeriel.

Ella frunció el ceño y me miró.

“¡Toca antes de entrar!”

“Lo hice.”

“¡Espera una respuesta!”

Cuando me acerqué a ella, noté que estaba descifrando algo con un lápiz y un cuaderno en el escritorio.

“¿Que estabas haciendo?”

“… Esta cosa de ‘Wizard Academic’.”

‘Wizard Academic’ era una revista mágica. No sería exagerado decir que se trataba de un ‘examen mágico’. Simplemente no se notaba ya que los lectores se estaban divirtiendo mientras resolvían las preguntas y se daban pruebas mágicas entre ellos.

Naturalmente, hubo casos en los que aprendieron algo en el proceso de resolver los problemas, por lo que no fue del todo inútil. Además, también registró las preguntas mágicas planteadas por los Archimagos del pasado llamados ‘Millennium’.

Ni siquiera había pensado en resolverlos ya que era una pérdida de tiempo para mí.

“Déjame ver. ¿Qué estabas resolviendo?”

“…”

Yeriel se lo entregó sin decir una palabra, y resolví el problema usando [Comprensión], que fue extremadamente útil para encontrar respuestas. Cuanto más limitado era el campo, más sencillo se volvía el problema, por lo que consumía menos maná.

Sin embargo, utilicé 2000 de maná para una sola pregunta. Sin pensarlo mucho, escribí la respuesta en el cuadro.

En ese momento …

Mini Quest: Resolver Preguntas Académicas.

◆ Mana +2

 

“… ¿Huh?”

“¿Qué fue?” Yeriel preguntó rotundamente.

“… No es nada.”

Mi maná aumentó en ‘2’.

Le devolví la revista sin decir una palabra, y los ojos de Yeriel se agrandaron tan pronto como vio mi respuesta.

“¡Oye! ¡¿Por qué lo escribiste?!”

“Me siento cansado. Me voy a dormir.”

“¿Qué? ¡Oye! ¡He estado intentando resolver este problema durante dos horas …!”

“Tú has tardado dos horas en responderlo, pero lo resolví en un minuto.”

“¡¿Y qué?! ¿Estás presumiendo de esto?”

Sonreí y salí de la oficina, después de lo cual la escuché decir: “¡Dios, en serio…! Que está mal con él-!”

Pero no me sentí molesto.

En este momento, incluso 2 manás ya eran demasiado valiosos para mí …

Maná: 1,419 / 3,419 (+800)

 

Calidad de Maná: 5

 

*****

 

El Principado de Yuren no estuvo sujeto a la interferencia de ningún rey o emperador, ya que este era un país que logró el ducado de un ‘reino ya aniquilado’.

Desarrolló su propia cultura gracias a su ubicación geográfica, frente a un mar al suroeste y una cordillera al noreste. Debido a la importancia del comercio, sus bancos también se desarrollaron. Además, ‘Artran’, una academia que nutrió a los creadores de literatura, arte y música, fue un producto único del Principado.

A altas hora de la noche en el castillo Lucangel, la residencia del Gran Duque.

El hermano del Gran Duque, el Ministro de Interiores Ghiland, llamó a Charlotte a su oficina.

“Ministro. ¿Qué sucede?”

“… ¿Cómo está Maho?” Ghiland sonaba serio.

“Ella se fue a la cama,” respondió Charlotte con una cara bastante cansada.

Ghiland dejó escapar un suspiro y señaló la silla. “Siéntate. Tengo algo que decirles a ustedes dos.”

Charlotte, ansiosa, hizo lo que se le ordenó.

“¿Qué es?” Ella preguntó, manteniendo la compostura lo más posible a pesar de pensar que él podría estar anunciando su negativa a dejar que la princesa se quedara aquí.

“No te sorprendas demasiado.”

Sin embargo, lo que Ghiland quería discutir era algo que ella nunca se había atrevido a imaginar.

“El Archiduque quiere que Maho lo suceda.”

“… ¿Eh?” Charlotte lo miró sin comprender, incapaz de comprender lo que acababa de decir. Sus palabras fueron tan absurdas que pensó que se había quedado dormida debido a su fatiga y ahora estaba soñando.

“¿Qué significa eso …?”

“Parece haber tomado una decisión incluso antes de que Maho le enviara la carta. Quiero decir, realmente no puede confiar en su nieto, después de todo.”

“No, no, no lo entiendo. ¿Eso significa que … la princesa será la próxima Archiduque…?”

“Eso es correcto.” Ghiland se rió amargamente.

“¿Es eso posible?” Preguntó Charlotte, todavía sorprendida.

“Por supuesto que eso es posible. Maho es descendiente directa del Gran Duque. Hace tres años, ella también era la segunda en la línea de su trono.”

“Pero la princesa no podrá soportar el peso de la corona.”

Ghiland negó con la cabeza ante las palabras de Charlotte.

Eres demasiado ingenua.

“¿Disculpe?”

“Aparte de eso, esta información aun es altamente clasificada. Solo el Archiduque y las personas en esta sala lo saben.”

“Ah, okey. Por supuesto, que lo es …” Charlotte asintió con la cabeza, sintiendo que se acercaba un dolor de cabeza.

Sin embargo, después de un tiempo, su frente comenzó a arrugarse cuando un pensamiento surgió dentro de ella.

“¿Qué te preocupa?” Preguntó Ghiland.

En ese momento, una chispa brilló en su mente.

“…¡Oh!”

“…!” Ghiland tembló ante el repentino sonido.

“De ninguna manera.” Recordó a Deculein.

Deculein sabía que Maho solo podría sobrevivir si iba a Yuren.

También se refirió a esta colaboración como un ‘trato’.

En ese momento, ella lo creyó y lo aceptó teniendo en cuenta su rencor contra el Reino Reok, pero, de hecho, la expresión “trato” en sí misma era absurda.

En primer lugar, su transacción se estableció bajo la premisa del beneficio mutuo.

Pero Maho, una princesa abandonada por el reino, no podía darle nada.

“¿Qué ocurre?” Preguntó Ghiland, sintiendo aún más curiosidad por su cambio interior.

Charlotte, que se había vuelto más seria, preguntó. “¿Alguien más sabe de esto, ministro?”

“Por supuesto que no. El Gran Duque me lo acaba de decir hoy.”

Charlotte sintió que se le ponía la piel de gallina por todo el cuerpo.

Las palabras de Deculein a ella antes se repitieron en sus oídos.

‘Soy una persona extremadamente política. Además, cuando se trata de asuntos relacionados con la inteligencia o el discernimiento, sabes que soy mucho mejor que tú.’

Si es así…

¿Hizo tal trato teniendo en cuenta todas estas circunstancias, adivinando la relación entre el Archiduque y Maho, calculando la dinámica y los conflictos entre el reino y el Principado, y finalmente prediciendo la conclusión de que la princesa podría suceder al trono?

Si realmente lo hizo …

“… Monstruo.”

¿Hasta dónde había pensado? Cuán sofisticados y precisos eran sus pensamientos e ingenio…

“¿Qué? ¿Yo?”

Charlotte volvió a sus sentidos. Ghiland la miraba con los ojos entrecerrados.

“No, no.”

“Finalmente expresaste tus pensamientos. Bien. Lo siento. Ni siquiera hice ningún esfuerzo diplomático para salvar a Maho, pero ya les estoy contando otro asunto serio. No te equivocas al pensar en mí como un monstruo.”

“No. No es eso—”

“Suficiente.”

“No—”

“Puedes retirarte.”

“No. Escúchame…”