Capítulo 9 – El Príncipe Demonio va a la Escuela

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Esto era llamado teletransportación.

Experimentarlo de primera mano era realmente increíble.

Cuando el destello de luz se desvaneció, el paisaje era completamente diferente. A diferencia del Reino Demoníaco, que estaba cubierto por un cielo gris, un cielo azul y una bulliciosa ciudad se extendían ante mis ojos.

El mismo lugar donde se desarrollaba la historia principal de mi novela “El Rey Demonio está Muerto”.

La Capital Imperial Gardium.

Me produjo una extraña sensación ver el lugar que antes sólo había descrito con palabras… de mie**rda.

¿Dónde estamos?

No conozco este lugar.

No, bueno, para ser justos, no describí cada rincón de la Capital. Si lo hubiera hecho, me habrían echado la bronca por alargar los capítulos añadiendo descripciones inútiles.

Tal vez estábamos en una plaza en algún lugar de la capital. La gente nos miraba a mí y a la princesa que aparecimos de repente de la nada a través de la teletransportación con expresiones de perplejidad. La teletransportación era un hechizo de nivel súper alto, así que definitivamente no era común verlo.

Así que, al final, llegué a la Capital Gardium, una ciudad sobre la que escribí, pero de la que no tenía ni idea.

“Haah… ¿Qué…Que ha pasado? Esto, esto es… ¿La Capital?”

Y a mi lado, la princesa Charlotte de Gardias, que se había teletransportado conmigo, también tenía una expresión de desconcierto en el rostro.

Se suponía que le traería una escolta, pero acabé secuestrándola usando magia de teletransportación, así que era natural que se sorprendiera.

“Sir Francis ya ha sido asesinado. Así que volví al Castillo del Rey Demonio para buscar algunos pergaminos de teletransportación. Pensé que la Capital Imperial sería el lugar más seguro para la princesa.”

Después de escuchar mi explicación, la princesa abrió los ojos. Se quedó estupefacta al oír que Sir Francis ya había sido asesinado y pareció sorprendida de que yo fuera capaz de idear un método alternativo tan rápidamente y la salvara de una situación así.

Sí, no es como si un chico normal de 17 años tuviera ese ingenio.

Pero incluso teniendo en cuenta mi edad original, ¡era difícil de lograr!

Casi muero de nuevo unas cuantas veces hace poco.

“Sí, bien hecho… Hiciste un muy, muy buen trabajo.”

Charlotte se dejó caer en un banco cercano, al parecer porque se sentía aliviada.

Casi había exhalado su último suspiro.

Daba bastante miedo pensar así.

¡Destello!

Dyrus llegó frente a mí con un destello de luz.

Gasp… Gasp…

Dyrus, que parecía haber estado escapando de una situación bastante desesperada, llegó frente a nosotros mientras respiraba agitadamente.

“¡Está a salvo, teniente!”

“Sí… si demoraba un poco más me habrían volado un brazo o una pierna.”

Dyrus respiró hondo y cayó de rodillas. No ante mí, sino ante Charlotte.

“Teniente Dyrus, comandante del 3º Pelotón, 11º Compañía, 4º Regimiento de Caballería, 1º Cuerpo Imperial. Le presento mis más sinceros saludos, Su Alteza Imperial la Primera Princesa.”

Charlotte no parecía entender lo que estaba pasando.

 

*****

 

Teníamos dos pergaminos de teletransportación.

El plan A era bastante sencillo. Acercarme a la princesa y usar el pergamino de teletransportación masivo si los guardias nos dejaban pasar por la entrada.

El plan B era que Dyrus me abriera el camino y me quitara la carga de encima. Dyrus escaparía con un pergamino de teletransportación unipersonal, mientras que yo me llevaría a la princesa usando el pergamino de teletransportación masiva.

Dyrus había confirmado que nos habíamos escapado y escapó él mismo.

Por supuesto, Charlotte se asombró al ver aparecer a un extraño de la nada, así que primero le expliqué toda la historia. Le expliqué que, de no ser por el teniente Dyrus, no habría podido llevar a cabo mi misión correctamente.

Charlotte asintió con la cabeza, todavía con expresión de desconcierto.

“Gracias. Teniente Dyrus.”

Charlotte expresó su gratitud, diciendo que él la había ayudado mucho.

“Como soldado de la Familia Imperial, siempre antepondré la seguridad de la Familia Imperial.”

Dyrus había tomado una decisión difícil. Por mucho que un soldado dijera estas palabras, ponerlas realmente en práctica era un asunto completamente diferente. Arriesgó su vida lanzándose contra las fuerzas que intentaban matar a la princesa como si fuera algo natural. No dudó ni pensó que podría morir.

Yo sólo hice lo que hice porque mi vida estaba entrelazada con la de ella, pero esta persona era algo serio.

Charlotte asintió como si pensara lo mismo.

“¿Nuestros enemigos no podrían venir por nosotros usando magia de teletransportación?”

Esa era nuestra preocupación más acuciante ahora. Definitivamente había magos entre nuestros enemigos, y prácticamente grité que nos estábamos teletransportando a Gardium. Obviamente sabían dónde estábamos.

La expresión de Dyrus se endureció ante mis palabras.

“Debemos movernos rápido.”

“No, no hay necesidad de hacerlo.”

Charlotte, sin embargo, estaba tranquila.

“No debería haber magos entre las Fuerzas de la Coalición que pudieran teletransportarse con éxito del Reino Demoníaco a Gardium. Nos hemos movido una distancia increíblemente larga. Esto era originalmente imposible. Obviamente, tampoco había Puertas de Teletransporte cerca del Castillo del Rey Demonio, así que nadie podría perseguirnos.”

Informándonos de que los Pergaminos de los Demonios tenían unas prestaciones increíblemente grandes, Charlotte negó la posibilidad de que los perseguidores vinieran tras nosotros usando la teletransportación.

“Sin embargo, pueden informar de este asunto usando magia de comunicación. Llevará un tiempo, así que debería ser suficiente para que lleguemos al Palacio Imperial.”

La magia de comunicación no era instantánea. Habría retrasos. Para ser exactos, la distancia entre estos dos lugares era tan grande que habría un retraso igual de grande hasta que el hechizo mágico llegara a la persona adecuada.

Primero él escucho de que la princesa estaba viva, así que dio orden de matarla, esta vez había que informar de que la princesa ya se había teletransportado a Gardium.

“¿Podría explicar lo que pasó, teniente Dyrus?”

“Sí, lo explicaré.”

Así que no nos quedaba mucho tiempo, pero aun así nos tomamos la molestia de explicarle lo sucedido a la princesa mientras caminábamos por las calles de la Capital. Cuando llegamos a la parte en la que casi muero a manos de los Caballeros del Duque, la princesa pareció apenada mientras me miraba. Hice esto para sobrevivir, así que ella no tenía que sentir lástima por mí.

Por supuesto, podría haber usado el pergamino de teletransportación en cuanto salí del Castillo del Rey Demonio si sólo quería vivir, pero no quería que fuera así.

No sé por qué, pero no podía dejar atrás a Charlotte, aunque mi vida estuviera en juego. Sabía que no se necesitaba una razón para salvar a alguien, pero era la primera vez que arriesgaba mi vida por otro. Sólo podía decir que era algo totalmente desconocido para mí.

En fin, bien está lo que bien acaba. Pero estoy bastante seguro de que no sería capaz de hacer algo así más de una vez.

De todos modos, mientras Dyrus relataba el incidente, sentí un escalofrío que me recorría la espalda…

Mirando hacia atrás en la historia, había demasiadas partes no naturales.

Una Gárgola se activó de repente y bloqueó a los caballeros.

Los demonios se amotinaron de repente y, por alguna razón, los demonios capturados actuaron como si intentaran protegernos.

Lo primero podía ser una coincidencia, pero lo segundo era demasiado sospechoso. Era demasiado conveniente.

Dyrus parecía sentirse afortunado de estar vivo, pero yo observaba cómo se endurecía la expresión de la princesa.

Ella era Charlotte, quien había vivido en el Castillo Imperial, que podría decirse que era el escenario principal de las batallas políticas. Había pasado por muchas cosas, pero era extraordinariamente inteligente. Tan pronto como fue liberada de una situación en la que fue empujada a sus límites tanto física como mentalmente, ella inmediatamente previó su propia muerte.

Esos extraños incidentes.

Un chico que perdió la memoria.

Un pergamino de teletransportación que encontré como si supiera exactamente dónde estaba.

Había muchas razones para sospechar de mí. No sabía qué conclusión sacarían de esto, pero por lo que veía no sería buena para mí.

Estaba claro a qué conclusión llegaría la princesa. No sabía qué opción tomaría, pero no podía esperar a que se decidiera por una.

Aminoré un poco la marcha y caminé detrás de ellos. Por suerte, Dyrus estaba cerca de la princesa y estaba preparado para cualquier imprevisto.

Está bien.

Sería bueno que la princesa me lo debiera, pero no podría permanecer cerca de ella, ya que correría el riesgo de que algún día descubrieran mi identidad.

De todos modos, era una relación que no podía durar mucho.

Este era el único momento en que podía retirarme.

Caminé despacio y en silencio, luego entré rápidamente en un callejón por el que pasé.

Aunque ella estuviera dispuesta a darme mil monedas de oro, ya no podría relacionarme con la princesa.

La princesa estaría a salvo, pero yo, en cambio, habría entrado en la guarida de otro tigre.

Era imposible para mí ir a un lugar lleno de gente poderosa y aristocrática con mi magia de camuflaje, que podía disolverse con sólo usar una débil magia de disipación.

¿Cómo es que desde que entré en este mundo sólo he podido conseguir objetivos a corto plazo?

¿Y por qué siempre he tenido que arriesgar mi vida para alcanzar esos objetivos a corto plazo?

Al pasar el callejón, me escondí para que la princesa y Dyrus no pudieran encontrarme.

Ahora ya no me buscarían. Volver al Palacio Imperial tenía prioridad.

Primero salí de aquella cueva que se derrumbaba llamada Castillo del Rey Demonio para acabar en la guarida del tigre, la guarnición de las Fuerzas de la Coalición, pero aquello no era más que un peldaño para entrar en la guarida del dragón llamada Palacio Imperial.

Después de caminar un rato, finalmente me detuve en un lugar tranquilo y me senté en un banco.

“Phew…”

Dejando todo a un lado, tenía que tomar un descanso.

“Jo**der…”

Usando algún dicho común, mi mente explotaba.

Parecía que me había enfrentado a tantas pruebas sangrientas, había sido testigo de cómo masacraban a tanta gente e incluso había causado la muerte de algunas personas con mis propias manos.

Al llegar tan lejos, mi mente ya había cruzado sus límites varias veces.

Descansemos por ahora. Tomemos un descanso y ordenemos todos estos horribles recuerdos de alguna manera.

Y pensar qué hacer a continuación.

 

*****

 

Era la primera vez que podía tomarme un respiro después de haberme encontrado con tantas situaciones desesperadas y de haberme visto acorralado tantas veces en este mundo desconocido. Sentí un sutil alivio al no verme obligado a ir a alguna parte.

Me encontraba en algún lugar de la Capital Imperial.

En mi opinión, la Capital Imperial era similar a Seúl, en Corea. Sin más que decir era una ciudad increíblemente grande, la mayor de todo el continente. En esta época, una ciudad de ese tamaño no era tan común.

Ahora estaba sentado en un banco de una avenida, no estaba ni demasiado desierto ni demasiado concurrido. La Capital Imperial ya era una ciudad bulliciosa y floreciente, pero el Imperio prosperará aún más con la victoria de la Guerra Mundial Demoníaca.

En cualquier caso, si quiero sobrevivir, no puedo obligarme a pensar en ciertas cosas.

Mientras intentaba recomponer mi corazón astillado, tuve que suprimir de algún modo estos terribles recuerdos y racionalizar mi sentimiento de culpa.

A partir de ese momento tuve que pensar en lo que debía y podía hacer.

Tenía algunos problemas.

No tenía dinero.

No tenía dónde vivir ni qué comer. Era aún más absurdo volver a la princesa para eso.

Trabajar y ganar dinero de alguna manera también sería bastante difícil. ¿Y si mi magia de camuflaje se perdía de repente mientras fregaba platos en algún restaurante? Tampoco me darían algún pago por adelantado y yo tenía una identidad poco clara.

Ahora me estaba dando cuenta en tiempo real de por qué los vagabundos caían en el crimen.

Salvo por la vía delictiva, no tenía otra forma de llegar a fin de mes. ¿No podía meterme en alguna guardería pública o algo así? ¿Existían lugares así aquí? Por muy loco que estuviera uno creando ambientes, ¿quién estaría tan loco como para montar una guardería pública en su novel…?

Oh…

Ahora que lo pienso. Efectivamente, hice una locura así.

Como medida de posguerra, se llevaría a cabo un proyecto para gestionar el gran número de huérfanos causado por las bajas de la Guerra Mundial Demoníaca.

Lo sabía porque había algunos niños de dichas guarderías públicas en Templo, el escenario principal de mi drama escolar. Escribí que en Templo había bastantes hijos de personas que murieron en la Guerra Mundial Demoníaca, entre los que también había personajes importantes.

Sin embargo, la noticia de la victoria contra los demonios acababa de llegar. Una política a tan gran escala no se habría implementado tan rápidamente.

Era muy poco probable.

Podría intentar ir a algún lugar parecido a un orfanato y pedirles que me acogieran, pero independientemente de que me aceptaran o no, esto seguía siendo la Capital Imperial.

Aunque no lo hiciera ahora mismo, había muchas posibilidades de que la princesa intentara encontrarme.

Ya fuera para recompensarme o para averiguar quién era, era muy probable que la princesa intentara encontrarme por alguna razón.

Y ella debería ser capaz de deducir que yo acabaría yendo a alguna guardería pública. Era lista, después de todo.

Así que, si iba a un orfanato, podría sobrevivir durante algunos días, pero siempre sentiría la angustia de que la princesa viniera a buscarme algún día.

Tal vez no me encontrara si me iba a otra ciudad, pero no tenía dinero para viajar. Tampoco tenía mucha confianza en sobrevivir en el desierto.

Y aunque era un demonio, viendo que llevaba galletas, estaba seguro de que tenía que comer.

De hecho, ahora mismo tenía hambre. Debería haber puesto alguna configuración conveniente como “Los demonios sólo pueden sobrevivir con maná” o algo así.

Use la función “Añadir Configuraciones”.

“…¿Huh?”

Se requiere un total de 100,000 puntos de logro para añadir la configuración la “Raza Demoníaca puede sustentar su nutrición consumiendo poder mágico”.

Un mensaje apareció de repente ante mis ojos.

…¿Qué es esto?

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