Karina sonrió y aplaudió con fuerza. La amenaza definitivamente no había sido efectiva y él empezaba a notar el cansancio por haber usado varias veces su maná.
Con una rápida inspección, decidió ver si podría detenerles de alguna forma espiando sus hojas de estado.
El resultado heló su sangre.
He Yin temía realmente por su vida en aquél momento. Su magia no era efectiva en ese momento y no tenía ningún ejército que pudiera detenerles. Su única carta era huir y no había sido efectiva.
En su nube de pensamientos, una chispa generó una idea simple pero eficaz.
June seguía con el escudo en alto y Karina parecía emocionada al ver una bestia mágica que hablara algo solo destinado a semi-humanos y algunas especies como la tribu de los Dragonkin ahora reducidas a pocas decenas.
He Yin desplegó una aura celestial y con el pecho erguido miró triunfante a los dos. El viento empezó a mover su pelaje de una forma magistral creando una escena digna de mencionar.
— Yo soy Zest, un futuro aventurero imperial.
Ese era el nombre que planeaba usar una vez llegara a la capital de imperio santo. Usar el suyo sabiendo que podría haberse filtrado era llamar al desastre.
Ambos enmudecieron de golpe. ¿Una bestia podía ser un aventurero imperial? También en ese mundo los cambiaformas eran seres de leyenda.
Eran considerados cambiaformas todos aquellos usuarios con el poder de mimetizarse con un animal y adoptar sus habilidades. Aunque se conocían ciertos mitos sobre antiguos usuarios de la magia cambiaformas, en la actualidad esa magia había desaparecido.
Un ejemplo era la tribu de los Wolfkin que tenían como habilidad racial la [doble forma] y les permitía cambiar con su alma interior volviéndose un lobo de características humanoides o un humano con algunas características humanas.
Debido a que la raza Wolfkin había desaparecido tiempo atrás, los magos del mundo no pudieron agrupar la magia cambiaformas con los Wolfkin.
— “Maldición. Asa dónde estás cuando te necesito.”
Karina y June bajaron sus armas con algo de desconfianza. El joven semi-humano fue el primero en hablar.
— Tú atacaste primero. ¿Hay algún motivo para esto, señor Zest?
— Yo volvería a revisar sus memorias, amigo mío. Yo observé su ardua pelea y anhelaba ver el final de la misma pero, ¿no habría sido descortés por mi parte interrumpir? Después por algún motivo aquí su compañera decidió acercarse a mí sin motivo.
Karina soltó un “hehe” sacando la lengua con una expresión algo idiota. La situación meritaba que aquella idiota diera una explicación pero las cosas se dejaron como están.
— Ella se acercó pero el primer movimiento fue del señor Zest.
— Yo intenté huir hasta que decidieron hacerme su mascota.
June no pudo argumentar nada más y su escudo poco a poco empequeñeció hasta la forma de un anillo que devolvió a su dedo índice. Karina dijo algunas palabras mágicas y la lanza-arma se redujo hasta ser tan pequeño como un pequeño palillo que guardó en su muñeca.
— Yo- no. Nosotros nos disculpamos señor Zest. Mi compañera no piensa antes de actuar.
— ¿Oe? ¡Yo sí pienso antes de actuar-! Pero de verdad, ¿creí que era una bestia mágica de gran poder? Solo contempla su magnífico color y su aura pura. ¡Si yo pudiera ver el pasado de una criatura con solo mirarla, diría que su yo pasado fue un gran guardián de los dioses señor Zest!
He Yin rió por dentro. Totalmente lo opuesto a lo que él era.
— Yo agradezco el cumplido. ¿Puedo preguntar qué hacen dos héroes santos aquí en mitad de la noche?
El joven nigromante se sentó en aquél claro del bosque donde la luz de la luna brillaba envidiablemente recordando cuán hermoso podía ser aquél mundo.
— ¿El señor Zest nos conoce?
— ¡Hooooo! ¿De qué nos conoce, lobo divino?
¿Lobo divino? He Yin lo dejó correr.
— Por supuesto, nadie podría ignorar a los trece héroes santos, ¿no es así? No es como si fueran gente común.
He Yin recordó haber leído algo cuando estaba recluso en Black Raven pero principalmente adivinó esto por las hojas de estado. En la sección de asociaciones ponía claramente los trece héroes.
— He de admirar su pericia, señor Zest. ¿Quizás tendríamos el placer de oír su historia?
— ¡Sí! ¿Cuál es su historia lobo divino-? ¡Quiero oírla! Hehe~
Ambos se sentaron en una pequeña roca para descansar por el combate. June reclinó su espalda en un árbol mientras que Karina apoyó sus codos en las piernas y usó las manos para crear un soporte donde pondría la barbilla para oír la historia.
He Yin carraspeó. No había pensado en nada así que simplemente les contó una fábula de su tierra natal.
— Hace miles de años, un espíritu lobo errante buscó el amor viajando por el mundo. Una noche, el espíritu lobo se enamoró de la luna.
— Cada noche, el lobo aullaba a la luna esperando que ella le respondiera a sus cantos. Luna parecía triste, pues su amor correspondido solo podía ser demostrado brillando con fuerza.
— El espíritu lobo pasó los años aullando a la luna. Pero solo la muerte es certera, pues con los años, el espíritu lobo envejeció y cada vez era menos su fuerza para llegar al claro donde aullaba a su amor.
— Cierta noche, muerte celosa habló con Lobo. “Tú morirás al llegar la mañana. Te prometo una vida eterna si tú me amas a mí o una última noche con tu amada si decides no hacerlo”.
— Lobo siguió aullando a la luna y le contó esto. Luna, triste brilló sabiendo que lobo habría aceptado amar a muerte para vivir. Las horas pasaron hasta que luna tuvo que retirarse.
— La noche siguiente, luna no pudo oír a Lobo. En sus ojos, Lobo estaba allí, frío y muerto, en el claro donde incontables veces su canto llenó de alegría su cansada alma. Luna lloró pues dudó de su amor. Muerte gimió triste pues sabía que Lobo jamás la amaría. Y mientras tanto, Lobo descansa eternamente, complacido de haber seguido a su corazón.
Karina había perdido ese toque alegre en su cara y miró duramente a June.
— Esto….. es una historia triste. ¿Tú eras ese lobo?
He Yin negó con su cabeza.
— Solo soy un loco que persigue a su destino. Por desgracia o por fortuna, mi viaje aún no termina. ¿Supongo que debería preguntar por su historia?
— ¿Haaa? Ho, no hay mucho que contar. Soy la hija de una duquesa del imperio santo, fui bendecida con mi poder divino y me alisté como una de los trece héroes santos que derrotó al Rey demonio. ¡Ahora estamos de entrenamiento por si un nuevo mal se levanta~! ¿No es eso genial?
Karina sacó pecho de forma algo triste orgullosa de sí misma. Pero la historia que realmente quería oír era la del joven semi-humano.
— Ya veo. ¿Y la suya?
June miró a los ojos de He Yin. Aquellos ojos que parecían atravesar el alma conectaban en él como un cañón.
— Yo nací en una pequeña aldea cerca de la capital semi-huamana de Wrammel. Mis padres eran una elfa y un humano así que nací como un mestizo. Los mestizos son la peor clase de semi-humano ya que no tienen ninguna característica clara de las razas principales. De pequeño debido a estas dos características raciales mi vida fue puesta en peligro incontables veces.
Karina torció los labios y frunció el ceño. A pesar de que ella conocía la historia de casi todos los héroes santos, la suya siempre le pareció bastante curiosa. También el echo de que esté contándola con tanta libertad a alguien que acaban de conocer le parecía extraño.
— Después de años entrenándome con la espada me di cuenta de que mi habilidad no mejoraba. Parece que mi poder divino absorbía las demás habilidades para potenciar la suya así que me entrené en vano durante todo ese tiempo. Cuando la iglesia me dio el artefacto para canalizar mi poder divino, fui nombrado un héroe santo y derroté junto a mis compañeros al Rey demonio.
— ….¿June está bien que cuentes tu historia a gente que no conoces-?
June chasqueó la lengua.
— Creo que no podemos engañar al señor Zest. Sus ojos parecen demasiado ávidos para dejar pasar una farsa.
— Yo creo que me está sobrevalorando. Agradezco el cumplido de nuevo.
— ¿¿Lobo divino qué habilidades tiene??
He Yin no quería revelar sus cartas ocultas pero tampoco podía confiar en que ellos no le atacarían si dudaban de sus palabras.
— Soy un hechicero.
— …….
— …….
Ambos se miraron atónitos. Desde luego, un hechicero cambiaformas no existía ni tampoco había existido nunca así que era algo digno de mencionar. He Yin maldijo su suerte, no sabía que un ser que cambiara de forma fuera tan excepcional. Si él destacaba en la capital, sus observadores aumentarían y con ello el riesgo.
— Bueno, soy un hechicero de bajo grado. Por favor no me miren así.
— No conozco ningún mago cambiaformas. ¿De hecho existe algún usuario cambiaformas estos días….?
He Yin maldijo su suerte. Dos veces.
— Yo….. ¿Podemos mantener esto en secreto? Intento no destacar entre la multitud. Soy pésimo socializando con la gente.
— ¿El señor Zest quiere que mantengamos su secreto? Si usted fuera al imperio santo y demostrara esto las mayores riquezas se harían realidad con tal de que se uniera al imperio.
— ¡Eso es cierto! ¡Incluso es posible que te asignen como nuestro sirviente~! ¡Eso sería muy genial! ¿¿Verdad??
— No, no sería genial Karina. ¿Cuántas veces he de repetir que ser tu sirviente no es genial?
— Awwww…. Siempre arruinando el ambiente…..
— ¿Confío en vuestra discreción?
— Lo juro por mi vida.
— ¡Yo también guardaré el secreto del lobo divino-!
— Bien, ¿entonces quizás nuestros caminos se separen aquí?
Karina negó con un gran “¡Nooooope!” a medida que apuntaba hacia el bosque. Definitivamente no quería irse todavía sin haber visto lo que Zest era capaz de hacer en su forma de lobo así que inventó rápidamente una excusa.
— ¿Ya que el lobo divino nos ha interrumpido y nos hizo gastar energía es posible que pueda ayudarnos a cazar? No muy lejos de aquí hay un nido de bestias demoníacas que infestaron el bosque hará unas semanas.
— Creo que vosotros deberíais ir. Yo no tengo ninguna obligación con el reino aún.
June, que vio por donde iba la intención de Karina apoyó la idea.
— El señor Zest debería saber que nuestra influencia hará que su recomendación sea más valorada que otras. Ayúdenos aquí y nosotros le devolveremos el favor de alguna forma. Esto no significa que sus pruebas sean obviadas pero sinceramente creo que harán la inspección mucho más llevadera.
He Yin no tenía intención de formar parte realmente de aquél grupo y de hecho, eso que ellos llamaban favor sería un punto negativo para él. Aun así sabía que si se negaba después de contarles que “se uniría a los aventureros imperiales” todo quedaría muy extraño.
— Bien. Lo haré entonces.
— ¡Yay! Antes de iniciar debemos reponer nuestros MP, así que esto es para el lobo divino y esta para June. ¡Tomadlo sin miedo!
[Poción de maná de grado medio]
Una poción de maná de grado bajo-medio.
Restaura 120 MP (Mana Points en inglés).
[Restauración instantánea de MP]
— Esta poción….
— ¿No es genial? El imperio las hace solo para nosotros. ¡Son las pociones más poderosas del mercado hehe!
— ¿Las pociones más poderosas del mercado son de grado medio…?
Karina puso una cara de asombro y miró perplejo a He Yin.
— ¿Qué tontería estás diciendo ahí? ¡Estas pociones son de grado super!
He Yin inspeccionó la poción de nuevo. Ponía claramente [Poción de maná de grado medio]. Supuso que quizás su habilidad de alquimia sería capaz de confeccionar pociones mucho mejores en el futuro y por eso veía esa poción como un tipo de placebo de bajo nivel.
Habiendo comprobado que no era ningún veneno, pidió a Karina verter la poción en su mano haciendo forma ovalada y bebió extendiendo su larga lengua. Karina reía por momentos notando cosquillas de la lengua tocando la palma de la mano por momentos.
— ¿Estás seguro de que no quieres ser mi mascota?
— Sí.
— Awww…. ¿Por lo menos lo intenté? A mis otras mascotas las cuido muy bien….. ¡Si cambias de opinión solo dímelo-!
— ¿Debo recordar a la señorita que yo soy un mago y no una mascota?
— Karina, por favor deja de molestar a nuestro invitado.
Con un rápido movimiento, destapó el frasco y vació su contenido en su garganta. Poco a poco su mana empezó a restaurarse aunque June tenía una reserva de maná ridículamente baja.
Después de un descanso, todos pusieron rumbo hacia el nido de bestias demoníacas. Por el camino, Karina y June hablaban entre ellos y de vez en cuando preguntaban a He Yin cosas de su supuesta tierra natal.
Aunque él no tenía intención de revelar mucho sobre sí mismo, sí que usó su mundo original como base para sus historias.
— Heeeeeeeh… ¿Vaya así que de donde vienes la gente se mueve en grandes cajas de hierro rodantes?
— El señor Zest tiene unas historias muy interesantes de su lugar de origen. Si es posible algún día querría conocerlo.
— Si algún día surge la oportunidad, yo os llevaré allí.
De repente, He Yin se detuvo. Su olfato podía notar un olor metálico muy fuerte. Definitivamente aquél olor lo había notado muchas veces, era definitivamente sangre.
Cuando lo dijo en voz alta, los dos héroes santos sacaron sus armas divinas y se pusieron en guardia. Definitivamente sabían que aquél nido de demonios había sido limpiado días atrás por un grupo de aventureros enviados por el gremio.
Al llegar la peor de las pesadillas se hizo real para dos miembros del grupo.
Varios cuerpos descuartizados, cientos de litros de sangre empapando los árboles y mojando la fría hierba en el suelo. Dos cachorros de lobo demoníaco estaban jugando a arrancarse la cabeza de un cadáver para ver quién tenía más fuerza mientras que la decena de otros lobos se alimentaba de los restos.
Por el estado, llevarían allí dos días.
La presencia de estas bestias y su nido presenciaba una especie invasora para la cacería local así que ambos fruncieron el ceño y su cuerpo se contrajo en señal de peligro.
— June tú mantén la distancia con tu escudo, mis balas se encargarán de la limpieza. Lobo divino pediré que te mantengas alejado de esta pelea.
— No es muy honorable pedir una cacería conjunta y llegado el momento quitarle la emoción a la caza. Además, todavía estoy molesto por no haberme dejado huir en ese momento así que ellos serán quien lo paguen.
He Yin ideó un plan en mente. Ellos serían tarde o temprano enemigos así que no podía permitirse el dejarles vivos. Aunque no podía matarlos en su estado actual, podría ver cómo se desarrollan en una batalla actual y recopilar información.
— El señor Zest tiene razón Karina. Deberíamos dejar que nos de apoyo de retaguardia ya que nosotros fuimos quien le invitamos.
He Yin se moría por probar sus habilidades del arte oscuro. La nigromancia era una rama de sus poderes así que por eliminación él debía tener algunos hechizos ofensivos que no requirieran no-muertos. Aunque eran escasos, eran trucos útiles como la lanza de hueso o la ráfaga de velocidad.
Claro que él no podía usar su lanza de hueso y tampoco podía revelar que podía usar la armadura de hueso completo ya que podrían descubrirle.
Karina apuntó a los dos cachorros y lanzó su séptima bala.
— ¡[Séptimo disparo: Vuela, ráfaga letal]!
El disparo se volvió un águila de majestuoso porte medio translúcido que voló por el cielo dando rodeos hasta encontrar a los dos cachorros. Cuando esto sucedió, cayó en picado y sus imágenes residuales crearon otros tres águilas de menor tamaño pero misma potencia.
Tres explosiones se cernieron desde las tinieblas hasta los cachorros dejando un cráter terrible de dos metros de profundidad y un metro de diámetro. He Yin quedó muy sorprendido, aquella arma podía disparar elementales que creaban diferentes efectos.
— Todo tuyo, June.
— Sí.
El anillo del semi-humano se volvió un escudo tan o más grande que una puerta y empezó a decir cánticos de hechizos como [refracción parcial], [protección elemental] y [provocación].
Los lobos demoníacos rugieron al ver los dos cachorros ahora vueltos una masa viscosa y rojiza. Sus ojos iracundos buscaron al causante de esto encontrándose con el escudo de June y rápidamente corrieron en círculos para rodearles como una manada.
— ¡Vuestra enemiga soy yo-! ¡[Primer disparo: Embiste, tornado imparable]!
Esta vez, un jabalí de un tamaño bastante grande y colmillos blancos salió de la bala y lanzó un gemido buscando a sus presas. Cuando vio a los lobos demoníacos dando vueltas alrededor del grupo, corrió contra los lobos demoníacos impactando en dos interrumpiendo su caza en manada.
Uno de los lobos quedó clavado en uno de los cuernos del jabalí mientras que el otro fue mandado a volar y chocó contra las ramas puntiagudas de un árbol siendo empalado allí mismo.
He Yin no desperdició la oportunidad y sigilosamente absorbía la esencia de sangre de los cadáveres.
No sabía porqué, pero cada alma demoníaca que absorbía le hacía sentir mucho mejor.
¡Subida de nivel!
¡Subida de nivel!
¡Subida de nivel!
¡Habilidad [Dominio de la manada] aprendido!
¡Subida de nivel!
Su cuerpo seguía absorbiendo aún solo las dos almas de esos lobos demoníacos pero su compatibilidad era tan excelente que él mismo rugió de dolor notando cómo se asimilaban a su alma y poco a poco la corrompían.
En su mente, solo podía leer mensajes dándole información.
Entre muchos de ellos, varias le interesaron.
¡Habilidad [Metamorfosis] aprendida!
¡Habilidad [Metamorfosis: Lobo blanco] ha sido enlazada a su alma!
¡Habilidad [Metamorfosis: Lobo demoníaco] ha sido enlazada a su alma!
June seguía bloqueando los pocos lobos que parecían ir hacia él sin control. Aunque al principio solo eran docenas, empezaron a salir más del nido que tenía la forma de una colmena subterránea y pronto se vieron abrumados en número.
Si esto continuaba así, él debería usar su ataque especial.
Karina se estaba quedando exhausta. Aunque eran héroes santos, habían estado todo el día entrenando así que se encontraban algo débiles.
Pronto se dieron cuenta de que He Yin se tambaleaba sin poder fijar su rumbo correctamente.
He Yin poco a poco empezó a notar como su mente se nublaba.
— “¿Me…. siento ligero…..?”
— “Sí. Son todos basura. ¡Escoria! Se atreven a ponerse en mi camino. ¡Yo, el gran He Yin, el próximo dueño de este mundo!”
— “Haaaah… Haha… ¡HahahAhaHA!”
— “¡HAHAHAHAHAHA!”
— “DESTRIPAR. DESHUESAR. ME COMERÉ SUS ÓRGANOS Y AHOGARÉ A SUS HIJOS CON SUS TRIPAS.”
— “YO SOY EL ÚNICO DIOS QUE EXISTE.”
El modo [Frenesí de furia] había sido activado.
Este modo había sido usado por Asa cuando tomó el control de su cuerpo. Permite usar una ínfima parte del poder total del nigromante a cambio de romper un pedazo de su alma.
Un poder propio y a la vez un poder prestado.
Cada trozo de alma que He Yin perdía le alejaba más de ser humano y le acercaba más a ser un monstruo sediento de sangre.
Uno de los lobos demoníacos vio que uno de los tres aventureros estaba desestabilizado y saltó hacia él.
Con sus fauces abiertas, cayó sobre He Yin en forma de lobo blanco.
Gran error.
Un montón de púas de hueso salieron de su cuerpo y se clavaron sin piedad en el lobo atravesando casi cada parte de él.
Una voz tan profunda como el abismo salió de sus labios.
— H A C Í A T I E M P O Q U E N O M E D I V E R T Í A.
Esa voz hizo que todos, incluso los dos héroes santos se quedaran petrificados.
¡Habilidad [Amenaza] usada!
¡Habilidad [Potenciación de voz] usada!
¡Habilidad [No hay compasión] usada!
¡Habilidad [Armadura ósea parcial] usada!
— E S T O S E R Á U N A M A S A C R E.
Cuando el joven nigromante transformado en un gran lobo blanco respiraba por la boca, exhalaba una gran cantidad de humo blanco saliendo como vapor sin control. Sus ojos tenían un instinto homicida mientras que la característica luz azul de sus iris ahora se mecía son control.
Sus patas se agarraron con fuerza al suelo y, por momentos, parecía que el suelo cedía ante su impasible destrucción.
— Haaah…
De un movimiento rápido, se abalanzó contra dos lobos demoníacos detenidos aún paralizados por el miedo y con la mandíbula abierta les arrancó a ambos un trozo del cuello desgarrando la tráquea.
Después de esto, el trozo de carne sanguinolenta fue consumida por He Yin como burla hacia los demás lobos relamiéndose del placer.
Una imponente aura de color azul se podía ver desde cientos de metros a la redonda por la cantidad de presión que estaba generando.
Sus movimientos gráciles dejaban tras de sí una imagen residual que confundía a sus enemigos no reconociendo al auténtico He Yin.
— ¡V E N I D!
Con un aullido provocador, la habilidad [provocar] de June fue cancelada sin él controlarla y todos fijaron su objetivo hacia el lobo blanco que se burlaba.
De entre toda la manada, un lobo de dimensiones ligeramente superiores salió de entre la multitud. Un cuerno de color azabache adornaba la parte superior de su cabeza como una gema preciosa y puntiaguda.
El lobo respiró con fuerza y gruñó.
— “¿Monstruo atacando a monstruos? Eso no debería ocurrir. Tú deja de defender a esos asquerosos humanos y nosotros perdonaremos tu vida.”
Las bestias con espíritu demoníaco podían comunicarse mediante gruñidos así que al haber asimilado una parte de sus almas, él adquirió de forma pasiva este pequeño poder.
— “N O H A B R Á P I E D A D.”
El lobo rugió amenazantemente mientras los demás lobos empezaban a dar vueltas a su nuevo objetivo. Karina sacó su arma pero June la detuvo rápidamente. Cuando la chica miró al joven semi-humano, este solo negó con la cabeza.
— “¡Que nuestra batalla sea presenciada por mi manada! Será la prueba de que nadie puede oponerse a m-”
He Yin no esperó a que el líder terminara su discurso y cargó con una carga a toda prisa de la cuál el líder de manada escapó por pocos centímetros.
Sus patas se apoyaron en un tronco cercano y se impulsó para devolver el ataque al lobo blanco.
— “¡Humillación para ti!”
Cuando el líder de manada sacó a relucir sus filosos colmillos, una terrible cantidad de púas blanquecinas brotaron del cuerpo de He Yin.
Por un momento el líder enmudeció y trató de cambiar el rumbo en vano, clavándose profundamente en las púas de He Yin.
— “¡Ugh-!”
He Yin lanzó un zarpazo sin piedad que desgarró una gran parte del pecho del lobo lanzando sus tripas a volar rebotando contra el suelo varias veces.
— “…”
— S I G U I E N T E.
Los lobos viendo a su líder moribundo en el suelo tratando desesperadamente de respirar se lanzaron sin dudar contra He Yin sin pensarlo dos veces. Tarde o temprano no podría usar esa terrible defensa así que solo debían desgastarle hasta entonces.
— “¡Alto!”
El líder de manada lanzó un borbotón de sangre de su hocico mientras se arrastraba como podía hacia He Yin.
— “A….. Aún e- estoy vivo. ¡P-puedo luchar tú maldito engreído!”
Con una sonrisa maligna, se puso en posición de ataque y abrió la boca. Unas runas de indescriptible complejidad se formaron de fuera hacia adentro formando un patrón rojo que giraba sobre sí mismo.
— “¡M U E R E!”
Unas manos como las que cambiaron su alma de posición horas atrás salieron esta vez impregnadas de fuego y se lanzaron rápidamente contra su objetivo. El líder de manada que no podía moverse se quedó en posición con honor y cerró los ojos.
La onda de choque pronto rostizó vivo al líder de manada que gritaba con auténtico dolor. Fue tal el grito que todos se estremecieron incluidos Karina y June.
Segundos después, Karina y June recobraron sus sentidos y actuaron con la normalidad que pudieron reunir.
— ¡Oooooh! ¿Ese es el lobo divino? Su poder es bueno, ¡aunque sigue siendo muy débil en comparación a mí-!
— Parece que él tampoco es alguien que debamos ignorar. Jamás había visto un ataque elemental con formas.
Los demás lobos corrieron hacia su líder transformado en un montón de carne sangrante y cocinada.
— “D I J E S I G U I E N T E.”
Varios lobos se lanzaron hacia él sin dudar ni un segundo. Matar a su líder de manada era el mayor deshonor de un lobo demoníaco.
Los ojos de todos los lobos demoníacos ardían con auténtico odio que no ocultaron ni una vez. Todos luchaban poniendo su corazón en el combate.
— “S Í”
Ahora en vez de varias púas de hueso solo salieron dos gigantescas púas en forma de pinza que nacían de la espalda de He Yin y tenían una articulación carnosa y ensangrentada que permitía mover esa lanza de hueso gigante en todas direcciones.
He Yin saltó hacia atrás y devolvió el ataque lanzando las púas de hueso que ahora se habían vuelto dos armas fijas a su espalda hacia adelante. Las púas se clavaron en algunos lobos matándolos en el acto. Otra púa giró después de empalar a varios lobos y cortó los hocicos de algunos que parecían intentar morder a He Yin.
— “¡H A H A H A H A!”
— “¡T O D O S M E R E C E N M O R I R!”
— “E S H O R A”
Los labios de He Yin pronunciaron algo que su mente no entendía.
Un lenguaje olvidado, perdido en el tiempo. Quizás porque nadie quería recordarlo, quizás porque nadie quería revivirlo.
Una de las maldiciones prohibidas del nigromante.
[La maldición de Hades].
Rompía un pedazo del alma del invocador por un poder terrible.
Traer el infierno a la tierra a su voluntad.
Algo así……
Solo podía ser impensable.
La tierra dio un pequeño temblor. El cielo parecía oscurecerse aún más por momentos y los cadáveres de los lobos demoníacos se movieron en espasmos incontrolables. La risa maníaca de He Yin en su forma de lobo ahora retumbaba por el lugar.
Por suerte, la maldición fue interrumpida.
Por algún motivo desconocido, el lanzamiento de la maldición inacabada devolvió las cosas a la normalidad.
He Yin era muy débil. Ni su cuerpo ni su alma podían aguantar su propia fuerza así que su alma cesó.
Un gran charco de sangre salió de la boca del lobo blanco.
Su visión se nubló por momentos tambaleándose exhausto.
Los lobos demoníacos parecían ver su oportunidad y se reunieron una vez más para lanzarse a por él.
Antes de que sus párpados se cerraran por fin, pudo ver a Karina y a June sonriendo débilmente y diciendo algunas cosas. Parecían estar de acuerdo con algo y caminaron hacia He Yin con armas en mano.
En su mente pensó que quizás había hecho un movimiento arriesgado.
Ahora ya nada importaba.
Él quería dormir por primera vez en muchos meses.
Así que dormiría quizás para despertar tarde o temprano.